(51) Olegario González de Cardedal –I. cristología
–¿Y ahora contra quién se va a meter?
–Por favor, modere un poco más sus expresiones, porque de lo contrario, con perdón, voy a tener que eliminarlo. Del blog, se entiende. Y me daría pena.
Hay en la Iglesia una disidencia moderada –en realidad no tan moderada, según veremos–, que con cierta frecuencia una parte de la Autoridad apostólica tolera, y que incluso en algunos casos promueve, lo que resulta todavía más llamativo. Pensando únicamente en la salud del pueblo católico, creo que esa disidencia debe ser denunciada con fuerza y claridad. En cierto modo, por su aparente respetabilidad, es más peligrosa que la disidencia abierta, la de un González Faus, Torres-Queiruga, Castillo, Tamayo, Forcano, Marciano Vidal, Sobrino y otros, por citar solo autores españoles. Algunos de éstos, incluso, han sido objeto en la Iglesia de reprobaciones públicas. Comienzo, pues, mi análisis crítico sobre algunas obras no reprobadas de dudosa o errónea teología.
La colección Sapientia fidei fue promovida por la Conferencia Episcopal Española como un conjunto de manuales de teología. Esta colección, publicada por la editorial Biblioteca de Autores Cristianos, de Madrid, una de las principales editoriales católicas de lengua hispana, incluye obras de buena calidad, pero también algunas netamente reprobables. Éstas, en su momento, fueron censuradas públicamente por algunos autores, muy pocos. Yo las denuncié, y creo que también otros, sucesivamente en la Comisión Episcopal de la Doctrina de la Fe, en la Congregación romana correspondiente y en el Arzobispado de Madrid, pero sin resultado alguno.
La Cristología de Olegario González de Cardedal es uno de los manuales que estimo inadmisibles. Este profesor de teología, nacido en un pueblo de Ávila (1934-), «no necesita presentación». Docente muchos años en la Universidad Pontificia de Salamanca, miembro de la Comisión Teológica Internacional (1969-1974, 1974-1980), miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, director de la Escuela de Teología de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, etc., es sobradamente conocido. A él se encomendó elaborar el manual de Cristología de la colección Sapientia fidei (BAC, manuales, nº 24, Madrid 2001, 601 pgs.).
Antes había escrito Jesús de Nazaret. Aproximación a la cristología (BAC 1993, 680 pgs.), y después publicó Fundamentos de cristología, 2 vols. (2005, I: El camino, 832 pgs.; y 2006, II: Meta y misterio, 1104 pgs.). Yo limito mi examen crítico al libro antes aludido. Analizo únicamente el manual de teología que, con el aval –más teórico, claro, que real– del Episcopado español, fue difundido por una mitad de la Iglesia Católica, la de habla hispana.
La Cristología citada es un manual muy amplio –seiscientas páginas–, lleno de erudición, y con no pocos desarrollos valiosos. Hay, sin embargo, en su libro tesis muy dudosas, y algunas erróneas. Pero conviene advertir antes de nada que el lenguaje de este profesor, a veces más literario que filosófico y teológico, resulta con frecuencia impreciso. No siempre es fácil saber qué es lo que dice; y resulta aún más difícil adivinar qué es lo que quiere decir.
La unión hipostática de la naturaleza divina y la humana en Cristo no queda clara. González de Cardedal expone unas veces esta cuestión en sentido católico cierto; pero otras, siguiendo a Rahner, considera en términos muy ambiguos que «la cristología es antropología consumada». O en otras palabras: «La naturaleza humana tiene capacidad receptiva obediencial para dar ese salto al límite y recibir ese salto del límite» (456). Unas páginas antes, este doctor, después de recordar ocho modos de entender qué es la persona, se pregunta «cómo Cristo es persona», y nos advierte en primer lugar que «para comprender la respuesta tenemos que excluir varios malentendidos previos» (449).
–«Malentendido por exclusión. Se afirma que Cristo es persona divina por sustracción de la real humanidad que nos caracteriza a todos los demás humanos […] Al pensar que Cristo no es una persona humana, está diciendo que le falta lo esencial, lo que de verdad constituye al hombre en cuanto tal. Queda, en consecuencia, [Cristo] equiparado a un fantasma, ángel o mediador perteneciente a otro mundo»… (449).
Según esto, parece que González de Cardedal estima que hay en Cristo una persona humana, grave error muchas veces condenado desde antiguo por la Iglesia. Si así fuera, habría que deducir que la Virgen María es madre de la persona humana de Cristo, pero no propiamente Madre de Dios. Y por supuesto, que es solamente la persona humana de Cristo la que muere por nosotros en la cruz, quedando así su sacrificio de expiación completamente devaluado. Pero la fe católica en Cristo no es ésa, es otra.
