(ACI/InfoCatólica) La Marcha por la Vida es un evento que se realiza cada año, y que en esta ocasión fue organizada por el Arzobispado de Lima, con el apoyo de empresas y de diversas organizaciones católicas.
Así mismo, en Arequipa fueron marcharon 50 mil personas, cifrando el total de las marchas por la vida en todo el país en alrededor de 250 mil personas.
La fecha guarda relación con el Día del Niño por Nacer, que se celebra en Perú el 25 de marzo, fecha instituida en 2002, tras la aprobación de la ley 27654, y sustentada en el derecho constitucional a la vida desde la concepción.
La marcha comenzó alrededor de las 9:00 a.m., hora local, y los miles de defesonres de la vida caminaron durante cerca de tres horas, con pancartas en mano, y gritando lemas como «Sí a la vida, no al aborto» y «mi madre dijo sí, mi abuela dijo sí, gracias por eso».
En la manifestación participaron familias completas, junto a niños pequeños y bebés, mayores y un importante número de jóvenes, que lucían un polo con un emblema de un bebé dentro de un escudo similar al de Supermán.
Durante la marcha, como homenaje a los niños muertos por el aborto, se realizó un minuto de silencio y se soltaron globos blancos.
En el evento central, en el parque Ramón Castilla, que se vio saturado por la masiva asistencia, participó el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, quien agradeció al Congreso de Perú por instituir el Día del Niño por Nacer, el 25 de marzo, en 2002. Con esta fecha institucional, se expresa el derecho constitucional a la vida desde la concepción.
El Cardenal Cipriani,a los más de 100 mil participantes de la Gran Marcha por la Vida 2013, y aseguró que quienes marcharon esta mañana «estamos todos aquí para decirle sí a la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural».
«El Estado debe defender la vida, protegerla y de dejar de lado un lenguaje falso en el que ‘diciendo que protegen la salud’, buscan la manera de eliminar las vidas», demandó.
El Arzobispo peruano pidió a los asistentes decir «¡no! a ese lenguaje que tantas veces tiene trampa, protejamos la familia y la vida con claridad».
El Cardenal Cipriani también expresó su crítica al Tribunal Constitucional peruano, pues este «de una manera lamentable ha querido dejar desprotegidos a la juventud, al despenalizar esas relaciones de los mayores con los jóvenes, una aberración muy profunda que no debemos permitir ni debemos dejar así».
«Hay que modificar esa decisión», exigió.
El Arzobispo de Lima también agradeció a los miles de participantes en las marchas que pertenecen a otros credos y que se sumaron a la Gran Marcha por la Vida.
«Hoy en el mundo entero se da una batalla para defender la vida, para defender el matrimonio cristiano, para defender la familia, ¡son valores no negociables!», remarcó.
El Cardenal manifestó el agradecimiento de los manifestantes «a nuestros padres y abuelos, que tuvieron la generosidad de colaborar con Dios en la procreación de cada uno de nosotros».
«Desde aquí decimos con toda humildad que en Latinoamérica se defiende la vida», afirmó.
El Prelado aseguró además que los católicos «tenemos en el Papa Francisco a un defensor de la vida».
«Es una alegría y gran responsabilidad el que la Iglesia hoy tenga a un Santo Padre de este continente, eso significa que debemos vivir una vida coherente con nuestros principios», subrayó.