(Ecclesia/InfoCatólica) Entre los que van a recibir el reconocimiento de beatos figuran dos valencianos. José Aloy Doménech, nacido en Bétera, tenía 64 años cuando se produjo el fusilamiento. El otro es José Miguel Peñarroya Dolz, natural del municipio castellonense de Forcall. Tenía 28 años cuando su sangre fue derramada junto al emplazamiento cristiano de la Malvarrosa. Los otros nueve religiosos que formaban parte de la comunidad eran naturales de Barcelona, Murcia, Almería, Navarra, León, Palencia, Zaragoza y La Habana (Cuba).
El superior y el vicesuperior de la comunidad de religiosos del Hospital de la Malvarrosa fueron fusilados junto a los muros del cementerio de El Cabanyal el 7 de agosto de 1936. Sus restos no han podido ser recuperados. Los otros nueve religiosos fueron martirizados dos meses después al lado del mar, en la playa próxima al hospital.
Posteriormente, los autores de la ejecución abandonaron los cadáveres de los religiosos con el nombre y apellidos escritos en cada uno de los cuerpos y un cartel que indicaba el motivo de la muerte: «Por fraile». Así lo confirmaron desde la orden religiosa.
Tras el asesinato de los sacerdotes, el Hospital Infantil San Juan de Dios pasó a llamarse Asilo Sanatorio Hospital Popular.
Los restos mortales de los nueve mártires que recibieron sepultura reposaban en el cementerio de El Cabanyal, aunque recientemente fueron trasladados a la capilla de la orden de San Juan de Dios en el hospital Sant Boi de Llobregat, en Barcelona. Allí descansan los mártires de esta orden en toda España. Una vez beatificados, las reliquias de los once de la Malvarrosa serán enviadas en un relicario a los frailes de la orden hospitalaria en Valencia.
El pasado mes de febrero, el postulador general de la orden de San Juan de Dios, el italiano Elia Tripaldi, visitó al arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, para informarle de la «posible inclusión» de los once en la próxima beatificación de mártires españoles del siglo XX.
Elia Tripaldi centró entonces su tarea en «conocer de cerca las realidades de la orden, los sucesos ocurridos en 1936 en la ciudad y recabar toda la documentación para el proceso de beatificación», como expuso tras su encuentro con el arzobispo. Setenta y siete años después de morir como mártires, su beatificación es ya una realidad.
Los once religiosos de la Malvarrosa, junto a otros de San Juan de Dios de Málaga, se sumarán a la santificación de 480 víctimas de la persecución religiosa en España durante el siglo XX, acto que tendrá lugar el próximo 13 de octubre en Tarragona. En 1992 ya fueron elevados a los altares 71 religiosos de la orden, siete de ellos procedentes de la Comunidad Valenciana.