«La herejía nestoriana veía en Cristo una persona humana junto a la persona divina del Hijo de Dios. Frente a ella, San Cirilo de Alejandría y el tercer Concilio Ecuménico reunido en Éfeso, en el año 431, confesaron que “el Verbo, al unirse en su persona a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre”[Denzinger 250]. La humanidad de Cristo no tiene más sujeto que la persona divina del Hijo de Dios, que la ha asumido y hecho suya desde su concepción. Por eso el Concilio de Éfeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno» (Catecismo n. 466).
Esta fe católica, así expresada en Éfeso, en Calcedonia, en toda la tradición católica posterior, diga don Olegario lo que diga, no lleva a creer en una fantasmagórica humanidad de Cristo, sino que afirma con toda claridad que el Verbo divino posee ontológica e íntegramente la naturaleza humana que ha asumido. Pero vengamos al otro malentendido posible:
–«Malentendido por excepción. Se parte del hecho de que Cristo es la gran excepción, el gran milagro o enigma de lo humano, [y] que por tanto habría que pensarlo con otras categorías al margen de como pensamos la relación de Dios con cada hombre y la relación del hombre con Dios» (450).
Con textos como éste, no podrá ofenderse González de Cardedal si alguno entiende su cristología en clave adopcionista. La fe católica sobre la relación de Jesús con Dios, evidentemente, hay que pensarla con «categorías distintas de las que nos valen para afirmar la relación de Dios con cada hombre y la relación de cada hombre con Dios». De otro modo, es imposible llegar a la verdad católica de la unión hipostática, sino sólo a una unión de gracia que, por muy única y perfecta que sea, es inconciliable con la fe de la Iglesia.
La conciencia divina del hombre Cristo tampoco queda nada clara. Cuando Jesús pregunta en el Evangelio a sus discípulos: «¿quién creéis vosotros que soy yo?», sitúa el misterio de su identidad personal en un plano ontológico, referido al ser, y no lo limita a un nivel meramente relacional: «¿cómo creéis vosotros que es mi relación con Dios?». González de Cardedal, por el contrario, hace prevalecer la perspectiva relacional en sus reflexiones cristológicas –muy largas, complejas y matizadas– acerca de la conciencia filial de Jesús.
Pero tampoco en este tema, tan delicado e importante, es fácil captar con seguridad la posición de este doctor. Parece, en todo caso, estimar que es la comunidad cristiana post-pascual la que asigna a Cristo el título de «Hijo», partiendo del uso que el mismo Jesús hizo del término Abba, Padre: «Para expresar el valor de Jesús y la relación que tiene con Dios […] los discípulos pensaron en la categoría de Hijo» (372; cf. 373-374; 402-403).
Esa enseñanza no es conciliable con numerosos datos evangélicos, según los cuales Cristo tuvo clara conciencia de su condición de Hijo único del Padre, como aparece en varios lugares de San Juan y también de los sinópticos (Mt 11,25-26; Mc 12,1-12; 13,32; Lc 2,49), y como siempre lo ha entendido la Tradición católica. Es imposible imaginar que Cristo, el hombre más perfecto de la historia humana, no sabía quién era; o que se fue enterando poco a poco. Por otra parte, si el mismo Jesucristo no hubiera conocido y enseñado a sus discípulos la eternidad y unicidad de su filiación divina, jamás la comunidad cristiana primera, procedente del monoteísmo judaico, hubiera podido pensar en un Hijo divino unido al Padre celeste, pero personalmente «distinto» de él.
Es necesario reconocer que los errores que el profesor González de Cardedal parece exponer sobre «La unión hipostática» y «La conciencia divina del hombre Cristo» pueden verse neutralizados por otros textos suyos del mismo libro, en los que afirma la fe católica. Sin embargo, la ambigüedad de los textos aludidos y de otros semejantes, en materia tan grave, es de suyo inadmisible, y más en un manual de teología católica. Y, por otra parte, son ambigüedades especialmente reprobables en los tiempos actuales de Iglesia, cuando precisamente la tentación arriana, nestoriana, adopcionista, es la que en temas cristológicos ofrece sin duda el mayor peligro.
La muerte de Cristo tampoco parece ser entendida al modo católico por el doctor González de Cardedal. Él afirma, al parecer, que la pasión de Cristo no es el cumplimiento de un plan divino, anunciado por los profetas y por Él mismo. De la pasión de Jesús él dice así:
«Esa muerte no fue casual, ni fruto de una previa mala voluntad de los hombres, ni un destino ciego, ni siquiera un designio de Dios, que la quisiera por sí misma, al margen de la condición de los humanos y de su situación bajo el pecado. La muerte de Jesús es un acontecimiento histórico, que tiene que ser entendido desde dentro de las situaciones, instituciones y personas en medio de las que él vivió… […] Menos todavía fue […] considerada desde el principio como inherente a la misión que tenía que realizar en el mundo […] «Su muerte fue resultado de unas libertades y decisiones humanas en largo proceso de gestación, que le permitieron a él percibirla como posible, columbrarla como inevitable, aceptarla como condición de su fidelidad ante las actitudes que iban tomando los hombres ante él y, finalmente, integrarla como expresión suprema de su condición de mensajero del Reino»… (94-95).
