(Agencias/InfoCatólica) Según explica la diócesis andaluza, el término «deficiente» que usó en la entrevista concedida al diario «Sur» de Málaga «no se refería a enfermedad alguna, sino en el contexto de una sexualidad integrada y plena, dirigida al fin de la misma».
En esa entrevista, Mons. Sebastián dijo que la homosexualidad «es una deficiente sexualidad que se puede normalizar con tratamiento». El Obispado ha resaltado asimismo que el cardenal electo Fernando Sebastián «habló claramente de acogida y afecto a la persona homosexual».
«Su declaración se mantenía estrictamente en el terreno de la moralidad, como puede leerse en el texto de las declaraciones», señala el comunicado del Obispado, que añade que «el Catecismo de la Iglesia Católica es muy claro al respecto».
Fuera de contexto
Por ello, el Obispado malagueño «lamenta con pesar» que se hayan «sacado de contexto» las palabras del cardenal «y haya sido objeto de acusaciones infundadas».
También considera «deplorable» que el Ayuntamiento de Málaga «se haya unido», a través de una moción aprobada por unanimidad de los grupos del PP, el PSOE e IU, «al coro de manipulaciones» de las declaraciones del prelado.
Comunicado completo del obispado de Málaga
Sobre las declaraciones del cardenal Fernando Sebastián sobre la homosexualidad
Ante las reacciones de los medios de comunicación, redes sociales y diversos entes a las declaraciones del cardenal Fernando Sebastián sobre la homosexualidad, publicadas en el diario «Sur» de Málaga el día 19 de enero de 2014, nos vemos en la obligación de clarificar algunos puntos, que han sido manipulados por la opinión pública.
1. El cardenal Sebastián, al referirse a la homosexualidad, no habló de «enfermedad». Quienes le han acusado de ello, han manipulado sus palabras.
2. El término «deficiente», que usó en la entrevista, no se refería a enfermedad alguna, sino en el contexto de una sexualidad integrada y plena, dirigida al fin de la misma.
3. El entrevistado habló claramente de «acogida y afecto a la persona homosexual».
4. Su declaración se mantenía estrictamente en el terreno de la moralidad, como puede leerse en el texto de sus declaraciones. El Catecismo de la Iglesia Católica es muy claro al respecto.
5. Por todo ello, lamentamos con pesar, que se hayan sacado de contexto sus palabras y haya sido objeto de acusaciones infundadas.
6. Es deplorable que el Ayuntamiento de Málaga se haya unido, a través de su moción en el pleno del pasado día 30 de enero, al coro de manipulaciones de las palabras del cardenal.
7. Para que se pueda comprobar lo dicho, ofrecemos el texto íntegro de las respuestas del Cardenal Fernando Sebastián a las preguntas del periodista sobre el tema en cuestión:
Periodista: Vamos a desobedecer un poco al Santo Padre que ha dicho que los curas no deberían estar todo el tiempo hablando de los homosexuales, el aborto y el preservativo. Ya es famosa su frase sobre los gays en la que afirmó él no era nadie para criticarlos. ¿La comparte?
Cardenal: El Papa extrema los gestos de respeto y estima a todas las personas, pero no traiciona ni modifica el magisterio tradicional de la Iglesia. Una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra, justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad. A una persona le puedo decir que tiene una deficiencia que es lo que es, pero eso no justifica que deje de estimarla y ayudarla. Creo que esa es la postura del Papa, lo mismo respecto del matrimonio homosexual o los divorcios. Vamos a estar a su lado, pero la Iglesia no puede cambiar las exigencias de la moral. El amor siempre pide fidelidad y ser irrevocable. El amor humano es lo que es y la Iglesia tiene que defender la verdad y la autenticidad profunda del hombre, ayudando a todos, a los que lo realizan bien y a los que se equivocan o fallan.
Periodista: Ha mencionado la palabra deficiencia. ¿Entiende como tal la homosexualidad desde el punto de vista de la moralidad?
Cardenal: Sí. Muchos se quejan y no lo toleran, pero con todos los respetos digo que la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación. Una homosexualidad que no puede alcanzar ese fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias. Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda. El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado. No es ofensa, es estima. Cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice.