(380) Amoris lætitia–8. ¿Y ahora qué?...

Comunión eucarística en Perú

–Esto está bastante oscuro…

–«Muchas afirmaciones de la Amoris lætitia necesitan ser aclaradas», es el título de un artículo del Mons. Antonio Livi, profesor emérito de la Universidad Lateranense, que publicamos en InfoCatólica.

En los siete artículos precedentes a éste he ido señalando aquellos puntos de la Amoris lætitia que pueden dar lugar a interpretaciones inconciliables con la doctrina y disciplina de la Familiaris consortio, la Veritatis splendor y otros documentos pontificios precedentes. En éste considero solamente el status quæstionis actual en la Iglesia después de la AL.

* * *

La exhortación apostólica postsinodal Amoris lætitia (8-IV-2016) vino a culminar los trabajos de los Sínodos episcopales de octubre 2014 y octubre de 2015. En el capítulo 8º, Acompañar, discernir e integrar la fragilidad, la Exhortación trata de la pastoral que debe aplicarse a las parejas que llama «irregulares». En este tema concreto es donde se produjeron las más numerosas y graves discusiones en los Sínodos, y acerca del cual se han publicado hasta hoy innumerables estudios, libros y artículos. Pues bien, en la AL, según algunos, finalmente «se abre una puerta» a la comunión eucarística de las, así llamadas, «parejas irregulares», entre ellas, los llamados «divorciados vueltos a casar». Quienes así piensan, se apoyan especialmente en algunos textos de la Exhortación, como éstos que siguen:

(293)… cuando la unión alcanza una estabilidad notable mediante un vínculo público, está connotada de afecto profundo, de responsabilidad por la prole, de capacidad de superar las pruebas… (298)… Existe el caso de una segunda unión consolidada en el tiempo, con nuevos hijos, con probada fidelidad, entrega generosa, compromiso cristiano, conocimiento de la irregularidad de su situación y gran dificultad para volver atrás sin sentir en conciencia que se cae en nuevas culpas(305)A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado –que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno– se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia [351]…. [Nota 351] En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos. Por eso, “a los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar [absolución] de la misericordia del Señor” (Evangelii gaudium, 44). Igualmente destaco que la Eucaristía “no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento [comunión] para los débiles” (ib. 47)». (303)… Con la ayuda de «el dicernimiento responsable y serio del pastor… la conciencia puede reconocer no sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que ésa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo».

I.– Surgen interpretaciones de la AL contrarias a la doctrina católica

Conviene señalar y neutralizar cuanto antes la principales, para impedir que lleguen a ser las convicciones predominantes en las diversas Iglesias locales.

1. Se dice que la Iglesia ha confirmado la praxis pastoral de aquellas Iglesias locales que, «contra Ecclesiæ legem» y contra su doctrina, venían ya dando la comunión a parejas irregulares. Ésa era y es, en efecto, hace años la línea pastoral seguida en algunas parroquias o diócesis de Alemania, Austria, Suiza, Francia, Bélgica, Canadá, EE.UU, etc. El cardenal Kasper, por ejemplo, está contento. Asegura que Está abierta la puerta a la comunión de los divorciados vueltos a casar. Y considera que AL es «ciertamente» un respaldo para la Conferencia Episcopal Alemana. 

Igualmente los teólogos que propugnaban desde hace años esa vía, como Marciano Vidal, cantan victoria, como él lo hace después de la AL en su artículo Participación plena en la Eucaristía de las personas divorciadas vueltas a casar - Un ejemplo de evolución doctrinal dentro de la continuidad, publicado en la web del Instituto Superior de Ciencias Morales (Madrid). En él advierte que los mismos Diarios civiles «todo esto lo deducen de lo expuesto en los dos números (305-306)… y de la nota a pie de página (nota 351)». Por otra parte, contra la opinión de quienes dicen que la AL no ha cambiado la doctrina anterior, piensa Vidal que en ella «existe la “innovación” de llevar la solución al ámbito de la conciencia personal».

 

2. No pocos pensarán que quedan desautorizados los defensores de la vigente doctrina y disciplina de la Iglesia, según la cual niegan la comunión a adúlteros y concubinarios. Con frecuencia se verán presionados a permitir lo que la Iglesia prohíbe, cuando tanto «el discernimiento» pastoral de algún sacerdote, como «la conciencia» de los interesados sean favorables a no negarla. Por lo demás, es evidente que, en tales casos, los que pretendan la comunión siempre hallarán «un montón de maestros a la medida de sus propios deseos» (2Tim 4,3). Raro será el caso de que en su propia Iglesia local no hallen a ninguno. O en la diócesis próxima. Quedaría el católico como el cristiano de una confesión protestante: «si lo que me dice este pastor no me convence o no me conviene, buscaré otro, hasta hallar uno que confirme mi juicio y voluntad».

Poco después de publicada la AL, el filósofo alemán Robert Spaemann, entrevistado por Von Anian Christoph Wimmer (28-IV-2016: CNA Deustch), es interrogado sobre las consecuencias de la AL en la Iglesia, y responde: «Las consecuencias ya se pueden ver ahora. La creciente incertidumbre y la confusión: desde las conferencias episcopales al último sacerdote en la selva (…) Cada sacerdote que se atenga al ordenamiento sacramental previo podría sufrir formas de intimidación por parte de sus fieles y ser presionado por su obispo. Roma ahora puede imponer el requisito de que sólo sean nombrados obispos los “misericordiosos”, que estén dispuestos a suavizar el orden existente (…) Se puede esperar un impulso secularizador y un nuevo descenso en el número de sacerdotes en muchas partes del mundo»…

Y en otro lugar de la entrevista señala: «Los clérigos que se atienen al orden existente no condenan a nadie, sino que tienen en cuenta y anuncian este límite hacia la santidad de Dios. Es un anuncio saludable. Acusarlos injustamente, por esto, de “esconderse detrás de las enseñanzas de la Iglesia” y de “sentarse en la cátedra de Moisés… para lanzar piedras a la vida de las personas» (nº 305), es algo que no quiero ni comentar».

Anna Silvas, profesora australiana de patrología, en una conferencia dada cerca de Melbourne ante varios obispos, sacerdotes y fieles, sí comenta lo de la cátedra de Moisés: «¿“Fariseos”? Qué lenguaje más inapropiado! Los fariseos eran, de alguna manera, los modernistas del judaísmo, los amos de diez mil matices y, más concretamente, los que apoyaban con tenacidad la práctica del divorcio y del nuevo matrimonio. Los verdaderos análogos de los fariseos en todo este asunto son Kasper y sus aliados».

 

3. La ambigüedad de la AL trae y traerá consigo inevitablemente confusión y divisiones en la Iglesia, porque sobre temas muy graves unos interpretarán una cosa, y otros la contraria.

El cardenal Caffarra dice en una entrevista: «El cap. VIII, objetivamente, no es claro. De otra manera ¿cómo se explicaría el “conflicto de interpretaciones” encendido entre los obispos?» (Marco Ferraresi, La Bussola Quotidiana 25-V-2016).

Y Anna Silvas declaraba en la conferencia citada: «Creo que ni la lectura más piadosa de la “Amoris lætitia” permite que se diga que ha evitado la ambigüedad […] Desafío a cualquiera a releer con seriedad la encíclica Veritatis Splendor, concretamente los números 95 a 105, y a no concluir que hay una profunda disonancia entre esa encíclica y esta exhortación apostólica». Pero esto, necesariamente, tiene que ser causa de confusión y de división. Por eso dice:

«Las serias dificultades que preveo, sobre todo para los sacerdotes, surgen del enfrentamiento entre las distintas interpretaciones sobre las escapatorias discretamente abiertas en toda la exhortación Amoris lætitia. ¿Qué hará un joven sacerdote apenas ordenado que, bien informado, desea mantener que los divorciados que se han vuelto a casar no pueden recibir la comunión, mientras que su párroco tiene una política de “acompañamiento” que, al contrario, prevé que pueden recibirla? ¿Qué hará un sacerdote con un sentido de la fidelidad similar si su obispo y su diócesis deciden una política más progresista? ¿Qué hará una región de obispos respecto a otra región de obispos cuando cada grupo de obispos decida cómo cortar y dividir los “matices” de esta nueva doctrina, por lo que en el peor de los casos lo que se considera pecado mortal en un lugar es acompañado” y permitido en el otro? Sabemos que ya está ocurriendo, oficialmente, en ciertas diócesis alemanas y, no oficialmente, en Argentina e incluso aquí, en Australia, desde hace años». Los sacerdotes pastores quedarán divididos inevitablemente entre los misericordiosos y los legalistas.

Pero esta consecuencia tan grave para la Iglesia Católica, que es una, santa, católica y apostólica –una en todo lo que afecte a la fe y la moral–, no parece preocupar nada, sino más bien alegrar, a quienes más responsables son de esa inadmisible división, como el cardenal Kasper, que en una entrevista publicada en Aachener Zeitung (Aquisgrán 22-IV-2016) declaraba:

Ahora, después de la AL, los obispos alemanes tienen «viento en popa para resolver esas situaciones [de parejas irregulares y comunión] en forma humana». La puerta está abierta: «Hay también una cierta libertad para cada uno de los obispos y conferencias episcopales. Porque no todos los católicos piensan como nosotros los alemanes. Aquí [en Alemania] se puede permitir lo que en África está prohibido. Por eso el Papa da libertad para diferentes situaciones y para futuros desarrollos».

Puede ser, por tanto, que en una región de la Iglesia estimen lícito lo que en otra siguen considerando, como siempre, que es un sacrilegio. ¿Es posible que dentro de la unidad de la Iglesia puedan perdurar diferencias tan fuertes en materias tan graves sin que llegue a producirse un cisma? Solamente una confirmación pontificia clara y precisa de las verdades debatidas, hecha en continuidad con la Tradición católica, podrá espantar ese real peligro y reafirmar la necesaria unidad católica.

 

4. Según algunos, la AL exhorta a que se implanten unas nuevas normas de pastoral sacramental en Iglesias locales que venían ateniéndose a las normas tradicionales de la Iglesia. Es, por ejemplo, el caso producido el  9 de abril, al día siguiente de la publicación de la AL: El Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas ordena dar ya la comunión a los adúlteros.

 

5. Entienden también que las enseñanzas propias de la AL han de ser incorporadas a las doctrinas de la Teología moral católica en la Iglesia.

