(342) Sínodo: agua y aceite. Oremos
–Según entiendo estamos en que sí, pero no, en el sentido de más bien…
–Yo prefiero decir más piadosamente: «bástale a cada día su afán».
El agua y el aceite no se pueden unir. Pueden estar en un mismo vaso, pero por mucho que se agiten y remuevan no pueden fundirse en uno. Esto es algo que cualquiera lo sabe. El agua es más densa y se queda abajo, mientras que el aceite queda en la superficie. Ese modo de inconciliabilidad que se da en el mundo físico, se da también, y de forma mucho más radical, en el espiritual.
El principio de no contradicción expresa la imposibilidad de que sean verdaderas tanto la afirmación como la negación de una misma proposición, que es considerada en el mismo sentido. Esa ley lógica es congénita a la naturaleza intelectual humana. Sin ella se cae en el agnosticismo absoluto, el nihilismo intelectual, el culto al absurdo.
Entre los actuales Padres del Sínodo hay unos que creen en ciertas doctrinas de la Iglesia y hay otros que no creen, que las rechazan. «Unos creyeron lo que les decía [la Iglesia], otros rehusaron creer» (Hch 28,24). Pueden estar reunidos todos en una misma Sala, pero es imposible que estén de acuerdo. El principio de contradicción lo impide. Tampoco puede ser plena la unión-comunión entre personas que en graves cuestiones piensan de forma contraria. Ni es posible que caminen juntos (syn-odos) aquellos que quieren ir al norte con aquellos otros que quieren ir al sur.
* * *
En el Sínodo actual se reúnen discípulos de Cristo que piensan de modos contrarios en graves cuestiones. Unos creen verdadero y lícito aquello que otros creen falso e ilícito. No hay posibilidad alguna de acuerdo entre ellos. Por una parte, es impensable que discrepancias doctrinales graves, que ya duran medio siglo –algunas mucho más– puedan llegar a disiparse con varios cientos de intervenciones de tres minutos y unas cuantas conversaciones en los Círculos menores. Por otra parte, en varias cuestiones graves, discuten sobre temas indiscutibles, que ya han sido enseñados con clara firmeza por la doctrina de la Iglesia, y que durante veinte siglos se han profesado y practicado en Oriente y Occidente.
–La anticoncepción. Unos Padres sinodales creen en la doctrina de la Iglesia, según la cual «la anticoncepción se ha de considerar objetivamente tan profundamente ilícita que jamás puede justificarse por razón ninguna» (Juan Pablo II, 17-9-83). Otros Padres sinodales, por el contrario, exigen que la Iglesia acepte como lícito el uso de la anticoncepción, al menos en ciertas circunstancias. Las dos doctrinas son absolutamente irreconciliables. No hay un tertium quid. Puede el Sínodo durar tres semanas o tres años. Una reconciliación, ni siquiera una aproximación, entre las dos posiciones mentales es imposible. Agua y aceite.
–El divorcio y el adulterio. Los sinodales que aceptan la doctrina de la Iglesia saben que el matrimonio es indisoluble y que ninguna razón puede justificar «la ruptura del vínculo conyugal», el divorcio; y menos aún el establecimiento de una nueva unión conyugal, que sería adulterio. Palabra de Cristo. Pero otros padres piensan y dicen públicamente que, en ciertas circunstancias, aunque el primer matrimonio hubiera establecido realmente un vínculo indisoluble, en determinadas circunstancias, éste puede ser disuelto, haciendo lícitas unas segundas nupcias. Y algunos dicen más: éstas segundas nupcias en muchos casos habrán de ser mantenidas con fidelidad perseverante, y tenidas como un regalo del cielo, un camino idóneo para lograr una mayor unión con Dios, una más profunda experiencia de su misericordia. Agua y aceite.
Las razones de quienes defienden la licitud del divorcio y del adulterio apenas merecen la pena de ser expuestas. Por ejemplo: –La misericordia de Pedro no puede ser menor que la de Moisés, que permitió el divorcio. Respuesta: –La misericordia de la Iglesia debe ser la de Cristo, que corrigió a Moisés. Otros arguyen: –El matrimonio es indisoluble, ciertamente; pero en algunos casos puede ser disuelto. Respuesta: –Disolver lo indisoluble… es una contradictio in terminis. Absurdo. La tesis no merece ser respondida. Y no pongo más ejemplos. Ninguno de ellos, por cierto, tiene ni un mínimo fundamento en Escritura, Tradición y Magisterio apostólico.
–La comunión eucarística de los divorciados vueltos a casar. «La Iglesia, fundándose en la Sagrada Escritura, reafirma su praxis de no admitir en la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez» (Familiaris consortio 84). Los Padres sinodales que creen en esta doctrina católica no están en plena comunión con aquellos otros que reclaman como un derecho de los cristianos que viven en adulterio la comunión eucarística. Agua y aceite.
Algunos arguyen, muy persuasivos: –Cristo comía con pecadores y publicanos. Respuesta: –Pero los llamaba a conversión, como a Zaqueo. Insisten: –Privar a esos padres de la comunión aleja a sus hijos de la Iglesia. Respuesta: –Lo que realmente daña a esos hijos no es la disciplina eucarística de la Iglesia, sino el hecho de que sus padres se divorcien y caigan en el adulterio. Alegan otros: –Es una crueldad inaceptable condenar a un inocente a vivir alejado de la Eucaristía. Rpta.: –No es un inocente, como señaló el Card. Erdo al comienzo del Sínodo. Es un marido que convive more uxorio con una mujer que no es su esposa. Es un adúltero. Palabra de Cristo. Insisten: –Pero el primer vínculo conyugal se rompió, y éste segundo dura fielmente durante años. Respuesta: –Si el primer vínculo es indisoluble, eso significa que no se puede disolver. Y por otra parte, la persistencia en una situación de pecado no acaba por hacerlo más respetable e incluso lícito, sino que agrava la culpa (cf. Catecismo 2384).
–Las uniones homosexuales. La Iglesia enseña que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados, son contrarios a la ley natural, son contra naturam. La Sagrada Escritura los presenta como depravaciones graves, que no pueden recibir aprobación en ningún caso (Catecismo 2357). Es imposible que los Padres sinodales que dan fe a esta doctrina de la Iglesia, creída siempre y en todas partes, puedan estar de acuerdo con otros Padres sinodales que, en ciertos casos y circunstancias, estiman lícito el establecimiento de una convivencia sexual estable entre personas del mismo sexo, y consideran que merecen el reconocimiento y la aceptación de la Iglesia. De hecho, en las naciones de los que así piensan hay sacerdotes que celebran en templos católicos, con la tolerancia de sus Obispos, ritos de bendición para parejas homosexuales Agua y aceite.
Renuncio aquí a presentar los «argumentos» que tratan de justificar tal pastoral, quizá en nombre de la misericordia de Dios. No valen nada.
