(221) Los sacramentales –1

–Algo me suena eso de los sacramentales…

–Dicho en otras palabras: apenas tiene usted idea de lo que son los sacramentales. Se confirma mi convicción de que su ignorancia apenas tiene límites.

Les voy a hablar de los sacramentales 1) porque son una de las maravillas de la Iglesia, es decir, del mundo de la gracia, y 2) porque hoy están muy desconocidos y menospreciados por la inmensa mayoría de los cristianos, también de los practicantes. Reforma o apostasía.

La doctrina fundamental sobre los sacramentales la encontramos hoy en el Concilio Vaticano II, en la constitución Sacrosanctum Concilium (60-61). Pero se nos da más desarrollada en el Catecismo de la Iglesia Católica (1667-1673), que a continuación transcribo y comento.

1667. «La Santa Madre Iglesia instituyó los sacramentales. Estos son signos sagrados que, imitando de alguna manera a los sacramentos, significan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida» (SC 60; Código Dº Canónico, 1166; Código Dº Oriental, 867).

Teólogos mediavales, como Hugo de San Víctor (+1141), llamaban a los sacramentales «sacramentos menores», para distinguirlos de los siete sacramentos. Fueron instituidos por la Iglesia, Esposa de Cristo y administradora de los tesoros de su gracia (cf. 1Cor 4,1), para fomentar la vida espiritual de los fieles, fundamentada en los sacramentos. Los sacramentales, en el orden de la gracia, no tienen como los sacramentos una eficacia ex opere operato, es decir, por la misma eficacia de la obra realizada, pero tampoco su virtualidad santificante depende sobre todo de la disposición personal de quien los recibe, sino que santifican principalmente por la intercesión de la Santa Iglesia, ex opere operantis Ecclesiæ. Pero es tan grande ante el Señor la fuerza de la intercesión de la Iglesia, de la comunión de los santos, que podría decirse que santifican quasi ex opere operato.

1668. Han sido instituidos por la Iglesia en orden a la santificación de ciertos ministerios eclesiales, de ciertos estados de vida, de circunstancias muy variadas de la vida cristiana, así como del uso de cosas útiles al hombre. Según las decisiones pastorales de los obispos, pueden también responder a las necesidades, a la cultura, y a la historia propias del pueblo cristiano de una región o de una época. Comprenden siempre una oración, con frecuencia acompañada de un signo determinado, como la imposición de la mano,la señal de la cruz, la aspersión con agua bendita (que recuerda el Bautismo).

–¿Cree usted en los sacramentales? –Por supuesto. Yo creo en todo lo que la Iglesia enseña. –Permítame una pregunta complementaria: ¿tiene usted a mano agua bendita, por ejemplo, en su casa? –No, en realidad no. –Pues entonces usted no cree en los sacramentales. O dicho quizá más exactamente, su fe en los sacramentales está muerta. De momento, no le vale para nada. Convendrá que pida a Dios que con su gracia despierte y resucite esa fe.

1669. Los sacramentales proceden del sacerdocio bautismal: todo bautizado es llamado a ser una «bendición» (cf. Gén 12,2) y a bendecir (cf. Lc 6,28; Rm 12,14; 1Pe 3,9). Por eso los laicos pueden presidir ciertas bendiciones (cf. SC 79; Can. 1168); la presidencia de una bendición se reserva al ministerio ordenado (obispos, presbíteros o diáconos) en la medida en que dicha bendición afecte más a la vida eclesial y sacramental.

Lo mismo dispone el Derecho Canónico: «Es ministro de los sacramentales el clérigo provisto de la debida potestad; pero, según lo establecido en los libros litúrgicos y a juicio del Ordinario, algunos sacramentales pueden ser administrados también por laicos que posean las debidas cualidades» (c. 1168; cf. Bendicional, Prenotandos generales, 16 y 18).

1670 Los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a recibirla y disponen a cooperar con a ella. «La liturgia de los sacramentos y de los sacramentales hace que, en los fieles bien dispuestos, casi todos los acontecimientos de la vida […] sean santificados por la gracia divina que emana del misterio Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, de quien reciben su poder todos los sacramentos y sacramentales, y que todo uso honesto de las cosas materiales pueda estar ordenado a la santificación del hombre y a la alabanza de Dios» (SC 61).

En una comunidad monástica, por ejemplo, que viva por supuesto según su Regla y tradición, se establece una atmósfera sagrada, es decir, santificante en casi todas las acciones y las cosas que configuran la vida ordinaria personal y comunitaria, y que de este modo quedan evangelizadas. Está bendecida la campana que marca las horas, hay oraciones y bendiciones especiales para los cálices y objetos litúrgicos, para el inicio del trabajo, el comienzo de un viaje, el fin del día antes del sueño, los alimentos, los hábitos religiosos, los frutos del campo, los ganados, las máquinas, los huéspedes y visitantes, los novios y los matrimonios, los niños y los enfermos, la esposa embarazada, etc. Y el agua bendita está presente en la iglesia, las salas comunes y las celdas personales. Efectivamente, casi todos los aconteceres de la vida ordinaria quedan santificados por los sacramentos y los sacramentales, y protegidos del Maligno. Y como ya vimos, en un cierto sentido, la vida monástica es modelo para todo el pueblo cristiano (173-177).

