Ante la ofensiva laicista
El laicismo pretende expulsar lo religioso de la vida pública. La religión, de tener algún espacio, habría de conformarse con la interioridad de cada conciencia. Pero sin que se note, sin que se mueva, sin que traspase.
El laicismo desconoce la realidad de la fe y, a la postre, la misma realidad del hombre. Una característica de la fe es la totalidad: Engloba a todo el hombre. Compromete su pensamiento, su libertad, su acción. No se puede ser parcialmente religioso. O se es religioso o no se es. Y lo que uno es se transparenta en todo lo que uno hace: privadamente, socialmente, políticamente, públicamente.