–La existencia de actos intrínsecamente malos siempre ha sido afirmada por la Iglesia, pues es conforme a la razón y a la revelación de la Escritura. No podemos decir ni pensar «hagamos el mal para que venga el bien» (Rm 3,8); en otras palabras, no podemos creer que «el fin puede justificar los medios». Como enseña Juan Pablo II, «los preceptos morales negativos, es decir, aquéllos que prohiben algunos actos o comportamientos concretos como intrínsecamente malos, no admiten ninguna excepción legítima; no dejan ningún espacio moral aceptable para la “creatividad” de alguna determinación contraria» (enc. Veritatis splendor 67). Hay Padres sinodales que creen firmemente en la veracidad de esta doctrina católica, y que la aplican, por ejemplo, a la anticoncepción, al aborto, al adulterio. Pero otros Padres, antes del Sínodo y durante él mismo, afirman justamente lo contrario, y procuran en públicos escritos persuadir a otros de sus formidables errores. Agua y aceite.
No hay argumentos. No hay respuestas.
–Le unidad de la Iglesia en doctrina y disciplina pastoral, al menos en las cuestiones fundamentales, más directamente exigidas por la doctrina católica –en cuestiones menores hay y debe haber modos distintos según la tradición de las diversas Iglesias– es afirmada como una certeza de fe por muchos Padres sinodales: «un solo Señor, una fe, un bautismo» (Ef 4,6). Pero otros Padres propugnan públicamente, en el Sínodo y antes del Sínodo, que son los Obispos de una Iglesia local o de una misma área social y cultural los que deben aplicar la doctrina católica –intocable, por supuesto– en sus formas concretas a la anticoncepción, las relaciones prematrimoniales, el aborto, el divorcio, el adulterio, la disciplina eucarística, la ordenación de mujeres, etc. Agua y aceite.
Sin comentarios.
* * *
La Iglesia Católica es una. La unidad y la unicidad es nota constitutiva de la Iglesia. Es una la Iglesia porque es único el Cuerpo de Cristo, y es única su Esposa. Es una también porque todos sus fieles profesan una misma doctrina y viven según unas mismas normas morales y disciplinares. No sería una la Iglesia si en su interior convivieran algunos que creen en la Santísima Trinidad y otros que niegan el misterio de las tres Personas divinas. Si unos creyeran en la divinidad de Jesucristo y otros no. Si unos afirmaran que el fin justifica los medios y otros lo negaran. Si unos aceptaran en la fe el primado universal del Sucesor de Pedro y otros se obstinaran en negarla.
Por eso San Pablo exhorta: «Os ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros. Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir» (1Cor 1,10). Esa unidad intelectual de pensamiento es aún más importante y decisiva que la misma comunión de bienes materiales, en la que se expresaba que «la muchedumbre de los que habían creído tenía un corazón y un alma sola» (Hch 4,32).
Y eso nos hace pensar que la situación actual de la Iglesia, en la que conviven fieles, Obispos y Cardenales, ciertamente diferenciados en graves cuestiones de doctrina y disciplina, no puede durar mucho tiempo. Conviene recordar aquí al adagio clásico: nihil violentum durabile. No puede durar y perdurar en un ente indefinidamente algo que es contrario a su propia naturaleza.
* * *
La necesidad de orar por el Sínodo es, pues, sumamente urgente. No ganamos nada con ocultar en el silencio la situación actual de la Iglesia Católica. Hay teólogos y párrocos, Obispos y Cardenales, que poniendo en grave peligro la unidad de la Iglesia, declaran en público doctrinas y siguen públicamente prácticas que son absolutamente inadmisibles, porque contrarían de modo patente la doctrina y disciplina de la Santa Iglesia Católica, que es una y santa, apostólica y romana.
¿Qué remedio tiene esto? De nuestra parte, ninguno. De parte de Dios bueno, misericordioso, omnipotente, Padre que ha engendrado como hijos a los hijos de la Iglesia, sí tiene remedio, aunque no sepamos cuál, cómo y cuándo. «Lo que es imposible a los hombres, es posible para Dios» (Lc 18,30; cf. Jer 32,27).
Y la oración es el modo principal para conseguir lo imposible. «En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará… Pedid y recibiréis» (Jn 16,23). Pedir en el nombre de Jesús (Jn 14,13;15,16; Ef 5,20; Col 3,17) es pedir tomando a Jesús como abogado y mediador nuestro ante el Padre; y es también pedir participando de su actitud filial, hecha de amor pleno, de obediencia incondicional, de abandono confiado: «yo sé que siempre me escuchas» (Jn 11,42). Eso es pedir en el nombre de Jesús. «Os digo además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,19-20).
Y en ésas estamos. Veinte siglos llevamos pidiendo a Dios en la Misa «por tu Iglesia santa y católica, para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en la unidad y la gobiernes en el mundo entero, con tu servidor el Papa N., con nuestro Obispo N., y todos los demás obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe católica y apostólica» (Canon Romano). Y cuántas veces hemos rezado o escuchado esa oración sin acabar de creer, quizá, en su eficacia –lex orandi, lex credendi–. Esta oración de la Iglesia necesariamente consigue lo que pide. Hoy tenemos ocasión urgente para activar esta fe, que nos hace posible, sean cuales fueren las circunstancias de la Iglesia y del mundo, vivir «alegres en la esperanza» (Rm 12,12). Alegres, sí, y confiados. No lo olvidemos: «el Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría» (PP. Francisco, Evangelii gaudium, 5).
La Santísima Trinidad sostiene a la Iglesia y la guardará siempre. Confiemos en el Padre: «lo que mi Padre me dio es mejor que todo, y nadie podrá arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos una sola cosa» (Jn 10,29-30). Confiemos en Cristo: «¿Quién nos arrebatará al amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada?… En todas esas cosas vencemos por aquel que nos amó» (Rm 8,35-37). Confiemos en el Espíritu Santo: «Yo rogaré al Padre, y os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad» (Jn 14,16). Confiemos en la Virgen María, que guarda a sus hijos como verdadera Madre. Confiemos en los ángeles y en los santos, «por cuya intercesión confiamos obtener siempre Tu ayuda» (Plegaria euc. III).
Todo saldrá bien.
Con el favor de Dios.
José María Iraburu, sacerdote
Post post 1º. –Parece imposible que de la asamblea del Sínodo (agua y aceite) salga finalmente una Declaración final que pueda ser firmada por todos, a no ser que sea una Relatio que hable de las margaritas del cielo y de las nubes del campo. Y de hecho, llegan noticias fidedignas de que al terminar el Sínodo quizá no haya una Relatio finalis, y que incluso más tarde tampoco se publique una Exhortación post-sinodal pontificia –como no las hubo en los Sínodos de Pablo VI–, sino que se termine el Sínodo simplemente con un discurso del Papa Francisco.