(311) La enseñanza de la teología moral no debería dejar de incorporar estas consideraciones, porque, si bien es verdad que hay que cuidar la integridad de la enseñanza moral de la Iglesia, siempre se debe poner especial cuidado en destacar y alentar los valores más altos y centrales del Evangelio [363: Evang. gaudium 36-37], particularmente el primado de la caridad como respuesta a la iniciativa gratuita del amor de Dios. A veces nos cuesta mucho dar lugar en la pastoral al amor incondicional de Dios. Ponemos tantas condiciones a la misericordia que la vaciamos de sentido concreto y de significación real, y ésa es la peor manera de licuar el Evangelio»… Etc.

Pero este intento, como hemos podido señalar en los artículos anteriores, no puede menos que resultar problemático en algunas cuestiones. Habría que hacer cambios importantes en la doctrina moral clásica, por ejemplo, –sobre la aplicabilidad de los leyes morales absolutas a los casos concretos, –sobre la distinción entre mandamiento e ideal, –sobre la articulación del trinomio ley moral-discernimiento-conciencia personal, etc. Pero creo que la dificultad más importante está en

el entendimiento de los «actos intrínsecamente malos», que ellos consideran en la enseñanza de la AL –aunque no esté en ella formulada de modo explícito– en modos no conciliables con la doctrina precedente de la Iglesia, tal como es expresada por Pío XI en Casti connubii 22 (1930), Pío XII en Soyez les bienvenues (1952), en la Humanae vitae 14 (1968), en Reconciliatio et poenitencia 17 (1984), en el Catecismo 1753-1755 (1993) y en otros documentos de la Iglesia de nuestro tiempo, muy especialmente en la encíclica Veritatis splendor 1993, en sus capítulos II (54-65) y IV (71-83), donde se enseña la doctrina católica sobre esta cuestión en forma monográfica.

Todos esos documentos católicos dan la misma doctrina clara y precisa, la que secularmente ha enseñando la Iglesia. Por eso no es fácil que esta doctrina pueda ser afectada por quienes mantienen errores que esos mismos documentan han rechazado ya. La Veritatis splendor, partiendo de la Escritura, demuestra que la Iglesia ha enseñado de modo universal y continuo la condición intrínsecamente mala de ciertos actos que son ilícitos semper et pro semper.

«En cuanto a los actos que son por sí mismos pecados (cum iam opera ipsa peccata sunt) –dice san Agustín–, como el robo, la fornicación, la blasfemia u otros actos semejantes, ¿quién osará afirmar que cumpliéndolos por motivos buenos (bonis causis), ya no serían pecados o –conclusión más absurda aún– que serían pecados justificados?» (Contra mendacium VII,18. Cf. Sto. Tomás, Quaestiones quodlibetales IX,7,2; Catecismo de la Iglesia Católica, 1753-1755). Por esto, las circunstancias o las intenciones nunca podrán transformar un acto intrínsecamente deshonesto por su objeto en un acto subjetivamente honesto o justificable como elección» (81).

Justamente lo contrario viene enseñado por quienes más colaboraron en la redacción de la AL. Ya vimos al final de mi último artículo (379), cómo el cardenal Schönborn, antes del Sínodo-2015, se pronunciaba contra los argumentos empleados con «el hacha de lo “intrinsece malum”». Casi con las mismas palabras argumenta hoy el P. Antonio Spadaro, S. J., colaborador principal en la redacción de AL, en su artículo «Amoris lætitia». Struttura e significato dell’Esortazione apostolica post-sinodale di Papa Francesco, en la revista «Civiltà Cattolica» (IV-2016, pp. 105-128), que él mismo dirige:

Comentando el número (302) de AL, hace notar que «el intrinsece malum, si se entiende mal, suprime la discusión sobre las circunstancias y sobre las situaciones siempre complejas de la vida. El acto humano nunca es simple, y existe el peligro de montar de modo artificial la articulación verdadera entre objeto, circunstancias y finalidad, que por el contrario habrían de entenderse a la luz de la libertad y de la atracción hacia el bien, como hace la Exhortación apostólica justamente. De hecho, no puede reducirse el acto libre al acto físico de tal manera que la pureza de la lógica suprima toda discusión moral y toda circunstancia. Toda la riqueza de la articulación moral resultaría así inevitablemente aniquilada» (pg. 120, nota 11) .

Sería cosa de preguntarle al P. Spadaro: «Eso, “si se entiende mal” el intrinsece malum. Pero ¿y si se entiende bien?… El Catecismo –como siempre la Iglesia– enseña que «hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo… el adulterio» (1756). ¿Pueden, por el contrario, venir a ser lícitos estos actos de adulterio en determinadas circunstancias, hasta hacer incluso posible la comunión eucarística de los que en ellos incurren habitualmente, si vienen a ser autorizados por un «discernimiento» pastoral y una «conciencia» favorables? Tal tesis de teología moral es inconciliable con la doctrinal moral de la Iglesia Católica.

 

II.– Doctrina y disciplina de la Iglesia Católica actualmente vigentes 

Es evidente que el Magisterio apostólico crece siempre fiel a sí mismo, como crece un árbol, y que nunca puede dar lugar a contra-dicciones irreconciliables en ninguna cuestión grave de fe y costumbres. Por eso, inmediatamente después de la publicación de la Amoris lætitia, hubo varias declaraciones de cardenales notables y de eclesiásticos principales asegurando que permanecía vigente en la Iglesia la doctrina católica y la disciplina pastoral consecuente en referencia al matrimonio indisoluble y al adulterio. En consecuencia, las deducciones doctrinales y prácticas que algunos han hecho, basándose en algún párrafo confuso de la AL y en cierta enigmática nota al pie de página, de ningún modo pueden primar sobre la doctrina de la Iglesia Católica, afirmada en estos temas con absoluta claridad.

El cardenal Caffarra, a la pregunta de Ferraresi en la entrevista ya citada: «¿La Amoris lætitia enseña o no enseña que existe un espacio de acceso a los sacramentos para los divorciados que se han vuelto a casar?», responde: «NoQuien vive en un estado de vida que objetivamente contradice el sacramento de la Eucaristía no puede acceder a ella. Como enseña el Magisterio precedente, pueden acceder en cambio quienes, no pudiendo satisfacer la obligación de la separación (por ejemplo, a causa de la educación de los hijos nacidos de la nueva relación), viven en continencia. El Papa toca este punto en una nota (la n. 351). Ahora bien, si el Papa hubiera querido cambiar el Magisterio precedente, que es clarísimo, habría tenido el deber, y el deber grave, de decirlo clara y expresamente. No se puede cambiar la disciplina secular de la Iglesia con una nota [a pie de página], y además de tenor incierto. Estoy aplicando un principio interpretativo que siempre se ha admitido en Teología. El Magisterio incierto se interpreta en continuidad con el precedente».

Y George Woodall, profesor inglés de teología moral (Ateneo romano Regina apostolorum), escribía en The Catholic World Report (31-V-2016), precisando bien la cuestión: «Francisco declaró que el sínodo sobre la familia de 2014 a 2015 no tenía la intención de cambiar la doctrina, sino sólo quería examinar asuntos de disciplina pastoral. Se debe aceptar que él no cambió ninguna doctrina; por lo tanto, la enseñanza anterior permanece plenamente vigente. Si bien la disciplina pastoral no es doctrina directamente como tal, debe expresar y basarse en la doctrina; nunca la debe socavar. Por lo tanto, en caso de que un Papa quisiera introducir simplemente una nueva disciplina, si esa disciplina pareciera contradecir o poner en entredicho la enseñanza de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio, la de San Pablo que dice que el adulterio excluye del reino de Dios o la doctrina y práctica de la Iglesia de que quienes tengan la intención de vivir en un estado gravemente contrario a esas enseñanzas no pueden ser absueltos o recibir la comunión, tal Papa estaría bajo una obligación moral grave de explicar claramente a los fieles cómo, en su opinión, ese cambio disciplinar no contradice esas doctrinas».

 

El Nuevo Testamento señala la fornicación y el adulterio como graves pecados. «La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio» (Catecismo 2353). San Pablo, al enumerar 16 pecados en Gál 5,19-21, cita la fornicación en primer lugar: «las obras de la carne son conocidas: la fornicación… quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios». Y hace lo mismo en 1Cor 6,9-10, al enumerar 10 pecados principales: «No os engañéis; ni los fornicarios… poseerán el Reino de Dios». Y el propio Señor Nuestro y Salvador Jesucristo, contestando a una consulta, responde: «si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos»; y enumera entre ellos, «no cometerás adulterio» (Mt 19,17-18).

Por eso la convivencia del adulterio estable, directamente prohibida por un mandato de Cristo (Mt 19,3-9; Mc 10,1-12), y no precisamente por una «ley abstracta», se incluye como uno de los actos que «independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto» (Catecismo 1756). No olvidemos que fueron los mandatos de Cristo, siempre acompañados por su gracia, los que, corrigiendo a Moisés, salvaron a los hombres de las plagas del divorcio y del adulterio.

 

La doctrina y disciplina de la Iglesia no propone «leyes abstractas», sino que formulan la misma palabra de Dios y de su Cristo: «no lo separe el hombre», «no cometerás adulterio»… Como ya he reiterado en anteriores artículos, la Iglesia niega en varios documentos principales la comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar. De Juan Pablo II: –1981, exhortación apostólica postsinodal Familiaris consortio, 84; –1983, Código de Derecho Canónico, can. 915; –2003, encíclica Ecclesia de Eucharitia, 35-37; y de Benedicto XVI, –2007,exhortación apostólica postsinodal Sacramentum caritatis, 29, donde se reiteran las normas tradicionales, ya expuestas por su Predecesor. Transcribo algunos fragmentos, especialmente de la Ecclesia de Eucharistia, donde se expone más ampliamente esa doctrina y disciplina, y que cuenta con la especial autoridad docente propia de una encíclica.

Familiaris consortio. «La Iglesia, fundándose en la Sagrada Escritura, reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez. Son ellos mismos los que impiden que se les admita, ya que su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la Eucaristía […] Y cuando el hombre y la mujer, por motivos serios –como, por ejemplo, la educación de los hijos– no pueden cumplir la obligación de la separación, asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos» (84; cf. Benedicto XVI, Sacramentum caritatis  29).

Ecclesia de Eucharistía.  (35)… «resulta una exigencia intrínseca a la Eucaristía que se celebre en la comunión [con la Iglesia] y, concretamente, en la integridad de todos sus vínculos. (36). La comunión invisible, aun siendo por naturaleza un crecimiento, supone la vida de gracia, por medio de la cual se nos hace “partícipes de la naturaleza divina” (2Pe 1,4), así como la práctica de las virtudes de la fe, de la esperanza y de la caridad. En efecto, sólo de este modo se obtiene verdadera comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. No basta la fe, sino que es preciso perseverar en la gracia santificante y en la caridad, permaneciendo en el seno de la Iglesia con el “cuerpo” y con el “corazón” (Lumen gentium 14); es decir, hace falta, por decirlo con palabras de san Pablo, “la fe que actúa por la caridad” (Gal 5,6).

