(297) Sínodos 2014-2015. Reflexiones italianas
Frontal de altar, Esquiu, Cataluña - s.XII
–¿Y no le cansa escribir sobre el Sínodo?
–Sí me cansa, pero me veo obligado a hacerlo.
Voy a traducir y comentar algunos artículos recientes de autores italianos sobre el Sínodo. Y añadiré al final algunas consideraciones propias. Los subrayados de los textos que cito normalmente son míos, y también –pido perdón– es mía la traducción.
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–Andrea Riccardi,
profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Roma-III, colaborador de las reuniones de Asís, fundador de la Comunidad de San Egidio, promotor del ecumenismo y del diálogo en el mundo, ministro que fue del gobierno de Italia, ve en la visita del Papa Francisco a Turquía un signo de la madurez de su pontificado (“Il Corriere della Sera” 30-XI-2014).
Reconoce, sin embargo, que en el interior de la Iglesia no faltan «obispos y cardenales críticos sobre su actuación como Papa… Busca “agradar” demasiado, dicen, dando la impresión de un mensaje cristiano “alargable”… Francisco no suscita unanimidad»… Sobre todo en el gobierno, «la sintonía con él no parece fuerte». En cuanto al reciente Sínodo, cree que el Papa «no ha convocado dos Sínodos sobre la familia para confirmar lo existente». Por lo demás, él está firmemente convencido, como declaraba en una conferencia en la Universidad de Comillas (España), de que la revolución del Papa Francisco «es una revolución del Espíritu Santo y, como tal, es imparable» (RD 6-X-2014).
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–Enrico Cattaneo, S. J.,
profesor ordinario de Patrología y Teología fundamental en la Pontificia Facultad de Italia Meridional (Nápoles), citando el escrito aludido de Riccardi, en su artículo Un pontificato per far emergere l’apostasia silenziosa (“La nuova Bussola Quotidiana” 5-XII-2014), reflexiona sobre la situación actual de la Iglesia, y la analiza con ocasión del Sínodo de la familia, iniciado en octubre de 2014, que se completará, Dios mediante, en octubre de 2015.
«Se oye decir con frecuencia que el Papa “no ha convocado dos Sínodos sobre la familia para confirmar lo ya existente”. Todos están, pues, esperando cambios, “aperturas”. Pero ¿a qué? ¿En qué dirección? Y por otra parte ¿qué es “lo existente”? Si lo existente es la doctrina, todos han dicho y repetido que “la doctrina no se toca”. Consiguientemente, lo existente se refiere a la práctica.
«Ahora bien, no es un misterio que, por lo menos a partir de la Humanæ vitæ de Pablo VI (1968), la recepción del magisterio por parte de teólogos y pastores ha sido dificultosa, y la práctica se ha alejado de la doctrina, que ciertamente no ha faltado. Recordemos que durante el pontificado de San Juan Pablo II ya se celebró un Sínodo sobre la familia (1980), seguido de la exortación apostólica Familiaris consortio. Se publicaron después una Carta de los derechos de la familia (1983) y una Carta a las familias (1994). Actualmente tenemos el Cuestionario enviado para la preparación del Sínodo, que ha fotografiado una situación sin duda no tranquilizante. De hecho, hay un separación entre la doctrina moral de la Iglesia y su efectiva recepción.
«A mi entender, lo más preocupante no son las faltas en sí mismas –siempre ha habido dificultad para observar las normas morales–, sino su formulación como teorías que han de reconsiderarse en sentido positivo. En efecto, una buena parte de los católicos –y quizá sobre todo entre los intelectuales– sigue más bien la moral laica dominante, según la cual, por dar algunos ejemplos concretos, emplear los anticonceptivos es normal; tomar la“píldora del día siguiente” es algo aceptable; el aborto no, por favor, aunque si una mujer lo pide ¿por qué negárselo?: después de todo, en algunos casos se requiere, como cuando un diagnóstico prenatal revela alguna anomalía, o en caso de violación, etc. En cuanto a la fecundación artificial, homóloga o heteróloga, es considerada como un progreso. No hablemos de la cultura homosexualista, que hoy parece ser aceptada pot muchos también en la Iglesia, al menos en sus prespuestos generales, es decir, que la homosexualidad es un realidad de la naturaleza, y que por tanto nada tiene de pecaminoso, más aún, es portadora de valores positivos; y que la convivencia homosexual ha de ser tutelada de algún modo, aunque no sea equiparada a la “familia” [Cf. Sínodo-2014, Relatio post disceptationem nn. 50-52].
«Pues bien, si es esto “lo existente”, ¿qué está llamado a hacer el Sínodo? Ciertamente el Papa Francisco fomenta la libre discusión e invita a tomar opciones pastorales valientes; pero ¿qué significa esto? No estoy tan seguro, como parece estarlo Riccardi y muchos otros, de que el Papa tenga in mente una “apertura” sobre la familia. ¿Qué significa afirmar que después de este Sínodo “no se hablará ya como antes de la familia”? ¿Quiere decir que se debe hablar de “familias” en plural, es decir, de varios tipos de familia –hetero, homo, soltero, triple, etc–? ¿Significa que se encontrará una vía para admitir a la Comunión a los divorciados recasados sin pasar por una declaración de nulidad? Pero en esta cuestión lo existente se nos ha ido ya en muchos casos de la mano: en algunas parroquias los divorciados vueltos a casar son admitidos tranquilamente a la comunión; en otras no se andan con sutilezas para distinguir entre casados, convivientes, divorciados recasados, sino que todos son admitidos a la Comunión. Y ya que estamos en el campo de la Liturgia ¿qué decir de aquellas parroquias –en realidad, no muchas– donde actualmente son los laicos –hombres y mujeres– quienes presiden no solo la liturgia de la Palabra en ausencia de presbítero, sino que también celebran la Eucaristía?
«Así las cosas, el camino promovido podría ir en dos sentidos. Uno, legalizar, por así decirlo, todo este distanciamiento, realizando una especie de “condonación”, más aún, justificándolo con algún pequeño ajuste –si se quiere, todo puede justificarse, recurriendo a la hermenéutica–. Sería decir “queridos hermanos, venimos andando por un camino errado, y debemos cambiar la dirección, porque la anterior opción no lleva a ninguna parte; más aún, lleva a la perdición; debemos volver seriamente a la Palabra de Dios, empezando por los mandamientos; debemos re-centrarnos en Cristo y en su gracia, sin la cual nada es posible. Éstos son los cambios que el Señor nos pide”. En mi opinión, el Papa no ha tomado todavía una posición, como algunos hacen creer, sino que está poniendo las bases sin las cuales no es posible ningún camino, esto es: Cristo, su gracia, el Espíritu Santo, la Palabra, la Iglesia, los Sacramentos, el sentido del pecado, el redescubrimiento de la misericordia divina.
«Pero yo me pregunto, teniendo en cuenta el aire que se respiraba en el Sínodo: ¿estamos tan ciegos que ya no nos damos cuenta de esta “apostasía silenciosa”, de este “cisma oculto”, que ha afectado al catolicismo? Ésta es, pues, una posible interpretación de este difícil pontificado, el del Papa Francisco. Quizá el Señor le ha dado la misión de hacer que se manifieste ese mal escondido –llamémoslo corrupción [marciume], como lo hacía el Cardenal Ratzinger–, porque quiere purificar su Iglesia. Esta operación lleva consigo dos momentos distintos, pero correlativos: el diagnóstico que se hace a la luz de la Palabra y del Magisterio de la Iglesia, no en base a la doctrina del mundo; y la terapia, que es la usada por Jesús en el Evangelio. El diagnóstico, si ha de ser verdadero, si no tiene uno los ojos tapados, es preocupante. Y vendrá después también el momento de reafirmar la doctrina.
