(Fides) El sacerdote asegura a que «los combatientes del Ejercito de liberación sirio quieren tomar el corazón de Alepo, que es donde están las iglesias y hogares cristianos. Las bandas armadas revolucionarias son predominantemente islámicas, tenemos testigos oculares de esto, y los cristianos tienen miedo de sufrir violencia. Los habitantes de Alepo no quiere la revolución, aman la paz. Las familias cristianas y musulmanas están cansadas de la violencia, porque la vida se ha vuelto muy dura en el último año».
También desde un punto de vista humanitario, la situación es crítica: «Ya tenemos muchos refugiados que han llegado desde Homs» continúa. «Como Obras Misionales Pontificias hemos acogido y estamos prestando asistencia a 30 familias de Homs. Las iglesias están trabajando mucho en la ayuda humanitaria a los refugiados, que continúan aumentando. Tenemos una gran necesidad de ayudas»
«Los obispos católicos –explica el p. Jules– se reunirán este jueves en el Arzobispado greco-católico y creo que lanzarán un llamamiento para un alto el fuego y la paz. Creemos que la política debe hacer algo por la paz y la reconciliación. Como cristianos, tenemos la esperanza de la reconciliación. Pedimos a la comunidad internacional y a la Unión Europea que nos ayude a encontrar la paz, no que fomente la guerra».