El Catecismo enseña que son tres los sacramentales más importantes: las bendiciones, las consagraciones y los exorcismos(1671-1673), de los cuales trataré, Dios mediante, en los artículos siguientes.

* * *

Sólo la espiritualidad católica de lo sagrado integra los sacramentales en la vida cristiana. Pero hoy en gran medida está debilitado el sentido de lo sagrado entre los cristianos, incluso entre los practicantes. Por el contrario, el cristiano católico «se hace como niño» para entrar en el Reino, valora en modo máximo la virtualidad santificante de lo sagrado. Sabe que la Iglesia le ofrece en los sacramentos y sacramentales unos signos privilegidos para la santificación, es decir, para la unión con Dios. Y por eso acude a ellos, asiéndose fuertemente de la mano de su madre la Iglesia. Como un niño que en el peligro corre a refugiarse en su madre, así el católico, sabiéndose asediado por el diablo, tiende, bajo la acción del Espíritu Santo, a buscar el auxilio de la Madre Iglesia; también en los sacramentales, ya que éstos, como dice el Vaticano II, son auxilios «de carácter espiritual obtenidos por la intercesión de la Iglesia» (SC 60). El católico, el cristiano que se hace como niño, busca al Santo en lo sagrado, allí donde el Señor ha querido manifestarse y comunicarse con especial intensidad, certeza y significación sensible.

El cristiano católico aprecia, busca, procura, usa, construye, conserva, defiende, venera todas las sacralidades cristianas, sacramentos, ministros, templos, fiestas religiosas. En igualdad de condiciones, prefiere que la Misa sea celebrada en un templo consagrado que en una sala ordinaria. Prefiere escuchar la predicación de un Obispo, presbítero o diácono, que la predicación de un laico –en igualdad de condiciones–, porque sabe que el Señor, por el sacramento del Orden, potencia precisamente a los que han sido ordenados sacramentalmente para el ministerio de la Palabra divina (Vat. II, CD 12-13; PO 2;4). Vive el Año litúrgico con gran intensidad. Para él no es lo mismo estar en domingo o en miércoles. Prefiere, por ejemplo, intensificar en Cuaresma sus penitencias personales, pues espera recibir de Dios, en ese tiempo «de gracia y penitencia», especiales ayudas de conversión, expiación y nuevas gracias.

Por el contrario, pelagianos, modernistas y progresistas desprecian ampliamente todo lo sagrado en la Iglesia, concretamente los sacramentos –por eso no practican– y más aún, si cabe, los sacramentales. Ellos entienden que son cristianos aquellos hombres que procuran seguir «el camino abierto por Jesús». Y entendiendo así el cristianismo, pretenden recuparar de este modo el Evangelio de Jesús para los hombres y las mujeres de nuestro tiempo. Con unos u otros matices intelectuales, consideran que todo el andamiaje de dogmas, jerarquías apostólicas, normas litúrgicas, disciplinas canónicas, etc. tuvo su razón de ser en una fase antigua e incipiente de la Iglesia, cuando ésta integró, evangelizó y transformó toda esa tramoya de mediaciones visibles, que era substancial en las religiosidades primitivas. Pero los discípulos de Jesús, llegados a la condición de cristianos adultos –gracias a la secularización de todo, también de la religión–, alcanzan una inteligencia mucho más pura y verdadera del Evangelio auténtico, y prescinden de todas esas estructuras dogmáticas y sacrales –en las que nunca pensó Cristo–, que caracterizaban hasta ahora a la Iglesia. Por eso, la expresión cristianos no-practicantes no es para ellos peyorativa, sino que es más bien la expresión de una madurez adulta en la vida evangélica.

Ni los sacramentos ni los sacramentales tienen ningun virtualidad religiosa para el progresista pelagiano. Él no busca su salvación en la gracia de Dios, sino más bien en su propia esfuerzo personal. No busca ser salvado por Cristo, sino salvarse él mismo de todas sus cautividades según sus fuerzas, modos y maneras. No comprende que la salvación es ante todo don de Dios, que él confiere a los creyentes especialmente a través de los signos sagrados que él mismo ha establecido para ello. No entiende la gratuidad de lo sagrado, y lo mira como algo primitivamente religioso, más o menos afectado de superstición y magia. «¿Por qué rezar la Liturgia de las Horas, y no una oración más de mi gusto y devoción? ¿Qué más da ir a misa el domingo o un día de labor? ¿Qué tienen de especial los pomposamente llamados «sacerdotes»? El sacerdocio ministerial no existe. ¿Qué tiene el templo que no tenga otro lugar cualquiera?»… El sólo confía en su propia mente y voluntad para realizarse plenamente: sólo cuenta para él lo que estimula más sus sentimientos, aquello que su mente capta mejor, lo que más se acomoda a su modo de ser. Por tanto, el orden de sacralidades dispuesto por Dios es para él absolutamente insignificante. Y por eso o se aleja de lo sagrado o lo usa arbitrariamente, sólo en cuanto coincida con su inclinación personal, o en cuanto sea posible adaptarlo a sus gustos y criterios.