«El verdadero problema está en “la terapia”. Hoy no basta simplemente con repetir la doctrina, porque el pueblo cristiano en la práctica no la recibe ya, está demasiado débil, enfermo espiritualmente, atontado por la lógica mundana, desorientado por las concesiones de pastores y teólogos. Así las cosas, es necesario partir del ABC del cristianismo, como lo está haciendo el Papa Francisco, para “atraer” los hombres a Cristo. Y a diferencia del cristiano “enfermo”, que reconoce serlo –ser pecador–, está el cristiano “justo”, o que cree serlo, el que se indigna ante la misericordia del Padre y se cierra en su “dureza de corazón”. Estamos de nuevo en la parábola del “hijo pródigo” o del “Padre misericordioso”, con sus dos hijos: el menor que, pecador y medio muerto de hambre, tiene sin embargo la humildad de volver a la casa del padre, y el mayor, el observante, que se indigna por la acogida “excesiva” concedida a su hermano, y que no quiere participar en la fiesta. Si ésta es de verdad la misión del Papa Francisco, será entonces algo que puede llevarlo al martirio».
Como es normal, algunos lectores aceptarán todo o parte de lo dicho por Cattaneo, y otros lo rechazarán por completo. En todo caso, responde lo que ha escrito al título, un tanto enigmático, de su artículo: Un pontificato per far emergere l’apostasía silenziosa. A mi entender, describe Cattaneo con lucidez una situación de Iglesia en la que se da un distanciamento abismal entre la doctrina y la vida práctica de los bautizados –bastaría considerar que en muchas Iglesias locales una amplísima mayoría no asisten a la Misa dominical y los matrimonios, también mayoritariamente, usan anticonceptivos–. Muestra, pues, así que, sobre todo en Occidente, no pocas Iglesias malviven en un estado de grave enfermedad. Acierta al afirmar con serena claridad lo que normalmente se oculta: que la Iglesia internamente está afectada por una «apostasia silenziosa» y por un «cisma sommerso». Y también dice bien cuando muestra la necesidad, señalada por el Papa Francisco, de reiniciar la Iglesia comenzando por el ABC de la fe.
Se equivoca, en cambio, Cattaneo cuando en el último párrafo establece un cierto paralelismo entre la situación actual de la Iglesia y «la parábola del hijo pródigo». Como hemos visto, afirma que hoy se da en la Iglesia un «cisma oculto». Ahora bien, el cisma, muchas veces unido a la herejía, produce excomunión de la unidad de la Iglesia (Código 751 y 1364). Consiguientemente, si es real ese cisma oculto, el enfrentamiento interno inevitable no se da hoy entre los cristianos alejados y los practicantes, ni entre los pecadores y los virtuosos, sino entre los que, manteniéndose en la Comunión eclesial, profesan la fe católica y los que, separándose de ella, la niegan: es decir, entre ortodoxos y cismáticos, entre creyentes fieles y herejes o cripto-herejes. La «parábola del hijo pródigo» no viene, pues, al caso. Más oportuno, pues, habría sido que para explicar lo existente recordara «la parábola del trigo y de la cizaña».
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–Matteo Matzuzzi,
periodista graduado en Política Internacional (universidad de Padua), en su artículo Un nuovo questionario per far digerire le «tesi Kasper» (“La nueva Bussola Quotidiana” 7-XII-2014) escribe:
«Un nuevo Cuestionario se enviará a las diócesis de todo el mundo para estimular la participación de los fieles en el último y decisivo paso sinodal, el que llevará a la decisión del Papa, que se espera sea a comienzos del 2016 […] No sólo la Relatio Synodi publicada el pasado 18 de octubre se hará más comprensible al ser transformada en una serie de preguntas, sino que todos los capítulos serán objeto de discusión. También aquellos tres que fueron rechazados por los padres sinodales y que, sin la decisión de Francisco de introducirlos igualmente en el documento final, hubieran sido eliminados. […] Lo acostumbrado era, de hecho, que las proposiciones que no habían logrado la mayoría cualificada de dos tercios de votos favorables no podían ser consideradas como parte integrante de la Relatio final. Esta vez, en cambio, sí». Por tanto, entrarán en la discusión y el profundizamiento cuestiones como «el acceso de los divorciados recasados a la comunión y la apertura a las parejas formadas por personas homosexuales» […]
De este modo «el texto [del cuestionario] recibe masivamente las tesis presentadas por el cardenal Walter Kasper en la exposición de febrero, ante los Cardenales reunidos en Consistorio» […] A pesar de que el trabajo de los Círculos menores negó la aprobación a sus tesis más inaceptables, «ya el Cardenal Kasper afirmó que la discusión no se había cerrado, y que estaba convencido de que al final “tendremos un amplio consenso”. Algo semejante dijo el Cardenal Arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, cuando recordó que también los documentos del Concilio Vaticano II fueron muy escasamente aplaudidos al inicio, y sin embargo finalmente fueron aprobados por unanimidad».
«No todas las conferencias episcopales se esperaban un nuevo cuestionario. Un caso significativo es el de la Conferencia episcopal francesa, que hace pocas semanas, en la asamblea anual de otoño, «rechazó con fuerza el envío de nuevas preguntas a las diócesis y parroquias del país».
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–El Cardenal Lorenzo Baldisseri,
secretario general del Sínodo,envió la Relatio Synodi como Lineamenta para la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo (octubre de 2015). Y comunicó que «a los Lineamenta se añade una serie de preguntas para conocer la recepción del documento y para solicitar la profundización del trabajo iniciado en el curso de la Asamblea Extraordinaria», la de octubre de 2014. El documento se titula Domande per la recezione e l’approfondimento della Relatio Synodi (lo citaré como Cuestionario). Y agrega al final de su prefacio:
«Se invita a las Conferencias Episcopales a elegir la modalidad adecuada a este fin, incorporando todos los componentes de la iglesia particular (coinvolgendo tutte le componenti delle chiese particolari) y a las instituciones académicas, organizaciones, asociaciones laicas y demás grupos eclesiales» [¡¡–!!]…
El Cardenal Baldisseri ya sabe que el sacramento del Orden, constituyendo a los Obispos –unos 5.000 hoy en la Iglesia– Sucesores de los Apóstoles, en comunión con Pedro, les confiere por la efusión del Espíritu Santo una especial misión y asistencia en orden a predicar el Evangelio y enseñar con autoridad al pueblo que les ha sido confiado (Vaticano II, Lumen gentium 21, 24, 25). Y que esa especial asistencia del Espíritu Santo, en modo subordinado, se da también sacramentalmente a los presbíteros (Presbyterorum ordinis 2 y 4).
Sin embargo, desvaneciendo la distinción entra la Ecclesia docens y la discens, estima el Sr. Cardenal que tanta más luz se conseguirá hoy sobre temas tan graves como la comunión de los adúlteros y las uniones homosexuales si se solicita y consigue en la mayor medida posible la opinión del pueblo cristiano –son más de 1.000 millones de católicos–, que en estas gravísimas cuestiones se supone suficientemente informado de «los pensamientos de Dios», tan diferentes del pensamiento de los hombres (Is 55,8-9): pensamientos que la Revelación divina nos ha manifestado en la Escritura, la Tradición y el Magisterio apostólico. Pero esta suposición es falsa. Y solamente un voluntarismo ideológico puede dar por verdadera.
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Basílica de S. Apolinar -Ravena, s. VI
Me permito añadir algunas reflexiones mías, aunque no sean italianas. Como ya hemos visto, los Lineamenta y el Cuestionario –que en cierto modo lo resume– vienen a ser el Instrumentum laboris para el Sínodo de octubre de 2015. Limito aquí mi comentario a un solo punto, el que trata de la nueva pastoral para los divorciados vueltos a casar, partiendo de los documentos que han de ser profundizados:
–Relatio Synodi (Lineamenta) nº 52:
«Se ha reflexionado sobre la posibilidad de que los divorciados y casados de nuevo accedan a los sacramentos de la penitencia y de la eucaritía. Varios Padres sinodales han insistido a favor de la disciplina actual, en virtud de la relación constitutiva entre la participación en la eucaristía y la comunión con la Iglesia y con su enseñanza sobre el matrimonio indisoluble. Otros se han expresado a favor de una acogida no generalizada en el banquete eucarístico, en algunas situaciones particulares y bajo condiciones muy precisas, sobre todo cuando se trata de casos irreversibles y relacionados con obligaciones morales para con los hijos, que acabarían padeciendo sufrimientos injustos. El acceso eventual a los sacramentos debería ir precedido de un itinerario penitencial bajo la reesponsabilidad del obispo diocesano. Hay que profundizar aún en esta cuestión, teniendo muy presente la distinción entre situación objetiva de pecado y circunstancias atenuantes, dado que “la imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas” debido a diferentes “factores psíquicos o sociales” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1735).
