(Carlos del Castillo/Público) Un año antes de la aparición de Podemos o de los diferentes procesos de confluencia ciudadana inspirados por Guanyem Barcelona, Teresa Forcades lanzó el Procés Constituent junto a Arcadi Oliveres, con el objetivo de aglutinar la izquierda fuera de las siglas tradicionales. El objetivo era acceder al Govern de la Generalitat y lanzar un proceso constituyente en Cataluña. Atiende a Público desde Berlín, un paso más de un viaje que le ha llevado por varios países europeos en los que ha compartido su idea una Cataluña anticapitalista e independiente con otras fuerzas progresistas.
- ¿Cómo afronta el Procés Constituent el arranque de este nuevo curso político?
En Cataluña tenemos un reto inmediato que es esta consulta que se ha convocado desde el Govern y que el Gobierno español ya ha anunciado que va a declarar ilegal. El Procés Constituent se basa en la movilización ciudadana y esta movilización es la que está impulsando desde abajo el proceso soberanista. El resto es ver qué va a ocurrir con la movilización ciudadana ante esta respuesta institucional, que es previsible que será deslegitimar el proceso. Mi deseo, el deseo del Procés Constituent es que sea un momento de movilización ciudadana fuerte, que desemboque en cambios políticos importantes.
- ¿Qué espera de la próxima Diada?
Desde el Procés Constituent lo que queremos es enfatizar el componente social de la movilización del 11-S. Parece que desde el resto del Estado español se ve el 11- S como una reivindicación nacional o de tipo nacionalista y esto evidentemente está en el origen de ella, pero no es solamente esto. Ya el año pasado convocamos a los que desearan unirse alrededor de La Caixa, que tomamos como símbolo del poder financiero catalán para reivindicar que queríamos una Cataluña independiente con unas prioridades distintas, donde la justicia social tenga preeminencia por encima de los intereses de las grandes empresas. Este año el Procés Constituent invita a todo el mundo a congregarse en la parte del trayecto propuesto por la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), que queda delante del Deutsche Bank, y delante de un monumento que se ha convertido en un símbolo franquista, el monolito del paseo de Gracia. Es una crítica a una democracia que consideramos como insuficiente, y donde el poder económico desgraciadamente se sitúa por encima del poder político en las mal llamadas democracias europeas.
- Usted renunció a presentarse como candidata en unas elecciones o a dirigir un partido político ¿Qué opina de las críticas al personalismo de otras iniciativas como Podemos o Guanyem Barcelona?
Es cierto que existe este polo de atracción concentrado en una persona. En Podemos está Pablo Iglesias y en Guanyem Ada Colau. En ambos casos creo que esos líderes son muy conscientes de esto y que su deseo es poner ese liderazgo al servicio de una estructura transversal. Es decir, no pretenden crear estructuras autoritarias basadas en su liderazgo carismático sino que empiezan con eso para que sirva de palanca para promover una organización horizontal. Yo me alegro en ambos caso porque parece que para todo lo que sería los movimientos de izquierdas a nivel europeo y quizá también a nivel mundial, el desafío es cómo despertar o sacar de la apatía o de la sensación de fracaso a quien desea un cambio de ruptura a nivel político; eso es el reto principal y esto parece que con figuras carismáticas se consigue. Ahí el reto es preguntarse ¿Nos vamos a quedar admirando al líder o vamos a intentar crear esa transversalidad? Si se podemos crear esa transversalidad, bienvenido sea el inicio carismático.
- En su manifiesto proponen un conjunto de medidas anticapitalistas, tales como expropiar la banca privada, que no se ha dado en ningún otro país del mundo ¿Hay algún modelo a seguir?
