(InfoCatólica) El arzobispo indica que «el asunto que aborda el proyecto es de suma importancia y actualidad para la Iglesia, que debe siempre estar del lado de los más frágiles. Como ha indicado recientemente el Papa Francisco, `entre esos débiles que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo´».
El prelado advierte que el artículo 51 del texto legislativo «no sólo se enmascara, nuevamente, el aborto con el concepto de «interrupción terapéutica» sino que se deja abierto a la interpretación sobre qué es considerado un «riesgo a la salud». Según el artículo 38 que define salud reproductiva como «un proceso que conduce al bienestar físico, emocional, social y cultural, en todos los aspectos relacionados con la reproducción humana», podría pensarse que la vida o muerte del niño no nacido está sujeto a las emociones, relaciones sociales o culturales o dolores físicos propios del desarrollo natural del embarazo».