El obispo de St Pölten y presidente de la comisión episcopal de matrimonio, familia, bioética y defensa de la vida de la Conferencia Episcopal Austriaca, Monseñor Klaus Küng, deploró la resolución del Consejo de Europa que pide a los países miembros de la Unión Europea la despenalización del aborto y afirmó que en el Viejo Continente "nos hacen falta los niños abortados".
Tras comentar que la práctica infanticida del aborto produce una herida profunda en la sociedad de Europa, el obispo destacó que el asesinato de un niño no debe ser nunca minimizado.
"Es tiempo de que los parlamentarios piensen en las medidas que van a tomar para que la aceptación de un niño sea más fácil", manifestó el prelado, quien apoyó con firmeza a los médicos europeos que elevan sus voces por los padecimientos espirituales de las mujeres que han abortado.
Asimismo expresó que "sería muy importante fomentar el asesoramiento para las mujeres que se encuentran en situaciones difíciles" y agregó que "deberían establecerse prórrogas obligatorias que ayuden a superar las situaciones de pánico por embarazos inesperados. Asimismo es necesario proveer fondos para poder ofrecer apoyo financiero a las futuras madres que lo necesiten".
Finalmente, el Prelado recalcó que "es hora de dar una mejor protección de los derechos de aquellos padres que tienen hijos minusválidos, y así evitar y combatir eficazmente la discriminación en este contexto".