Este número de los Lineamenta viene expresado en el
–Cuestionario, nº 38:
«La pastoral sacramental en relación con los divorciados vueltos a casar necesita una profundización ulterior. Debe, a este respecto, valorarse también la práctica de la Iglesia ortodoxa y tener presente “la distinción entre situación objetiva de pecado y circunstancias atenuantes” (n. 52). ¿En qué perspectivas habría que moverse? ¿Qué pasos sería posible dar? ¿Que sugerencias se ofrecen para poner remedia a impedimentos que no corresponden o que no son necesarios?». Comentaré varios puntos.
Van mis comentarios.
Parece ser que, en su conjunto, el Instrumentum laboris enviado a todos los Obispos del mundo en orden al Sínodo-2015 sigue en cuestiones graves las orientaciones del Cardenal Kasper.
–La proposición 52 de la Relatio, sobre la posibilidad de la comunión para los divorciados vueltos a casar, según el Reglamento del Sínodo, en su Artículo 26, fue no-aprobada por el Sínodo preparatorio, al no alcanzar los dos tercios de los votos emitidos (tampoco fueron aprobadas la 53 y 55). Sin embargo, fue integrada en la Relatio Synodi y enviada en los Lineamenta, como también en el Cuestionario, nº 38, para ser considerada en el Sínodo-2015. Kasper sigue adelante.
–La práctica de la Iglesia ortodoxa sobre nuevas nupcias de los divorciados, según el Cuestionario, debe ser tenida en cuenta por la Iglesia Católica en su Sínodo-2015 y en los círculos de estudios precedentes. Se afirma así también la tesis del Cardenal Kasper, aunque en la Relatio del Sínodo-2014 preparatorio no fue ni siquiera mencionada esa referencia a la Ortodoxia.
Sobre esta cuestión publicó el Cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Doctrina de la fe, un largo artículo, La fuerza de la gracia (“L’Osservatore Romano” 23-X-2013), en el que recuerda que «en la época patrística, los creyentes separados que se habían vuelto a casar civilmente no eran readmitidos oficialmente a los sacramentos, aún cuando hubiesen pasado por un período de penitencia. […] Más tarde, en algunas regiones, sobre todo a causa de la creciente interdependencia entre el Estado y la Iglesia, se llegó a compromisos mayores. […]. Esta práctica no es coherente con la voluntad de Dios, tal como se expresa en las palabras de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio, y representa una dificultad significativa para el ecumenismo.
«En Occidente, la Reforma Gregoriana se opuso a la tendencia liberalizadora y retornó a la interpretación originaria de la Escritura y de los Padres. La Iglesia Católica ha defendido la absoluta indisolubilidad del matrimonio también al precio de grandes sacrificios y sufrimientos».
–Cuando en la Relatio, nº 52, se habla de modificar «la disciplina actual» se sugiere en la misma expresión que las normas vigentes que niegan la comunión eucarística a los que viven en adulterio son meramente eclesiásticas, y que, por lo tanto, pueden ser modificadas. Tesis también del Cardenal Kasper. Pero en realidad esas normas son la expresión de mandamientos divinos: «no cometarás adulterio» (Ex 20,14) y «lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre» (Mc 10,9; Mt 19,5; cf. Lc 16,18).
En este sentido, el Cardenal Velasio de Paolis, en su artículo sobre La propuesta 52 del Sínodo Extraordinario sobre la Familia (InfoCatólica 10-XII-2014), hace notar que «la redacción del texto de la propuesta genera equívocos. Se habla de “disciplina actual” y de una posible modificación de la misma… En realidad, la normativa vigente no es simplemente una “disciplina actual”, como si se tratase de una norma meramente eclesiástica [modificable], y no de normas divinas, sancionadas por el Magisterio, con motivaciones doctrinales y magisteriales que afectan a los fundamentos mismos de la vida cristiana, de la moral conyugal, del sentido y respeto de la Eucaristía, y de la validez del sacramento de la Penitencia […]
«La propuesta, en la medida en que prevé la posibilidad de admitir a la comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar, constituye, de hecho, un cambio doctrinal. Y esto contrariamente a lo que se viene afirmando de que no se quiere modificar la doctrina. La doctrina, por su propia naturaleza, no es modificable si es objeto del Magisterio auténtico de la Iglesia… Nos podemos preguntar también si es competencia de un Sínodo de Obispos tratar una cuestión como ésta: el valor de la doctrina y de la disciplina vigente de la Iglesia, que se han formado a lo largo de los siglos y están sancionadas con intervenciones del Magisterio supremo de la Iglesia».
Ya Cattaneo ha recordado los pronunciamientos más recientes del Magisterio sobre el tema. Recuerdo aquí solamente la Carta de la Congregación de la Fe sobre la comunión eucarística de los divorciados que se han vuelto a casar (1994). En ésta, firmada por el Cardenal Ratzinger, se dice:
«Por consiguiente, frente a las nuevas propuestas pastorales arriba mencionadas, esta Congregación siente la obligación de volver a recordar la doctrina y la disciplina de la Iglesia al respecto. Fiel a la palabra de Jesucristo, la Iglesia afirma que no puede reconocer como válida esta nueva unión, si era válido el anterior matrimonio. Si los divorciados se han vuelto a casar civilmente, se encuentran en una situación que contradice objetivamente a la ley de Dios y por consiguiente no pueden acceder a la Comunión eucarística mientras persista esa situación».
–Se indica en el nº 52 que «el eventual acceso a los sacramentos debería ir precedido de un camino penitencial». Ese camino, realizado «bajo la responsabilidad del Obispo diocesano», siendo el adulterio un grave pecado, tendría que conducir al sacramento de la penitencia, por el que el pecador se reconcilia con Dios y con la Iglesia. Pero el perdón sacramental no puede darse, no es válido, si en el penitente no hay arrepentimiento y propósito de la enmienda. Ahora bien, tengamos en cuenta que en el caso de los divorciados vueltos a casar, el pecado no está únicamente en el acto de haber contraído una unión adúltera, sino más aún en mantener esa situación de pecado, viviendo more uxorio con una persona distinta de su cónyuge verdadero. Por tanto, propiamente, no es posible la Penitencia y la Comunión eucarística para los adúlteros, sino para aquellos que fueron adúlteros y ya dejaron de serlo –al menos en lo referente a las relaciones sexuales, cuando muy graves causas (muy graves han de ser) aconsejen que continúe la convivencia–.
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Oremos, oremos, oremos por el Sínodo-2015, pidiendo a Dios que ilumine a los Padres sinodales y especialmente al Sucesor de Pedro que los preside. Y aunque sea una petición más dudosa, me permito aconsejar que pidamos también al Espíritu Santo que, por decisión de la Conferencia Episcopal en cada nación, no se aplique la atención de diócesis, parroquias, seminarios, universidades católicas, centros catequéticos, conventos y monasterios masculinos y femeninos, monasterios contemplativos, asociaciones laicales, grupos de matrimonios, cursos prematrimoniales, publicaciones católicas y blogs, etc. al estudio y profundización del Instrumentum laboris preparado para el Sínodo-2015, «coinvolgendo tutte le componenti delle chiese particulari».
José María Iraburu, sacerdote
Índice de Reforma o apostasía
41 comentarios
La petición que Ud. hace en el último párrafo va en sentido contrario a lo que pidió el papa, a través de la Secretaría del Sínodo. esto es, que el Instrumentum Laboris sea analizado en todos los niveles de la Iglesia.
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JMI.-No me consta (no me lo creo) que el Papa mande examinar los documentos sinodales "a todos los niveles de la Iglesia", aunque literalmente eso indique el Card. Baldisseri: diócesis, parroquias, colegios y universidades católicas, movimientos diversos, grupos de matrimonios, centros catequísticos, monasterios y conventos (masculinos y femeninos, activos o contemplativos), cursos prematrimoniales, cofradías y hermandades, seminarios y noviciados, etc. No me lo creo porque es simplemente imposible.
El Card. Balisseri "invita" a las Conferencias Episcopales, etc. No es un mandato: "Le Conferenze episcopali sono invitati a scegliere le modalità adeguate a questo scopo" (Domande, prefacio). La CEFrancesa, en su asamblea de otoño, "rechazó con fuerza el envío de nuevas preguntas a las diócesis y parroquias del país". Y no por eso desobedeció, ni obró "en contrario de lo que pidió el papa".