Y añade: «En los últimos siglos ha tenido lugar una perversión del lenguaje en la soteriología cristiana […] El proyecto de Dios está condicionado y modelado por la reacción de los hombres. Dios no envía su Hijo a la muerte, no la quiere, ni menos la exige: tal horror no ha pasado jamás por ninguna mente religiosa» (517; cf. ss).
La Escritura, en cambio, dice con gran frecuencia lo contrario de lo que afirma el Dr. Olegario en estas exposiciones. Afirma claramente que judíos y romanos, causando la pasión de Cristo, realizan «el plan» que la autoridad de Dios «había de antemano determinado» (Hch 4,27-28); de modo que judíos y romanos, «al condenarlo, cumplieron las profecías» (13,27). En efecto, «era necesario que el Mesías padeciera» y diera así cumplimiento a lo anunciado por Moisés y todos los profetas (Lc 24,26-27).
Un cierto terrorismo verbal pseudo-teológico está hoy atacando el lenguaje bíblico y tradicional de la fe católica, especialmente en temas soteriológicos. En esa misma clave verbal que he recordado en la Escritura (cf. Mt 26,39; Jn 4,34; 12,27; 14,31; 18,11; Flp 2,6-8; Heb 5,7-9), el lenguaje de los Padres, de los Concilios y de las diversas Liturgias, hasta el día de hoy, es unánime en la Iglesia: «quiso Dios que su Hijo muriese en la cruz», para así declararnos Su amor en forma suprema, para expiar en forma sacrificial y dolorosa por el pecado del mundo, y para otros fines que recordaremos. Renunciar a este lenguaje de la fe, y estimarlo como inducente a error, es algo absolutamente intolerable en la teología católica, porque es contra-decir el lenguaje de la Revelación y de la Tradición. ¿Qué clase de teología es ésa que contra-dice lo que la Revelación y la Tradición dicen tantas veces?
Claro está que no quiso Dios la muerte de Cristo «por sí misma, al margen de la condición de los humanos y de su situación bajo el pecado». Eso es obvio, y nunca en la Iglesia ha dicho nadie cosa semejante. ¿Cómo va a establecer la Voluntad divina providente plan alguno en la historia de la salvación ignorando el juego histórico pecaminoso de las libertades humanas? Nadie ha entendido en la Iglesia que en el plan de la Providencia divina se «asigna la muerte de Cristo a un Dios violento y masoquista» (517). Sugerirlo siquiera es una enormidad.
Continuaré, con el favor de Dios.
José María Iraburu, sacerdote
Índice de Reforma o apostasía
38 comentarios
En primer lugar, desearle una feliz Navidad y darle la enhorabuena por no descansar ni siquiera en estas fiestas.
En segundo lugar, me gustaría plantear dos preguntas:
¿Cómo debemos conciliar la clara conciencia filial de Cristo con Lc 2, 52 (sobre todo en cuanto a que crecía ante Dios, no sólo ante los hombres)? Este pasaje siempre me ha dado problemas.
¿Qué Cristologías son fiables en el panorama editorial español? ¿Las dogmáticas de Aurelio Fernández o de Ludwig Ott, o la cristología de Antonio Sayés son recomendables? Agradezco mucho su labor de crítica, pero, si me permite la osadía, me gustaría que además incluyese autores fiables para poder leer y formarnos: católico ignorante, protestante seguro.
Un saludo afectuoso y perdone por las molestias.
Actualmente habrán sido muy pocos quienes hayan leído las obras más largas del prof. Olegario, las 680 páginas del Jesús de Nazaret, las 832 y 1104 de Fundamentos de cristología, y ni siquiera las 600 de la Cristología. En unos años más es sumamente improbable que nadie le lea. Algo semejante sucede, p.ej., con Rahner. Creo muy improbable que hoy ningún Editor se atreva a editar sus Obras completas. Se quedaría con ellas en el almacén.
José
La ciencia humana de Jesús, mientras crecía él ante Dios y ante los hombres, iba creciendo por una experiencia que le llevaba a la ciencia: así funciona la inteligencia humana. Pero Él siempre supo Quién era. Cristologías como las de Ott, Galot, Fernández, Sayés, González Gil, José Caba, entre otras, son netamente católicas.
Una vez más, ¡Feliz Navidad!
Por supuesto que en ese tema y en tantos otros ha habido malas-interpretaciones de la fe católica, bíblica, tradicional, patrística, conciliar, etc. Pero el remedio no está en contra-decir lo que dice Biblia, Tradición, Concilios, etc., sino en explicarlo en su recto sentido católico.