Los semipelagianos tampoco aprecian y practican los sacramentales de la Iglesia. Ellos, reconociendo la necesidad de que la gracia, por una parte, ayude sus voluntades, consideran que, por otra parte –que es la decisiva–, la santificación mayor o menor de un cristiano está vinculada a un esfuerzo más o menos generoso de la libertad personal. Es principalmente esta generosidad espiritual del cristiano la que marca el crecimiento mayor o menor en la vida espiritual.

Por eso éstos no aprecian los sacramentales, porque no implican ningún esfuerzo de la voluntad. Lo más costoso es lo más santificantes; y como los sacramentales no cuestan esfuerzo alguno, no hay en ello fuerza santificante. De hecho no los asimilan en su vida espiritual –por ejemplo, ni se les ocurre usar el agua bendita–. Es cierto que muchos de ellos no niegan doctrinalmente su eficacia, pero sus pensaciones –las pensaciones tienen más de sensación que de pensamiento; pero funcionan como si fueran pensamientos– les llevan a estimar, conscientemente o no: ¿cómo va a santificar algo que no cuesta esfuerzo alguno… algo que es pura gratuidad, pura recepción de un don de Dios, conseguido por la intercesión de la Iglesia?

¿Cómo es posible que sean tan pocos los bautizados que conozcan y estimen los sacramentales? Ya quedamos (?), al tratar de gracia-y-libertad (59-66) en que hoy, en las Iglesias descristianizadas, la mayoría de los bautizados son no-practicantes, pelagianos, que no van a Misa. Una minoría son practicantes, y de ellos la mayoría son semipelagianos, y la minoría, católicos. Ésa es la explicación.

José María Iraburu, sacerdote

Índice de Reforma o apostasía

31 comentarios

  
AntonioFM
Hace unos días una chica me dijo que ella llevaba un spray con agua bendita en el bolso y que le funcionaba muy bien.
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JMI.-Que esa bendita chica use el agua bendita me parece muy bien.
Que lo haga con un spray, eso ya no me gusta. El mismo servicio se lo hace un frasquito adecuado. Y se le quita con eso el fuithhh!!... fuithhh!!... que suena a matamoscas, a desodorante o a perfume de señora.
10/06/13 11:29 AM
  
Norberto
¿Puede considerarse el Santo Rosario como sacramental?.
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JMI.-Yo no conozco que haya una lista completita de sacramentales. Pero, desde esa ignorancia, yo diría que es una oración recomendadísima por la Iglesia (en más de una docena de encíclicas), indulgenciada abundantemente (Manual de Indulgencias, trad. del Echiridion Indulgentiarum 1986, n. 48). El Bendicional (Congr. Culto Divino 1984, nº 1368-1393) dispone un Ritual para la bendición de rosarios muy hermoso. Pero la condición de sacramental no la veo indicada en ninguno de esos documentos.
10/06/13 12:09 PM
  
Carlos
Gracias Padre,esperando los próximos artículos sobre sacramentales y su uso apropiado.
Llevo commigo o agua bendita, o sal bendita (cuando voy a un abortorio es ideal;o cuando cocino para invitados "no praticantes";la que dejo caer en casas que entro, unas veces abiertamente y otras disimuladamente cosa que a veces conviene. A mano también aceite sagrado con el que nos bendecimos mi esposa y yo si bien enfermos o simplemente felices. Por supuesto desde momentos después de nacer a mis nietos con aceite bendigo y lo sigo haciendo; bien quiétecitos y circunstaciales se quedan los chiquitos pues perciben ya algo especial. Cuando rezo por alguien que me lo bpide, le pido permiso para usar el aceite sacramental.
Llevo impuesto el escapulario añorado desde que mi abuela me confecionó el primero. Medallas de San
Benito, adecuádamente bendecidas, las reparto y hasta las escondo con una plegaria. Siempre llevo un crucifijo etc..
No me creo un beatón, pero sí alguien que necesita todo lo que Dios y su Iglesia me ofresca pues falta me hace.
10/06/13 1:33 PM
  
Tony de New York
"hoy, en las Iglesias descristianizadas, la mayoría de los bautizados son no-practicantes, pelagianos, que no van a Misa. Una minoría son practicantes, y de ellos la mayoría son semipelagianos, y la minoría, católicos"