Dios le bendiga
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JMI.-No, la firma del Papa no la lleva. Firman el Prefecto de la CDF y el Secretario: Ratzinger y Bovone. Al final dice, como es usual en documentos importantes, que la Carta ha sido aprobada por el Papa, que ha ordenado publicarla. He puesto ahora el enlace a la Carta y allí podrá verlo.
Ningún hombre honesto se avendría a conversar de temas importantes bajo estas premisas.Y creo que cualquiera se da cuenta de todo esto , o, al menos yo lo veo así. Confiemos en Dios y recemos para que de lo que parece mal, resulte bien.
Obviamente es imposible discutir el documento en "todos los niveles de la Iglesia" (ésta tiene más de mil millones de miembros) pero obviamente se quiere que el texto sea analizado en forma amplia por las comunidades parroquiales, movimientos, laicos, instituciones académicas, etc. (hay varios meses para hacerlo) No es un juicio temerario decir que el papa ha dado varias señales en orden a permitir que al menos se discuta y, quizás se permita, la propuesta del cardenal Kasper. Hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Entrevista a Civiltá Catolica, donde pone el caso de qué hacer, un confesor, ante una mujer divorciada en nueva unión que tiene 5 hijos y quiere acercarse a los sacramentos.
- Referencia a la praxis de las iglesias ortodoxas en la entrevista que dio a la vuelta de su viaje a Río de Janeiro.
- Elección del cardenal Kasper para plantear el tema en el consistorio (precisamente el cardenal que había sido desautorizado en el tema por la CDF en 1994).
- Palabras del cardenal Kasper quien dijo que antes de su ponencia en el consistorio conversó sobre el tema con el papa.
- Alabanza del planteamiento del cardenal Kasper como "teología de rodillas".
- Homilía de apertura del Sínodo y discurso final (contra rigoristas, legalistas y progresistas). En una homilía reciente, refiriéndose a la atenuación del ayuno eucarístico en tiempos de Pío XII arremetió contra los que se oponen a un cambio en disciplinas de la Iglesia.
- Palabras del arzobispo VM Fernández, su asesor teológico, quien dijo que el papa quería una apertura sobre el tema.
- Llamado telefónico a una mujer en Argentina, casada con un divorciado, que dijo que el papa le había aconsejado comulgar (el contenido de la llamada NO fue desmentido por el padre Lombardi).
- Inclusión en la Relatio Final de un texto sobre el tema que no había recibido la aprobación necesaria de 2/3.
El volumen del tratamiento de datos es imposible de gestionar, sobretodo cuando las respuestas vienen en documentos escritos y se debe de hacer unos 6 meses antes de octubre del 2015.
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"JMI.-No, la firma del Papa no la lleva. Firman el Prefecto de la CDF y el Secretario: Ratzinger y Bovone. Al final dice, como es usual en documentos importantes, que la Carta ha sido aprobada por el Papa, que ha ordenado publicarla."
Luego el Papa lo sabe y consiente. Entonces, ¿cuál es la intención del Papa? Para mí es desconocida, excepto que, benignamente, quiera saber más o menos algún hecho nuevo, porque la doctrina ya está establecida. Francisco dijo que quería abrir el tema de los divorciados recasados, porque consideraba que estaban injustamente considerados por equivalencia a la condición de excomulgados de facto: no pueden comulgar, confesarse, ser padrinos...
Parece que el obispado y cardenalato europeo, encabezado por Kasper, quiere que divorciados recasados y homosexuales reciban la administración de los sacramentos y ejerciten en plenitud las funciones de sacerdotes, profetas y reyes, y las de kerigma, didajé, diaconía, koinonía, martiria y liturgia: los quieren ver, sí o sí, visiblemente y ostentosamente rondando por el altar, predicando, evangelizando...
Los africanos, no obstante, se opusieron, y los europeos quieren pasar por encima de los africanos (Kasper dijo de los africanos que "no pueden decirnos mucho lo que tenemos que hacer") volviendo a preguntar otra vez lo mismo (divorciados recasados y homosexuales), dos convivencias more uxorio que abrirán el resto de convivencias more uxorio: uniones y parejas de hecho, matrimonios y uniones civiles, bigamia, poligamia, incesto, adulterio, concubinato, bisexualidad, transexualidad...
Los divorciados recasados son mayoría entre los católicos. De otro lado, los homosexuales son una ultraminoría pero son un símbolo mediático de la modernidad (1 matrimonio homosexual por cada 100 matrimonios heterosexuales en España). Y sorprende que los divorciados recasados reciban una solución católica procedente de... el cisma ortodoxo; parece que fracasada la apertura Kasper, ahora insisten afrontando la apertura ortodoxa.
Abriendo las puertas de la mayoría y de la ultraminoría mediática, el resto de convivencias more uxorio serían aceptadas automáticamente sin resistencia. Una acción estratégica en pinza: entre los mayoritarios numéricos y los mayoritarios mediáticos.
Por eso, los divorciados recasados y los homosexuales son los dos únicos auténticos puntos del Sínodo, que debería de llamarse "Sínodo para la plena administración sacramental y el ejercicio de funciones laicales para divorciados recasados y homosexuales". Título largo, pero más realista y verídico, pues el resto de puntos del Sínodo son demasiados para focalizar la atención, se reducen a un problema de evangelización, y ya han sido suficientemente tratados en documentos eclesiales.
Por eso me pregundo qué pretende el Papa Francisco, porque por las consecuencias nefastas de este Sínodo, puede decirse que "el fin no justifica el medio": arreglar el problema de las familias no justifica un Sínodo tan confuso que durará hasta el octubre del 2016, momento en que el Papa deberá de reconocer o no lo aprobado por el Sínodo del 2015.
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JMI.-Escribe Ud.: "JMI.-No, la firma del Papa no la lleva. Firman el Prefecto de la CDF y el Secretario: Ratzinger y Bovone. Al final dice, como es usual en documentos importantes, que la Carta ha sido aprobada por el Papa, que ha ordenado publicarla."
Luego el Papa lo sabe y consiente. Entonces, ¿cuál es la intención del Papa?
Me parece que se equivoca Ud. de Papa. Lo que digo en esa frase se refiere a que no lleva la firma de S. Juan Pablo II, no del Papa Francisco.
Cosa imposible humanamente hablando, pero no se lo pediré a un hombre sino a Dios.
Sí que me he equivocado, porque pensaba en este segundo cuestionario de las familias, y no he visto el contexto correcto.
Me parece que este Sínodo de las Familias del 2015 carece de toda importancia, pues forma parte de un tramo para conseguir el fin deseado, que es obtener una mayoría, aunque no sea reforzada o cualificada, para el objetivo del reconocimiento de los divorciados recasados y los homosexuales, con el fin último de legitimar el pluriconvivencialismo.
En efecto, el Sínodo de las Familias pasará por tres fases o tres octubres: 2014, 2015 y el reconocimiento papal del 2016.
Aunque el objetivo no consiga la mayoría adecuada (2015) o no pase el reconocimiento papal (2016), lo importante es que se haya tratado la cuestión: es un Sínodo de cultivo y maduración, a la espera de la recolecta de frutos, que será más adelante, y aventuro que podría ser en el futuro cónclave de elección del pontífice que puede realizarse por el 2017-2019, debido a la edad y salud de Francisco. El Sínodo de las Familias prepara a los actuales y futuros cardenales electores suficientes para elegir un nuevo Papa de conveniencia.
Francisco puede llegar, a través de su naturalidad, al objetivo de su misión, la paz. Nadie se atreve decir nada malo de este Papa, incluso entre los de fuera de la Iglesia: sería el Papa 10.
Pero el primer Sínodo revela que hay un segundo concilio de la hermenéutica de la ruptura: octubre 2013, el cuestionario no pregunta sobre el aborto y la reproducción humana asistida (elimina dicha polémica); 20 febrero 2014, Kasper polemiza sobre la comunión de los divorciados recasados (primera cuestión de interés); junio 2014, las conclusiones de las respuestas al cuestionario revelan la apostasía y cisma de facto, con un apoyo eclesial relevante a favor de la revolución sexual moderna; 13 octubre 2014, la primera conclusión del Sínodo da un sí mayoritario, pero no suficiente, a la homosexualidad (segunda cuestión de interés).
