(Agencias) Según explica Mons. Fisichella, «el Año de la Fe ha dejado en Roma momentos inolvidables como las jornadas y peregrinaciones organizadas a la tumba de San Pedro o innumerables iniciativas de índole cultural o artístico. Catequistas, familias, cofradías, seminaristas, novicios... todos ellos han acudido hasta la basílica vaticana como muestra e impulso de la fe cristiana».
Y añade:
En este contexto y como un signo culminante se vivirá también un momento, no solo inolvidable sino inédito también; la exposición por primera vez de las reliquias que la tradición reconoce como las del apóstol que dio la vida por el Señor. La fe de Pedro, por lo tanto, «confirmará una vez más que la 'puerta' para el encuentro con Cristo está siempre abierta y espera ser cruzada con el mismo entusiasmo y convicción de los primeros creyentes»
El 21 de noviembre, el Papa Francisco visitará un monasterio de clausura de Roma y el 23 se reunirá con un grupo de catecúmenos en San Pedro. El Año de la Fe concluirá el 24 de noviembre con una misa presidida por el Papa en la Plaza de San Pedro. Ese es el día elegido precisamente para exponer las reliquias del príncipe de los Apóstoles