(Info-RIES/InfoCatólica*) Junto al condenado gurú, que se hacía llamar "Pequeño lis de amor" (Petit Lys d'amour, en francés), por sus acólitos, escaparon Fabrice Michel, a quien los medios citan como el amante de Juliano, y el padre de éste, Alexin Jismy Michel. El helicóptero les dejó en otro barrio de la capital, donde continuaron su huida en furgoneta.
En el blog Las Sectas leemos que "Corazón doloroso e inmaculado de María" es una secta muy peligrosa nacida de otra no menos criminal y también pedófila, the Order of St. Charbel, del antipapa australiano William Kamm (Peter II the Roman) conocido como The Little Pebble, escindida del catolicismo.
Según explica Informativos Telecinco, Juliano Verbard, de 27 años, era estudiante de español cuando abandonó su carrera tras asegurar y convencer a cientos de fieles que el día 8 de cada mes se le aparecía la Virgen. Los miembros de esta secta, inspirada en el grupo religioso australiano La orden de Santo Charbel, veneran a la madre de Dios.
Su líder, que se ha escapado de la prisión de Saint-Denis en la isla francesa de La Reunión, hacía pagar a sus fieles unos 20 euros para asistir a las sesiones de oración y de apariciones de la Virgen. En ellas el Juliano se limita a permanecer sentado plácidamente en una butaca. Son numerosos los peregrinos que acuden a Saint Leu para celebrar bautizos, bodas y demás actos religiosos. Otros solo esperan poder ver a la Virgen.
La secta estuvo implicada en el secuestro de un niño de 12 años en agosto de 2007 en La Reunión. Además, diversos adeptos denunciaron a su líder de abusar de sus hijos. Juliano fue condenado a varios meses de prisión pero escapó en un permiso carcelario. La justicia lo detuvo y lo condenó entonces a 15 años de cárcel. Ahora ha vuelto a escapar con la ayuda de dos adeptos al 'Doloroso e Inmaculado Corazón de María'.
En un despacho de la agencia Reuters se dan más detalles sobre la huida: tres personas que fingieron ser turistas alquilaron un helicóptero y obligaron al piloto a volar hasta la prisión en la capital de la isla francesa, Saint-Denis. Verbard y dos hombres encarcelados como cómplices subieron a bordo cuando aterrizó en el patio de la prisión. El helicóptero después aterrizó en un aparcamiento a varios cientos de metros de la cárcel y los convictos huyeron en una furgoneta que estaba esperando.
"Según nuestra información, todavía están en la isla. Conocemos sus contactos y sus redes, también en prisión", dijo a periodistas la principal autoridad de la isla, el prefecto Pierre-Henry Maccioni. "Estamos en una isla y la situación es más bien favorable (para una captura rápida)", dijo Maccioni. Los más de 1.000 policías de la isla han sido movilizados para capturar a los hombres. La prisión no estaba equipada con redes anti-helicópteros.