Objetivo cumplido: los dos temas principales se habían aceptado, y aunque insuficientemente, pasaban al segundo Sínodo del 2015 por orden de Francisco y se volvian a repreguntar en el segundo cuestionario; luego, serán votados, y aunque rechazados, volverán a Francisco, que los tendrá en cuenta aunque sea para confirmar de nuevo su oposición el 2016. Tampoco importa: su vista está en el cercano cónclave.
Que este Sínodo tiene por objetivo los divorciados recasados y los homosexuales para ir preparando el terreno para el futuro, se demuestra por unos indicios:
1. Por su falta de profundidad en el tratamiento de los temas. El Génesis indica que la secuencia lógica es el hombre y la mujer, el matrimonio (marido y mujer), la vida naciente (padre y madre), la familia (padre, madre, hijo), la ciudad (unión de familias) y la nación. Debería llamarse "Sínodo del matrimonio, la vida, la familia y la nación", con referencia a la nación en su aspecto político (leyes, escuela, hospitales, medios de comunicación) y económicas (empresa y presupuestos públicos).
Pero por su importancia, el Sínodo debería de ser un Concilio, dado que hay cuestiones doctrinales y pastorales que por su importancia no deben de ser "orientadas" a base de un simple cuestionario elaborado centralísticamente. Mucha doctrina católica, hoy dispersa y algo obsoleta científicamente, debería de ser refundida, reelaborada de forma unitaria y justificada con mucha profundidad y hacer, por fin, una moderna Doctrina Social de la familia y el matrimonio más actualizada. Y esto implica muchas reuniones y muchos años.
2. Por su falta de atención en el tema de la vida humana. El primer cuestionario no trató el aborto y la reproducción asistida, pero éste segundo sí; no obstante, sus reflexiones 57 a 59 con sus preguntas conexas 41 y 44, se "olvidan" imperdonablemente de la moderna Dignitatis Personae del 2008, parándose sólo en la Evangelium Vitae de 1995.
Por ello, lo más increible de este segundo cuestionario es la falta de relación completa de las modernas formas de destrucción de la vida humana procedentes de la reproducción asistida: donación y congelación de gametos y de embriones; destrucción de embriones por investigación y experimentación o por caducidad del plazo de congelación; selección embrional (elección del sexo); aborto preimplantacional eugenésico (eliminación de embriones no viables, sobrantes o sin calidad antes de su anidación artificial en el útero); aborto prenatal “reducción embrional" (se mata al gemelo si afecta al desarrollo del otro feto de calidad o si tiene alguna enfermedad); aborto postnatal eutanásico-eugenésico (se mata el recién nacido con enfermedad, discapacidad o falta de calidad); eutanasia de niños y jóvenes; vientres de alquiler o maternidad subrogada.
Pero lo que usted propone, Padre, es infinitamente más importante y productivo que quedarse estancada en el dolor, porque es -A NIVEL DIVINO: "OREMOS, OREMOS, OREMOS por el Sínodo-2015, pidiendo a Dios que ilumine a los Padres sinodales y especialmente al Sucesor de Pedro que los preside".
Comparto además "que PIDAMOS TAMBIÉN AL ESPÍRITU SANTO que, por decisión de la Conferencia Episcopal en cada nación, no se aplique la atención de diócesis, parroquias, seminarios, universidades católicas, centros catequéticos, conventos y monasterios masculinos y femeninos, monasterios contemplativos, asociaciones laicales, grupos de matrimonios, cursos prematrimoniales, publicaciones católicas y blogs, etc. al estudio y profundización del Instrumentum laboris preparado para el Sínodo-2015". PIDAMOS QUE EL ESPÍRITU SANTO INSPIRE TAMBIÉN A CADA CONFERENCIA EPISCOPAL PARA QUE TOME ESA DECISIÓN.
que será necesario poner en práctica en toda la Iglesia.
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JMI.-Así es. Se calcula que se publicará a comienzos de 2016.
En Cristo
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JMI.-Si así fuera, no podríamos pedir nada al Señor.
Solamente sería lícito pedir "hágase tu voluntad". Y punto.
Es lícito pedir a Dios cualquier cosa que en sí misma no sea mala, sino buena o neutra. Porque en toda súplica orante cristiana tiene que ir implícito el "pero no se haga mi voluntad, sino la tuya".
que será necesario poner en práctica en toda la Iglesia.
JMI.- ... Se calcula que se publicará a comienzos de 2016.
.....
Algunas cuestiones durarán años, porque deberán ser estudiadas por teólogos, moralistas, biblistas y canonistas.
No hay que hacerse muchas ilusiones con el Sínodo de las Familias.
Hay muchos consagrados (cardenales, obispos, teólogos morales, religiosos y pastores) que consideran superado el Concilio Vaticano II: la vida del hombre moderno (2014) ha superado radicalmente el contexto conciliar (1965). Lo importante: hay un desfase entre lo nuevo y la doctrina católica, que está superada por la realidad. La Iglesia aún no ha recibido la Humanae Vitae de Pablo VI de 1968 ni la Familiaris Consortio de Juan Pablo II de 1981.
La enseñanza oficial de la Iglesia no es aceptada por una parte del Pueblo de Dios: las mujeres han adoptado mayoritariamente la regulación de la natalidad; se acepta la fertilización asistida artificial; es arcaica la teología moral católica que afirma que la procreación es el fin esencial de la sexualidad, pues es lícito el placer sexual sin buscar la procreación; no se cree en una normas presuntamente escritas en la naturaleza; el discernimiento moral del laico autónomo es el único criterio; los casos de pedofilia entre los sacerdotes demuestra el fracaso de la propia moral sexual católica, que ha de ponerse al nivel de la moral social occidental: sacerdotes casados y de ambos sexos.
Si no se ha seguido a Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, tampoco no lo van a hacer con Francisco. El Sínodo, por ejemplo, no recoge en plenitud los principios irrenunciables de Benedicto XVI ni la defensa de la vida y del matrimonio formado por un hombre y una mujer de Juan Pablo II.
Sobre la solución ortodoxa de los divorciados recasados, se dice que los ortodoxos aceptan un divorcio y un único matrimonio civil. Pero esta solución es aberrante: en Occidente no se entenderá que "sólo" se permita un único divorcio y casamiento civil: es retrógrado. En efecto: lo lógico es aceptar el principio de libertad irrestricta del número de divorcios y recasamientos: dos, tres o nueve divorcios y recasamientos. Es absurdo limitarse a un solo divorcio: lo aceptable es recibir los sacramentos bajo la plena libertad de divorcios sin alegar ninguna causa (principio de no dependencia del laico a la moral clerical).
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JMI.-Muy exacto todo lo que dice. Así es justamente como piensan los que no creen en "la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad" (1Tim 3,15), la única asistida por el ESanto para guardar siempre viva la palabra de Cristo, liberándonos de la cautividad del Padre de la Mentira, el príncipe de este mundo, "para que ya no seamos como niños, que fluctúan y se dejan llevar de todo viento de doctrina por el engaño de los hombres" (Ef 4,13-14).
Le pido al Señor que lo convierta y lo haga católico, y pase así de las tinieblas del error a la luz vivificante y liberadora de la verdad.
1- Cristo prohíbe y llama adulterio al divorciarse y volverse a casar. Considera indisoluble el matrimonio. Eso pertenece al depósito de la fe (Biblia, Trento)
2- El adulterio para un bautizado formado en la fe es pecado mortal. Impide entrar en el Reino de Dios (Biblia)
3- No se puede comulgar en pecado mortal. Eso pertenece al depósito de la fe (Biblia, Trento)
4- No se puede recibir la absolución si no hay propósito de enmienda. Eso pertenece al depósito de la fe (Biblia, Trento)
La proposición de que comulguen y reciban la comunión los adúlteros es una ataque frontal a la fe. Un ataque permitido, por no decir que incluso alentado. Eso es un hecho.
