(EP) En su intervención, el representante de la Santa Sede, ha instado a las delegaciones de los diversos países a trabajar juntas de forma consensuada para dar vida a un tratado histórico que controle el comercio internacional de armas y ha recordado que, desde el inicio de las negociaciones, la Santa Sede ha solicitado «un tratado sobre el comercio de armas fuerte, eficaz y creíble que tenga un impacto real y duradero en todos los pueblos que anhelan vivir en un mundo más seguro y protegido».
Además, ha remarcado que la Santa Sede ha subrayado que «un responsable sistema internacional del comercio de armas debería proporcionar una fuerte protección contra la transferencia de armas a aquellos países en los que éstas se usen contra la población civil en violación de los acuerdos internacionales en materia de leyes sobre derechos humanitarios y humanos».
También ha indicado que la Santa Sede «ha pedido a las delegaciones que reorienten la regulación del comercio de armas pasando de una óptica que privilegia el mero interés económico a otra que conceda importancia primordial a los intereses humanos y a la protección de la vida humana y las familias».