(Misna/InfoCatólica) «A eso de las siete menos cuarto oímos un estruendo ensordecedor y luego se produjo el impacto. Muy fuerte», cuenta el interlocutor de la MISNA. El Nuncio Apostólico, Mons. Mario Zenari, corrió de inmediato a ver qué había sucedido. «Hemos rezado y agradecido a Dios porque la explosión sólo causó daños materiales, y que no hubo ninguna víctima».
La nunciatura apostólica en Damasco tiene su sede en el barrio céntrico de Malki, cerca de la Plaza de los Omayyadi, una de las más grandes de la capital.
El Nuncio en Damasco, Mario Zenari, ha realizado las siguientes declaraciones a «RaiNews24»:
«Mucho miedo y daños en la parte superior del edificio, pero ninguna víctima. Por fortuna, era muy temprano: las 6:35. Dos horas después habría podido provocar muchas víctimas entre las personas que trabajan en ese edificio. Por ahora, nadie lo ha reivindicado. El barrio se ha vuelto muy sensible y muy peligroso. No tengo más consideraciones que hacer. Éstos son los hechos. Esta guerra es muy complicada. Pidamos a Dios por la fin del conflicto»