El cardenal Pell lo explicó así en pleno Sínodo:
"La comunión para los divorciados vueltos a casar es para algunos padres sinodales -muy pocos, ciertamente no la mayoría- solo la punta del iceberg, el caballo de Troya. Ellos quieren cambios más amplios, el reconocimiento de las uniones civiles, el reconocimiento de las uniones homosexuales"
Y advirtió:
"No vamos a ceder a la agenda secular, no vamos a colapsarnos. No tenemos intención de seguir a los elementos radicales del resto de las iglesias cristianas, según quieren las iglesias católicas en uno o dos países, para ir a la quiebra".
Además de esas palabras, a las que cabría unir muchas otras de otros cardenales y obispos [*], hay que añadir una certeza: Dios mismo no permitirá que se pisotee la fe de su Iglesia. Y tiene muchas maneras de impedirlo. Bien harán algunos en no "probarle" para ver lo que puede o no puede hacer.
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JMI.-El Señor está enamorado de su única Esposa, la Iglesia Católica, y ya lleva veinte siglos guardándola en la verdad, y la guardará siempre, porque está edificada sobre la roca inquebrantable de Su palabra y de Su amor. Él es fiel para mantener la Nueva Alianza que le une a Ella: "Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin de los siglos".
[*] Invito a los lectores a visitar en InfoCatólica el baner titulado
SINODO SOBRE LA FAMILIA - 2014-2015.
Que Dios les premie el ciento por uno.
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JMI.-"Combate los buenos combates de la fe" (1Tim 6,12).
Cordial saludo en Cristo.
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Me parece que ha habido un grave error por mi parte a la hora de exponer mis ideas.
En mis escritos estoy exponiendo, desde la catolicidad, unos supuestos y unos errores ciertos dentro de la Iglesia, por parte de la heterodoxia.
Cuando he dicho:
"La enseñanza oficial de la Iglesia no es aceptada por una parte del Pueblo de Dios: las mujeres han adoptado mayoritariamente la regulación de la natalidad..."
estoy exponiendo unos graves errores hallados en diversos documentos de la misma Iglesia, por ejemplo, en el artículo teológico "Trece razones para una puesta al día de la moral sexual católica", de Cristián Barría Iroumé, Revista Latinoamericana de Teología, 30 (2013) 155-171, reproducido a su vez en Selecciones de Teología, 211 (2014) 173-181, de la Facultad de Teología de Cataluña.
Y así debe de interpretarse todo lo que he expuesto en mis comentarios, y que equivocadamente han pasado por ser mi verdadero pensamiento en la herejía y el apartamiento de la fe, por no incluir, por ejemplo, entradas aclaratorias del tipo:
"Desde posturas heterodoxas católicas, se propone la reforma de la moral católica con base en estas argumentaciones: La enseñanza oficial de la Iglesia no es aceptada por una parte del Pueblo de Dios: ...".
Por otra parte, estoy de acuerdo con la expresión "describe Cattaneo con lucidez una situación de Iglesia en la que se da un distanciamento """abismal""" entre la doctrina y la vida práctica de los bautizados...", así como en sus reflexiones y en las de LF.
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JMI.-Creo que en la equivocación evidente en la interpretación de su escrito tienen más culpa mis pobres entendederas que la manera de expresar Ud. su pensamiento.
Me alegro de que no piense Ud. como yo había entendido.
Dios le guarde en la verdad y en Su amor.
Esto son pasos de Kasper y cia para destrozar el concepto católico de sacramentos en el que es IMPOSIBLE que crean precisamente por lo expuesto. Es un ariete nada más.
El objetivo es la unión con los protestantes a costa necesariamente de rebajar el concepto de sacramento. Matrimonio, confesión y Eucaristía. Los tres al garete
Y eso necesariamente toca el núcleo de la fe, el Santísimo Sacramento y el valor de la Santa Misa católica.
Caído eso, caída la fe católica.
La teología salsa-rosa de Kasper puede hacer todo eso en un mundo católico post concilio que solo acepta lo sensible y sensiblero.
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JMI.-Me parece que se pasa Ud. unos cuantos pueblos en sus juicios.
Tenemos el deber de combatir las doctrinas erróneas, que estimamos inconciliables con la doctrina católica. Pero no debemos pensar-decir que quien las propone busca "destrozar" etc., tiene como "objetivo", etc., quiere "rebajar", etc.
"No juzguéis [de las intenciones del otro] y no seréis juzgados".
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JMI.-Jordi ya ha enviado un segundo mensaje explicando su intención y pensamiento. No es un manipulador-progre. Gracias a Dios.
En particular, pienso que el Papa Francisco tiene muy claro aquello que nuestro querido P. Iraburu enseñó una vez:
"Cuando un católico tiene por irremediable su atadura al pecado, se cierra a la gracia del arrepentimiento efectivo, y luteraniza así su experiencia cristiana de pecado y salvación. En esta actitud espiritual, si va, por ejemplo, al sacramento de la penitencia, busca en Cristo una justificación al estilo luterano: «soy pecador, y como inevitablemente lo seguiré siendo, ni siquiera hago propósito de enmendarme; pero pongo toda mi fe en Cristo, y así Dios me perdona, y me seguirá perdonando siempre». Y basta con eso."
El Papa, por todo lo que enseña, con todos los errores que pueda cometer (como también los cometió el príncipe de los Apóstoles) está muy consciente de que no puede llevar al Pueblo de Dios por ese camino luteranizado. Así que no hay porqué ponerse a adelantar juicios, y ponernos como santa Marta a decirle al Señor qué es lo que el Papa y los obispos tienen que hacer, que la respuesta de nuestro Señor probablemente va a ser esa: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada»
Que Dios nos dé la gracia de poder rezar, junto con San Josemaría Escrivá:
«Gracias, Dios mío, por el amor al Papa que has puesto en mi corazón.»
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JMI.-Dice Jesús a Pedro: "Yo he rogado por ti para que no desfallezca tu fe, y tú, una vez convertido, confirma [en la fe] a tu hermanos" (Lc 22,32). Y sigue rogando por el Sucesor de Pedro.
Y la Iglesia toda reza cada día en miles y miles de Misa por el Papa y los Obispos
Y el Papa pide siempre: "Rece por mí".
¡Está bien guardado en la verdad por la oración de Cristo y de toda la Iglesia, y por su propia oración!
, Dios le muestra una cosa pequeña como una nuez reposando en el hueco de su mano. Se pregunta ¿Qué podría ser? Le responde es toda la creación. Ella se admira que algo tan frágil pudiera subsistir, pues parecía que podría desaparecer en un cerrar de ojos.. Y escucha la respuesta "Ella subsiste y subsistirá siempre porque Dios la ama"
En este momento difícil en que mi fe vacila , y veo frágil a la Iglesia, Julienne me recuerda " Dios nos ha creado, nos ama y nos guarda"
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JMI.-Así es. Cristo ama a su Esposa la Iglesia con un amor fiel e inefable, y la guarda siempre en la verdad de la fe por obra del Espíritu Santo.
Ganaría en elocuencia, me parece.
Podría tomar como ejemplo la prosa del P. Iraburu, que aúna complejidad, claridad y sutileza.
De lo leído en su extenso artículo deduzco, corríjame si me equivoco, que considera que la Iglesia no debe pedir opinión a los laicos, movimientos, etc.
¿es así?
Considero un grave error esa postura (insisto, si la he interpretado bien), porque los laicos también somos Iglesia de Dios, y también podemos aportar a este debate tan importante para la Iglesia. ¿Dónde deja el SENSUM FIDEI?
Mi opinión al respecto es que la Iglesia, sin modificar la doctrina familiar, debe buscar una "solución pastoral" para acoger a est@s herman@s, sin que por ello deba menoscabarse el vínculo sagrado del matrimonio. No creo que me llegue el famoso cuestionario, pero si me llegase sin duda que hablaría de la realidad "a pie de obra" que vivimos los que nos dedicamos a la evangelización, y cómo se necesita una palabra de esperanza concreta para tantísimos "hijos pródigos" que quieren volver a la Iglesia después de haber cometido muchos. errores.
Sinceramente, espero haberme equivocado en mi interpretación de su texto.
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JMI.-Tres Avemarías de penitencia, más el IVA.
le quería pedir si al lado de las frases en latín puede agregar la traducción en castellano, así los burros como yo no tenemos que andar descifrando que quizo decir.
