Darwin a juicio (5)
Comentario de: Phillip E. Johnson, Darwin on Trial, InterVarsity Press, Downers Grove – Illinois, 2010, 3rd edition; foreword by Michael Behe.
En el post anterior, comentando el Capítulo 3 de este libro (titulado “Mutaciones grandes y pequeñas”), presenté las principales dificultades del darwinismo ortodoxo, que se adhiere rígidamente al gradualismo de Darwin, es decir a su visión de que la evolución consiste en una enorme sucesión de micro-mutaciones. En este post presentaré brevemente las principales dificultades del darwinismo “saltacionista” (heterodoxo) de Goldschmidt, que concibe una evolución basada en macro-mutaciones.
2. Tribulaciones del darwinismo saltacionista
A mediados del siglo XX, el Profesor Richard Goldschmidt desafió a los neodarwinistas invitándolos a explicar cómo una serie de estructuras complejas, incluyendo por ejemplo el pelo de los mamíferos y la hemoglobina, pudo haberse producido por acumulación y selección de mutaciones pequeñas, cosa que él juzgó imposible. Goldschmidt concluyó que la evolución darwinista no podía dar cuenta más que de variaciones dentro de la frontera de la especie y que la evolución más allá de ese punto debe de haber ocurrido a grandes saltos, a través de macro-mutaciones. Él reconoció que las mutaciones a gran escala producirían en casi todos los casos monstruos mal adaptados, pero pensaba que en raras ocasiones un accidente afortunado podría producir un miembro de una nueva especie con capacidad de sobrevivir y propagarse. Sus adversarios llamaron a estas ideas la teoría del “monstruo esperanzado” (“hopeful monster”).