«La integridad, pues, de los vínculos invisibles es un deber moral bien preciso del cristiano que quiera participar plenamente en la Eucaristía comulgando el cuerpo y la sangre de Cristo. El mismo Apóstol llama la atención sobre este deber con la advertencia: “Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa” (1Cor 11,28). San Juan Crisóstomo, con la fuerza de su elocuencia, exhortaba a los fieles: “También yo alzo la voz, suplico, ruego y exhorto encarecidamente a no sentarse a esta sagrada Mesa con una conciencia manchada y corrompida. Hacer esto, en efecto, nunca jamás podrá llamarse comunión, por más que toquemos mil veces el cuerpo del Señor, sino condena, tormento y mayor castigo”.

«Precisamente en este sentido, el Catecismo de la Iglesia Católica establece: “Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar” (n. 1385; canon 916). Deseo, por tanto, reiterar que está vigente, y lo estará siempre en la Iglesia, la norma con la cual el Concilio de Trento ha concretado la severa exhortación del apóstol Pablo, al afirmar que, para recibir dignamente la Eucaristía, “debe preceder la confesión de los pecados, cuando uno es consciente de pecado mortal” (Denz 1647, 1661).

(37). … «El juicio sobre el estado de gracia, como es obvio, corresponde solamente al interesado, tratándose de una valoración de conciencia. No obstante, en los casos de un comportamiento externo grave, abierta y establemente contrario a la norma moral, la Iglesia, en su cuidado pastoral por el buen orden comunitario y por respeto al Sacramento, no puede mostrarse indiferente. A esta situación de manifiesta indisposición moral se refiere la norma del Código de Derecho Canónico que no permite la admisión a la comunión eucarística a los que “obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave” (canon 915)».

Por otra parte, si solamente la persona puede juzgar en conciencia de su estado de gracia –y ni siquiera ella misma puede saberlo con absoluta certeza (Trento: Denz 1534)­–, entonces ciertamente el sacerdote ministro de la Eucaristía no puede «discernir» ese estado de conciencia, y estará obligado a negar la comunión a quien esté en situación objetiva de pecado. En suma:

 

Como afirma Mons. Livio Melina, Presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para el matrimonio y la familia,

«la Amoris lætitia no cambia la disciplina de la Iglesia»… 

«Por tanto, después de la AL

admitir a la comunión a los divorciados “recasados”, fuera de las situaciones previstas en la Familiaris consortio 84 y de la Sacramentum caritatis 29 [convivencia como hermanos], va contra la disciplina de la Iglesia, y

enseñar que es posible admitir a la comunión a los divorciados “recasados”, más allá de estos criterios, va contra el Magisterio de la Iglesia».

Quien así actúe, va contra la doctrina y disciplina de la Iglesia, sea párroco, teólogo, obispo, cardenal o Conferencia Episcopal.

 

III.– La multiplicación previsible de los sacrilegios

Durante muchos siglos de la historia de la Iglesia el sentido de lo sagrado estaba profundamente vivo tanto en el pueblo cristiano, como en pastores, teólogos y normas canónicas. Y en negativo, lógicamente, el horror por el sacrilegio se daba con la misma viveza. Actualmente, como ha podido verse en el debate sobre la posible comunión de los adúlteros, tanto lo sagrado como lo sacrílego han sido términos mental y verbalmente ausentes. Pero vayamos por partes.

 

1. Pérdida del sentido de pecado

Juan Pablo II, en la exhortación Reconciliatio et poenitentia (2-XII-1984), en el capítulo que trata de El misterio del pecado, dedica un amplio número, el 18, a describir y analizar La pérdida del sentido de pecado, fenómeno espiritual característico de nuestro tiempo, y a señalar sus causas. Cito sólo un fragmento.

 El sentido de pecado «tiene su raíz en la conciencia moral del hombre… y está unido al sentido de Dios, ya que deriva de la relación consciente que el hombre tiene con Dios como su Creador, Señor y Padre. Por consiguiente, así como no se puede eliminar completamente el sentido de Dios ni apagar la conciencia, tampoco se borra jamás completamente el sentido del pecado.

«Sin embargo, sucede frecuentemente en la historia, durante períodos de tiempo más o menos largos y bajo la influencia de múltiples factores, que se oscurece gravemente la conciencia moral en muchos hombres… Muchas señales indican que en nuestro tiempo existe este eclipse, que es tanto más inquietante, en cuanto esta conciencia, definida por el Concilio como “el núcleo más secreto y el sagrario del hombre” (Gaudium et spes 16), está íntimamente unida a la libertad del hombre (…). Por esto la conciencia, de modo principal, se encuentra en la base de la dignidad interior del hombre y, a la vez, de su relación con Dios… Junto a [al oscurecimiento de] la conciencia queda también oscurecido el sentido de Dios, y entonces, perdido este decisivo punto de referencia interior, se pierde el sentido del pecado. He aquí por qué mi Predecesor Pío XII, con una frase que ha llegado a ser casi proverbial, pudo declarar en una ocasión que “el pecado del siglo es la pérdida del sentido del pecado” (Radiomensaje 26-X-1946)».

 

2. Pérdida del sentido de lo sagrado

Dios es santo, y lo sagrado está siempre en el orden de las criaturas. Son «sagradas» aquellas criaturas especialmente elegidas por Dios y por la Iglesia para manifestar al Santo y comunicarlo, facilitando la unión con Él. Hay sagradas Escrituras, sagrados Concilios, pastores sagrados, templos sagrados, sacramentos –bautismo, eucaristía, orden, matrimonio–, sacramentales –agua bendita, por ejemplo–, sagrada teología, sagrados cánones, etc. Pues bien, la pérdida del «sentido de lo sagrado» ha sido hace ya más de medio siglo diagnosticada con certeza por los Papas, teólogos e incluso por los estudiosos de las religiones no creyentes: es también un mal du siècle. La extrema escasez de vocaciones sacerdotales, desconocida en la historia de la Iglesia, tiene en esa pérdida su raíz principal. Su causa es la debilitación o pérdida de la fe en Dios, es decir, la secularización, o si se quiere, la apostasía.

Pero cuidado: en modo alguno ha de atribuirse esta degradación religiosa al sagrado Concilio Vaticano II, 21º ecuménico, que usa con gran frecuencia la terminología de lo «sagrado». Así lo muestro y demuestro en mi estudio Sacralidad y secularización (Fund. GRATIS DATE, Pamplona 2005, pg. 9-10), donde expongo con cierta amplitud la esencia de lo sagrado en las religiones, y sus modalidades en el paganismo, el judaísmo y el cristianismo.

 

3. Pérdida del sentido del sacrilegio

Al perderse el sentido y el horror del pecado, y al debilitarse o incluso al negarse el sentido y la veneración de lo sagrado, es previsible e inevitable que desaparezca también el conocimiento y el horror del sacrilegio, y precisamente aquél que atenta contra la sagrada Eucaristía, el más grave.

«El sacrilegio consiste en profanar o tratar indignamente los sacramentos y las otras acciones litúrgicas, así como las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios. El sacrilegio es un pecado grave, sobre todo cuando es cometido contra la Eucaristía, pues en este sacramento el Cuerpo de Cristo se nos hace presente sustancialmente» (Catecismo 2120).

Un cristiano, por ejemplo, que sin arrepentimiento ni propósito de enmienda verdaderos, acude al sacramento de la penitencia y finge esas disposiciones espirituales necesarias, obviamente profana el sacramento y comete sacrilegio. Otro caso: los católicos que viven en adulterio more uxorio, y que no piensan terminar su convivencia, si acceden a la comunión eucarística –por ejemplo, para acompañar a sus hijos en su primera comunión–, incurren en pecado de sacrilegio.

(Nota bene.– En lo anterior y en lo que sigue ha de tenerse siempre en cuenta la clásica distinción entre pecados formales, en los que hay culpa, porque consciente y libremente se quebranta con ellos un mandamiento de Dios o de la Iglesia, y aquellos otros pecados materiales que se cometen por ignorancia invencible de la norma moral o por falta de advertencia en el entendimiento o de libertad en la voluntad. En este sentido, al tratar de los sacrilegios, es preciso distinguir aquellos que son formales de lo que son puramente materiales).

 

4. Los sacrilegios son actualmente habituales en algunas Iglesias

Existen hoy comunidades cristianas en las que probablemente son más los sacrilegios que los sacramentos. Señalaré tres de los sacrilegios que me parecen principales y más frecuentes.

La anticoncepción. La confesión y la comunión eucarística de los esposos que habitualmente practican la anticoncepción son sacrílegas, se entiende, al menos objetivamente consideradas, en cuanto profanación del sagrado matrimonio. Los esposos, engañados por falsos pastores, la consideran un progreso científico en la historia de la vida sexual, un derecho al que no piensan renunciar. En el menos malo de los casos, esas confesiones y comuniones será pecados y sacrilegios materiales, pero sin duda causarán de hecho graves destrozos en el matrimonio y la familia. La Iglesia siempre ha enseñado que

«es intrínsecamente mala “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio hacer imposible la procreación”» (Catecismo 2370; Humanæ vitæ 14). Pueden ver el tema más desarrollado en el artículo de este blog (290) Sínodo-2014. Silencio sobre la anticoncepción y la castidad

La Misa dominical. La confesión y la comunión eucarística realizadas eventualmente por cristianos no-practicantes, es decir, por bautizados que voluntaria y largamente se mantienen ausentes de la Eucaristía dominical, a no ser que se hagan con el arrepentimiento y el propósito necesarios, es sin duda un sacrilegio, ya que durante años y de modo público están quebrantando el mandamiento de la Iglesia más grave: «El domingo, en el que se celebra el misterio pascual, por tradición apostólica, ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto» (canon 1246).

Esta ley de la Iglesia no es en el Nuevo Testamento más que la expresión del IIIª mandamiento del Decálogo: «acuérdate de santificar el día del sábado». Por tanto, si no es lícito dar la comunión eucarística a «quienes persisten en un manifiesto pecado grave» (canon 915), hacerlo –quizá en ocasiones como una boda, un funeral, primeras comuniones, etc.– es cometer un sacrilegio. Desarrollo más esta cuestión en el artículo (234) Los cristianos no-practicantes son pecadores públicos.

–La comunión eucarística. Cuando los adúlteros, concubinarios y otras parejas irregulares acceden a la comunión, cometen un sacrilegio, aunque, estando quizá engañados por pastores infieles, será no pocas veces un sacrilegio solamente material. Ya vimos cómo la encíclica Ecclesia de Eucharistia, negaba la comunión «en los casos de un comportamiento externo grave, abierta y establemente contrario a la norma moral», considerando que tales personas están en una «situación de manifiesta indisposición moral», en la que obstinadamente persisten (37).