Gracias y saludos,
Víctor
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JMI.-Ahora mismo, no puedo.
A ver más tarde.
Si pasan la famosa encuesta a los "grupos de base" lo que van a obtener es una fotografía acabada del fracaso pastoral de obispos, sacerdotes y catequistas de los últimos 50 años. Un retrato fiel de lo poco o nada que se han leído, entendido y transmitido el magisterio sobre la vida y la familia desde la Humanae Vitae de Pablo VI (probablemente la encíclica más contradicha por los obispos de los últimos decenios de la Iglesia). Una constatación plástica de lo que ya sabemos: la sociedad occidental ha apostatado, y muchos obispos han permitido la mundanalización de clérigos, religiosos y fieles.
Será una bonita encuesta para que los señores cardenales puedan tener una base científica de lo poco y mal que han enseñado a las familias católicas, intimidados o cooperadores del pensamiento modernista y anticristiano. Apoyados en la prueba de su propia ineficacia, algunos podrán pedir (y muchos transigir) con cambiar algunas de las enseñanzas del magisterio dos veces milenario de la Iglesia con respecto al matrimonio para conseguir... ¿exactamente qué?
Los pocos católicos recasados que deseen comulgar sin arrepentimiento ya lo hacen sin impedimento práctico ni cura que se lo impida. Muy poca recompensa para una modificación tan profunda del matrimonio católico, instituido indisoluble por Cristo.
Esto huele a simple excusa para introducir cambios.
"¡Cuántos vientos de doctrina hemos conocido durante estos últimos decenios!, ¡cuántas corrientes ideológicas!, ¡cuántas modas de pensamiento!... La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha sido zarandeada a menudo por estas olas, llevada de un extremo al otro: del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo, etc. Cada día nacen nuevas sectas y se realiza lo que dice san Pablo sobre el engaño de los hombres, sobre la astucia que tiende a inducir a error (Ef 4, 14). A quien tiene una fe clara, según el Credo de la Iglesia, a menudo se le aplica la etiqueta de fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse «llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina», parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos. "
Por otra parte, al invitarse a las conferencias episcopales "a elegir la modalidad adecuada a este fin [el de conocer la recepción de la Relatio y profundizar en el trabajo comenzado], incorporando todos los componentes de la Iglesia particular", lo que se da es libertad para escoger el modo de hacer la consulta, no para decidir si incluir o no en ella a la Iglesia discendi, lo cual no se plantea como algo opcional. Aun cuando no se trate de un mandato en su sentido más propio, la invitación es claramente una solicitud, una forma de "instar cortésmente a alguien para que haga algo" (DRAE) y, por lo tanto, debe entenderse como un deseo explícito o mandato.
En cuanto a la Conferencia Episcopal francesa, el rechazo a una nueva consulta se produce antes de conocerse la Linamenta. Por lo tanto, no puede hablarse de obediencia o falta de ella; para que haya obediencia debe existir previamente un deseo o mandato.
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JMI.-Hay en la Iglesia Católica unos 5.000 Obispos, y son muchísimos los que no alcanzan a enseñar la doctrina cristiana fundamental a una gran parte, a la mayor parte, del pueblo que le ha sido confiado. En esas condiciones, Ud. ya comprende que si no alcanzan a enseñar el Catecismo, las verdades fundamentales de la fe, no van a ponerse a examinar "en todos los componentes de su iglesia particular" (coinvolgendo tutte le componente delle chiese particolari") los Lineamenta o el Cuestionario del Sínodo.
1) Debe haber sintonía entre la doctrina católica y la praxis o conducta de los católicos.
2) Pero es bastante claro que en general o en promedio existe una gran distancia entre una y otra en lo referente a la moral sexual y matrimonial.
3) Ahora bien, la doctrina católica no puede cambiar sustancialmente, aunque puede desarrollarse de un modo homogéneo (o sea, crecer en su misma línea, manteniendo la identidad esencial consigo misma).
4) Por lo tanto, el cambio fundamental que se requiere hoy en la Iglesia Católica en esta materia es un ajuste general de la praxis a la doctrina.
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JMI.-Es un silogismo exacto.
Y sólo puede darse ese ajuste, por supuesto, cuando se conoce la doctrina y se cree en ella.
Pero ¿cómo conocerán y creerán la doctrina católica si se predica tan poco, al menos en algunos temas fundamentales?
¡Que responsabilidad la de los pastores!...
¡Ay de mí, si no predico el Evangelio!
"Dado que:
1- Cristo prohíbe y llama adulterio al divorciarse y volverse a casar. Considera indisoluble el matrimonio. Eso pertenece al depósito de la fe (Biblia, Trento)"
La astucia de Kasper, que le permite esquivar formalmente la excomunion automatica de un canon de Trento, es que él no niega que la nueva union sea inicialmente adulterio. Lo que el plantea es que, una vez que esa nueva union ha resultado en la procreación, deja de ser adulterio. Esto implica necesariamente dos cosas:
1) la redefinición de adulterio, que ya no se define en relación solamente al matrimonio sino al matrimonio más una "convivencia de hecho moralmente aceptable".
2) la reducción de la indisolubilidad del matrimonio a una pura nominalidad, como lúcidamente señalaron los cardenales Ruini y Scola:
infocatolica.com/?t=noticia&cod=22294
infocatolica.com/blog/coradcor.php/1412051047-el-cardenal-scola-senala-dos
Puede ser util ver la cuestión desde la perspectiva de las continuaciones implicitas presupuestas por la posición tradicional y la "aperturista" en los pasajes donde Jesús expone su enseñanza sobre el tema. Tomemos éste:
«Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una repudiada por su marido, comete adulterio.» (Lc 16, 18)
La posición católica tradicional, llamémosla T, presupone una continuación implícita de ese pasaje tal como:
«En ambos casos, esa situación de adulterio continúa por todo el tiempo en que continúe la nueva unión.» (Lc 16, 18 bis T)
La posición Kasper, llamémosla K, presupone una continuación implícita de ese pasaje tal como:
«Pero si ambos se han casado nuevamente, esa situación de adulterio cesa cuando las nuevas uniones hayan dado lugar a la generación de hijos. A partir de ese momento, si bien esas uniones no se convierten en matrimonio, las relaciones sexuales subsecuentes en ellas no constituyen adulterio, aunque la abstinencia sería un estado más perfecto.» (Lc 16, 18 bis K)
Similarmente, tomando el pasaje de S. Pablo que hace una exégesis divinamente inspirada del pasaje anterior de Jesús:
"En cuanto a los casados, les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido, mas en el caso de separarse, que no vuelva a casarse, o que se reconcilie con su marido, y que el marido no despida a su mujer." (1 Cor 7, 10-11)
la posición K presupone una continuación implícita tal como:
"Pero si, en contravención de este mandato del Señor, ambos se casan nuevamente luego de separarse, una vez que las nuevas uniones hayan dado lugar a la generación de hijos ya no es necesario que se reconcilien, y las relaciones sexuales subsecuentes en esas nuevas uniones ya no son adulterio, aunque la abstinencia sería un estado más perfecto." (1 Cor 7, 11 bis K)
Es claro que no tiene sentido ponerse a hilar fino para discernir si en la posicion K es necesario que ambos esposos se hayan recasado o bastaria que uno solo lo hubiese hecho. Presento la cuestion de esta manera simplemente para hacer aún más patente la insustentabilidad de la posicion K.
infocatolica.com/blog/delapsis.php/1411131237-1-de-cada-5-latinoamericanos
En las tablas con los resultados de ese estudio se puede ver que es mucho mayor - y en algunos casos muchisimo mayor - la proporcion de protestantes que de auto-identificados catolicos que piensan que:
- lo mas importante que se puede hacer por los pobres y necesitados es llevarlos a Cristo
- el divorcio es moralmente malo (siendo que la doctrina oficial de la Iglesia Católica rechaza terminantemente el recasamiento!)
- las relaciones sexuales fuera del matrimonio son moralmente malas
- la anticoncepción es moralmente mala (siendo que la doctrina oficial de la Iglesia Católica la rechaza y la protestante usualmente no!)
- el aborto deberia ser ilegal en todos o la mayoria de los casos
- el aborto es moralmente malo
- la conducta homosexual es moralmente mala
- el matrimonio homosexual no debe ser legal.