Post post 2º. –En las actuales circunstancias algunos lectores pueden quizá verse confortados por dos artículos de este blog: (306) En las tormentas de la Iglesia, alegres en la esperanza (I), y (307) En las tormentas de la Iglesia, fe, esperanza y caridad (y II).
76 comentarios
El espíritu en mi interior me ha hecho madrugar. Pero tengo firme la confianza en el Señor.
El buen combate de la fe exige un espíritu valiente. La hora está cerca.
"El Espíritu y la Esposa dicen:!Ven Señor Jesus!"
¡Gracias!
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JMI.- Gracias por su gratitud.
Bendición +
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JMI.-La esperanza nos da alegría y paz.
Y ojo, que hay algo peor que ser frío o caliente: ser tibio.
Quienes creen que se puede conciliar lo irreconciliable son tan peligrosos o más que los que quieren llevar a la Iglesia por el camino del error.
Que el Señor les confunda y haga brillar la verdad.
Muchísimas gracias, Padre Iraburu, por este clarísimo post. Que el Espíritu Santo lo siga iluminando siempre. Sigo rezando por el Sínodo y también por Ud.
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JMI.-Amén.
Bendición +
Orar en la EUCARISTIA(DIOS), por el Cuerpo Mistico, el cuerpo de Cristo, por el Sinodo, siempre pensando primero en mi patria, y despúes en toda la Iglesia, que es de una BELLEZA, sin igual!!!!!!
Como pensaba el gran Sacerdote Argentino que tiene en su Blog.Yo naci en Argentina!!!!Si bién amaba a toda la Iglesia!!!.
Siempre alegres en la Esperanza,es todo muy claro, ruego que lo lean todos en mi patria, en la suya, y que llegue a todos los fieles,Sacerdotes, obispos,Cardenales, que los hay, confundidos pero de buena voluntad,
Que la Re Santisima Virgén Maria Madre de la Iglesia, ruegue, por la misma, a la EUCARISTIA, el Santo Rosario!!!
Que Dios lo bendiga, y bendiga a su familia, y al Padre Rivera que lo ayudo en su tratado, que Santo EHHH!!Hermano de Antonio Rivera Angel del Alcazar!!
Luego vino la Humanae Vitae. Ya conoce el revuelo que se armó. Como médico de cabecera le diré, que por pura Gracia de Dios y ayuda de la Virgen, era el único en mi ambulatorio que no recetaba, ni siquiera mandada por un ginecólogo, anticonceptivos. Y sobre el aborto, un compañero que estaba de acuerdo sobre él, y era ecologista, le pregunté que cómo siendo ecologista estaba a favor de eliminar niños. Me contestó que lo que pasaba era que yo era más ecologista que él. Por eso me encanta la Encíclica de Papa sobre el ecologismo.
Por todo ello sé que ahora, como antes, con la Gracia de Dios y protegidos bajo el manto de la Virgen, jamás mezclaremos agua con aceite. Quien no está con Cristo está contra Él. Y Cristo y yo, mayoría absoluta. Y esto da una seguridad, una confianza (con-fe), una paz y una alegría interior que ni el mismísimo Satanás, mientras no nos soltemos de la mano de Abba ni de Mamá, nos la puede arrebatar.
¡Sursum corda!.
PD.-Cada vez que entro en el ordenados, rezo un Bendita sea tu pureza y un Glora por todos los sacerdotes y religiosos.
Perdón por la extensión. Es que como cursillista estoy hecho a explicarme con testimonios y a ser un rollista empedernido, aunque con la edad me va costando un poco más.
Que a la Verdad la Expresen tan claramente, que sea leido, por favor!!!!!
Lo suplico de rodillas, por fieles, Sacerdotes, Obispos, que no se cierren en la Soberbia, en la obsecación, como le digo a mis hijos primero deben amar y/o obedecer a Cristo antes que a mi.
Que Dios lo bendiga, y lo haga por la Iglesia.
Soy muy necia pretendiendo hacer algo fuera de la oración y de mi necesidad de pedir la gracia necesaria.
Le mando un abrazo, padre I.
Gracias por su post.
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JMI.-Abrazo, Maricruz, y bendición +
Me quede pensando a mi como médico si, hago un mal diagnóstico, se me muere un enfermo.Es muy grave!!!!Vale mucho, 100 años de vida.???
Y el Alma, que es para toda la vida, usted está haciendo un diagnóstico claro, que a los que piensan en las almas, lo tienen que leer.Sin Diagnóstico no hay tratamiento, y en nuestros casos, deben ser parecidos, es de suma urgencia, y debe ser hecho sin decidia alguna.
En mi caso, diferencio la amistad, con una persona, que no me aporta la Verdad, y conozco, puedo tomar un Café, pero siempre, cuando no se, el verdadero amigo es el que sabe, el que está actualizado, en esté momento científico es muy grave!!!!Aca primero, luego y siempre CRISTO:
Que Dios lo bendiga y lo haga con la Iglesia.
No se puede pedir a Dios que haga milagros espirituales y nosotros quedarnos en un estado de pecado o de tibieza. Es tan importante la CONVERSION personal como la INTERCESION. La oración de intercesión es mas efectiva cuando se hace desde un corazón convertido, pues se realiza la intercesión desde la voluntad de Dios.
Elias estaba solo en su fidelidad a Dios, y se demostró que la oración del justo tiene mucho poder, como en la prueba del fuego sobre las ofrendas, o cuando el cielo se cerro de lluvias durante 3 años y medio, o cuando el cielo volvió a dar agua.
San francisco de Asis también ofreció la prueba de veracidad de pasar por el fuego al sultán y sus jefes religiosos y no se atrevieron a entrar a las llamas.
PARA DIOS NO HAY IMPOSIBLES.
Vivimos tiempos recios, pero todo sucede para el bien de los que aman a Dios. A fin de cuentas, nadie nos prometió que ser cristiano fuera a ser fácil.
Solo tengo una discrepancia. En mi país (Chile), antes de que se aprobara el divorcio (2005), la ley de nulidad era tan flexible que todas las personas que se separaban se "divorciaban" anulando el matrimonio.
Supongo que ahora en la Iglesia está también permitido el divorcio, pero con otro nombre...
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JMI.-Angelito...
Siga pidiendo, eso sí, por mi conversión.
Desde mi ignorancia,Padre, que pasaría? Que lectura debemos hacer? Para que sirvió el sínodo?
Gracias Pater por si instrucción.
In Iesu et Maria!
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JMI.-No se si pasará eso.
Pero si pasara... ni idea.
O sí: tirar adelante tratando de creer y vivir fielmente según la doctrina de la Iglesia, la doctrina de Cristo.
Que Dios lo bendiga y lo siga asistiendo.
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JMI.-Gracias, Ricardo.