Los pasos de nuestro manifiesto no son para darlos de forma inmediata, es necesario un proceso. Es cierto que no hay ningún otro país que yo vea como modelo para copiar, pero sí hay unos cuantos países de los que podríamos y deberíamos aprender. Un ejemplo es Islandia, no es ningún paraíso, pero dijo 'No' a las medidas de austeridad de la Troika. Eso ha hecho que en Islandia no existe la deuda que existe en este momento en España. Como ya hemos aceptado la deuda entonces tenemos que girarnos hacia otro país, como es Ecuador, que tampoco es ningún paraíso, pero ha sido capaz de hacer una auditoría de su deuda, distinguiendo entre deuda legítima e ilegítima y se ha sacado de encima la deuda ilegítima. Luego tenemos otro país, Venezuela, en el que por mi experiencia (he estado allí cuatro veces), las personas sencillas, de la calle, tienen un sentido de responsabilidad política. Podemos ha sido un fenómeno importante en ese sentido, porque muchas personas que se encontraban al margen de la política se sienten capaces de participar en ella de una forma significativa. Por último podríamos poner a Bolivia también como ejemplo porque tiene una Constitución que permite lo que ni la nuestra ni ninguna constitución europea permite: convocar una asamblea constituyente desde abajo. Esto es fundamental, porque toda la legitimidad de las instituciones en una democracia real proviene de la voluntad popular, y lo que ocurre en nuestra democracia es que la voluntad popular se ha dotado de unas instituciones y ahora estas instituciones, el Parlamento, las Cortes y también los ayuntamientos, tienen secuestrado al poder popular puesto que no se pueden deslegitimar si no es desde ellas mismas.
Por eso es muy importante que en nuestro país una de las primeras medidas de cambio sea eliminar el blindaje de las instituciones que nacen del pueblo pero luego actúan a espaldas de él, al margen de la voluntad popular.
- ¿Cómo sería el primer día de un gobierno dirigido por un ideario como el del Procés Constituent?
Lo más urgente es el tema de la deuda. Cuestionar la deuda a la que nos hemos comprometido través de nuestros gobernantes y que provoca una situación económica de estancamiento, la imposibilidad de desarrollo económico. Con esa deuda encima es imposible que España, y Cataluña, que forma parte de esta deuda igualmente, tenga un futuro económico de prosperidad. Hemos visto un ejemplo clarísimo en Latinoamérica en estos años, donde han aceptado esa deuda impuesta en su caso, al igual que en el nuestro, por el Fondo Monetario Internacional, pasando en nuestro caso por la llamada Troika europea, es un mecanismo económico que de hecho crea una situación conocida como neocolonialismo. Las riquezas de un país y la capacidad de trabajo de las personas que habitan ese país se ven imposibilitadas de revertir a favor de ese país porque son expoliadas, deben dedicarse al pago de esa deuda y del interés.
Los fondos obtenidos del rechazo de la deuda ilegítima se deberían invertir inmediatamente en medidas de choque para revertir todos los recortes que están creando un riesgo de exclusión y pobreza para un 30% de la población. En España, casi una persona de cada tres tiene riesgo de exclusión: dificultades para llegar a final de mes, problemas con el alquiler de la vivienda. Atender a esas personas con vulnerabilidad debería ser la primera la primera medida de un Gobierno con conciencia social.
Otra de ellas sería combatir el fraude fiscal. En España permitimos que se evadan impuestos por un valor casi equivalente al de los recortes en prestaciones sociales. Esto tiene que ser radical. No puede existir el fraude fiscal de las grandes empresas, que en muchos casos esta amparado por leyes injustas. Hay que hacer una reforma para que las grandes empresas no puedan evadir ese capital que debería estar dando réditos en España.
Otra prioridad es la sanidad. Yo soy médico y para mi es un escándalo pensar que en el año 2000, España era la séptima en el ránking de la Organización Mundial de la Salud en cuanto a sistemas sanitarios de máxima calidad. En ese mismo ránking EEUU ocupaba el lugar 37, y Alemania, el 25. Este excelente sistema sanitario que teníamos está siendo desmantelado a marchas forzadas con resultados nefastos para la población: Incremento de la mortalidad y de la morbilidad. Este es otro de los frentes urgentísimos que este nuevo Gobierno debería afrontar, que a mi entender tendría mucho trabajo.
- Artur Mas ha planteado una Cataluña independiente pero dentro de la UE. ¿Sería posible llevar a cabo esta batería de medidas si Cataluña siguiera como miembro de la UE?