El detalle de la corbata no es menor.Otro detalle es su poca mención a la Santísima Virgen a no ser para decir que ni es tan Santa porque no es tan virgen (Algo que a mí me saca una santa cólera por el amor a nuestra Madre que me lleva casi al odio hacia la persona, y no sólo a su pecado)
Por cierto, dentro de 100 años, si es que Dios quiere que siga rodando la humanidad sobre la tierra, nadie sabrá de estos "pontífices de sí mismos".A lo sumo, una nota en una enciclopedia que diga "pseudoteólogos heréticos de la época del gran Papa S.Juan Pablo II el Magno y del gran Papa y teólogo Benedicto XVI".
La Summa Teólogica y su autor, Santo Tomás, seguirán siendo universalmente conocidos y la Iglesia Católica Apostólica y romana seguirá prevaleciendo a toda herejía.
En el caso de mi paisano Olegario,y otros muchos muy tibios en la defensa del dogma es casi más sangrante y dañino que los insultantes Tamayos y compañía, porque el veneno de la herejía se inocula más fácilmente y´hasta llega a pasar por bueno.
Felicidades por el artículo y Feliz Nochebuena para todos los que hacen posible infocatólica y sus lectores.
---------------------------------------
JMI.- Bueno, algunas afirmaciones que hace ud. (p. ej., sobre la Virgen) posiblemente no tengan fundamento en los escritos de Olegario. Pero, haciendo un esfuerzo, dejemos pasar el comentario. Feliz y santa Navidad.
El mal está muy extendido, sino vea:
Tengo ante mí un tríptico que recogí ayer en el seminario de Corbán ( diócesis de Santander). Se trata del XXVI curso de Teología del programa 2009-2010 y cuyo director es José Luis R. Capillas, S.J.
Pues bien, dentro del ciclo II, titulado " Grandes Teólogos del siglo XX", se disertará el 26/01/2010 sobre Edward Schillebeeckx. El 16/02/2010, sobre Hans Küng. El 23/02/2010 sobre Leonardo Boff, entre otros ¿ son estos los grandes teologos o los grandes heterodoxos?
Dentro del ciclo III, nominado JESÚS DE NAZARET HOY: El 9/03/2010 la conferencia se titula " Claves de la espiritualidad de Jesús" ¿ adivinen quién disertará? pues José Antonio Pagola Elorza. Sí, sí, creánselo. Pero el 23/10/2010 se hablará sobre "El significado de la resurección de Jesús para el hombre de hoy" ¿ quién será el conferenciante? ¿será alguno de doctrina sana para compensar un poco lo anterior? Noooo, será el famoso José Ignacio González Faus.
A todo esto, el tríptico está en el seminario para que se animen los excasos seminaristas. Porque seminaristas no tendremos, pero herejes sí, y de estos a porrillo.
Mirad cuanto nos ama Dios que se ha encarnado en una virgen. Feliz Natividad del Señor
Muhas gracias por su interés en darnos buena doctrina.
Feliz Navidad para usted y los lectores de este blog, que me encanta.
--------------------
JMI.-No me extraña nada: es buenísimo.
Santa y feliz Navidad.
----------------------------------------
JMI.-Ahí está el problema. O por decirlo más claro: "This is the question". Diágnostico de la enfermedad sí, tratamiento eficaz no.
Reforma o apostasía.
Santa y feliz Navidad para Ud. y los suyos.
Un saludo.
---------------------------------------
JMI.- Pagó sobre-abundantemente en el sacrificio de expiación de la Cruz las "deudas" contraidas por nuestros pecados. Pero es tan bueno con nosotros que nos llama a co-laborar en este misterio de redención y de reconciliación con Dios, de modo que "completemos en nosotros lo que falta a la pasión de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia". Él quiere que participemos de su oración, de su obediencia al Padre, de su amor a los hombres, de su humildad, de su pobreza, etc., de todo: y quiere TAMBIÉN que participemos de su pasión salvadora. Nuestras cruces reciben TODO su valor de la Cruz de Cristo. Por sí mismas, no valdrían NADA para redimirnos de nuestras culpas y de las penas por ellas debidas.
49 Jesús les contestó:
--¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?
San Mateo 2, 49.
Lo cierto, D. José María, es que uno se desmoraliza al comprobar que teólogos de la confianza del Episcopado, como González de Cardedal, no se libran de ser infieles al Magisterio. El panorama es desalentador: ¿ya no podemos confiar en nuestros obispos?
---------------------------------------
JMI.- La persona de Cristo es única y divina: la del Verbo encarnado.
Podemos y debemos confiar en nuestros Obispos, ciertamente. Y debemos pedir a Dios que siempre dirijan eficazmente las actividades de las personas principales y las comisiones que colaboran con ellos.
¿Cómo es posible que esto deslices no hayan sido advertidos por los obispos? Más aún, que no hagan nada una vez advertidos? Que ahora podría entenderse que ya no actúen, si la obra está olvidada y obsoleta, pero es posible que en su momento hayan contribuido no poco a la confusión.