Abrazo y bendición +
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JMI.-Si no hubiera exhortación post-sinodal del Papa, todos debemos seguir creyendo y viviendo la doctrina católica sobre esas cuestiones debatidas en el Sínodo, muy constante en veinte siglos, muy clara y cierta. Propiamente no hay confusión doctrinal en quien la sigue. Quien la rechaza, ése está en la oscuridad y, aunque no lo admite, está confundido.
Es posible que para instituciones humanas eso funcione. De hecho. funciona. Para un político, 2+2 no son 4 sino 5, porque si logra que se junten 4, nunca falta algún bobo curioso que se les sume y engorde las estadísticas.
Pero va a ser que la Iglesia es una institución de génesis divina, fundada por Cristo, a la cual no se le puede aplicar tu "lógica" mundana sin fracasar estrepitosamente. Cosa que le ha sucedido a más de uno en los últimos 2 milenios.
El Señor se vale de buenos sacerdotes como ud.
para fortalecer la fe de los creyentes.
Muchos catolicos pensamos siempre que la
mision del Vicario de Cristo era servir martirialmente,
como Pablo VI,a la verdad del Evangelio de Jesucristo.
Nadie nos tiene que enseñar lo que el mundo piensa,
dice y hace, en su gran mentira...
Precisamente la luz de Cristo que guia la mision
de la Iglesia aporta el contraste de la Verdad divina
Para que todos los hombres se salven.
Que tremenda desolacion y tristeza el espectaculo
de sacerdotes, obispos, cardenales y....
desorientados y desorientando,
diciendo que la nueva alquimia eclesial puede mezclar
agua y aceite, bien y mal...
Ademas, no importa porque eso de pecados mortales
y actos intrinsecamente malos ya no tiene sentido.
La iglesia parece que ha entrado en un laberinto....
Que el Señor le siga iluminando y guiando en su
servicio a la Verdad de Cristo.
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JMI.-No, no. La Iglesia no anda confusa, andando como en un laberinto, sin saber por dónde tirar... La Iglesia vive en Cristo, y él es el Camino. Más aún, la Iglesia es el Camino que revela siempre al que es el Camino, asistida por Dios, con una doctrina constante, clara y ciertísima, cuál es el camino a seguir. Concretamente tiene doctrina excelente y abundante sobre todos los temas debatidos en el Sínodo: matrimonio, indisolubilidad, divorcio, adulterio, relaciones prematrimoniales, homosexuales, etc. La doctrina de la Iglesia Católica la tenemos cierta, segura y clarísima.
Saludos cordiales.
Cordial saludo en Cristo y bendición +
A los que abogan por forzar la unidad a toda costa (incluso a costa de LA VERDAD), les recuerdo que el Reino de los Cielos se parece a un campo en el que crecen juntos el trigo y la cizaña HASTA el momento de la siega. Cada vez son más patentes las diferencias entre el trigo y la cizaña (o entre el aceite y el agua); de lo cual se deduce que el tiempo de la siega está cada vez más próximo.
Por ello debemos ORAR y TRABAJAR en, por y para nuestra conversión.
"El Espíritu y la Esposa dicen:¡Ven Señor Jesús!"
Y si esta todo tan claro, y esta todo tan bien, cual es el sentido de este post suyo?
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JMI.-Lo que digo en el artículo está muy claro.
Eso es lo que quiero decir: lo que digo.
Por otra parte, sería erróneo pensar que todo se reduce a predicar y a predicar bien, como si el acceso a la verdad, a vivir en ella, se tratara de un simple problema de conocimiento. La verdad es inaccesible sin conocimiento, ciertamente, pero no sólo es conocimiento.
Debemos encontrar el camino para atraer al hombre de nuestro tiempo. Y ya no valen las soluciones de épocas en las cuales el fondo de fe era sólido y empapaba todas las relaciones sociales. Esto se ha perdido por completo (¡a veces hasta en el seno de la propia Iglesia!).
Sí, con respecto a la verdad en sí misma, agua y aceite. Pero pastoralmente hemos de encontrar nuevos caminos que en ningún caso supongan su adulteración. Y aquí el símil de los dos líquidos incompatibles no es apropiado. La pastoral debe estar por completo en función de la verdad, de lo contrario, qué sentido tiene propagar el error. Este es el verdadero desafío: cómo poder transformar el corazón del hombre de hoy por una verdad que se torna imposible de vivir para aquel.
Paul Verlaine, grandísimo pecador, lo expresó hace más de cien años de una forma impresionante en este soneto tras su proceso de conversión:
J'ai peur Seigneur ... Mon âme en moi tressaille toute.
Je vois, je sens qu'il faut vous aimer. Mais comment
Moi, ceci, me ferais-je, ô mon Dieu, votre amant,
Ô Justice que la vertu des bons redoute?
Oui, comment? Car voici que s'ébranle la voûte
Où mon coeur creusait son ensevelissement
Et que je sens fluer à moi le firmament,
Et je vous dis : de vous à moi quelle est la route?
Tendez-moi votre main, que je puisse lever
Cette chair accroupie et cet esprit malade.
Mais recevoir jamais la céleste accolade,
Est-ce possible? Un jour, pouvoir la retrouver
Dans votre sein, sur votre coeur qui fut le nôtre,
La place où reposa la tête de l'apôtre?
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JMI.-Gracias por su análisis del artículo.
La experiencia personal mía no coincide con algunas de las cosas que usted dice. El hombre contemporáneo sigue siendo un "animal racional", y aunque su razón está, como usted índica, muy atrofiada por tantos condicionamientos negativos actuales, sigue teniendo capacidad (sobre todo con la ayuda de la gracia) para recibir la verdad de Cristo y de la Iglesia y para asimilarla.
Yo, como le digo, tengo experiencia de haber hablado "al hombre contemporáneo" claramente, comunicándole la luz de Cristo y de la Iglesia, y de haber sido entendido. De haber sido entendido a) para recibir la luz de Cristo, o b) para rechazarla.
No es tan ininteligible hoy el mensaje del Evangelio: en absoluto. Es muy sencillo y válido para todos los tiempos y culturas. También hoy para el hombre contemporáneo. "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán": siempre serán "actuales". "El que a vosotros oye, a Mí me oye".
Dice Vd. que la situación actual de la Iglesia no puede durar mucho más. Dios le oiga. Después de años de rebeldías y, por qué no decirlo, de batallas perdidas y de daño inconmensurable a muchas almas, es manifiesto y no se puede silenciar que dos banderas disputan ahora sobre la doctrina, la denostada doctrina católica, cara a cara (aunque las intervenciones en el sínodo no sean públicas) y de modo inconciliable (agua y aceite). Nadie ya puede afirmar que esto no es así.
La victoria está del lado del Señor, y de su Iglesia.
Tiene razon.La Iglesia imagen de la Trinidad Santisima,
La Iglesia de la Eucaristia, la Iglesia de nuestro Credo,
de nuestros martires y santos no puede andar en un laberinto.
