(DAV/InfoCatólica) Antonio Martín explicó que se esgrimen excusas para justificar el aborto, que siempre tienen respuesta desde la lógica y la verdad:
“No se puede asegurar de forma objetiva cuándo empieza la vida humana”. La propia Bibiana Aído señaló que “un feto de 14 semanas es un ser vivo, pero no un ser humano”. La comunidad científica internacional, y así lo admiten también numerosos partidarios del aborto, afirma y ha demostrado que la vida empieza en el instante de la fecundación, cuando adquiere una carga genética única e irrepetible, distinta a la de la madre, a la del padre, que se mantendrá inalterable durante toda su vida.
La eugenesia: “El feto sufre malformaciones”. La eugenesia pretende la selección de individuos de la especie para perfeccionarla. Si el niño tiene malformaciones, ¡le ayudamos!, pero en ningún caso acabaremos con su vida. Nade nos garantiza además que ese niño sea menos feliz que cualquiera de nosotros. Su vida y la nuestra tienen igual dignidad. Los graves efectos y las atrocidades a los que se llega tratando de justificar la eugenesia se observa hoy en países como China, donde la política del hijo único impuesta por la dictadura comunista para garantizarse el control poblacional, que incluye el aborto forzoso y la selección fetal ya no en base a malformaciones sino por razones de sexo, primando al varón sobre la mujer, que ha visto reducida su tasa de nacimientos en los últimos años en un 20 por ciento.
Sufrimiento fetal. “No es más que un montón de células y no se entera de nada” . Se ha demostrado que el feto siente dolor e incluso miedo desde la semana octava de gestación –lo que además no quiere decir que no lo sufra antes-. Están documentados numerosísimos casos de sufrimiento fetal durante los abortos. La ley permite el aborto libre hasta la semana 14 de gestación, y hasta la semana 22 en el caso de malformaciones fetales: ¿es que acaso ese feto “con algún defecto” empieza a sufrir más tarde que un feto “normal”?
“Es mi vida, mi cuerpo, mi decisión”. El no nacido no es parte de la madre: vive en ella, pero también por ejemplo, de hecho, se puede implantar un óvulo fecundado en otra mujer. La información genética del nuevo ser surgido tras la fecundación (ADN) es distinta a la de la madre y a la de cualquier otro ser humano, es única e irrepetible y será la misma hasta la muerte natural del ser humano. La decisión de suponer de una vida humana no le corresponde a nadie, tampoco a su madre.
“La salud y la libertad de la madre está por encima de la vida del hijo”. Argumento falaz y peligroso, pues al final a lo que lleva es a la conclusión de que una vida humana es más valiosa que otra por determinadas circunstancias subjetivas, propia de la ideología que las inspire: judíos en el caso del nazismo; homosexuales; ancianos; enfermos; mujeres al valorar más a los varones… El aborto no supone además menos riesgos que el embarazo y el parto, y en cambio está demostrado que sí genera más secuelas en la mujer (síndrome postaborto), mientras que al hijo le quita la vida.
“Aborto sí, cuando sea en las primeras semanas de embarazo”. No hay ningún argumento para justificar el embarazo en la semana 14, como ocurre en la actual ley española, por ejemplo, y no en la quince. ES una pura arbitrariedad aludir al desarrollo fetal para justificar el aborto, pues no ocurre nada específico en el feto ese momento para considerar que su vida vale más a partir de ese momento. El ser humano es el mismo en todas las etapas de gestación, y será el misma que se desarrollará tras el nacimiento, hasta la muerte natural.
“Nadie debe imponer sus creencias a los demás, y la madre tiene derecho a decidir”. El feto no es la madre, es un ser distinto a ella, que vive en ella pero que es único e irrepetible, con su propio ADN que será el mismo en todas las etapas de su vida. El aborto no s un tema religioso, ni ideológico, ni de opinión de cada cual, tampoco de actitudes (yo creo que, yo pienso que…), sino de respetar la naturaleza y toda vida humana. La defensa de la vida no debe estar condicionada por las ideologías políticas o de partido, ni por los grupos sociales: la vida es anterior y superior a la política y a las propias leyes.
Arsuaga: "Nuestro objetivo, aborto cero"
El presidente de HO, Ignacio Arsuaga, inauguró el Encuentro recordando que la norma que despenalizó el aborto en España en 1985, con Felipe González en el poder, formulada como una ley de supuestos, fue convertida en un coladero en el que se permitió toda clase de abortos, incluso en fraude de ley. Tras ella, la Ley Aído aprobada en 2010, como ley de plazos, cuyo radicalismo llega a definir el aborto como un "derecho".
"Ya desde su anuncio en 2008 fue el revulsivo que dio pie a la mayor movilización en España contra el aborto, al surgir de un nuevo compromiso cívico en defensa de toda vida humana, que se articuló en torno a Derecho a Vivir", explicó Arsuaga. aludiendo a los cuatro intensos años de activismo cívico protagonizado por DAV.
"Cuatro años en los que hemos conseguido influir en la sociedad y ante las leyes injustas, promoviendo un vuelco en la opinión pública respecto al aborto, movilizando una sociedad que defiende mayoritariamente el primer derecho humano, y que demanda proteger toda vida"
"Este compromiso cívico no ha parado de aumentar, y ahí están sus frutos: por primera vez hemos conseguido que se dé marcha atrás en España a la ley del aborto, el PP se ha comprometido a ello. Pero no es suficiente: nuestro objetivo es el de Aborto Cero, en ello volcaremos todos nuestros esfuerzos. Si ahora no lo logramos, seguiremos trabajando y exigiéndolo con nuestra acción cívica, hasta erradicar el aborto de España y conseguir leyes que, también en lo penal, protejan el derecho a la vida".