El obispo de Segovia recuerda que el aborto es siempre un crimen abominable

Amén a todo lo dicho por el Sr. Obispo.

Yo modestamente ante la pepera ley del aborto me pregunto que diría Nuestro Señor Jesucristo acerca de ella. ¿Le parecería bien dicha ley, aun en el supuesto caso de que matase a menos inocentes que la anterior?

Sinceramente, creo que no le parecería nada bien una ley que mate seres inocentes, aunque sea en caso de violación o de riesgo para la salud física o psíquica de la madre, aunque matase menos que la otra ley.

En estos casos extremos Jesús les diría a esas mujeres violadas o con riesgo de la salud o incluso de la vida que llevasen su cruz, pero nunca que matasen a su hijo.

Creo que Jesucristo en la actual conyuntura política española estaría por una derogación total de la ley del aborto y que la sociedad apoyase y diese amor, cariño y recursos económicos a las madres para seguir con su embarazo y criar a su hijo.

Así de simple y sencillo. No nos comamos el coco con eso de que si el PP mata menos que el PSOE o éste más que el PP. La dialéctica del "tú más" no nos lleva a ninguna parte, más que a seguir matando inocentes. Que si yo mato más o menos que tú, !pamplinas¡. Lo que hay que hacer es no matar y punto.

De acuerdo con el Sr. Obispo por la doctrina clara y sencilla, y con Pepito. El "no matarás" viene de Dios y es un mandamiento para todo hombre y mujer de todos los tiempos y lugares, como recoge la Biblia tras la alianza de Dios con su pueblo.

Que haya personas que no quieran ser pueblo de Dios, creo que más por ignorancia que por maldad en muchos casos, no les quita responsabilidad. Pues en efecto, todos compareceremos ante Dios, juez y legislador eterno, y sus mandamientos de amor son para todos los hombres, los que le conocen y saben su voluntad y los que por diversas razones ignoran sus preceptos o los que quieren vivir al margen como todos los implicados en los abortos. Todos tenemos que responder ese día del juicio, en el que seremos juzgados para la vida y felicidad eternas, o para la eterna condenación y fuego eterno.

Como dice el papa, Dios siempre espera para perdonar los pecados en tiempo de misericordia, nuestra vida actual, y el hombre que busca honrada y dignamente su salvación no puede despreciar la misericordia de Dios en el sacramento de la confesión, porque de otro modo quien abandona a Dios, Dios le abandona. El que no crea se condenará, dijo Jesucristo.