Cristo el camino que nos lleva al Padre no es un laberinto.
Todo lo contrario es la Verdad, y nos ha dado el Espiritu de la Verdad.
Pero padre, !que gran decepcion tenemos muchos creyentes, no con
la Iglesia, madre que nos ha engendrado para Cristo y es maestra de
la Verdad, sino con muchos pastores, y muy especialmente creo
que con algunos de manera especial...
Soy catequista y me viene bien tener las ideas claras.
Hace mucho bien que existan sacerdotes como ud.
Me atrevo a decir que es lo mejor que nos han dejado -en el plano de la doctrina- Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Como dice ud, p. Iraburu, la doctrina de la Iglesia -y añado yo, expresada con lucidez y precisión, con orden, con belleza y actualidad, en el Catecismo- es totalmente luminosa.
Mi consejo, si les sirve de algo, es que volvamos a leer y releer y recontraleer el Catecismo y las Sagradas Escrituras, que con ellos nos bastan.
Su noble idea de cómo atraer a los que están alejados,
que probablemente tengan también algunos padres sinodales dispuestos sin embargo a mudar lo inmutable,
es cosa que se desvanece en este momento ante la imperiosa e inaplazable necesidad de declarar la Verdad de la familia en este sínodo de nuestras culpas.
Cuando murió Nuestro Señor, sólo estaban al pie de la cruz la Virgen María, unas cuantas y santas y valientes mujeres que la acompañaban, y Juan.
Los demás estaban en lo que hoy estamos. Ni más ni menos.
"Debemos encontrar el camino para atraer al hombre de nuestro tiempo"
Con todo el respeto hacia su opinion, considero
que este es el gran error que esta en la base de toda
la frenetica confusion de busqueda de soluciones pastorales magicas:
Encontrar algo que atraiga, porque lo que ofrecemos ya no sirve.
Cuando los ministros de la Iglesia ofrecen con humildad, verdad y sencillez
el evangelio de Jesucristo, la fuerza de la Palabra, el poder del
Espiritu Santo, eso es lo que atrae, lo unico que puede atraer.
No hay cosa mas ridicula que un pastor corriendo detras de las ovejas
con un señuelo, para "atraerlas"....
¿Hacia donde? ¿Hacia quien? ¿Para que?
Una tomadura de pelo total.
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JMI.-Tranquilo. No se sabe aún qué se va a hacer en el final.
Con ese orgullo no vamos a ningún lado. Claro que hay que ir detrás de las ovejas descarriadas, y más en estos tiempos, cuando en el redil sólo permanece una y ciento están perdidas, sin pastor.
No soy sacerdote, así que mi experiencia no es la del P. Iraburu. Dios no es una realidad evidente en nuestros tiempos. Creer es un don, pero también exige una disponibilidad y una apertura que un enorme número de nuestros contemporáneos sólo se plantean desde la desesperación y la desolación sin salida. El mensaje evangélico claro que posee una fuerza extraordinaria. Pero la experiencia humana de la soledad y la desolación también, y deja sus huellas y sus marcas. Esa es mi experiencia personal y profesional. Lo siento.
Repito: un poco de más humildad, por favor.
Espero que el Papa no haga de Don Tancredo y termine la faena como es debido, cortando las dos orejas y el rabo, dando una Exhortación postsinodal como Dios manda y los buenos aficionados católicos nos merecemos.
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JMI.-Gracias por su gratitud.
Bendición +
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JMI.-"La santidad no consiste en tener la mejor buena doctrina, sino en cómo vivimos la caridad con el prójimo".
No es buena cosa contraponer doctrina y caridad. Fe-esperanza-caridad van unidas y se potencian mutuamente. "El justo vive de la fe" (Rm 1) (que se expresa en la doctrina verdadera). Ella es el fundamento del edificio espiritual, que se consuma en la caridad. "La fe operante por la caridad" (Gal 5). Creciendo en la fe (en la buena doctrina), p.ej., conociendo más a Dios, viendo más a Cristo en el prójimo, se crece en la caridad a Dios y al prójimo. Y creciendo en la caridad, se purifica el corazón, y aumenta la fe. "Los limpios de corazón verán a Dios".
Yo también espero lo que Vd. espera: Una emulsión (una componenda).
Los números así lo dicen. Y el papa así lo reclama.
Lo que deseo, desde luego, es lo contrario, que no salga ninguna mayonesa.
Pero saldrá, lo nuestro es perder.
El Padre Iraburu utiliza el ejemplo del agua y el aceite como una metáfora o analogía, y todos sabemos que en toda analogía la correspondencia entre los analogados no es total o absoluta, pues siempre hay algo en lo que difieren.
Cierto que en el mundo físico se mezclan el agua y el aceite y se pueden dar esos buenos productos como son la nutritiva leche o el exquisito gazpacho.
Pero en el ámbito espiritual de la Fe católica la mezcla de la verdad con el error, del bien con el mal, de la recta pastoral que conduce a la salvación con la falsa pastoral que lleva al infierno, no daria sino el mal producto de una Iglesia cuya unidad en temas esenciales quedaría desvirtuada y por tanto que habría perdido una de sus notas irrenunciables.
Por ejemplo, sería una Iglesia desvirtuada en su Unidad aquella en la que diese igual creer en el Misterio de la Santísima Trinidad o no, creer en Cristo o no, admitir que tan bueno es comulgar en estado de gracia como estando en pecado mortal de adulterio o de sodomía, etc.
Por ello pienso que, de persistir ciertos Obispos y Cardenales en sus posiciones pastorales heterodoxas, habrá que declararlos como no pertenecientes a la Iglesia Católica y que ellos, como en su tiempo Lutero, formen una Iglesia a su medida pero no dentro de la misma Iglesia Católica. Si hemos sobrevivido a Lutero, también sobreviviremos a Kasper y sus secuaces.
No sé si bajo el actual papado u otro posterior, pero habrá que hacer una nueva Contrarreforma Católica para poner coto a esta nueva Reforma Kasperiana que tiene mucho de protestante.
Tengo la corazonada de que el Cardenal Sarah, que probablemente será el próximo Papa (Il Papa Nero) apoyado por los Obispos y Cardenales de la negritud católica y los demás que permanezcan fieles al depósito de la Fe, hará una profunda Contrarreforma que se oponga a la inicua y nueva Reforma que Kasper y otros quieren introducir en la Iglesia.
Con ello no pretendo decir, dándomelas de profeta, que vaya a ocurrir necesariamente así, sino que tengo el pálpito personal o corazonada de que es lo más probable que suceda entre las diversas opciones posibles.
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JMI.-Estoy acomplejado.
Aquí todos tienen bola de cristal para ver el futuro menos yo.
Jo.
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JMI.-Ya se ve que tiene usted una bola de cristal.