OUCH!!! Eso duele.
10/06/13 2:56 PM
  
Raúl
Ya que habla usted de las bendiciones como uno de los sacramentales más importantes... el viernes pasado, festividad del Sagrado Corazón de Jesús, me sorprendió bastante ver al señor Arzobispo de mi diócesis despedirse, desde lo alto de un balcón, de los fieles que habían asistido a la procesión que se celebra todos los años, congregados a las puertas del templo, despedirse de ellos con un "Muchas gracias a todos. Buenas tardes". Y tras unos segundos en los que la gente no sabía si marcharse o no, alguien le debió dar una sugerencia, y dijo "podéis ir en paz". Y bueno, qué quiere que le diga... yo me fui de allí con una extraña sensación, pensando que el señor Arzobispo había perdido una ocasión inmejorable para impartir, por ejemplo, se me ocurre a mí, una simple bendición a todos los presentes.
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JMI.-Así parece.
10/06/13 3:43 PM
  
Luis - Madrid
Padre,

me siento interpelado por su invitación al uso del agua bendita, que utilizo en las iglesias pero del que no dispongo habitualmente en casa.

Por cierto, ¿el anillo de bodas es un sacramental?
En ocasiones lo beso como muestra de respeto a mi matrimonio (y por supuesto a mi esposa) y para recordar las promesas esponsales.

Ya le preguntaré por las bendiciones que podemos hacer los laicos. También le invito a que nos facilite algunos textos (o referencias) y/o algunas instrucciones generales y sencillas sobre cómo realizarlas (¿podemos hacer la señal de la cruz sobre lo bendecido, imponer las manos, una mano,...?), ya que no es fácil encontrarlas.

Gracias y que Dios le bendiga,
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JMI.-El matrimonio es un sacramente, y el anillo nupcial es un objeto bendecido, pero nunca he oído que sea un sacramental. Cuando, p.ej., a un caminionero se le bendice su camión, la bendición es un sacramental, pero el camión no es un sacramental. Que yo sepa.

Como están avisados ya otros artículos sobre agua bendita, bendiciones y exorcismos, al tratar de la bendiciones trataré de lo que ud. pregunta en el último párrafo.
10/06/13 4:28 PM
  
Kairós
Me ha resultado muy extraño el comentario de Carlos a cerca del uso de ¿ACEITE SAGRADO?
¿Es el óleo consagrado por el obispo en la misa crismal para los bautismos y la unción de enfermos?
Si es así... no sabía de su uso por parte de los laicos.
¿Puede aclarármelo?

Nunca presté atención a estos y otros temas por considerarlos más bien superstición. Pero, por alguna "extraña razón" estoy cambiando de parecer en muchas cuestiones.


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JMI.-No tengo idea de a qué puede referirse Carlos con el "aceite sagrado".
Desde luego no sería lícito que lo usase si fuera (que seguro que no es) uno de los aceites consagrados por el Obispo el miércoles santo en la Misa crismal.

10/06/13 5:00 PM
  
Ricardo de Argentina
Hace pocos días emprendí en compañía de mi esposa un largo viaje hacia la localidad de Apóstoles, en la provincia de Misiones, por motivos familiares. El buen sacerdote que asiste a mi familia nos iba mandando mensajitos al teléfono celular durante el trayecto para saber cómo andábamos, y los terminada siempre con "Bendición +", lo cual agradecíasmos con una señal de la cruz.
En Apóstoles comenzamos yendo a la iglesia diocesana, dependiente del obispo de Posadas, de rito latino (fundada por los descendientes de polacos, españoles e italianos), pero no quisimos volver por los abusos litúrgicos que allí se cometían. Decidimos pues concurrir diariamente a la Divina Liturgia de la Iglesia de rito oriental (uniata, de los descendientes de los ucranianos), sencilla y sin "creatividades". (Lo único que nos llamó la atención fue que comulgan con cuadraditos de cuerpo de Cristo embebidos en Su sangre).
Luego de la última misa a la que concurrimos allí nos fuimos a despedir del joven sacerdote sacerdote, pidiéndole la bendición. Pero éste nos dijo que no era necesario por la gran cantidad de bendiciones que habíamos recibido durante la misa... Y no nos bendijo. Yo le respondí que entendía que no había que cansarse nunca de dos cosas: de pedir la bendición y de dar las gracias. Entonces le dimos las gracias y nos fuimos.

Como ninguno de los sacerdotes de rito latino a los que he pedido bendición me la ha negado jamás, esta respuesta del cura oriental me dejó perplejo.
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JMI.-En todo puede haber exceso, Ricardo, también en el uso de las cosas o acciones sagradas. Efectivamente, después de haber recibido en la Misa el cuerpo sagrado del Señor y varias bendiciones (en el rito ortodoxo), sobre todo la bendición final, no tiene mucho sentido pedir al sacerdote que le bendiga otra vez. Parece de sentido común. Pedirla no es pecado, claro; pero creo que negarla tampoco lo es. Es como decirle: "piense Ud. un poco"...
10/06/13 5:02 PM
  
enric
El pecado nos aleja de Dios. La fuerza inmanente del Amor de Dios nos atrae a buscar la Verdad a experimentar el Amor de Dios en nuestro interior.
La Gracia de Dios responde infaliblemente, desde la infinita justicia y ecuanimidad de Dios, a la búsqueda sincera del ser humano hacia Dios. Y los sacramentos y sacramentales entran en ese mundo de la Gracia de Dios.