 

5. Es previsible que aumenten los sacrilegios en la comunión eucarística

Apoyándose en una mala interpretación de la AL, favorecida por su ambigüedad, es probable que se arraigue más y se amplíe la costumbre culpable de dar la comunión a «parejas irregulares», allí donde ya hace años viene practicándose contra la ley de la Iglesia Católica. Y en otras Iglesias locales, hasta ahora libres de ese error y pecado, es posible que se vaya introduciendo con ese mismo fundamento… El porvenir de las Iglesias en esta cuestión tan grave podemos hasta cierto punto preverlo si escuchamos ciertas declaraciones falsas que, como las que cito ahora, conducen al sacrilegio eucarístico:

El Presidente de la Conferencia episcopal de Filipinas, arzobispo Villegas, al día siguiente (9-IV-2016)  de la publicación de AL, escribe a todos los católicos de su nación… «Los obispos y sacerdotes deben recibir ya con los brazos abiertos a los que se mantenían fuera de la Iglesia por un sentimiento de culpa y vergüenza… Vayamos a su encuentro, como el Papa nos pide que hagamos, y asegurémosles que siempre hay un lugar en la mesa de los pecadores [sic], en la que el Señor se ofrece a sí mismo como comida para los miserables».

El Director del departamento de Teología Moral de la Universidad Gregoriana, P. Miguel Yáñez, S. J.: «El Papa Francisco claramente dice que no queremos tratar de una familia ideal, que se presta a una ideología, sino de una familia real, y el concepto que usa prevalentemente para hablar de la familia es la familia herida, y esto se conecta perfectamente con la Iglesia hospital de campaña… Tratar de acercarse a todas las situaciones, acá nadie queda excluido, y no hace falta que el Papa indique cada una de la situaciones, él lo dice claramente, la Iglesia es la casa paterna donde hay lugar para todos, por lo tanto nadie tiene que quedar excluido». 

La Hoja diocesana de Albacete. Según la transcripción literal que me enviaron en un comentario a mi blog (8-V-2016 - 11:59 PM), un padre franciscano había escrito seráficamente en la Hoja: «La Iglesia tiene el encargo de parte de Jesucristo de restituir la dignidad a quienes viven como si la hubieran perdido por culpa de sus fracasos matrimoniales… No hay divorciados ni divorciados vueltos a casar ni comunión o no para los divorciados que estrenan pareja. Lo que hay son personas, con historias concretas… Personas, la mayor parte de ellas, víctimas a las que se ha tratado como culpables… El Papa dice que la Iglesia elige amar, como Dios. Un cristiano, o elige “reintegrar”, devolver lo que es justo a quien ha sufrido, o no es de Cristo».

Con declaraciones como éstas, y tantas otras, es de temer un considerable aumento de sacrilegios en las comuniones eucarísticas. Pero ésta es una cuestión que no parece preocupar mucho… Por el contrario, tengamos misericordia, como San Pablo, hacia aquellos que se arriesgan a comer y beber su propia condenación (1Cor 11,29). ¡Y tengamos misericordia del cuerpo sagrado de Cristo, evitándole toda profanación!

* * *

La Iglesia está siempre guardada en la verdad por su Esposo Jesucristo. Por eso sabemos con la seguridad absoluta de la fe que siempre será en el mundo «columna y fundamento de la verdad» (1Tim 3,15), y que el oleaje enorme del mar en tempestad, nunca podrá hundir la Roca de la Iglesia, sostenida por el amor y la fuerza de Cristo. A Él le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Y como cada día proclamamos en las oraciones de la sagrada liturgia, Nuestro Señor y Salvador Jesucristo vive y REINA con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Oremos, oremos, oremos.

José María Iraburu Larreta, sacerdote

Post post.– Una duda me ha venido con frecuencia al escribir las páginas de este artículo: hasta qué punto se mantiene viva en algunos la fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía… Pablo VI confiesa esta fe de la Iglesia en el Credo del pueblo de Dios (1968):

Creemos que «el pan y el vino consagrados por el sacerdote se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, sentado gloriosamente en los cielos; y creemos que la presencia misteriosa del Señor bajo la apariencia de aquellas cosas, que continúan apareciendo a nuestros sentidos de la misma manera que antes, es verdadera, real y sustancial» (n.24).

Índice de Reforma o apostasía 

 

52 comentarios

  
Luis López
Hay unos hechos irrebatibles. Antes de la AL ya había regiones donde sin problema se daba la comunión a los divorciados vueltos a casar.

Ante esa situación, la actitud de la Santa sede es sacar un documento donde en modo alguno se condena esa práctica (contraria a la Escritura y a la Tradición) , y que muchos -por ejemplo, en Filipinas- han entendido como una tácita autorización para hacerlo.

De aquí sólo puede deducirse algo muy sencillo. Si la Iglesia no condena en un documento una mala praxis sacramental que YA se está produciendo, sino que más bien parece buscar justificaciones para que continúe esa mala praxis, sin una condena clara a la misma, es obvio que se está aprobando tácitamente el mal camino.

Con sólo decir en la AL algo tan simple como que quedan plenamente vigentes en todo caso las disposiciones establecidas por nuestro venerable predecesor San Juan Pablo Ii en su "familiaris consortio", se hubiera aclarado casi todo. Pero no se ha hecho.

La conclusión del Arzobispo de filipinas es por tanto absolutamente lógica y coherente con ese documento. Es desgarrador decirlo así, pero es lo que hay.
15/06/16 1:53 PM
  
Loyola
Pero p. José María. ¿No está Ud.siendo muy benévolo con la intención más que clara de cambiar la doctrina cuando el autor de la AL remite a la introducción hecha por el cardenal de Viena en la que afirma con total tranquilidad que sí se puede dar de comulgar a los divorciados vueltos a casar?
15/06/16 1:56 PM
  
millan
En suma es dar paso legal eclesiasticamente a errores y desviaciones que ya se practicaban desde el CVII, por supuesto de forma sigilosa y confusa, menospresciando la capacidad intelectual de los fieles. El tema de la anticoncepcion es clave (obispos creen que si callan el problema desaparece) pero el silencio es grande y el pecado y sus consecuencias lo vemos desde los 50s hasta la fecha. Gracias por indagar y perseverar Padre; ayuda a los laicos que andamos como oveja sin pastor.
15/06/16 2:08 PM
  
Miguel Antonio Barriola
¡Qué pena, que, a tanta confusión, haya también aportado los suyo Rocco Buttiglione!
Y...persisto en mi pregunta: si ante Spadaro, el presidente de la Conferencia Episcopal filipina, Kasper y sus sofismas, no se percibe aclaración alguna, ninguna llamada al orden,¿no se puede concluir que "el que calla otorga"?
15/06/16 2:31 PM
  
antonio
"Es evidente que el Magisterio apostólico crece siempre fiel a sí mismo, y que nunca puede dar lugar a divisiones irreconciliables en ninguna cuestión grave de fe y costumbres.
Por supuesto es asi, y aqui no es asi, aparte, la Agenda Social, y luego con el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, es muy bueno, citas de documentos sociales y no sociales, Pio XII, en numerosas oportunidades, ley moral universal,Moral, Libertad y Verdad, indisolubilidad del Matrimonio, al Modernismo del Padre Saénz, y a lo que usted menciona, un precioso libro del padre Horacio Bojorge , uruguayo, Teologias Deicidas, a pedido de superior que tenia antes, el Pesamiento de Juan Luis Segundo , la influencia de este pensador y hombre de Dios, en la Compania de Jesús,desprecio del Magisterio, el padre cita la Pascendi, y a Kant, y el deismo final.
Es evidente que si esta afectada la inteligencia, como está escrita en la Pascendi, en varias oportunidades, y en su conclusión final ,San Pio X, el Primero de los Dones del Espiritu Santo, el Don de Inteligencia, Dones del Padre Philipon no puede actuar, también menciona que interpreta erronamente a Santo Tomas, como usted lo esclarecio.
Inexistencia de la Castidad, Pudor, Castidad Conyugal, anticonceptivos y otras situaciones que impiden estar en estado de Gracia, la Gracia la Vida eterna comenzada, las Tres Edades, afirma que lo Sabemos si amamos a nuestros hermanos y vincula al Evangelio de San Juan, en su Carta 1,somos homicidas si no lo hacemos, y asi comienza su obra, que aparte si no estamos en estado de Gracia,nos condenamos!!
La Influencia de Hegel, y como usted menciona la Desacralización en personas muy importantes, es un pancito!!!!El que Suscribe Padre tiene la Gracia, todo don de Dios es gratuito e inmerecido, todo es un don de El, hasta el conocimiento, la familia, de contemplar el rostro del SEÑOR!!!
VIVO!!!! en la EUCARISTIA, se la doy de acuerdo a lo que está escrito por el Padre Philipon,donde vamos a encontrar, al SEÑOR, de enorme MAJESTAD contemplativos de su rostro sufriente, San Juan PabloII, su cara de pedernal de acuerdo a las escrituras!!!, la Barba Arrrancada según las escrituras, y vivir la Pasión la Unica Misa de todos los tiempos la epopeya del Rey de Reyes, AMOR INFINITO!!;JUSTICIA INFINITA; MISERICORDIA INFINITA; OMNIPOTENCIA INFINITA; DIOS!!!El Sacrilegio es de un infierno infinito!!!!no creen en el ya se van a enterar!!!!!!!!LA SANTISIMA TRINIDAD, el Pan VIVO!!!que une el cielo con la tierra, ahi están nuestros familiares, y al SEÑOR, como Dice el Padre Philipon, en su pequeño libro en Silencio antes Dios, pequeño pero gran libro, es Cierto AL SEÑOR LE GUSTA, que le demos GRACIAS, por tantos DONES, todo es un inmenso don de El, Los libros, Ustedes, todo es un Don de EL, francamente no se puede devolver tamaños dones, confio en la Santisima VIRGEN MARIA, que me acompaña en la Santa Misa, y está sobre el altar en el momento de la Consagración

Que Dios lo bendiga Padre, y lo haga con la iglesia, es evidente, que existe lo que usted comenta, en la Conmemoración de la Página.Desde hace mucho tiempo.Ahora es evidente.

Yo desde la nada, que soy con pecados ocultos que solo Dios Conoce!!!

