(Aica/InfoCatólica) «Es posible que haya voluntad en el Parlamento y en otros ámbitos de Gobierno para impulsar medidas de apoyo a las embarazadas que se encuentran en situaciones más difíciles, de modo que no tengan que recurrir al extremo de eliminar la vida humana que está creciendo dentro de ellas», indicó el prelado.
El obispo uruguayo agradeció el apoyo que brindaron los promotores de la campaña, y recordó, a quienes se siente desanimados, una parábola de Jesús: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó toda la masa». Y añadió: «los cristianos estamos llamados a ser fermento en la masa».
Monseñor Bodeant recordó que el «Evangelio de la vida» está en el centro del mensaje de Jesús, y reafirmó que los miembros del Pueblo de Dios continuarán anunciando el «carácter inviolable» de la vida humana.
«Todo lo que se opone a la vida, todo lo que viola la integridad de la persona humana, es oprobio que deshonra más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador», recordó citando la encíclicaEvangelium Vitae, del papa Juan Pablo II.
«Miremos al corazón de cada uruguaya y uruguayo, porque allí es donde se toman las decisiones que afectan nuestra vida y la de los demás. Pidamos al Señor que toque con su Gracia y con su Amor el corazón de cada persona, para erradicar toda sombra de egoísmo y violencia y ayudarnos a ser un pueblo de hermanos», concluyó el obispo