Como escribía un gran santo oriental:
“Cuando el alma se identifica con el cuerpo y con los placeres sensoriales que éste proporciona, olvida su naturaleza divina. Este olvido, que es el resultado de dejarse llevar por el deseo indiscriminado de gratificación sensorial, es pecaminoso porque la conciencia se aparata de Dios y sigue el camino de la ignorancia. Así pues, el hombre “peca” al actuar contra los intereses de su propio Ser. Por lo tanto, si un hijo de Dios decide identificarse con los sentidos y con la felicidad que éstos parecen aportar, peca contra su alma y viola la divina felicidad que de ella proviene. Amar los placeres sensuales y desestimar el bienaventurado contacto con el alma (conocedora de Dios), que se experimenta en la meditación, es el pecado básico que engendra, por causa de la ignorancia, todas las demás formas de comportamiento pecaminosas.”

La bendición de un santo puede reflejar de una forma tan intensa la Luz de Dios que nuestra alma puede sentir un impulso consagrado para buscar con firmeza a Dios, para sentir a Dios.
A su vez, se puede expresar en una vida consagrada a Dios, a la Verdad. Pues la Verdad es por sí misma y en sí misma la Verdadera Religión que reside en la Conciencia de Jesús, en el Hijo de Dios.

ánimo y un abrazo.
10/06/13 5:20 PM
  
Ignacio Jonatan Hernández López
La wikipedia dice que el Rosario es un sacramental, pero es eso, wikipedia.

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JMI.-Al escribir la carta apostólica "Rosarium Virginis Mariae" (2002), el Bto. Juan Pablo II, tan devoto del santo Rosario, no consultó en Wikipedia. Si lo hubiera consultado, se hubiera enterado de que el Rosario es un sacramental, cosa que al parecer él lo ignoraba, pues nada dice de ello en todo el texto de su Carta.





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10/06/13 9:58 PM
  
Leonardo
Estimado Padre:

Considero que los semipelagianos no se hacen a sí mismos, sino que hay alguien que los induce a la semipelagianización. Si no, ni se interesarían en el asunto.

No creo que los fieles cristianos hayan decidido por sí y ante sí, vamos!, pasemos de tanta agua bendita, y la Medalla Milagrosa, y las Reliquias de los Santos.

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JMI.-No se pueden plantear las cosas en alterntivas tan contra-puestas:
//no se hacen a sí mismos // han sido inducidos a semipelagianizarse

No, no es así.
Unos son los semipelagianos inductores, y ante su influjo
+unos ceden y lo asimilan, y
+otros resisten su influjo, afirmándose en la doctrina católica sobre gracia-libertad
10/06/13 10:36 PM
  
Carlos... "tratando de aclarar"
Comprendo Kairós tus dudas, quizás no debiera haber utilizado la palabra ´sagrado´ sino ´ bendito´. ¿Es algo bendecido sagrado? Pues no sé. Por supuesto que no me refería al óleo crismal. ¡Dios me libre! No, no se trata del óleo utilizado en el Sacramento del Bautismo o en el Sacramento de los Enfermos (Extrema Unción antes). Es simplemente bendecido y me imagino exorcizado (siempre dispuesto a corregir mi creencia por y bajo el Magisterio y autoridad de la Iglesia)
Lo uso, como el agua bendita o la sal rezando, intercediendo y bendiciendo, que si bien pudiera maldecir (horrible pecado) puedo bendecir en nombre de la Santísima Trinidad pero nunca en Persona Christi. Faltaba más.
En mi diócesis es normal sobretodo en círculos carismáticos, (yo soy ´de a pié´) pero una vez un matrimonio rezó por mi hijo moribundo marcando su frente con aceite bendito y mi hijo se curó instantáneamente, delante de mis ojos desaparecieron toda señal física. Yo había requerido el Sacramento de los enfermos pero dos sacerdotes se negaron porque mi hijo de tres años NO HABÍA PECADO.
Padre lo que aquí hacemos es dejar una botellita de aceite de oliva con mi nombre, y cuando hay más, un sacerdote los bendice todos. En un par de semana lo recojo en la sacristía de la mesa de ´lo bendecido´.
No sé si eso se hace por allá, pero por acá (vea mi IP ), sí es lícito y encomiable con éste aceite, al menos no se me ha excomulgado aun.
Gracias padre por su magisterio, sin duda por Dios bendecido y con el que, sin faltar, siempre me bendice. Si hago mal pues, espero corrección y siempre su bendición como lector de éste portal y Fundación Gratis Date.

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JMI.-Cuando trate de las bendiciones explicaré cómo las hay de distintas clases. En todo caso sí le adelanto que una simple bendición no hace sagradas las cosas bendecidas. Si Ud. bendice la mesa (o un sacerdote invitado) al comer en familia, muy sana costumbre, no por eso los alimentos son sagrados. Ni consagrados, por supuesto.

