(Efe) Decenas de habitantes de la Rocinha cargaron la cruz y la imagen de la Virgen a hombros por cerca de un kilómetro, subiendo una cuesta empinada hasta llegar a la parroquia de Nossa Senhora de Boa Viagem.
En esa iglesia, ubicada en el corazón de la favela, se ofició una celebración eucarística a la que asistieron cerca de 300 personas.
Después los símbolos fueron colocados en la fachada del templo, donde muchos fieles se acercaron con velas en la mano para tocar la cruz, en medio de numerosas muestras de emoción.
La cruz y la imagen de la Virgen continuarán su peregrinaje por lugares religiosos de la ciudad brasileña hasta el próximo martes, cuando comenzará la JMJ.
El papa Francisco, que llegará a Brasil el lunes, presidirá diversos actos de la JMJ, entre ellos un Vía Crucis en la playa de Copacabana y la misa de clausura, que tendrá lugar el domingo 28.