Les exhorto, de rodillas para su Salvación, que no se quiero que se pierda nadie, que le hagan cas a usted,, en la consideración de los Casos Particulares!!!!!y a los Creyentes, que pidan siempre amar al SEÑOR, más que nuestras Vidas, a la VERDAD ABSOLUTA EN TODO!!!!!y que no quierán acomodar a la Iglesia, a sus pretenciones, mi yo, yo hago esto, la iglesia lo debe permitir, están llendo hacia la perdición, no lo quiero, quiero que todos se salven, por favor!!!!!!!
15/06/16 2:33 PM
  
Juan Andrés
El daño ya está hecho. El objetivo buscado -porque la ambigüedad no es una inadvertencia, es un método de trabajo en aras de un fin- se está logrando. La catolicidad ha sido atomizada ahora formalmente ya que el proceso viene de mucho antes y los pontífices anteriores no pudieron o no supieron darle finiquito. El actual pontífice y sus cómplices saben donde quieren ir, lo que no se, ni me interesa presumirlo, es porqué y para qué. Y lo que siempre me ha sorprendido es la facilidad con la que enormes grupos de consagrados de todo origen se suben a este tren y pasan de predicar a Cristo a predicar al Papa, aunque contradiga claramente al primero. Y el CV II es parte del trabajo ya que de otra forma no se entiende la voluntad de estos grupos de blindarlo, declarando santos o beatos a todos los papas desde Juan XXIII en adelante. Si Benedicto XVI fallece antes del final de este pontificado también será beato o santo. Pero sólo Dios sabe porqué ocurren estas cosas y como terminará la historia. Aunque parezca que duerme, soy consciente que de alguna manera ordenará al viento que se calme, caiga quien caiga, y espero estar aferrado al mástil, por obra de su exclusiva gracia. Ven Señor, por el bien de tus elegidos.
15/06/16 2:46 PM
  
Jordi
En mi estricta opinión:

1. Ya está introducida efectivamente en la pastoral católica la herejía de la comunión de los adúlteros mediante el criterio pastoral de la imputabilidad. Pero aún no tiene la característica de "pertinaz", pues requiere de una confirmación pontificia.

2. Cualquier cura puede dar la comunión a los adúlteros porque lo establece el numeral 305 y la nota 351, con las condiciones, superelásticas e hiperflexibles, indeterminadas y profusas, del capítulo VIII. Este 305 también permite dar la absolución en la confesión y en la unción de los enfermos. Además, se admite su participación en los servicios eclesiales por el numeral 299. Y se admite cualquier tipo de moral de situación individual, pudiendo ser aceptable que, en una misma circunstancia, sí se pueda dar la comunión a un adúltero en una cultura y no al adúltero de otra civilización. En igualdad de caso, uno va al infierno y otro al cielo.

3. La comunión de los adúlteros de Amoris laetitia fue confirmada por la presentación oficial de Schönborn, antepenúltimo párrafo: "el Papa afirma, de manera humilde y simple, en una nota (351), que se puede dar también la ayuda de los sacramentos en caso de situaciones “irregulares”.

4. Y Schönborn lo repitió en el turno de preguntas y respuestas con los periodistas, en especial, las respuestas a los periodistas Francis Rocca, The Wall Street Journal, al Frankfurter Allgemeine Zeitung, y a Diane Montagna de Aleteia. La imputabilidad es jerárquicamente superior a la doctrina de lo intrínsecamente malo, en respuesta a Andrea Gagliarducci.

5. Y hoy en día, se puede dar la comunión a los adúlteros que están en el tercer caso del numeral 84 de la "Familiaris consortio": son aquellos divorciados que se han vuelto a casar, que mantienen tanto una convivencia more uxorio como more fraterno, y que están moralmente convencidos de que su primer matrimonio no es válido, que tienen la certeza moral de que este primer matrimonio no era sacramental, aunque no se pueda aclarar el caso canónicamente, pero el pastor y los cónyuges están convencidos en su conciencia de que no están casados sacramentalmente. Entonces sí pueden ser admitidos a los sacramentos de la eucaristía y la confesión, porque ya era una praxis desde hacia mucho tiempo que ni el Papa Juan Pablo ni el Papa Benedicto han puesto en duda explícitamente (respuestas a Francis Rocca, Zenit y Washington Post).

6. Y Francisco, el 19 de mayo, ante los obispos de la CELAM, dijo que la interpretación auténtica de la Amoris laetitia fue la presentación oficial de Schönborn.

7. Para el numeral 299 y el 305 con su nota 351, queda claro que el criterio para admitir adúlteros a los sacramentos y ministerios eclesiales es la imputabilidad. Así, los adúlteros pueden acceder a la comunión, la absolución y la participación en los servicios si NO HAY PECADO MORTAL. Es decir, si se dieran los casos del tercer supuesto del numeral 84 de Familiaris consortio (conciencia de que el primer matrimonio no es válido pero no se puede probar canónicamente), si hay culpa atenuada (pecado venial o leve), o si hay culpa eximida (adulterio objetivo, sin pecado alguno).

8. Hoy estamos en un proceso de cristalización de la herejía de la comunión de los adúlteros. Puede darse o no. Eso depende del posicionamiento de Francisco. En efecto, de momento hay discusión doctrinal sobre si Amoris laetitia es doctrina, sobre si prevalece tal o cual norma, sobre si los curas y obispos admiten comuniones a los adúlteros. Pero es necesaria la característica de "pertinaz", es decir, un acto afirmativo y confirmatorio del Papa Francisco a la comunión, absolución y participación de los adúlteros de 299 y 305+351. Eso se podría hacer incorporando el 299 y el 305 al numeral 1650 del Catecismo que niega la comunión a los adúlteros, más las reformas a los libros rituales de la misa y la confesión. A partir de este momento, se desencadenaría la herejía y seria, posiblemente, la Gran Apostasía predicha en 2 Tes 2.

9. En mi impresión, quizás la herejía eclosione a partir del 20 de noviembre, fin del Año de la Misericordia, cuando se decida poner fin irreversible al estado de incertidumbre e indefinición: que la práctica pastoral de dar la comunión a los adúlteros sea una cuestión ya firmemente doctrinal, y que QUIEN NO LO ACEPTE SEA HEREJE. Será, por tanto, un cisma con cruce e intercambio de declaraciones de herejía por unos y otros.

10. Mientras tanto, se hace lo que dice Burke: si un sacerdote recibe una orden o sugerencia, verbal o escrita, de dar la comunión a los adúlteros, sea de un cardenal, obispo, abad, superior o dirigiente, o bien de un igual (sacerdote), o bien de un inferior (laico, diácono o religioso), la respuesta ha de ser un abierto, rotundo y tajante NO en absoluto, nunca jamás, sin excepción alguna, y aceptar las consecuencias, pues la confesión de la Fé católica lleva implícito el deber del martirio por causa de la fe ante el odio, el error y la falsedad contra la misma.

Este artículo del P. Iraburu deja bien clara, de forma indubitable, la verdadera y auténtica posición doctrinal católica al respecto. La doctrina católica expuesta por este artículo anula de pleno derecho cualquier tipo de interpretación que se desprenda del capítulo VIII de Amoris laetitia, en el sentido de dar la comunión a los adúlteros, aunque sean pecadores objetivos (sin culpa), porque prevale la tesis de lo intrínsecamente malo.
15/06/16 3:38 PM
  
Juan Francisco
Dios le pague Padre, su labor pastoral y pedagógica es encomiable. Y su paciencia, heroica. Ya estoy esperando algún post futuro con poquitas líneas y a los gritos.
Es broma Padre, muchas gracias.
15/06/16 4:34 PM
  
Roberto Ibarra
Parece que tendré que hacerme Católico. La pregunta es: ¿donde es posible aquello? Cuando el "El mundo entero gime y advierte con asombro que se ha convertido en .......".
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JMI.-Yo le recomiendo la Iglesia Católica.
No hay otra Iglesia.
Cristo cabeza no tiene dos cuerpos.
Cristo esposo no tiene dos esposas.
La Iglesia es una, la católica.
15/06/16 5:02 PM
  
Nadia
Yo soy una de esas que usteds llaman adultera. Estoy casada por segunda vez y tengo dos hijos maravillosos que hemos criado en medio del amor conyugal y familiar. Tiene gracia cuando leo esas petlancias que escriben, que si estamos en pecado mortal, que si no podemos comulgar. Mi esposo y yo decidimos que nuestros hijos fuesen catolicos, y tomasen la primera comunion. Enconttamos un sacwrdote que acepto que comulgasemos todos juntos, y asi lo hicimos. Hoy el Papa ha regulado nuestra comunion, cosa que ocurrua de hecho en todas partes.

Es curuoso cuando leo tifa esa rustra de citas doctrinales, queruendo con ellas justificar su cerrazon. No se esfuercen tanto. Al fin y al cabo ustedes no son nadie. Nuestro Papa Francisco los ha puesto a todos en su sitio. Los fundamentalistas no tienen cabida. No pretendan enmendarle la plana al Papa. Si el ha hecho las cosas asi, sera por algo. Anden, tomense una infusion y descansen. Y ustef P. Iraburu, deje ya la AL. Entre en una cartuja y encyentre a Dios. No se ha hecho cura para eso?

Sonrisa plena:))
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JMI.-El comentario de esta señora procede de Francia.
Podría tener otro origen, por supuesto. Pero bueno, viene de Francia.
15/06/16 6:40 PM
  
josep
no veo ambigüedad, veo que hemos de discernir.
15/06/16 7:25 PM
  
Manuel Antonio
Padre Iraburu Larreta:

Hace mucho el Papa San Flix III, expresó lo siguiente:

" No oponerse al error, es aprobarlo y no defender la verdad
es suprimirla. Efectivamente dejar de denunciar el error.....
......cuando podemos hacerlo, no es pecado menor que el
incentivarlo ".

Gracias a Usted.


15/06/16 9:49 PM
  
Juan Argento
Padre Iraburu, puede ser útil agregar a su "post post" que Pablo VI escribió toda una encíclica dedicada específicamente a la doctrina de la presencia real y sustancial de Jesucristo en la Eucaristía y las consecuencias que de esa presencia se derivan para el culto, tanto durante la liturgia como fuera de ella: "Mysterium Fidei", de 1965.

15/06/16 10:17 PM
  
Curro Estévez
Parece ser que la Sra. Nadia no tiene dudas de lo que es la A.L.
No la ha leído, seguro, pero conoce lo que dice.
Se lo ha dicho el sacerdote que le da la comunión.
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15/06/16 11:04 PM
  
Jordi
Nadia:

La moralidad católica, según el Catecismo, gira sobre tres conceptos básicos:

1750 La moralidad de los actos humanos depende:
— del objeto elegido
— del fin que se busca o la intención
— de las circunstancias de la acción

Existen acciones intrínsecamente malas, independientemente de la intención y de las circunstancias:

1756 Es, por tanto, erróneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando sólo la intención que los inspira o las circunstancias (ambiente, presión social, coacción o necesidad de obrar, etc.) que son su marco. Hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y el perjurio, el homicidio y el ADULTERIO. No está permitido hacer el mal para obtener un bien.