En cuanto al aceite bendecido con el fin de ser aplicado con efectos curativos o de conversión (haciendo p.ej. el signo de la cruz sobre la frente) me parece costumbre inconveniente, pues puede inducir al error de que sea estimado como un sacramento.

No conozco que haya Magisterio apostólico sobre estas cuestiones: no es posible en la práctica que la Iglesia legisle sobre "todo lo que a la gente se le pueda ocurrir" en temas para-litúrgicos. Pero yo no aconsejo en absoluto "la creatividad" en materia de sacramentales. Ya hemos visto que "la Santa Madre Iglesia instituyó los sacramentales" (Catecismo 1667), no un párroco o un grupo de fieles, así, por las buenas.

10/06/13 11:23 PM
  
Felipe de España
P. José María, me parece un tema muy interesante el que toca en este artículo. Como hay algunos comentaristas que le consultan sobre el asunto, me permito copiarle un enlace en el que se explica pormenorizadamente la cuestión tratada.

-> Extracto de Summa Theologiae Moralis - Noldin-Schmit
Vol. Tercero- Los Sacramentos: http://mercaba.org/LITURGIA/Sacramentales/de_los_sacramentales.htm
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JMI.-Muchas gracias. Es una síntesis muy buena.
Dios se lo pague.
11/06/13 1:20 AM
  
Leonardo
Gracias, Padre, muy aclaratorio lo suyo.

Me han afectado estas cuestiones en una forma muy personal, así que es muy bueno leerle, sentir que se vuelve a los cauces de donde no se debió salir.
11/06/13 1:40 AM
  
Leonardo
Estimado Padre, ya que nos adelanta explicitar el tema de las bendiciones, sería muy provechoso que aclare usted el tema de algunas bendiciones, o sea, desde la fundación de las casas, o de un comercio o vehículo, como se hacía antiguamente, hasta la bendición particular de: rosarios, medallas, estampitas, Biblias.
Me pasó alguna vez de ir a solicitar la bendición de una medalla, o rosario, y el sacerdote, a quien conocía sobradamente, me dijo que no hacía falta, que simplemente fuese con la medalla a la Misa, y ahí quedaba bendecida.
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JMI.-Haré lo mejor que pueda para explicar bien las bendiciones.
No parece juicio temerario pensar que ese sacerdote no cree en las bendiciones, o al menos en algunas.
Fíjese que no es raro, al final de la Misa, que el sacerdote no dé la bendición en el nombre de la Sma. Trinidad, sino que cambie la bendición en oración simple: "la bendición... venga sobre NOSOTROS y" etc. No bendice al pueblo, como lo manda el rito eucarístico.
11/06/13 1:51 AM
  
José de Salta
Padre José María, muchas gracias por su catequesis sobre este tema! Tengo la dicha de haberme casado con una mujer piadosa, con quien de novios nos dábamos recíprocamente la bendición, costumbre que conservamos sobre todo cuando nos separamos por unos días y, por supuesto bendecimos a nuestros hijos con una señal de la cruz en la frente y un beso. Pero tenemos una quaestio disputata. Oí de un santo cura ya anciano, que cuando viajaba, de pura alegría, bendecía los lugares por donde pasaba y me pareció algo muy hermoso y yo le sugiero a mis amigos sacerdotes que lo hagan, no sé si con éxito... La duda radica en si los laicos podemos hacer otro tanto. Ella dice que no, que eso corresponde a los sacerdotes. y a mí me encantaría que los laicos también pudiésemos hacerlo con propiedad y sin implicar ninguna usurpación del ministerio sacerdotal. De hecho, a veces lo hago en esos larguísimos viajes que hacemos por esa tierra tan extensa que es la Argentina, pero lo hago medio a escondidas de mi santa mujer, para que no me rete.
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JMI.-Espere, por favor, que trate de las bendiciones, pues D.m. les dedicaré al menos un artículo.
11/06/13 3:43 AM
  
enric
Gracias.
Un abrazo.
11/06/13 8:29 AM
  
marcos
Leyendo los comentarios, casi se puede acabar llevando una vida llena de supersticiones.Agua bendita en garrafas de litro, para todo (comer, ducharse, etc) bendecir cualquier chorrada.Parece que algunos se piensan que algo bendito, es como un talismán...ojo con el paganismo..
A menos que se definan y delimiten muy bien, los sacramentales, el pueblo puede torcerlos y acabando practicando un pseudopaganismo cristiano.
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JMI.-El peligro de hacer mal uso de los sacramentales es real, pero no indica nada malo o peligroso en los mismos sacramentales, sino en el hombre, en el cristiano de escasa o mala formación que los use mal.

