(AFP/InfoCatólica) Este año, todos los países del Sahel más golpeados por la desnutrición han desarrollado un ambicioso plan preventivo de respuesta a la emergencia, pero según muchos observadores esta no podrá ser la única opción en marcha.
La ONU ha calculado en 1.600 millones de dólares el dinero necesario para ayudar a estos países. De esta cifra ya se han podido movilizar 1.007 millones de dólares.
«Todavía falta dinero», pero después de que la ayuda se hubiera incrementado en los últimos meses, «la reacción de la comunidad internacional es relativamente aceptable», estima Eric Hazard, un responsable de la ONG Oxfam en África occidental.
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) busca ayudar a 10 millones de personas. «Un millón de niños severamente desnutridos serán atendidos este año», lo cual es un récord «en la historia de las intervenciones humanitarias», recalca Médicos sin Fronteras (MSF).
Pero después de varios meses, durante los cuales las reservas se han agotado y una parte del ganado ha sido diezmada, la situación es particularmente inquietante.