En todos y cada uno de estos temas, la proporcion de gente cuya "forma mentis" (o "phronema" para los grecófilos) es coherente con la Palabra y la voluntad de Dios, de gente que pone en práctica esta exhortación de San Pablo: "Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto." (Rom 12, 2), es mucho mayor entre los evangélicos que entre los auto-identificados catolicos.
Para esta valoracion es esencial entender los fundamentos doctrinales de la praxis Ortodoxa. Yo he dedicado algo de tiempo a ello, y comparto mi entendimiento de la cuestion. Basicamente, esa praxis se fundamenta en dos nociones doctrinales erroneas. (Aunque no burdamente o groseramente erroneas como la redefinicion de adulterio en la posicion K.)
Las nociones doctrinales erroneas sobre las que se fundamenta la praxis Ortodoxa son:
1. Ellos aceptan que "lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Mt 19, 6), ya que sostienen que ninguna potestad meramente humana, ya sea los esposos o el Estado, puede disolver un matrimonio, pero, y ésta es la diferencia con la Iglesia Católica, sostienen que un Obispo sí puede, por la autoridad dada por Cristo a los Apóstoles cuando les dijo: "todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo" (Mt 18, 18). Esa tesis es erronea como explicó S. Juan Pablo II en las secciones 6, 7 y 8 del discurso a la Rota Romana de 2000. (El lo explicó con respecto al Papa, pero es obvio que si el Papa no tiene la autoridad para hacerlo, entonces los otros obispos tampoco la tienen.)
2. La diferencia anterior está necesariamente unida al concepto de separabilidad entre matrimonio natural y sacramento. Para los Ortodoxos, el sacramento es algo "añadido" al matrimonio natural, y en base a eso sostienen que sólo el primer matrimonio es sacramento, mientras que el segundo y eventual tercero no son sacramento, sino solamente matrimonio natural. En contraste, la doctrina católica sostiene que es la misma realidad del matrimonio natural la que ha sido elevada, entre los bautizados, a la dignidad del sacramento, de modo tal que existe una inseparabilidad, más aún, una identidad, entre matrimonio natural entre cristianos y sacramento. Esto lo explicó S. Juan Pablo II en la seccion 13 de Familiaris Consortio y lo reiteró en la seccion 8 de su discurso a la Rota Romana de 2001.
Los discursos de S. JP_II a la Rota Romana se acceden acá:
www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/index_spe-roman-rota_sp.htm
Del profesor Jorge Miras, decano de la Facultad de Derecho Canonico de la Univ. de Navarra en 2006-2012, hay una excelente presentacion del tema de la inseparabilidad entre matrimonio natural y sacramento, profundizando en los discursos mencionados de S. JP_II:
dadun.unav.edu/bitstream/10171/6501/1/XIV-Consentimiento.pdf
La sugerencia de que..."
En mi opinión, el Sínodo, como en el caso del Concilio Vaticano II, tiene dos aspectos: el de la hermenéutica de la continuidad y el de la hermenéutica de la ruptura o el "Concilio-Sínodo mediático", aquel cuyos temas de debate y polémica son del agrado del público, y que coincide con el Espíritu del mundo (Benedicto XVI sobre la diferenciación de las dos hermenéuticas).
A mi parecer, el Concilio de la ruptura (1965) enlaza con el Sínodo de la ruptura (2014), y apunta a la lenta creación de un caldo de cultivo para el Sínodo del 2015, la exhortación papal del 2016, y, mucho me temo, que hacia el próximo cónclave e incluso un concilio que consolide la ruptura.
Obviamente, estoy hablando de un tema de escatología apocalíptica, que afecta a las almas, la sociedad y la Iglesia, es decir, de lo que dijo san Pablo en la segunda carta a los tesalonicenses: primero ha de haber la apostasía y luego la aparición del ánomos (sin ley), el inicuo (sin equidad), el facineroso (el criminal), en definitiva, el anticristo de la primera carta de san Juan (el que se parece falsamente a Cristo).
Todo lo anterior implica la cercana gran discessio de la Iglesia católica, integrada como corpus bipartitum entre la Iglesia fusca del cuerpo místico de satanás y la Iglesia decora del Cuerpo Místico de Cristo ("El misterio del mal", Giorgio Agamben, comentando la tesis de Ratzinger de 1956 "Observaciones sobre el concepto de Iglesia en el Liber Regularum de Ticonio"). Y para mí, esto es cada día más evidente, debido a la creciente apartamiento de la recta fe que observo cotidianamente en mi realidad (lo cual no evita mi posible equivocación).
Me parece muy curioso que quien redacta los cuestionarios del Sínodo, con la intención de intentar justificar la comunión de los integrantes de las convivencias more uxorio extramatrimoniales canónicas, en primer lugar se haya referido en el 2013 a la vía Kasper (intervención de febrero del 2014), y una vez se ha escacharrado y estropiciado ésta, ahora en este diciembre del 2014 dé un giro hacia el cisma ortodoxo, trayéndonos unas argumentaciones averiadas de origen, con el fin de ser discutidas el octubre del 2015, y que son propias de una Iglesia separada desde hace 1.000 años y sujeta al poder político nacional de cada país, con sus propias doctrinas e interpretaciones dependiendo de cada una de las 15 iglesias autocéfalas que la integran.
Cosas veredes...
Personalmente creo que el Papa no autorizará la comunión en tales casos, y que si hasta ahora ha permitido que se expongan tales posibilidades es por dejar que el debate se realice con total libertad en el seno de la Iglesia y queden manifiestas claramente las diversas actitudes que se dan al respecto. Pero al final pienso vendrá el Papa con su autoridad y dejará las cosas en su sitio.
A mi juicio, sería gravísimo que el Papa en su Exhortación final aprobase las prácticas pastorales mencionadas. No creo que lo haga, sino que dejará meridianamente clara la incompatiblidad de las mismas con la sana Doctrina, el Magisterio y el Depósito de la Fe.
Pero por un suponer, meramente hipotético, si las aprobase, mi pregunta es: ¿Goza de infalibilidad la Exhortación papal final del Sínodo o lo que en él disponga el Papa no goza de tal prerrogativa y por tanto podría ser puesto en cuestión?
Creo que para que el Magisterio papal goce de infalibilidad ha de reunir unos requisitos de especial solemnidad: ¿De suyo la Exhortación papal postsinodal posee tales requisitos o no?
Si la Exhortación papal gozase de suyo de infalibilidad habría que aceptarla de todas maneras, aunque en ella se autorizasen las deplorables líneas pastorales aludidas. Pero en caso de no ser la Exhortación papal infalible, podrían las mismas ser discutidas y no aceptadas por todos.
En resumen mi pregunta es, por si alguien tiene la bondad de contestarla: ¿La Exhortación papal al final del Sínodo es o no es de suyo magisterio infalible? Tal y como está el patio creo que no es ocioso hacerse tal pregunta.
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JMI.-Una exhortación pontificia que enseñara una doctrina contraria a la doctrina católica de la Iglesia por supuesto que no sería Magisterio infalible. Pero tal hipótesis, como Ud. indica, no se va a dar.
Habría que publicar, informar y formar sobre ello.
Muchísima gente separada o divorciada, quizás tenga un matrimonio nulo detrás y no lo sepa.
En vez de hacer tantos cuestionarios, que se dediquen a formar.
La gente cree que la nulidad es cuestión de pagar dinero. No es cierto. Es mucho más costoso pagar un abogado para un divorcio.
Informen y formen por favor.
La carne vuelve a ser el centro de la discusion(basta mirar la T V o los diarios por internet
El muy maldito se camuflo y a traves del tema de los divorciados, se filtra la sodomia, que es el golpe de gracia a la Doctrina
El tema de los anticonceptivos puede ser analizado y discutido como tema aparte y no en paquete como se pretende.
Quien enseña el metodo Billing ?
La naturaleza esta desbocada y la sociedad tambien
La Iglesia no menciona al pecado,jornadas para la juventud minada de profilacticos,etc.Nos quedamos sin multitudes? ........
Pureza,castidad ,continencia..Que es eso?
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JMI.-Descristianización.
Por eso es hoy más que nunca necesaria la evangelización de los propios cristianos.
Y la lucha incansable contra las innumerables herejías.
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