En otras palabras, el mal, la debilidad, la ignorancia frecuente en el ser humano, en el cristiano, hace que todo, hasta lo más bueno, pueda ser objeto de usos malos y abusivos. Ahí tiene Ud., p.ej., la Eucaristía, cuántas personas comulgan sin haberse confesado hace años y teniendo en su conciencia muchos o algunos pecados mortales no confesados. "Examínese el hombre a sí mismo, y entonces coma del pan y beba del cáliz; porque el que sin discernir come y bebe el cuerpo del Señor, se come y bebe su propia condenación. Por esto hay entre vosotros muchos enfermos y no pocos han muerto" (1Cor 11,29-30).
11/06/13 10:32 PM
  
Natividad
Por desgracia, actualmente, en la mayoría de las Iglesias el Agua Bendita brilla por su ausencia... Mis padres nos enseñaron que al persignarnos con agua bendita al entrar o salir de una Iglesia si nos acordábamos de las Ánimas del Purgatorio muchas eran perdonadas... "Una sola gotita puede hacerlas tanto bien!"
¿ Como hemos podido perder ese inmenso caudal de gracias?
Me gustaría, D. José María, que ahondase en las virtudes del agua bendita.

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JMI.-Entra en el esquema que voy desarrollando, sí.
Bendición +

¿Cómo ha podido?... Toda la segunda parte del presente art. trata de eso: las causas secularizantes de la desacralización: alergia a sacramentales, etc.
12/06/13 1:55 PM
  
susi
Muchas gracias por este post y los que seguirán, que seguro que son igual de iluminadores.
SOy muy aficionada a usar el agua bendita, que tengo en casa, con la que me santiguo cada noche.
Por supuesto que la casa y el coche han recibido la correspondiente bendición.
También llevo el escapulario del Carmen y un rosario en el bolsillo o en mi bolso.
En efecto, Padre Iraburu: no es lo mismo un día cualquiera que una solemnidad litúrgica; no es lo mismo un viernes-día dedicado a la Pasión- que un jueves - Sma Eucaristía...
Para alguien que intenta ser buen católico, cada día tiene un aroma y un aspecto distinto según la liturgia y la fe.
En Galicia aún se habla de ciertos días en vez de por fecha del mes, por el santo. Polo Santo Antonio, polo San Xoan, por Santa Lucía...
13/06/13 10:32 PM
  
Josep María
Perdoneme usted. Mi ignorancia llega a no saber quien era Pelagio, así que he acudido a la wikipedia. Ahora bien, me preocupa saber que entiende usted por "semipelagianos", ¿A quien, o a que clase de católicos se referiere?
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JMI.-Seguro que si busca en internet "semipelagianos" le va a salir información abundante. Si no lo vale, puede entrar en mi blog. Al final de cada artículo, viene el Índice del blog completo. Hablo del semipelagianismo, y caracterizo su fisonomía espiritual en nuestro tiempo, en los artículos (61-75).
14/06/13 7:24 PM
  
Argentino
El hábito de los religiosos, ¿pueden ser considerado un sacramental?
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JMI.-A mi modesto entender, la bendición de los hábitos es un sacramental, pero los hábitos no lo son. Del mismo modo que la bendición de los campos es un sacramental, los campos mismos, no.
25/07/13 12:06 AM
  
Saúl Isaac
Padre, en lo personal, si no leo su blog y lo escrito sobre los católicos-pelagianos/semipelagianos, ni cuenta me hubiera dado de algunas ideas y tendencias que he adoptado muy similares a las semi/pelagianas. Es más ignorancia que nada, falta de formación y ausencia de un buen guía. Ahora que me doy cuenta de este peligro, lo veo en todos lados: en mi comunidad de evangelización, en la parroquia, en la congregación en la que estuve por un tiempo. Verdaderamente es una invasión, pero a mi ver, conociendo a las personas de mi comunidad, por ejemplo, es simple y sencillamente falta de formación.
Bendito sea Dios por Jesucristo Nuestro Señor.
Gracias a ud. Padre por el blog que me es de mucha ayuda.
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JMI.-Un modo de darle gracias a Dios, se me ocurre, sería pedir a la Fund. GRATIS DATE (Aptdo. 2154- 31080 Pamplona) el libro "Gracia y libertad", un buen número de ejemplares (3,50 € si está Ud. en España, gratis si en Hispanoamérica) y darlo a sus amigos.
Dios le bendiga.
30/10/13 2:08 AM
  
CARLOS ALEJO
(Editado)
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JMI.-No tiene Ud. por qué estar "confundido".
Aténgase a la doctrina de la Iglesia en referencia a sacramentos, sacramentales, exorcismos y doscientos temas más. El hecho de que alguien, aunque sea su Obispo, niegue esa doctrina, debe causarle pena, pero en absoluto "confusión".
Ruego por Ud. y por todos los que andan hoy en la Iglesia angustiados y desconcertados.
Le recomiendo leer el artículo mío último
(307) En las tormentas de la Iglesia, fe, esperanza y caridad.
Y el anterior.
25/02/15 4:05 PM
  