Me gustaría saber la marca y dónde la compró.
Gracias.
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JMI.-Lea, por favor, mi comentario al comentario de Gerardo.
Unos cuatro más arriba.
¿Quiere eso decir que se visualizará del todo?
Solo Dios lo sabe.
A ver si os entra ya en la cabeza y el corazón esto: la verdadera misericordia no consiste solo en perdonar el pecado sino en liberarnos de él por la gracia. Un perdón sin conversión no es otra cosa que una gran farsa. La farsa luterana, dicho sea de paso.
Si no aceptáis eso, hacedno al menos el favor de largaros al luteranismo o el anglicanismo, donde os acogerán de mil amores. Pero sí vais a ser católicos, sedlo de verdad. O si no, vamos a acabar muy mal.
Saludos cordiales.
A mi parecer los que quieren cambiar la doctrina de la Iglesia se enfrentan con una gran frustración y si sinceramente piensan que ellos tienen razón y la Iglesia ha estado equivocada y enseñado errores a lo largo de los siglos, lo que les conviene es unirse a la Iglesia Anglicana, que se acomoda perfectamente a sus expectativas, pero vean cuántos fieles les quedan a los anglicanos, y si no parecen curadores de museos.
"Orar por el Sínodo." ...¿ para qué ,? lo que Dios ha decidido que suceda, sucederá
""Pedid y se os dará..... pido que el Señor aparte a todos los traidores que "intentan" nulificar y despreciar Su sacrificio.....
."la gloriosa cruz de Cristo invita insistentemente a la alegría.......¿ cuál alegría , ver como destruyen los prïncipes de la Iglesia a la esposa del Cordero?.
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JMI.-Mal de ánimo la veo.
Le recomiendo leer los artículos que se indican en el Post post.2, al final del artículo.
Continuaremos esperando y confiando en DIOS y solicitando la intercesión y la protección de la Virgen María para todos los que están participando en el Sínodo de la Familia.
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JMI.-No hay colaboración más importante y valiosa con el Sínodo.
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JMI.-Pero cuánto saben de química algunos de mis lectores...
Cierto que desear que ocurra un cisma en la Iglesia es falta enorme de Caridad. Pero cuando el cisma ya se da de facto, no es falta de Caridad, sino todo lo contrario, diagnosticarlo como tal y declarar a los cismáticos como no pertenecientes a la IC.
Igual que desear que a alguien le salga un tumor maligno es una gran falta de Caridad, pero si de facto ya le ha salido, no es falta de Caridad el decírselo y diagnosticarselo y hacer todo lo posible por extirparlo; así ante una situación de cisma de facto en la Iglesia no es falta de Caridad el declararlo así por la Autoridad Eclesial competente y hacer todo lo posible por extirparlo, declarando a los cismáticos, si no se retractan, como no pertenecientes a la IC.
Si al final del Sínodo, algunos Cardenales y Obispos continúan en sus trece, aplicando una pastoral contraria al Depósito de la Fe, el cisma se dará de facto, y en tal caso el Papa no puede ponerse de perfil y habrá que declararlo solemnemente como cisma y hacer la correspondiente Contrarreforma como se hizo con el luteranismo Cuando surge un cisma no hay más opción que o Contrarreforma o destrucción de la Unidad doctrinal de la Iglesia.
De la situación de "Reforma o apostasía", tantas veces denunciada por el Padre Iraburu, hemos saltado, o estamos en grave riesgo de saltar, a un escalón más, a una nueva vuelta de tuerca, que no es otra que la situación de Contrarreforma o pérdida de la Unidad doctrinal de la Iglesia.
Sería terrible que la Iglesia dejase de ser Una doctrinalmente y en su seno conviviesen pacificamente, como si tal cosa, dos iglesias con doctrinas esencialmente contrapuestas. La Iglesia no puede ser como una muñeca rusa, dentro de la cual hay otra muñeca a gusto de los herejes.
O Contrarreforma o adios a la Unidad doctrinal de la Iglesia.
No todo lo que sucede en el mundo físico de manera satisfactoria tiene que suceder también en el mundo de lo espiritual, al que pertenece la Iglesia.
El agua y el aceite pueden mezclarse en el mundo físico, pero en el ámbito de la Fe de la Iglesia, la herejía y la vera doctrina conforme al Depósito de la Fe, no pueden mezclarse formando un todo satisfactorio, pues tal cosa equivaldría a romper la Unidad doctrinal de la Iglesia. La Iglesia Católica no puede ser mas que Una, y que dentro de ella hubiese una parte con una doctrina esencialmente distinta, atentaría contra la Unidad de la IC, atributo constitutivo irrenunciable de la misma.
"Si el silencio madura la espera, el amor no soporta el silencio". Sí,
estoy hablando de amor, porque amor a Dios es defenderlo cuando es necesario, y ahora lo es.
Gracias a todos los que lo hacen y a los que no lo hacen que Dios les conceda recapacitar antes de que sea demasiado tarde, también para ellos.
Gerardo: El verdadero amor al prójimo consiste en querer y procurar su verdadero bien. El mayor bien para cada uno de nosotros es, terminado nuestro peregrinar en esta vida, gozar de la presencia de Dios por toda la eternidad. La buena doctrina nos ayuda a clarificar dónde radica el verdadero bien para el hombre.
"Oré, y me fue dada la prudencia; supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la Sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y tuve por nada las riquezas en comparación con ella. No la igualé a la piedra más preciosa, porque todo el oro, comparado con ella, es un poco de arena; y la plata, a su lado, será considerada como barro. La amé más que a la salud y a la hermosura, y la quise más que a la luz del día, porque su resplandor no tiene ocaso. Junto con ella me vinieron todos los bienes, y ella tenía en sus manos una riqueza incalculable" (Sab 7,7-11).
Si puedes, continúa leyendo este capítulo 7 del libro de la Sabiduría. Todo el libro es hermoso. Bendiciones.
¡Muy buen post!
Respecto a éste sínodo, y a los sufrimientos que nos está trayendo, opino (espero) que traerá un gran bien a la Iglesia. Es una pena oir mala doctrina a quien debe enseñar la buena. Pero me parece que va a ser la ocasión para que afloren muchos errores prácticos, las malas conductas que se permitían sin juzgarlas.
Después de este sínodo espero (rezo por) que la doctrina referente a tantos puntos mal vividos quede reafirmada y confirmada de modo público y patente. Que nadie pueda dudar de la misma ni decir que no se ha enterado.
Para llegar a esa claridad "conviene" que totas las tonterías posibles queden dichas, para poder condenarlas todas. Lo que no quita que nos apenen los que defienden tonterías.
Lo dicho, ¡a rezar!, y a vivir en cristiano los propios compromisos familiares.
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JMI.-De ac (en inglés: OK).