La estrategia que recomendaba Antonio Gramsci en sus famosos "Cuadernos" para descristianizar a la sociedad, apuntaba justamente a minar sus fundamentos religiosos y culturales. Sospecho que este y otros autores por activa, y no pocos pastores por pasiva, han sido funcionales o permeables a esa estrategia.
Y es innegable que la estrategia gramciana ha triunfado en toda la línea. La reciente prohibición de los crucifijos es sólo una de sus multiples expresiones.
-------------------------------------
JMI.- Podemos llamarle estrategia gramsciana. Pero, bueno, es la estrategia que el diablo, Padre de la mentira, viene siguiendo desde hace veinte siglos en la Iglesia: sembrar cizaña en el campo de trigo del Señor. O si prefiere otra imagen: la Iglesia es siempre la roca inconmovible, "la columna y el fundamento de la verdad", pero en todos los siglos el oleaje suave o fuerte de las herejías se estrellan contra esa roca que Dios sostiene en la verdad con su amor omnipotente.
Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para sufrir mucho de parte de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y al tercer día resucitar.
Pedro, tomándole aparte, se puso a amonestarle, diciendo: "No quiera Dios, Señor, que esto suceda".
Pero El, volviéndose, dijo a Pedro: "Retírate de mí, Satanás; tú me sirves de escándalo, porque no sientes las cosas de Dios, sino las de los hombres."
Olegario:
Dios no envía su Hijo a la muerte, no la quiere, ni menos la exige: tal horror no ha pasado jamás por ninguna mente religiosa.
Hay una diferencia obvia entre el Pedro que fue llamado Satanás por Cristo y Olegario: éste ha podido leer lo que Cristo le dijo a Pedro.
Por no hablar de que da la sensación de que este teólogo, "que no necesita presentación", tiene un problema grave con la doctrina de la predestinación.
Las citas que yo recojo de la Cristología del prof. Olegario son suficientemente claras como para quedarse espantado. Pero yo no he leído las 680 páginas del Jesús de Nazaret, las 832 y 1104 de Fundamentos de cristología. Puede ser que en esos enormes estudios logre expresar más claramente su fe católica en Jesucristo. No lo sé. Yo me limito a hacer un examen crítico de un manual de teología suyo, en el que, como señalo en mi post, muchas veces a uno no le queda nada claro lo que el Autor dice o quiere decir sobre temas gravísimos del misterio de Cristo. Por eso yo no estimo convenientes tus expresiones sobre él, no sobre el manual. Evitemos hacer unos juicios tan duros sobre el Autor; mejor, no hagamos ningún juicio sobre él. Limitémonos a decir que su manual de Cristología en la BAC es inadmisible, y que en algunos temas muy graves "parece" incompatible con la fe católica. Que ya es decir, y mucho.
----------------------------------
JMI- Dice el Sr. Borja que el Sr. Olegario tiene un "curriculum vitae" (me figuro) mucho mejor que el mío. ¡Qué cosa, eh?
No me queda demasiado clara la filiación de Jesucristo respecto al Padre. Jesú fué y es Hijo de Dios. ¿Qué entendemos por Hijo si El no tiene principio ni fin ni ha salido de nadie?
¿Hijo de Dios en cuanto a la carne que engendró María sin conocer varón? ¿Hijo de Dios en cuanto que era Dios también?
Quizá y seguramente hay que callar ante el misterio, recibirlo de rodillas y adorarlo, sin elucubrar algo que se escapa a nuestro entendimiento.
Siempre me ha impresionado el saber que Sto. Tomás, después de su experiencia de Dios, no siguió escribiendo su Summa y vió que lo que había escrito era "paja".
---------------------------------
JMI- Tómese el Catecismo, y en el Credo, busque a Jesucristo. Y ahí la Iglesia le explica bien clarito cuál es su fe en Cristo, en su persona, en su naturaleza divina y humana, etc. Yo no sé explicarlo mejor. Ni con más autoridad, claro.
Así, el estilo de santo Tomás, tan arduo como es, goza de una precisión terminológica digna de orfebre.
Don Olegario hace un par de afirmaciones hereticas, pero el contexto, el tipo de lenguaje que él emplea y su forma de exposición me hacen dudar de si dice exactamente lo que se le quiere hacer decir.
El problema es la CONFUSIÓN.
El empleo del término "persona" cuando dice que en Cristo no se puedenegar que sea persona humana, no puedo saber si es en sentido técnico o en sentido coloquial, no puedo saber qué dice exactamente, qué quiere decir. Él tampoco lo explica
Ésa es la impresión que saqué de la lectura de las notas a los Evangelios en la 3ª edición de la Biblia de Jerusalén.
