Ausente (II)
–Por lo que veo, continúan sus vacaciones…
–¿Y qué es lo que usted ve realmente? No ve sino unas imágenes buscadas en Internet, para adornar un poco mis avisos. Pero ya le dije bien claro que estos días no son para mí de vacaciones, sino de santo y santificante trabajo apostólico.
Es cierto que, por apretado que sea el horario de actividades, suele ser posible buscar y hallar cada día, al menos normalmente, algunos tiempos de descanso. Y no hay mejor descanso que el sagrario eucarístico de Cristo, en el silencio de la iglesia, y la naturaleza, el templo de la creación de Dios.
Santa Teresa de Jesús declaraba que en su vida espiritual se aprovechaba a veces viendo «campo o agua, flores; en estas cosas hallaba yo memoria del Creador, y me despertaban y recogían y servían de libro» (Vida 9,5). Así es, ciertamente.
José María Iraburu, sacerdote
Índice de Reforma o apostasía
3 comentarios
ADVENIAT REGNVM TVVM.
No he podido resistirme, porque esas reflexiones breves sobre el descanso -gozoso-, me remitían a la experiencia que comunica ese libro.
Un cordial saludo en el Señor
Alfredo, de Toledo.
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