Y que sea una gran ayuda para la conversión de todo aquel que viva en situación de pecado. Que ayude a la ruptura radical con Satanás y estimule a abrirse a la acción del Espíritu Santo.
Es decir: espero que este sínodo sea un momento de gracia.
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JMI.- La espera, por supuesto, que sea rezando, claro.
La doctrina de la Iglesia es buena, bella, dulce, bálsamo que cura, es el Amor de Dios que enseña la Iglesia al pueblo de Dios, aunque a veces la percibamos arisca y áspera. El problema lo tiene nuestro corazón que se resiste como gato panza arriba a arrodillarse ante Dios todopoderoso y decirle: "Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero, enséñame el camino.
Gracias Padre por recordar la Verdad en estos días de tormenta.
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JMI.-Bendición+
No es buena cosa contraponer doctrina y caridad. Fe-esperanza-caridad van unidas y se potencian mutuamente. "El justo vive de la fe" (Rm 1) (que se expresa en la doctrina verdadera). Ella es el fundamento del edificio espiritual, que se consuma en la caridad. "La fe operante por la caridad" (Gal 5). Creciendo en la fe (en la buena doctrina), p.ej., conociendo más a Dios, viendo más a Cristo en el prójimo, se crece en la caridad a Dios y al prójimo. Y creciendo en la caridad, se purifica el corazón, y aumenta la fe. "Los limpios de corazón verán a Dios".
Muy hemoso y cierto Estimado Padre!!!!!!ES por eso que defiende la Verdad, como se nota, justamente en lo que manifiesta, las faltas de Caridad, son por todo lo que usted manifiesta!!!Amor al Prójimo es imposible, ver al hermano, el mandamiento!!!Que un mandamiento!!!, en cada misa pasa lo mismo!!Amarnos los unos a otros, como EL, nos amo es Imposible!!!!!!"Por sus frutos los conocereís, y se conocen""
Que Dios lo siga Bendiciendo.Y que por favor que veamos la verdad, el fruto es el amor al prójimo!!!
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JMI.-Desde luego, si crecemos en la fe, en la verdadera doctrina de Cristo y de la Iglesia, el primero que sale ganando es el prójimo.
Bueno, uno mismo. Porque ama más a Dios y al prójimo. Y con toda facilidad.
y para amar al prójimo, el prójimo!!!!!!!!
Gracias a Dios tuve muy buenos maestros en este tema, la Iglesia es una Maravilla!!!!!!!!!!!
Es muy desproporcionado lo que uno recibe de la misma, la indignidad, va creciendo, pero con eso el prójimo se beneficia siempre.
La Verdad a nuestro alrededor, el bien que se puede hacer, no se entiende, no es sólo como usted manifesto en el ulltimo comentario hacia mi.El prójimo el pimer beneficiado!!!!la Verdad a nuestro Alrededor!!!!
Que Dios lo bendiga!!!!!
Hemos pérdido el sentido del por qué suceden estos hechos en nuestra Iglesia. Y sin embargo, la evidencia apunta a que no hay más causa que nuestros pecados y esta situación de duplicidad espiritual individual.
Perdemos el tiempo en vanales discusiones sobre quién o quienes son los causantes de la actual crisis en nuestra Iglesia; nos rasgamos las vestiduras de si tal cardenal o tal obispo; de si tal doctrina o tal pastoral; mientras que al mismo tiempo perdemos de vista la evidente inconsistecia de nuestra propia espiritualidad por un lado, con nuestra mundanal vida por otro.
Lógicamente, esta situación conlleva un castigo acorde a esta duplicidad inconciliable que no puede tener mas justa pena, que la Dios impone a los católicos en las presentes circunstancias, concediéndonos una iglesia desordenada que en el fondo deseamos.
¿No queremos vivir según la Doctrina, la Fé y los Mandamientos que El nos enseñó? ¿No queremos Su Verdad y Su Camino? Pues entonces escogemos nuestra propia verdad y nuestro propio camino, CASTIGO JUSTISIMO acorde a nuestra propia elección.
¿Consecuencias? Son evidentísimas. Nueva doctrina, nueva fe y nuevos mandamientos.
Gracias P. Iraburu, por describir a la perfección y recordarme el fiel reflejo de lo que soy: Un vaso de aceite y agua.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa.
Voy a aportar mi botoncito de muestra de este asqueroso aceite: Fragmento de una conferencia sobre la fe grabada y alojada en la página de youtube de mi diócesis. El conferenciante es un párroco con mucha estimación en las altas esferas provinciales y profesor del instituto teológico. Aquí no hay seminario, gracias a Dios.
Esta mañana, una alumna me ha dicho:
-“Javi, para creer en Dios, no hace falta creer en la Iglesia”.
-“No, claro, ¡faltaría más! Dios es un huésped sumamente agradecido y a quien le quiere acoger, le acoge casi sin condiciones”.
Pero también le he dicho: -“Yo, personalmente, soy de los que, a lo mejor porque soy más débil, necesito caminar hacia él con otros. Las religiones tienen un papel de mediación. Ellas no son la meta, ellas no son la obra de arte; ellas sólo guían y acompañan”.
Tenemos que ver los acontecimientos con los ojos de la fe, pues nada pasa por casualidad, sino que todo esta dirigido por la Divina Providencia.
Nunca en la historia de la Iglesia, obispos reunidos con el obispo de Roma, habían parido un documento como la Relatio post diseeptationem, del año pasado, la cual mancho el honor de la Sede Apostólica al poner al hombre en el lugar de Dios, pues se puso entre dicho la ley eterna de Dios.
Yo considero un aplastante signo para los católicos de hoy en día, que la Relatio post disceptationem haiga emergido el 13 de octubre, es decir en el aniversario del milagro del sol de Fátima.
Tuvieron que pasar 97 años para que conociéramos la razón del porque la Virgen escogió esa fecha.
Todo lo anterior queda confirmado cuando vemos que en el aniversario numero 56 del milagro del sol, es decir el 13 de octubre de 1973 nuestra Señora de Akita (apariciones aprobadas) exactamente 41 años antes que emergiera la Relatio post disceptationem, profetizo que la Iglesia se llenaría de eclesiásticos que aceptaría componendas, y se llevarían consigo a muchas almas al infierno, perseguirían a los buenos sacerdotes, es decir tenderían poder dentro de la Iglesia, habría confrontaciones cardenales contra cardenales, obispos contra obispo.
Saludos cordiales.
Padre JMI, seguro que me expresé mal, pero mi comentario no habla de química sino de vida. Me he esforzado en adquirir ínfimos conocimientos químicos para poder entender, un poquito, el ‘misterio’ vida. No me ocurre como al papa Francisco que tiene estudios superiores en Química. Todos vemos que el aceite no se mezcla con el agua y todos vemos que el Sol se mueve girando alrededor de la Tierra. ¿Está seguro, padre, que en la dolorosísima contrarreforma, de la que algunos hablan en sus comentarios, Jesús hubiera dicho lo mismo que la iglesia católica imponía?
