(Santiago Mata/La Gaceta) La denuncia de Manos Limpias cuenta con el testimonio de Camila (nombre ficticio), la mujer sudamericana que inicialmente pidió el aborto, y que aporta la ecografía que se le hizo en Dator el 24 de abril, cuando se estimó que el feto tenía una edad de 21 semanas y tres días, aunque podían ser 12 más. Además de este documento y el informe psiquiátrico hecho en Dator el mismo día, se aporta la autorización de la Comunidad de Madrid con la fecha para abortar, firmada el 29 de abril, cinco días después de la ecografía, cuando ya se había sobrepasado con certeza la edad gestacional de 22 semanas.
Manos Limpias presenta como testigos a tres psiquiatras que han examinado a Camila y aseguran que no padece ninguna enfermedad psiquiátrica que pueda justificar el aborto pasadas las 14 semanas y antes de las 22.
La propia Camila explicó a La Gaceta cómo antes de abortar se encontró frente a Dator con Marta Velarde, quien le ofreció apoyo en caso de que quisiera tener el niño, a lo que la embarazada se acogió inmediatamente. Ahora, apoyando esta denuncia, quiere concienciar a otras mujeres. “Traer un niño al mundo no es que se acaba todo, al contrario, es una cosa tan bonita. Yo lo miro de día y de noche, es tan lindo ser mamá”, afirma.
“Por favor –prosigue Camila–, que cada mujer que va a cometer eso piense que a mí me agarró y era como si fuese el diablo que me entró, pero sólo en ese tiempo que decidí hacer eso, que me arrepentí tanto, ¡madre mía! Gracias a Dios y a Marta, que yo la llamo mi salvadora”.
Nos quitáis los clientes
Marta Velarde lleva tres décadas acudiendo frente a Dator como “rescatadora”, y asegura que cada vez son más las jóvenes que, al ofrecérseles una alternativa, deciden no abortar. Recientemente, han llegado a ser más de 10 en una semana, hasta el punto de que el personal de Dator ha llegado a salir de la clínica para protestar porque “nos quitáis las clientes”. Marta repuso: “Yo pensaba que eran pacientes”. Velarde comenta que hace tiempo que no se ve por Dator a su propietario, Guillermo Sánchez, porque está en Venezuela, abriendo allí clínicas de abortos.