Hay países que forman parte de Europa pero que no forman parte de la UE, que más que una unión social y política es una unión cuya principal prioridad son los intereses comerciales de unas grandes corporaciones. Por tanto el miedo a salirse de la UE o, si se diera el caso, salir del euro, es infundado porque no es equivalente a desaparecer de Europa, desaparecer del mapa y dejar de tener relaciones comerciales con nuestros socios europeos. Hay países en Europa que forman parte de la UE, que no están en el euro y en cambio tienen la posibilidad de comerciar con los países de la eurozona. Esto no se puede improvisar, sino que se debería ver con medidas concretas cuál es la prioridad. Rechazar la deuda ilegítima es irrenunciable. Si es posible auditar la deuda y mantener las relaciones comerciales con la Unión Europea podría ser una posibilidad, pero tal y como funciona la UE a nivel de toma de decisiones, yo creo que el proyecto de una ruptura con el actual marco neoliberal pasa en ese momento por dos posibilidades: salir de la Unión o bien unirse con otras propuestas dentro de la UE que también son de ruptura. Tenemos a Syriza en Grecia, con posibilidades de gobernar en las próximas elecciones. Este verano he estado en otros países (Alemania, Italia, Croacia) donde he podido comprobar que también existe el deseo de base de crear una unión de las fuerzas progresistas dentro de la UE.
Un país aislado, España o Cataluña en su caso, no puede llevar a cabo este programa de mayor justicia social, está claro, pero vamos a trabajar por él, cada uno desde su lugar.
- En los últimos tiempos han tomado fuerza en España iniciativas con propuestas similares a las del Procés Constituent,que plantean abrir un proceso constituyente, que revise el modelo territorial o la jefatura del Estado ¿Tendría hueco Cataluña en una España republicana y alejada de las lógicas de los mercados?
El proyecto de Cataluña independiente yo lo veo desde un punto de vista estratégico, porque ahora estamos dentro de un conjunto político, que es la España actual, que no obedece los principios de justicia social que a mi me gustaría ver implementados, pero más allá de eso, yo creo en la bondad de unidades políticas cuanto más pequeñas mejor. Por eso mi apuesta personal es por una Cataluña independiente anticapitalista con una España de vecina gobernada por un proceso de ruptura como el que propone Podemos. Creo que esa relación de vecinaje sería espléndida. Desde esta relación podríamos entablar un polo en el sur de Europa que pudiera ser un aliciente para otros procesos en otros países, que están mirando con mucha atención lo que ocurre en España, para ver si pueden tomar fuerza de lo que ocurra en este proceso.
- ¿Qué le parece la actuación de Artur Mas en el proceso de convocatoria de la consulta soberanista?
En estos momentos Artur Mas está hablando de la consulta como si esta se fuera a realizar. Yo dudo que esto sea la realidad, puesto que él ha dejado claro que no se va a con el Gobierno central, que por su parte ya ha dicho que la va a ilegalizar. Yo no entiendo este juego de declaraciones políticas a no ser que se trate de llegar a una inevitabilidad de hechos consumados y de retrasar al máximo el caos político que se originará en el momento en que declare que no se va a hacer la consulta. Desearía que desde el Govern de la Generalitat hubiera una respuesta de desobediencia frente a esta posición del Gobierno central, pero no confío en que el Govern actual, con Artur Mas a la cabeza, se atreva a hacerlo.
- ¿Cree que Artur Mas llevará a cabo la consulta?
Si se prohíbe desde el Gobierno central, yo creo que no.
- ¿Qué opina del papel que está desempeñando Mariano Rajoy?
Creo que no está cumpliendo su papel. El Gobierno de España debería reconocer que tenemos un problema en nuestra Constitución, que tiene un déficit democrático fundamental ya que prohíbe ejercer el derecho de autodeterminación de los pueblos, que está reconocido por el derecho internacional. El trabajo de un Gobierno central, sea de derechas o de izquierdas, es garantizar la democracia de su sistema y de su marco de actuación. Si se da cuenta de que hay un déficit democrático en su constitución se debería promover un cambio desde el propio Gobierno central para que los referéndums a favor de la autodeterminación sean posibles, como lo son en cualquier país democrático.