El giro que ha hecho Amoris laetitia es, pues, un verdadero acto revolucionario, pues da un giro completo a la doctrina moral católica: el adulterio es moralmente bueno (pueden comulgar, ser absueltos y participar eclesialmente) según la intención (culpa atenuada o inexistente) y las circunstancias (moral de situación individual).

De otro lado, sospecho que este giro procede de la teología del Rin, es decir, de la moral de Karl Rahner, y viene de la mano de Kasper y de Marx. Por tanto, es una teología alemana-alemana...
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JMI.-Acto revolucionario...
La ambigüedad de muchos puntos de la AL sugiere, etc. pero no dice con claridad lo que sería un "acto revolucionario" contra la doctrina católica precedente.
15/06/16 11:25 PM
  
carmelo
Amiga Nadia,
Lucas 8- 27.Respondió: «Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.»
No sé si ha podido leer la lectura del ciego de Jericó.. Un día me ayudo a comenzar “la escapatoria”....me dio por leer todo el capítulo 8 de lucas… y encontré aquello «Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.», Ciertamente hay situaciones que parecen "imposibles"… si eso pasa, y ante las limitaciones humanas uno ve aquello como ideal, como algo utópico… o ese milagro como darle vista a un ciego y luego inculpar a todo el mundo, a la ley, a la doctrina, a los dogmas, a los curas o a las demás personas del camino etc., eso ocurre en la sumisión a nuestra impotencia humana, es una TENTACION activa. Pero YO LE DIGO CON EXPERIENCIA PROPIA y de mis familiares… “si es posible superar”, si es posible aceptar la voluntad de DIOS en la nuestras, sostener la firmeza en la Fe, la rectitud en la obras, si es posible amar a Dios sobre todas las COSAS aunque alguien nos diga has lo contrario. Estar abandonados a él y lograr cargar semejante CRUZ, si es posible!, dejar lo que no es bueno para el alma.
Cuando yo me case hace algo de tiempo, miraba el crucifijo esperando a mi esposa en el altar y me preguntaba, PODRE YO JESUS? Ser fiel hasta la muerte?.. Amarla hasta que la muerte nos separe? Amarla en la enfermedad , salud , alegría y tristeza, pobreza y riqueza?, y le diré ese día luego de aquella promesa nuestra, pude comulgar con miedo pero decidido luego de una “escapatoria frontal que la misma Virgen María custodiaba (así lo sentí/ y siento)”.. ese día..
No hay un solo día que mi corazón no quiera explotar de la alegría que comulgando me sienta recogido y llenado de todas mis debilidades y real falta de amor que solo Cristo me ha llenado.
He querido resumirle mi experiencia porque lo primero que le digo a las personas al darme oportunidad o me preguntan -qué paso?, digo: busca huir!! - Busca salir de la oscuridad, anhela eso -lo demás vendrá - la luz nos llega a todos - eso sí, estamos en ese huyendo, buscándolo día a día, pero sin duda a EL, pues EL es el amor que necesitamos…nadie más lo puede dar NADIE.
gracias y espero no hacerle sentir mal con mi testimonio.
15/06/16 11:26 PM
  
Gris Funcionario
Nadia:
Perdone, pero usted lo dice todo: encontró un sacerdote que aceptó que...
Seguramente lo encontró porque lo buscó. ¿Buscaba usted la verdad o buscaba sólo alguien que le diera la razón?
Pero el caso es que aunque usted ya ha encontrado un sacerdote a su medida, no se ha quedado tranquila del todo y anda leyendo comentarios a la Amoris Laetitia en Infocatólica. ¿No le parece raro?.
Su alma sigue llorando y buscando la verdad.
Por favor, no se conforme con su situación.
16/06/16 12:10 AM
  
antonio
Lo que se pretende está en la Pascendi, más actual que nunca,.La Unica Iglesia, es como dice usted Padre, la Católica.Excelentes los comentarios de Jordi.
Hay Uniones en la Verdad, y falsas uniones en la mentira.


Que Dios lo bendiga y bendiga a la Iglesia, que está fundad sobre la Roca de Cristo, y los Santos Padres."Pasan las figuras de este mundo mis palabras no pasarán"
16/06/16 1:23 AM
  
Miguel García Cinto
Gris Funcionario:
Precioso y contundente comentario.
Espero que Nadia (si lo lee), le preste atención.
Paz y Bien.
16/06/16 5:53 AM
  
EduaRod
Estimado Padre Iraburu:

No sé si habrá leido este fragmento de una entrevista que el Papa concedió al semanario francés La Croix (de esta entrevista, a diferencia de algunas otras, "casualmente" los medios no han hablado casi nada, al punto de que me costó mucho trabajo encontrarla para poder ahora citarla con precisión):

"En la Exhortación postsinodal (Amoris laetitia, abril de 2016 - NdlR), procuré respetar al máximo el Sínodo. Ahí no se encontrarán detalles sobre lo que se puede o debe hacer o no. Es una reflexión serena, pacífica, sobre la belleza del amor, cómo educar a los hijos, prepararse para el matrimonio… Valoriza responsabilidades que podrían ser acompañadas por el Consejo Pontificio para los Laicos en forma de directrices".

Queda claro (para quienes no lo hubiesen entendido así del Documento mismo) aquello sobre lo que entiendo que usted y un servidor concordamos y hemos insistido: de verdad aquí NO ha habido NINGÚN cambio en la Disciplina de la Iglesia, simplemente NO es ese el sentido ni la intención del documento; y mucho menos se ha dejado la cuestión a un tipo de discernimiento sentimentalista en el que cada cual pudiera decidir con sus propias ideas, apreciaciones y criterios; y muchísimo menos aún se ha dejado a una "acción urgente" de una muy mal entendida "misericordia" que incluso y deliberadamente ignore y excluya el legítimo discernimiento que la AL tanto insiste que debe hacerse en consonancia con la Doctrina de la Iglesia fundada en el Evangelio:

"(300)... Dado que en la misma ley no hay gradualidad (cf. Familiaris consortio,34), este discernimiento no podrá jamás prescindir de las exigencias de verdad y de caridad del Evangelio propuesto por la Iglesia."

Vemos que podemos esperar que la presente falta de claridad plena, la que no discuto y el mismo documento reconoce, y que un servidor piensa que tiene su razón de ser (aunque entiendo que ahí si discrepamos), se verá despejada por directrices más claras y específicas -que seguramente irán en una tónica muy similar al Vademecum para los Confesores de la SCDF, y que es lo que un servidor quiso plasmar en el extenso comentario a su artículo previo-.
Lo que temo es que estas directrices se vean retrasadas por la desaparición del Pontiifico Consejo para los Laicos que será reemplazado por el nuevo dicasterio para laicos y familia, que es el que más lógicamente tendría que emitir estas directrices.
Pero justo ahí se entiende mejor la verdadera "prisa" que traen algunos invocando a esa (falsa) "misericordia", pues no parece casual que se se diga que esa (falsa) "misericordia" "no espera a ninguna directriz ni aguarda indicaciones"; pues bien intuye por dónde vendrán esas directrices e indicaciones, y trata urgentemente entonces de enfrentarlas a hechos consumados que las conviertan en letra muerta incluso antes de ser emitidas. Y es ante ESA actitud abiertamente contraria tanto a la letra como al verdadero sentido de la Amoris Laetitia, actitud proveniente de quien menos debiera esperarse, que ciertamente SI me hago eco de sus palabras, estimado Padre Iraburu:

Oremos, oremos, oremos

Nuevamente le garantizo mis oraciones y le pido las suyas.
16/06/16 6:07 AM
  
carmelo
Es abismal y notoria la discontinuidad expresa en Familiaris consortio, Veritatis splendor y otros documentos pontificios precedentes, lo que apunta es un material de estudio para la ciencia criminológica. Esto no es relajo!!.
La autoría y defensores del texto (al tratar de entenderlos) se aceran mucho a las formulas y teorías extrañas y contrarias al Catolicismo: “La existencia determina la conciencia”, es decir, el hombre debe partir de las condiciones concretas de la vida material” Habrán oído esos cuentos?.
Alcanzada esta posibilidad de anulación de Culpa o inexistencia de pecado o auto-determinación de gracia o la siempre misericordia sin conversión y todos salvos, promueve pues un lenguaje despiadado y de persecución ante aquello que según los autores de AL detiene “la verdadera libertad” ante el supuesto “amor fiel en lo infiel y contaminado erotismo” así sea otro fuera de un sacramento eterno o sea con quien no es su cónyuge. Este pensamiento idealista, subjetivo, se manifiesta en cada frase, es persistente, basta con oírlo. Es decir en AL confronta el “Sacramento del Matrimonio” con lo se plantea en una REALIDAD A PARTIR DE OTRA pero siempre separadas y que la ultima viene siendo lo más importante ( AL no escatima en decir, “se le es IMPOSIBLE” o de decir: “encuentran grandes dificultades” o “gran dificultad para volver atrás sin sentir en conciencia”. A partir de esa realidad “fragilidad” enfoca la supuesta “libertad” y el documento se adjudica el “logro” al no aclarar a esta altura del juego semejante contrariedad fundamental que suspira una venganza planeada. Este pensamiento ideológico que se descifra en el texto y hace notar que la “libertad del hombre” (presentado como “ideal del evangelio”) se pierde si se sujeta al orden, al Dogma de la Fe, en la permanencia en el Sacramento “hasta que la muerte nos separe” y nos confronta a caer en un “«pisotear la dignidad de una persona”» llamando a “asumir la lógica de la compasión con los frágiles y a evitar persecuciones o juicios demasiado duros o impacientes” AL 308. Los autores de AL, en múltiples escenarios repiten fragilidad y realidad “atención a la realidad concreta” “La pastoral concreta de los ministros y de las comunidades no puede dejar de incorporar esta realidad” AL 305.
Tal contrariedad fundamental entre el Catolicismo y lo que se desprende en AL debe ser sin duda sujeto de estudio a otro nivel..
Gracias Padre José María y que Dios lo guarde siempre.
16/06/16 6:30 AM
  
Luis Fernando
Tenemos la certeza de que Cristo no permitirá que se pierda ninguno de los que el Padre le ha entregado para su salvación. De lo que no tenemos certeza es de que nos encontremos entre esos elegidos, pero podemos implorar del Señor esa gracia.

