(EP) El Tribunal Superior de Justicia de Aragón responde así a la impugnación de la Orden del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón del 28 de enero de 2011, por la que se acordó declarar Bienes Inventariados del Patrimonio Cultural Aragonés 86 bienes muebles pertenecientes a parroquias aragonesas de la diócesis de Barbastro-Monzón, depositados en el Museo de Lérida, Diocesano y Comarcal, según la sentencia que resuelve el recurso de la Generalitat a la catalogación de 86 bienes inventariados, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Otras nueve sentencias dictadas también este miércoles, se refieren en los mismos términos a otros 24 bienes declarados de interés cultural, y también al frontal de la iglesia de Salvador de Berbegal y a las tablas de Peralta de Alcofea, ha explicado a Europa Press Español, también abogado de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural Aragonés (APUDEM).
«La sentencia es absolutamente impecable y justísima, no permitiendo que una comunidad autónoma encierre en una colección inseparable bienes que son de propietarios de otras comunidades autónomas», ha afirmado Español.
El abogado interpreta que el Tribunal Superior de justicia de Aragón considera que la catalogación catalana carece de eficacia jurídica frente a la catalogación aragonesa.
Para Español, esta sentencia definitivamente desbloquea el litigio del arte y permite el inmediato regreso de todas estas piezas a Aragón.
«Precisamente mi tesis, que es la que ha acogido el TSJ de Aragón, era que ambas catalogaciones, la aragonesa y la catalana, eran excluyentes, frente a la tesis del Gobierno de Aragón que admitía la validez de ambas catalogaciones, decantándose el TSJ de Aragón por recibir las tesis que yo expuse de que la catalogación catalana es absolutamente ineficaz y sin valor jurídico alguno», ha señalado Español en un comunicado.
Para Español, el TSJ de Aragón ha sido «generoso» con la parte catalana al no remitir al Ministerio Fiscal estos recursos.
«A la postre, lo que pretendía la parte catalana con esto no es más que entorpecer y evitar la devolución de estas piezas a sus legítimos propietarios interponiendo como excusa su propia catalogación».
El conflicto se arrastra desde 1995 cuando se produjo la segregación de un centenar de parroquias de La Franja, en Huesca, de la Diócesis de Lérida y se añadieron a la diócesis de Barbastro, que pasó a denominarse Barbastro-Monzón que comenzó a reclamar al obispado ilerdense las piezas.