No sé qué tal serán las notas en la 4ª edición que acaba de salir a la venta.
http://www.casadellibro.com/libro-biblia-de-jerusalen-edicion-manual-modelo-0-4-ed-encuaderna-cion-plastico/1486292/2900001341953/en_gb
Feliz Navidad.
ADVENIAT REGNVM TVVM
Yo leo la BDJ en inglés y bueno... dónde esté la King James no actualizada.
Total, la BDJ ya ni siquiera traduce bien el KEJARISTOMENE.
¿Cómo entender si no sus estremecedoras reflexiones? "El que no perdonó a su propio Hijo, antes bien lo entregó a la muerte por todos nosotros ¿Cómo no va a darnos gratuitamente todas las demás cosas juntamente con él? (Rm.8,32)
"A quien no cometió pecado, Dios lo hizo por nosotros reo de pecado, para que por medio de él seamos nosotros salvación de Dios" (2 Cor. 5,21)
Es verdad que humanamente hablando "este lenguaje es inadmisible" (Jn. 6,60), pero la propia Biblia ya nos advierte la locura del lenguaje de la cruz. Humildemente debemos acogerlo, por duro que sea. En él está nuestra salvación.
----------------------------------
JMI.- Bueno, tendríamos que tirar a la basura a San Pablo, a Isaías con su Siervo de Yavé, a los Sinópticos, a San Juan, a la Cta. a los Hebreos... Concilios, Padres, Encíclicas, Liturgias de oriente y occidente, místicos y Santos... Todo. Y así podríamos quedarnos con Olegario, Pagola, Schillebeeckx (q.e.p.d.), etc.
Me parece que ese teólogo no dice que haya dos personas, una humana y otra divina, sino que intenta explicarnos que el hecho de que la persona sea divina no significa que se le sustraiga la humanidad, sino que es un ser humano, igual en todo a nosotros excepto en el pecado.
Y, por tanto, tenía todas las cualidades de una persona humana, aunque fuera una persona divina. Es decir, que su divinidad no disminuye su humanidad.
Está conforme con la doctrina oficial, y no considera que ésta dé lugar a una figura fantasmagórica. Daría lugar a eso si dijera que la persona divina de Jesucristo le sustrajera humanidad, pero no lo hace. Simplemente dice que esa persona llamada Jesús, es realmente un ser humano, aunque sea una persona divina, porque verdaderamente se ha encarnado no ha fingido hacerlo.
------------------------------
JMI.- Le recomiendo no hacerse líos sobre altos temas teológicos, con graves implicaciones filosóficas, ni tratar de resolverlos, y leer atentamente la exposición que el Catecismo hace sobre el misterio de Cristo (nn. 430-511).
Por eso dejé de leer la BdJ. Ahora leo en papel la edición de mons. Juan Straubinger. Tengo tanto la modesta edición del Club de Lectores, Buenos Aires, 1986:
http://www.publicacionesadventistas.com/index.php?pagweb=book.php&libro=247
Como la un poco más lujosa de la Universidad Católica de la Plata, Buenos Aires, 3ª Edición de 2009:
http://www.ucalp.edu.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=40&Itemid=54
En el teléfono móvil leo la edición del r. Guillermo Jünemann Beckschaefer:
http://www.synodia.org/libros/junemann/
En inglés suelo leer en el móvil la Biblia Douai-Rheims:
http://dfhmch.googlepages.com/Douay-Rheims.zip
y, cuando pueda, quiero localizar en papel la comentada por el r. George Leo Haydock:
http://www.amazon.com/Haydock-Bible-Douay-Rheims-Old-Testament/dp/B000OTWYF6/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1261936354&sr=8-1
El texto está aquí:
http://www.tldm.org/bible/bible.htm
Y los comentarios de Haydock (ed. 1859) están aquí:
http://haydock1859.tripod.com/
En latín leo (con dificultad) la Vulgata Clementina, la edición oficial de la Biblia en la Iglesia Católica entre 1592 y 1979.
http://vulsearch.sourceforge.net/html/
En el móvil la leo usando el Bible Reader de Olive Tree Software (tanto el lector como la Vulgata Clementina son gratuitos):
http://www.olivetree.com/alldevices.php
http://www.olivetree.com/store/product.php?productid=16618
Para móviles más antiguos:
http://dfhmch.googlepages.com/LatinVulgateTranslationGoBible2.2.2.zip
Francamente, no echo en falta la BdJ.
Feliz Navidad.
ADVENIAT REGNVM TVVM
En estos días ha surgido una cierta polémica por un artículo (uno más de entre muchos) del P. Masiá, en un diario de Murcia.
Me ha parecido muy bien la inicitiva propuesta por D. Fernando Pérez Bustamante de pedir tanto al obispo de Cartagena como al Superior del P. Masiá que intervengan.
Pero, claro, viendo sus post, uno piensa que los artículos del P. Masiá son "pecata minuta" al lado de la promoción por parte de la mismísima Conferencia Episcopal Española de una serie de Manuales de Teología que tienen las deficiencias que usted señala.