Jhony Ceballos
Padre he leido atento su artículo, soy diacono y me pregunto si yo puedo exorcizar agua sal y aceite o solo lo puede hacer el presbítero
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JMI.-Yo creo que sí, pero no puedo responderle con seguridad, porque no tengo a mano los documentos de la Iglesia que regulen esa cuestión.
12/03/15 4:31 AM
  
Leoncio Silva
El catolico esta debilitado e ignora los medios de ayuda que el mismo Jesucristo nos dejo en las escrituras, porque tanta la ignorancia empezando con los ministros sagrados, porque no se les enseña en los mismos seminarios.
Ahora si que la mies es mucha, los pastores sin la ayuda que dejo nuestro Señor.
No todos los ministros sagrados estan consientes de ello.
pidamos al Señor por todos nosotros.
22/06/17 11:28 PM
  
Vladimir
El Rosario no es un Sacramental; en ningún documento del Magisterio se le da esa designación. Para que no quepa duda al respecto, podemos leer el Catecismo, en cuyo numeral 1674, expresamente se coloca el Rosario entre “las formas de piedad de los fieles y de religiosidad popular”.
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JMI.-Copio-pego el segundo de los comentarios entrados en este post. En junio 2013.
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Norberto
¿Puede considerarse el Santo Rosario como sacramental?.
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JMI.-Yo no conozco que haya una lista completita de sacramentales. Pero, desde esa ignorancia, yo diría que es una oración recomendadísima por la Iglesia (en más de una docena de encíclicas), indulgenciada abundantemente (Manual de Indulgencias, trad. del Echiridion Indulgentiarum 1986, n. 48). El Bendicional (Congr. Culto Divino 1984, nº 1368-1393) dispone un Ritual para la bendición de rosarios muy hermoso. Pero la condición de sacramental no la veo indicada en ninguno de esos documentos.
10/06/13 12:09 PM
08/02/19 7:32 PM
  
Walter
Muy interesante todo este tema, me agradaría que profundizara mucho mas o que nos facilitaran algún material bibliográfico para consultar. Bendiciones.
11/07/19 7:17 PM
  
Luisa
¿Es licito beber y consumir agua y sal benditas?
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JMI.-Las oraciones litúrgicas de bendición hablan de la aspersión con el agua bendita, la señal de la cruz, etc., actos todos ellos tradicionales. No recuerdo haber conocido ninguna que aluda al "beber" agua bendita, con sal bendita o sin ella. Pero de ese presunto silencio no se puede deducir que esté prohibido hacerlo.
En todo caso, yo suelo aconsejar usar las bendiciones previstas en el Bendicional vigente y dándoles el uso que el mismo Ritual indica o alude.
07/07/20 7:19 PM
  
Lucía Victoria
Qué bonita y necesaria catequesis, padre. Muchísimas gracias.

Grandes y extraordinarias son las gracias que se pueden obtener a través de los sacramentales. Y qué bueno es el Señor que nos pone tal cantidad de ellos a nuestra disposición, para ayudarnos a caminar y a esperar fielmente en Su amor.

Este artículo viene que ni pintado con ocasión de la que es mi advocación más querida de la Virgen, nuestra Señora del Carmen. Animo a todo el que pueda a hacerse mañana con un escapulario de tela y acudir a un sacerdote para que se lo imponga, conforme al rito que la Iglesia establece.

El Escapulario del Carmen es un sacramental poderosísimo (se dice que el más fuerte de todos) dado por la mismísima Virgen María a san Simón Stock, como prenda de salvación a quienes lo lleven en el momento de su muerte. Sí, lleva asociado importantes promesas espirituales, entre ellas, la más importante, de no morir sin los auxilios espirituales Y la Virgen nunca miente.
15/07/22 5:12 PM
  
Lucía Victoria
Yo sé que la discusión pertenece a años pasados y a lo mejor ni siquiera conviene reproducirla en este, pero me gustaría dar mi opinión acerca de si el santo Rosario es o no un sacramental. Personalmente, no creo que vayamos a encontrar nunca una lista numerus clausus de sacramentales... porque no existe.

En realidad, basta con que la Iglesia -a través de sus ministros, los sacerdotes- quiera asociar unos efectos espirituales a los objetos que puedan ser bendecidos (porque tampoco todos lo son) para que el objeto en cuestión pueda considerarse un sacramental.

Intento explicarme, aunque seguro que lo hago de forma deficiente: una cruz o un escapulario no son un sacramental hasta que no están bendecidos por un sacerdote (señal de la Cruz incluida), en tanto en cuanto a partir de ese momento es cuando van a desplegar esos efectos o beneficios espirituales. Tampoco el agua y la sal son sacramentales por sí solos, sin la correspondiente fórmula y bendición sacerdotal.

Las manos del sacerdote son poderosísimas. Y yo estoy convencida de que un Rosario bendecido es un sacramental poderosísimo precisamente por ello. De ahí que su sola presencia, en una muñeca o en un bolsillo sirva para ahuyentar a Satanás.

Otra cosa es que no sean amuletos. Que rotundamente no lo son.
15/07/22 5:32 PM

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