- ¿Cree que el escándalo alrededor de la familia Pujol afectará al proceso soberanista?
Creo que es una oportunidad para separar el proceso de independencia de los intereses de unas determinadas oligarquías catalanas, de la derecha en definitiva, pero sobre todo de unas determinadas familias que quieren un proceso instrumentalizado desde unos intereses de clase y que desean una Cataluña independiente para poder controlar mejor los flujos de dinero en ella e incrementar la sensación de 'feudo'. Esto no se corresponde con la realidad, ya que el proceso soberanista ha nacido en la base y las consultas que lo empezaron en Arenys de Munt no fueron promovidas desde la Generalitat ni mucho menos, y en cambio hemos tenido Governs dominados por partidos supuestamente nacionalistas que siempre han apoyado al Gobierno central cuando este ha sido conservador. Es el momento de separar el proceso independentista de la figura de Pujol y de su partido, Convergència i Unió, que ha gobernado la Generalitat durante tantos años que se ha llegado casi a identificar con el país.
- Usted ganó popularidad gracias a un vídeo en el que criticaba la actuación de las farmacéuticas en el caso de la gripe A ¿Qué ha llevado a una monja de un convento de Monserrat a hacer política y proponer un cambio tan profundo como el que propone el Procés Constituent?
Para mi es un compromiso con el Evangelio, donde hay una llamada clara a la justicia social, a priorizar a las personas que más sufren y a no aceptar pasivamente que el mundo se divida entre ricos y pobres. Mi propia fe me lleva a cuestionar esto, si hay gente con más y gente con menos, lo que tenemos que hacer es organizarnos para repartir. A partir del vídeo de la gripe A yo me encuentro con una popularidad relativa e incluso creciente en mi entorno más inmediato y gracias a esa popularidad, me piden en un momento dado si podría ayudar con ello a empezar un movimiento político cuyo objetivo es trabajar por una confluencia en las izquierdas, porque estamos convencidos que es una mayoría social. Pero si esta mayoría social no tiene un polo aglutinador y se convierte en un frente no uniforme, sino unitario, entendiéndolo en este caso como plural, no consigue darle la vuelta al sistema político en las urnas.
-Relacionó sus estudios teológicos con el feminismo. ¿Cómo explicaría a una mujer no creyente que puede defender su libertad y sus derechos tras los muros de un convento?
Es una pregunta interesante. Creo que hay un estereotipo que no se corresponde con mi experiencia. Lo primero, me gustaría dejar claro que no estoy de acuerdo con la estructura actual de la Iglesia católica, patriarcal, que reserva la toma de decisiones a los varones. Yo formo parte de esa estructura patriarcal, pero desde dentro trabajo para que esto cambie y desearía que cambiara de forma urgentísima.
Una vez dicho esto, quiero remarcar que dentro de esa estructura ha habido una serie de mujeres en la historia que han tenido iniciativas de las cuales hasta el día de hoy, y hace muchos siglos que empezaron, se recuerda el nombre de esas mujeres, no solo en los libros de historia sino que su recuerdo está vivo en las instituciones que ellas crearon. Yo no encuentro un paralelo a esto en la sociedad civil. ¿Cuántas instituciones conoce usted que hayan sido empezadas por mujeres en la época medieval y duren hasta hoy? Estoy pensando en Clara de Asís, o en Teresa de Ávila ya en el inicio de la modernidad. Hoy en día esto sigue pesando. Sigue habiendo mujeres que tienen iniciativas de tipo social y cultural que encuentran una institución donde es posible que estas inciativas se recojan, se continúen y haya grupos de mujeres que las tiren adelante. Mi monasterio está activo desde el siglo XIII. En esta comunidad viven un grupo de mujeres, ahora somos 30 pero han llegado a ser hasta 80, donde para mi y para muchas otras mujeres es posible experimentar una libertad real, en el día a día, donde los estereotipos patriarcales tienen menos importancia que en otros ámbitos donde yo he trabajado, como por ejemplo en los hospitales o en la universidad.