A quienes viven en la gracia de Dios, no hay confusión que les deba apartar del camino de santidad. Bien saben que nadie puede cambiar los mandamientos, nadie puede alterar la esencia de los sacramentos y nadie puede ir contra lo revelado por Dios y enseñado por la Iglesia en dos mil años.

La confusión solo confunde a quienes quieren seguir viviendo en pecado. Quien está firmemente asentado en el evangelio, aprecia con cierta facilidad cuando le quieren dar gato por liebre. Y como dijo San Pablo, si alguien nos anuncia un evangelio diferente, aunque sea un ángel o el mismísimo apóstol -tanto más un sucesor suyo-, lo debemos tener por anatema.

Ahora bien, excepto en casos que deben ser objeto de gran discernimiento, y aun así quizás ni eso, a los seglares fieles al Señor no les toca declarar anatemas. Les toca seguir viviendo en fidelidad a Dios, y ello por gracia. A los sacerdotes les corresponde seguir predicando la verdad, sin ceder a los cantos de sirena de los neo-modernistas disfrazados de "pastoralidad pseudo-misericordiosa". Y a los obispos... ello saben lo que les toca.

A lo largo de la historia la Iglesia ha sufrido todo tipo de crisis y ha salido airosa porque el Señor la conduce. Nada hace pensar que no ocurrirá lo mismo ahora. Cuanto más fieles seamos a aquello para lo que el Señor nos ha llamado, más rápido y mejor saldremos de esta crisis, de la que el Señor sacará, sin la menor duda, un gran bien, aunque ahora no lo vislumbremos.
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JMI.-Todas las cosas colaboran al bien de los que aman a Dios (Rm 8,28).
Incluso los pecados, añade SAgustín al comentar el texto.
Y eso es así porque nuestro Señor Jesucristo le ha sido dado todo poder en cielo y tierra,
y Él vive y REINA por los siglos de los siglos. Amén.
16/06/16 8:10 AM
  
Horacio Castro
Padre Iraburu. Leyendo algunos comentarios sobre el Evangelio y el divorcio, encontré algunos comentarios, con citas y traducciones, que dan fundamento ‘histórico’ a la pregunta que ahora considero interesante formularle: ¿cuándo Nuestro Señor Jesucristo condenó la poligamia?
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JMI.-Cuando rechazando deformaciones del matrimonio monógamo, dijo que "en el principio no fue así". Que lo que hizo el Creador del matrimonio fue "un hombre y una mujer", que se entregan mutuamente para siempre, saliendo de sus padres y familiares:
"que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre". NO retundo al adulterio.
Y a la poligamia, por supuesto.
16/06/16 11:33 AM
  
Horacio Castro
Muchas gracias Padre José María.
16/06/16 1:17 PM
  
josep
para Roberto Ibarra: en una comunidad neocatecumenal.
16/06/16 1:27 PM
  
antonio
"Puede ser, por tanto, que en una región de la Iglesia estimen lícito lo que en otra siguen considerando, como siempre, que es un sacrilegio. ¿Es posible que dentro de la unidad de la Iglesia puedan perdurar diferencias tan fuertes en materias tan graves sin que llegue a producirse un cisma? Solamente una confirmación pontificia clara y precisa de las verdades debatidas, hecha en continuidad con la Tradición católica, podrá espantar ese real peligro y reafirmar la necesaria unidad católica."
Sigo leyendo el post,y los comentarios, sus respuestas, son excelentes,los queridos comentaristas de infocatólica, somos una familia,Je!!Je!!como dice el estimado Alonso Gracián, es muy importante que el Santo Padre,se de cuenta que es un documento, que es un verdadero peligro para la unión de la Iglesia, y se asesore con los que saben, no con los amigos, no lo hago con mis enfermos, quiero que vivan!!!!!!Amigos que los quiero para tomar un café, para el enfermo el que este más actualizado.

Que Dios lo bendiga Padre y lo haga con la Iglesia.NUNCA PROFANAR, la EUCARISTIA, esta CRISTO!!!!!!!!!!!Me quiero morir en la VERDAD!!!!
16/06/16 1:38 PM
  
Jordi
Carmelo: "Es abismal y notoria la discontinuidad expresa en Familiaris consortio, Veritatis splendor y otros documentos pontificios precedentes..."

Una forma de afrontar que Amoris laetitia carece de valor magisterial alguno, es mirar la jerarquía de las normas canónicas.

Si el numeral 1650 del Catecismo de la Iglesia Católica, aprobado proféticamente para nuestros días por San Juan Pablo II, y que prohibe la comunión de los adúlteros, nos da la auténtica y verdadera enseñanza oficial definitiva de la Iglesia Católica.

Ello es así porque dicho Catecismo fue aprobado por la CONSTITUCIÓN APOSTÓLICA «FIDEI DEPOSITUM», por la que se promulga y establece, después del Concilio Vaticano II, y con carácter de instrumento de derecho público, el Catecismo de la Iglesia Católica.

Evidentemente, una Constitución Apostólica es de superior jerarquía normativa que una Exhortación Apostólica. El Papa ejerce su autoridad petrina a través de las Constituciones y suelen ser magisterio ordinario del Papa. Es, en definitiva, un documento solemne.

Pero es triste el haber de recurrir a semejantes leguleyeces formales.

Indica, en definitiva, el inicio de un magisterio controversial y confuso, pues se empiezan a hacer preguntas que nunca deberían de hacerse:

- su contenido ¿es magisterio, es una sugerencia, es un pensamiento?;

- su valor ¿es doctrinal, es pastoral?...

Esto no es bueno.
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JMI.-El Catecismo (merece la pena recordarlo) fue un texto que se elaboró durante años, enviando siempre los borradores a los Obispos de todo el mundo, que podían enviar sus observaciones. Todo el Episcopado católico se comprometió, pues, con lo que el Papa finalmente proclamó y firmó con la autoridad de Pedro.
16/06/16 3:10 PM
  
Gabriela de Argentina
Una pregunta por curiosidad: por qué se utiliza la imagen de una mujer coya del altiplano sudamericano para ilustrar un artículo donde se trata sobre la comunión de los adúlteros? No entiendo la relación. Gracias.
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JMI.-Es una santa y preciosa comunión la de la imagen.
La joven madre cristiana, con su niño a la espalda, se acerca a la comunión con una actitud atenta, devota, humilde, las manos cruzadas sobre el pecho, que realmente es conmovedora. Dios la bendiga.
16/06/16 3:39 PM
  
DJ L
Nunca un documento pontificio ha logrado tantas conversiones masivas como "Amoris lætitia "....al Confusionismo.

Ya de decía Confucio (551-479 a. C.): "Cometer un error y no corregirlo, es otro error".
16/06/16 4:33 PM
  
carmelo
Suscribo su conclusión amigo Jordi
También en esencia por ser un documento que según los autores fue producto del E.S. y todos los padres sinodales, considerado a ser “el aire nuevo” “la nueva evangelización de los movimientos.. etc..” se podría decir por tanto, que es un intento muy cercano a un “golpe técnico”.
Mirémoslo así, Lo Estados garantizan su institucionalidad respecto de su independencia de los 3 poderes básicos en función a las pirámides de Kelsen en el imperio del derecho. Contrario a este tipo de “Estado”, acá a diferencia de otros su principio y esencia es el imperio de Jesús de Nazaret el evangelio y que a diferencia de todas las miles de denominaciones este “Estado” esta sujetado a ese imperio y que a su vez es sujetado por la “DIVINA GRACIA”. Al decir golpe técnico o “intentona”, es cuando el estado como tal (bajo este misterio insondable), manifiesta según sus depositarios, distinta la acción de la GRACIA como estado del hombre en las situaciones de la vida y que lo dice inspirado por lo que supone espíritu santo sea cosa distinta: AL 305“A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado —que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno— se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia[351].
De verdad entristece recurrir “leguleyeces formales” jajaja, digo es hasta cómico pero no es relajo!.. Es como mirar al cielo y querer borrarlo.
Yo diría, una conclusión formal no solo pastoral sino de lo cuasi-doctrinal y dogmática que en adelante confirme el espíritu que desborda de AL, es como decirle a la prole, da igual cualquier “estado” o sea “hasta cualquier denominación”, “pensamiento o idea” y esto es pretender un autogolpe técnico si se concretase la idea inicial. Eso ocurre en muchos Estado que han pasado por golpes.
Saludos Jordi.
16/06/16 5:21 PM
  
MARCELO 2
Parte del c. 8: Muy confuso, desconcertante, oscuro, ambiguo, contradictorio, incompatible con enseñanzas de documentos muy importantes anteriores, etc. etc....
Por favor, que lo aclaren
16/06/16 5:31 PM
  
Juan
Padre, buenos días:

Padre, esto, sobre la purificación pasiva, de "no se den nada por el discurso y meditación", a qué se refiere (no me animo a leer directamente a san Juan de la Cruz pues sé muy poco de estos temas y temo hacer esfuerzos vanos):

2.–«No se den nada por
el discurso y meditación [ni en la oración ni en la vida
ordinaria], pues ya no es tiempo de eso, sino que dejen
estar el alma en sosiego y quietud, aunque les parezca
claro que no hacen nada y que pierden el tiempo, que
harto harán en tener paciencia en perseverar en la ora-
ción sin hacer ellos nada» (10,4).

Muchas gracias, padre, también por "gratis date".
Reciba un afectuoso abrazo; que la Santísima Virgen lo ampare.
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JMI.-Perdone, Juan, pero esta sala de comentarios es para escribir comentarios sobre el artículo. No es un Consultario religioso en el que se hagan preguntas sobre cualquier tema.

