(Aica/InfoCatólica) El papa Francisco envió un telegrama a Alejandro Jaime Mejía, con motivo del fallecimiento de su hermano, el cardenal Jorge Maria Mejía. El Pontífice recuerda al purpurado «que durante largos años sirvió con fidelidad y competencia en varios organismos de la Santa Sede» y asegura sus oraciones por el difunto «a quien me unía una larga amistad», escribe para que el Señor conceda su paz a quien se entregó de modo tan intenso y generoso a la Iglesia«.
»Con la fe en el misterio Pascual de Cristo, que ilumina y llena de esperanza la vida cristiana, y el recuerdo de un Pastor dedicado a la misión evangelizadora, pido el consuelo divino en estos momentos de dolor, para Usted y los seres queridos que lloran tan sensible pérdida, a los que imparto de corazón la Bendición Apostólica«, concluyó el telegrama.
Datos biográficos
Jorge María Mejía nació en Buenos Aires el 31 de enero de 1923 y tras ser educado en colegios de San Isidro y por los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en 1939 entró en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires, su diócesis de origen.
Fue ordenado sacerdote el 22 de setiembre de 1945 y un año después viajó a Roma para terminar sus estudios eclesiásticos. Ingresó en el Pontificio Instituto »Angelicum«, hoy Universidad Pontificia »Santo Tomás de Aquino«, donde se graduó licenciado en Sagrada Teología, teniendo como compañero al padre Karol Wojtyla.
Licenciado en Teología con las mejores notas, asistió el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, desde 1948 hasta 1950, cuando obtuvo el grado académico de licenciado en los Estudios Bíblicos.
Desde 1951 fue profesor de Antiguo Testamento en la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA) de reciente creación, e impartió clases de Introducción a la Sagrada Escritura, hebreo, arqueología bíblica y griego bíblico. También fue profesor de Antiguo y Nuevo Testamento en el Seminario de San Isidro.
En 1955, en medio de la persecución contra la Iglesia durante el segundo gobierno peronista, se incorporó a la revista católica »Criterio, de la que fue responsable desde 1957, tras la muerte de monseñor Gustavo Franceschi, hasta su partida a Roma en 1977.
Después de la apertura del Concilio Vaticano II en 1962, fue nombrado experto consejero, cuya preparación había contribuido de una manera especial con un grupo de obispos de Argentina y algunos otros obispos de América Latina en relación con el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano).
En 1967, cuando el entonces obispo de Mar del Plata, el futuro cardenal Eduardo Francisco Pironio, fue elegido secretario general del CELAM, Mejía asumió el cargo de secretario del Departamento para el Ecumenismo del organismo latinoamericano.
En 1977, el papa Pablo VI lo designó secretario de la Comisión Pontificia para las relaciones religiosas con el judaísmo.
Elegido obispo titular de Apolonia el 8 de marzo de 1986 por Juan Pablo II, recibió la ordenación episcopal el 12 de abril de ese año en Roma por el cardenal Roger Marie Élie Etchegaray, presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz (co-consagrantes: Mons. Martínez Somalo, Secretaría de Estado y monseñor Antonio María Javierre Ortas SDB, secretario de la Comisión Pontificia para la Educación Católica)
Promovido a arzobispo el 4 de marzo de 1994, fue creado cardenal diácono del título de San Jerónimo de la Caridad por Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001, junto al cardenal Jorge Bergoglio. El pontífice polaco lo nombró secretario de la Congregación para los Obispos y en 1998 archivista y bibliotecario de la Santa Iglesia Romana. Renunció al cargo por edad el 24 de noviembre de 2003.