Siendo esto así lo que habría que hacer es una carta pública a los Obispos españoles pidiéndoles coherencia con lo que dicen. Es ridículo que saquen un documento denunciando los errores teológicos difundidos por autores y en Facultades teológicas españolas y que luego, ellos mismos promuevan y alienten la difusión de tales autores.
Un cordial saludo.
------------------------------
JMI.- Ud. dice que "la mismísima Conferencia Episcopal Española" promueve una serie de manuales... El hecho, en sí mismo (por supuesto, solo en referencia a los manuales "malos": creo que la Colección son más de treinta), está muy mal. Pero, si piensa un poco, reconocerá que la gran mayoría de los Obispos en absoluto está de acuerdo con lo que enseñan los manuales que están mal o menos bien. La Conferencia, a fines de los 90, decide con la mejor intención promover una serie de manuales teológicos sanos, se forma una comisión, la comisión encarga la dirección de la Colección a un cierto profesor y consejo de redacción... De todo lo que pasa después, el 98% de los Obispos españoles no tiene ni idea.
----------------------------------
JMI.- No hay ninguna contradicción. Un Obispo que enseña o manda algo en contra de la comunión con el Papa y los Obispos de la Iglesia universal (y el caso ciertamente puede darse y se da), por supuesto que no es de fiar. Pero si no confiamos en nuestros Obispos católicos, en comunión con el Papa, nos quitamos de católicos. Léase Ud. por favor en el concilio Vaticano II el cap. III de la Lumen Gentium, sobre los Obispos, y la Christus Dominus, también conciliar. Y ya me dirá si "debemos confiar en nuestros Obispos" o no.
-------------------------------------
JMI.- Emplea Ud. unos términos impropios: violencia contra Olegario, etc. Y la enumeración de sus altos cargos no viene a cuento. Simplemente hago crítica de su Cristología, citando textos en temas muy graves (sin tomarlos con alfileres), textos que dicen lo que dicen, y que no me convencen, y que trato de rebatir con argumentos. La crítica de las obras publicadas por autores privados en la Iglesia siempre ha sido objeto de apoyos o de contradicciones, también públicas, por parte de otros autores. Así ha sido, así debe ser, y así será siempre.
--------------------
JMI.- No puedo decirle, porque no conozco escritos suyos.
--------------------
JMI.- No, lo recibirá, Dios mediante, el próximo día 30.
Pero Ud., tranquila. Todos los textos citados y todos los argumentos críticos de estos artículos míos siguen valiendo exactamente igual de lo que valían (sea mucho, sea poco) antes del premio.
Y por favor, todos somos respetuosos con el papado, pero no nos tome vd. por lelos en su respuesta, quiero decir que en aquello que es criticable "Pedro" y, con respeto, se le debe hacer(¿ o corregimos a San Pablo corriegiendo a Pedro?). Gracias.
-----------------------
JMI.- En seguida voy a publicar un artículo sobre Olegario González de Cardedal en Infocatólica, no en mi blog, sino en OPINIÓN. Ahí creo que le respondo, en parte al menos.
Mucho amiguismo corporativismo intelectual debe haber aquí para colarle al Papa un premio a un señor (sacerdote durmiente?) que escribe esas cosas.
Genial en Roma, vamos a seguir denunciando la dictadura del relativismo mundial promoviendo la libertad absoluta del relativismo como contrapunto dentro de la Iglesia.
Una táctica genial, son unos cracks.
P.d: Visto el anormal apoyo al hereje de John P. Meier, S.J. que hace Don Olegario, ahora me quedo muy escamado con el comentario de Juan35.
¿También D. Olegario ha llegado a blasfemar contra la pureza de la Santísima Virgen o le basta con adular a los que lo hacen?. ¿Alguien le conoce algún texto al respecto?.
Porque eso ya sería el colmo y para sacarlo a la Luz y montar una campaña y que se enteren en Roma. Sería de INDIGNADOS.
Definir que los apóstoles lo tomaron como Hijo no niega que Jesús se considerará el Hijo. No sé, la claridad que le pide es algo que suena a prejuicios.
La muerte de Cristo. la criticar a Olegario usted niega la libertad de los hombres y eso es pura desviación del dogma.
No sé, en principio, la cosas se discuten pero no se condenan de esta forma sustituyendo al juicio que la Iglesia NO ha hecho sino que, además, ha PREMIADO.
----------------------------
JMI.- Respondo, en lo posible, sus cuatro párrafos.
1º. No se entiende lo que ud. dice. Si "no ve claro", es lógico que no pueda expresarse con claridad en este punto.
2º. Yo no contrapongo la afirmación de la divinidad de Cristo en los apóstoles y en Jesús. Cristo la afirma (soy anterior a Abraham, soy Señor del sábado, más que el Templo, perdono los pecados, hago milagros, etc.), y los apóstoles también.