Pepito: La vida, entre otras cosas, es ‘aceite’ y ‘agua’ interactuando en el medio físico adecuado. Si el medio no es satisfactorio para la vida esta se extermina. Si la vida tiene que producir otra vida no lo puede hacer. Si no se puede producir nueva vida ¿hay espíritu en el exterminio, en la nada, dónde está el espíritu si no permite que exista vida? Un ser humano es humano porque es un ser vivo, o sea vida.
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JMI.-Qué verdad tan grande.
Ahora los niños .que se preparan para la primera comunion,(Al menos en mi parroquia), no se arrodillan durante la consagracion eucaristica. Tampoco en la exposicion del Ssmo. Sacramento, donde siguen sentados,sin una oracion introductoria para saludar la presencia Real..Ademas de tomar la sagrada forma en la mano.(sin lugar a otra opcion).
Y yo me digo, preocupada: ¿Es que ya no se tiene en cuenta la aseveracion tan importante como necesaria para nuestra salvacion? :"Ante El se doblara toda rodilla y toda lengua confesara que Jesucristo es Dios gloria del Padre".
En el mundo físico la mezcla entre el agua y el aceite puede ser todo lo satisfactoria que quieras, pero que en el seno de la misma Iglesia Católica se mezclen la Doctrina y Pastoral verdaderas con la doctrina y pastoral falsas sería nefasto y atentaría contra la Unidad de la Iglesia. En este caso, mejor que el agua o Doctrina y Pastoral verdadera se mantenga aparte y no mezclada con el aceite o doctrina y pastoral falsas.
No se puede extrapolar al cien por cien lo que ocurre y es satisfactorio en el mundo físico al mundo espiritual y eclesial. Toda analogía tiene sus límites, y por ello un antiguo aforismo escolástico dice que "en toda analogía lo de menos es la igualdad y lo máximo la desigualdad."
No conozco las posturas de los padres sinodales ni pretendo defender "a ninguna parte". (Y de hecho, ¿quién ha dicho que existan partes?). Sin embargo, Ud. debe saber que algunas cosas que ha escrito o no son ciertas o los padres sinodales no están hablando sobre eso:
1.- Anticoncepción: Nadie dice que la anticoncepción sea lícita (cite a algún padre sinodal). Pero nuestro amado Benedicto XVI ya señaló en este caso en concreto que, en ocasiones, cometer un error menos grave que el que se cometía por costumbre denota un esfuerzo hacia la santidad y la conversión. No elimina que sea un error, pero ese camino de conversión ¿no debe ser apoyado?
2.- Divorcio, adulterio y sagrada comunión: Nadie duda de la indisolubilidad del matrimonio y del pecado mortal del adulterio (cite a algún padre sinodal). Pero el mismo catecismo señala que las nuevas convivencias a veces no pueden ser disueltas sin falta. En esa situación, incluso conviviendo en castidad, la práctica pastoral niega la Eucaristía para evitar escándalo. ¿Debe primar el escándalo y la apariencia en lugar del bien del fiel?
3.- Homosexuales: Nadie duda del desorden de la homosexualidad (¿alguna cita?). Sin embargo hay una grave diferencia entre el trato dentro de la Iglesia a jóvenes heterosexuales que viven en pecado y a homosexuales en pecado. ¿Por qué? ¿el camino de conversión de unos y otros es tan distinto?
4.- Unidad de la Iglesia: Nadie duda de que haya unidad sobre lo que es correcto y lo que es pecado (Como siempre ¿alguna cita tiene al contrario?). Pero la práctica pastoral en multitud de temas es local (y si no, buen ejemplo tenemos con la pérdida del latín, el uso de lenguas vernáculas en la liturgia y la comunión en la mano). ¿Por qué tenemos miedo a plantear qué pastoral necesita una sociedad lacerada por primera vez en la historia por un 60% de parejas divorciadas? ¿No es evidente que hay una acuciante necesidad pastoral que no existe en otras comunidades?
Lamento que desde su blog, en lugar de promover la oración y la unidad por la Iglesia en un momento tan importante como este, se dedique Ud. a escribir un panfleto que habla y fomenta una situación imaginaria de división. Sabe Ud. que no hace honor a la verdad. Bendito sea Dios que utiliza a pastores imperfectos para cuidar a su grey de forma perfecta. En Cristo
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JMI.-"No conozco las posturas de los padres sinodales"...
Ya se nota.
Lo que no se entiende es que no conociiéndolas afirme usted tranquilamente "Nadie niega..."
Le recomiendo leer las POLÉMICAS MATRIMONIALES de Bruno, en donde se exponen y se responden desde la doctrina católica todas las posiciones encontradas que ahora se dan en el Sínodo.
“Que sí, que en el mundo físico ocurre eso que dices y mucho más.”
Diga usted qué ‘mucho más’ ocurre. Nunca he atribuido al mundo físico satisfacciones. Afirmo que la vida nunca puede existir sin las condiciones adecuadas éstas, si queremos la vida nunca se pueden negar. ¿Puede existir un mundo eclesial sin vida?¿Puede existir la espiritualidad sin vida?
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JMI.-Estén tranquilos los lectores.
Ya no encontrarán en esta Sala de Comentarios ningún otro que haga relación a la posibilidad física de que agua y aceite se unan.
Ya.
Qué fácil nos sería comprender que no se puede recibir la comunión viviendo en adulterio o con sexo fuera del matrimonio ENTRE UN VARÓN Y UNA MUJER O ENTRE DOS VARONES O DOS MUJERES. PORQUE EL SEXO SOLO SE PUEDE TENER DENTRO DEL VERDADERO MATRIMONIO.
Y JESÚS VERDADERAMENTE PRESENTE EN LA EUCARISTÍA NO PUEDE ENTRAR EN UN ALMA HABITADA POR EL DEMONIO. Eso es estar en pecado.
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JMI.-Así es.
Pero eso no le exime a usted del grave pecado de escribir con mayúsculas.
Tres Avemarías de penitencia más el IVA.
Adúltero: hombre que hoy va con una y mañana con otra, engañando a su esposa. Sus hijos reciben un pésimo ejemplo, su esposa sufre, es un hogar roto y desestructurado que va al desastre.
Adúltero: Hombre serio, que educa a sus hijos en Jesucristo, respetuoso y fiel a su esposa, por la que se desvive. En su juventud se equivocó, i ahora se ha casado por segunda vez, haciendo un gran bien a los hijos de ambos, i construyendo una familia cristiana.
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JMI.-El principio de no contradicción funciona.
Sigue funcionando. Y siempre estará vigente.
Está en la naturaleza humana que Dios creó y que mantiene en su ser.
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JMI.-Bendición +
The world hopes for even more passionate writers
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