En la pg-web de la Fund. GRATIS DATE,
www.gratisdate.org
puede buscar en CATALOGO el libro "Síntesis de espiritualidad católica", de Rivera - Iraburu. En el capítulo sobre "La oración" se explica cómo y en que sentido la oración, en el cristiano que persevera en ella y en la vida ascética, va pasando de formas activas a formas más pasivas. En éstas es donde se da lo que describe la cita que ud. ha puesto.
16/06/16 9:43 PM
  
Rafa
¿No es bastante triste que después de 2000 años alguién tenga que explicar por escrito que comulgar en pecado mortal (adulterio, fornicación, faltar preceptos,...) es un sacrilegio? Se supone que esta lección estaba explicada y comprendida, vamos que San Pablo lo deja bien clarito y por escrito también

A dónde ha tenido que llegar mi amada Iglesia
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JMI.-Buenó... Después de 2.000 años tenemos que andar explicando que hay que amar a los enemigos, que hay que perdonar, que hay que hacer oración, que hay que alejarse de las ocasiones próximas de pecado, que hay que limitar gastos para poder ayudar a los que carecen de lo necesario, que... etc. etc. etc.
Y así... hasta que Cristo vuelva.
16/06/16 10:20 PM
  
carmelo
A Juan, que sustrae del texto: "no se den nada por el discurso y meditación".. Descifrable su andanza! tambien
Lee esta lectura y ahí está tu respuesta:
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,19-23):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!»
De nada sirve hacerte imagen de pintor disfrazado, cuando al final te pidan hablar del retrato no encontraras ni al pintor y el retrato y tu pose no será más nada que la de un ocioso buscando respuesta en medio de la oscuridad.
El “alma reseca” no alumbra, sino que se dispone a opacar a otros, el alma oscura ociosa, es comida de polillas..
Por eso más bien digo y reafirmo, por otra parte y que con gran respeto el Padre J.M.I. se inflama de amor por Cristo escribiendo y aclarándonos lo que el espíritu le infunde a diferencia de otros retratos!
17/06/16 12:17 AM
  
josep
¿no celebró Jesús la primera Misa con pecadores?
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JMI.-Los apóstoles que por primera vez en la Última Cena reciben el cuerpo y la sangre eucarística de Cristo, a excepción de Judas, eran "amigos de Cristo", le querían, "vivían en su gracia". Así les habla Jesús: "a vosotros os digo amigos", "como el Padre me amó, así yo también os he amado: permaneced en mi amor", vosotros "sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas", "Tú me enviaste y amaste a éstos como me amaste a mí. Padre, lo que tú me has dado [los discípulos] quiero que yo donde yo esté estén ellos tambié conmigo"... Les habla con inmensa ternura amistosa en el último y grandioso discurso de su vida. Los Apóstoles están en gracia de Dios participando de la Primera Eucaristía, la de la Cena.

Todos menos Judas, que ya no era amigo, pues ya le había traicionado en su corazón, aunque él también comulgó. Pero le sentó muy mal... "Y entonces, después del bocado, entró en él Satanás. Y Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo pronto" (Jn 13,27). "Y cuando tomó el bocado, él salió de prisa. Y era de noche" (Jn 13,30).
Fue la primera comunión eucarística sacrílega de la historia.
17/06/16 6:35 AM
  
Luis Fernando
Judas Iscariote es un claro ejemplo de a dónde lleva comulgar en pecado mortal.
17/06/16 9:56 AM
  
Notung
Pues entre la nulidad exprés y que ahora se nos informa de que "la gran mayoría de matrimonios son nulos", a lo mejor no hacía ni falta la AL. Seguro que muchos descubren la "nulidad" de su matrimonio cuando la cosa no vaya bien.
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JMI.-Ojo. Que la Escritura dice cosas muy graves de los que profetizan sin ser profetas.
17/06/16 1:10 PM
  
Gloria Irene (Flavia)
Pero yo sigo escuchando preguntas como estas:

1.- Y de qué me fío, ¿de lo de antes o de lo de ahora? Blanco y negro a la vez no puede ser. ¿Cuándo se equivoca la Iglesia, antes o ahora?

2.- En cambio, ¿por qué vuelven a insistir tanto en la confesión sacramental, si no rigen ya las mismas normas puesto que la santidad se considera "un ideal"? ¿Por qué tengo que ir a contar historietas a nadie, si Dios conoce mi yo más profundo? La actual confesión sacramental, en su forma actual, es disposición eclesiástica, porque podría hacerse de otra forma. ¿Por qué no la regulan de otra manera? ¿O cambia solamente lo que ellos deciden "porque sí"?

Casi literalmente, eso me han preguntado en catequesis de adultos. He respondido, pero es largo para decirlo aquí. Me limito a constatar la confusión.
17/06/16 7:20 PM
  
Felipe
Muy buena la aportación de EduaRod tanto en este como en el anterior artículo. Saludos.
18/06/16 4:01 PM
  
Juan
Padre, buenos días:

Soy el que preguntó sobre lo que no tiene que ver con el artículo. Padre, discúlpeme, no vuele a pasar. Gracias por la respuesta. Un abrazo en Cristo.
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JMI-Gracias, Juan. Bendición +
18/06/16 10:56 PM
  
josep
No veo ambigüedades en A L. Veo un intento del Papa de ser caritativos con los matrimonios rotos.
18/06/16 11:35 PM
  
Longinos
Se sigue señalando de la AL lo que no es. La AL no dice que los actos a que se refiere ya no sean malos ni sean pecado, lo que dice es que podrían no ser pecado grave. A mi esto me parece difícil, pero eso es lo que dice y a eso es a lo que hay que contestar. Si se contesta a lo que no se dice, se confunde.
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JMI.-Si lee Ud. p.ej. Familiaris consortio 84 verá que no prohibe dar la comunión a los divorciados vuestos a casar porque conste que está viviendo en pecado grave, sino porque están viviendo en una situación de convivencia prohibida gravemente por Cristo.
En los artículos míos y de otros hemos hecho esta distinción montón de veces.
Y en Ecclesia de Eucharistía dice que no se puede juzgar y discernir si un prójimo está o no en estado de gracia; que no va por ahí la prohibición de darles la comunión a los que viven en adulterio. De internis neque Ecclesia iudicat.
19/06/16 3:23 PM
  
miguel
¡Que tranquilo se quedaría el Señor llamando raza de víboras o selpulcros blanqueados, a los evidentes fariseos actuales !
Asi de tranquilo quedo yo, confiando en Él, porque nadie podrá vencerle por mucho que flirteen con AL.
Recemos
19/06/16 10:31 PM
  
vicente
cada Obispo en su diócesis ha de estudiar cómo se debe proceder.
________________________________________
JMI.-Copio/pego de mi artículo:

Como afirma Mons. Livio Melina, Presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para el matrimonio y la familia,

«la Amoris lætitia no cambia la disciplina de la Iglesia»…

«Por tanto, después de la AL

–admitir a la comunión a los divorciados “recasados”, fuera de las situaciones previstas en la Familiaris consortio 84 y de la Sacramentum caritatis 29 [convivencia como hermanos], va contra la disciplina de la Iglesia, y

–enseñar que es posible admitir a la comunión a los divorciados “recasados”, más allá de estos criterios, va contra el Magisterio de la Iglesia».

Quien así actúe, va contra la doctrina y disciplina de la Iglesia, sea párroco, teólogo, obispo, cardenal o Conferencia Episcopal.

19/06/16 10:33 PM
  
Albert L
Afirmar que lo malo es bueno no es misericordia, sino perversión.
20/06/16 5:55 PM
  
Casimiro Lonaza, dijo
Quieren hacernos creer que la Verdad cambia con el paso de los años.
Y lo dice el Papa Francisco. Sí, no miremos para otro lado. Es Francisco quien está en esta "relectura" de la fe.
Sólo nos queda rezar.
-------------------------------
JMI.-No, no lo dice el Papa.
Pero sí: oremos, oremos, oremos.
20/06/16 11:05 PM
  
Casimiro Lonaza, dijo
No soy tonto padre Iraburu. Al Papa Francisco se le entiende muy bien.
Yo sé que le debo respeto y amor al Santo Padre, pero su fe, según la proclama, es distinta a la mía. Y le aseguro que la mía me la dio mi madre con el catecismo en la mano, que bien lo conozco.
Si ya me echan por rebelde, ¿adónde me voy?
20/06/16 11:40 PM
  
E.C.A.
Mil gracias, P. Iraburu, por ser un auténtico profeta,con parresía del Espíritu Santo: +enseña la verdad y +condena el error. ¡JMJ nos lo conserven ad multos annos!
24/06/16 5:50 AM
  
enrique
Padre nació usted en el mismo año que yo en el 1935,en Diciembre yo.
El Espíritu Santo me ilumina de tal forma que le entiendo mejor que cuando leo otros escritos de teología. Pienso que el E. S. se adapta a todos los tiempos y en los tiempos nuestros actuaba para los de esa época de tal forma que nos unificaba en el entendimiento. Un poco de broma. Pero estoy muy agradecido con sus enseñanzas. Un abrazo. Rezo por usted. Usted hágalo por mi, para que nos podamos dar el abrazo junto al Dios Trinitario, la Virgen nuestra Madre y todos los santos. Gracias enrique.
-------------------------
JMI.-Abrazo y bendición +
05/07/16 11:44 PM
  
alberto pineda
La mayoría de los divorcios se han efectuado por motivos que a ELLOS les ha parecido valido. Mujeres y sus hijos abandonados por un individuo que migró y se casó con otra mujer. Miembros de matrimonio separados porque uno de ellos se integró a otra religión. Mujeres que optan por separarse antes de que el esposo drogadicto la asesine con sus hijos. Esas personas y otras muchas más por otros motivos también validos, se han divorciado y han buscado nuevamente la felicidad, rehaciendo su vida. Es posible que Dios las comprenda y no solamente las perdone., sino que hasta las tenga en gran estima por sus sufrimientos. Sin embargo, quienes nunca los perdonarán, serán sus semejantes, quienes los juzgarán y los condenarán al fuego eterno, amparándose en leyes generales que no incluyen casos particulares.
----------------------------------
JMI.-Ya veo que no acepta Ud. la doctrina de la Iglesia sobre el tema.
Pero no le voy a discutir, porque en InfoCatólica hemos publicado ya 20 o 50 artículos rebatiendo los argumentos que Ud. presenta, p.ej., que hay leyes generales que no incluyen los casos particulares.
28/03/17 9:28 PM
  
alberto pineda
Obviamente no le gustó mi comentario a quien está al mando y me lo borró. El santo oficio nunca dejará de existir.
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JMI.-También en esto ("me lo borró") se equivoca Ud.
28/03/17 9:30 PM
  
Juan Argento
Padre Iraburu, no sé si este comentario extemporáneo será leido alguna vez por Ud, pero hago la prueba. Quiero hacer un aporte y una pregunta sobre su respuesta al comentario de josep del 17/06/16 6:35 AM.

El aporte es que el estado en gracia de Dios de los Apóstoles excepto Judas es explícitamente afirmado por Jesús en dos ocasiones:

a. Como respuesta al pedido de Pedro de que le lave "no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza": "El que se ha bañado no tiene necesidad de lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos." (Jn 13,10).

b. En el discurso de despedida, cuando Judas ya no estaba: "Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado." (Jn 15,3).

La pregunta es: ¿Puede interpretarse que el bocado mojado (supongo en vino) que recibió Judas en Jn 13,26 era un alimento común de la cena pascual, en línea con la respuesta en Mt 26,23: "El que moja la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar" y en Mc 14,20: "Uno de los doce, el que moja conmigo en el plato."?
------------------------
JMI.-Me figuro que era un trozo del alimento común.
Pero es una opinión a ojo, sin ningún valor. Simplemente, no lo sabemos, porque nada dice de esto el evangelista.
17/10/17 2:15 AM

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