3º. Yo no niego la libertad de los hombres.
4º. La "Iglesia" no ha premiado la "Cristología" de Don Olegario.
"Esta es nyestra fe. Teología para universitarios" de González-Carvajal es un libro hereje por los cuatro costados y, además, un pestiño infumable.
¡Qué manía con recomendar basura teniendo el Catecismo!
Los que nos obligaron a leer ese libro en Religión en COU (segundo de bachillerato, se llama ahora), idolatraban a Pagola.
Hablo de hace 17 años.
Por supuesto, los curas que nos impusieron esto, se desmarcaban del Papa, no confesaban y no han tenido vocaciones, a parte de ser muy permisivos con temas como la anticoncepción, la homosexualidad, etc.
Por fortuna, me alié con un compañero para que ese libro no lo leyese nadie. Nos repartimos el libro en capítulos entre todos los de clase de tal manera que cada uno sólo leyese uno. Todos entregamos el mismo "trabajo". En fin, es de lo poco que pude hacer en favor de la Iglesia para combatir la herejía. Yo me quedé con el capítuli que trataba de la Virgen, donde, oh sorpresa, se ponía en duda su virginidad.
Que la Virgen nos ayude a despejar todas estas herejías.
¿tiene Usted el contacto del profesor Olegario?
Muchas gracias.
---------
JMI.-No. Quizá figure en la web de la Facultad de Teología de Salamanca como profesor emérito.
Mire con todos mis respetos hacia su labor universitaria en Salamanca y otros diversos titulos de cierto rango muy importantes,le rogaria que en estos momentos dificiles para la Iglesia a nivel de perdida de fe, ayudan poco estos libros como este de Cristologia a la gente con poca cultura religiosa e incluso futuros sacerdotes que buscan claridad y verdad segun la doctrina del magisterio de la iglesia a la cual usted pertenecen. No se pueden reinterpretar los dogmas a criterio personal de uno por mucho titulo que se tenga. queremos teologos y sacerdotes que no sean simples funcionarios y que expliquen la teologia de forma correcta y de forma mas asequible para la gente que no queremos solamente opiniones muy eruditas y a su vez muy confusas.
Tienen ustedes la obligación de explicar teologia catolica y no otra cosa, porque para eso se han comprometido, Ejplo; La persona de Cristo es divina con dos naturalezs una divina y otra humana asumida, por lo tanto la persona de Cristo no es persona humana Un saludo LUIS
comprometido desde hace mas de 30 años con la sana teologia, que revise y enmiende su actual libro de cristologia publicado en la B.A.C. ultimamente, por contener errores dogmaticos de primer orden.
Un hombre de la talla internacional que goza usted y lo laureado que ha sido toda su vida academica En la pontificia de Salamanca, en el Vaticano con el premio nobel a la investigación teologica con el premio Razinger, por cierto gran amigo y compañero de usted, no me explico a estas alturas de su vida profesional como hace mención de una cristolologia que contiene como decia anteriormente grandes errores:.ejplo: No se puede decir que en la unión hipostatica de Cristo se da una persona humana y que solamente la persona humana de Cristo es la que muere por nosotros, quedando su sacrificio de expiación devaluado completamente. por otro lado la Virgen Maria ya no seria madre de Dios,sino madre de la persona humana de Cristo. La fe de Calcedonia afirma con toda claridad que la persona del VERBO DIVINO posee ontologicamente la naturaleza humana que ha asumido.por lo tanto en Cristo hay una persona divina y dos naturalezas una divina y otra humana.Tambien sfirma usted que la muerte de Cristo no es el cumlpimiento de un plan divino anunciado por el mismo Cristo y por los profetas.La Iglesia dice que quiso Dios que su hijo muriese en la cruz para por amor, expiar en forma sacrificial por el pecado del mundo.y por ultimo hago referenciaa la conciencia divina de Cristo. Cuando le pregunta a sus discipulos ¿quien creen que soy yo?,no les está preguntando ¿Como creeis vosotros que es mi relación con Dios?Por eso a la respuesta de Pedro le dice. No es la carne ni la sangre quien te lo ha revelado sino mi Padre que está en los cielos.Todas estas referencias las proclama la Iglesia y no este servidor que le escribe. Me he creido en la obligación de hacerlo para que personas poco ilustradas en esta materia y a otras en general no terminen preguntandose ¿Cisto era DIOS. ES DECIR UNA PERSONA DIVINA CON DOS NATURALEZAS una divina y otra humana asumida? o Cristo era una persona humana en una busqueda especial de Dios,pero no era Dios. Por favor en las facultades de teologia enseñen docrina catolica,no teorias modernas que dan lugar a la gran confusión que ahi entre ustedes ,los mismos teologos. Cada uno va de por libre y creo que en esto debieran esto debiera tomar las riendas de una forma definitiva y valiente la iglesia en general
saludos
Dejar un comentario