¿Franco en La Almudena?

No creo que sea posible impedir que los restos de Franco reposen en la cripta de La Almudena.

El Gobierno se ha empeñado, ha asumido como una de sus causas principales, exhumar los restos mortales de Francisco Franco de su sepultura en la basílica del Valle de los Caídos.

No deja de sorprender que esa medida sea una prioridad para el gobierno de un país, pero así ha sido – así es - . Este Gobierno vive de titulares y necesita uno muy poderoso: “Exhumamos a Franco”.

Muchas personas creen que esa opción prioritaria – exhumar los restos de Franco - es un error. Yo también lo creo. Dentro de ya casi nada, y ya ahora mismo, no perturba a nadie que los restos mortales de Franco sigan reposando en el Valle de los Caídos. Nadie está obligado a ir hasta allí. No es una sepultura que sea objeto de homenajes de la nación. O sea, los muertos deben descansar en paz.

El Gobierno ha apostado por “exhumar”, pero no ha calibrado suficientemente sus posibilidades de volver a “inhumar”, de volver a enterrar un cadáver.

Y el cadáver de Franco, en un país con seguridad jurídica como es España, no puede ser arrojado al mar. Si el Gobierno lo desentierra, el Gobierno lo ha de entregar a su familia para que lo vuelva a enterrar, de un modo decoroso.

Y la Iglesia ha de respetar la voluntad de la familia. Si la familia de Franco, su familia política – vía Martínez Bordiú - , tiene legítimamente la concesión de enterrar en la cripta que está debajo de la catedral de La Almudena a un familiar, no es de recibo que ese familiar no pueda ser Francisco Franco, que no ha muerto excomulgado ni reo de ninguna sanción eclesiástica.

Un Gobierno lo puede todo, o casi todo. No debería sobrecargar a la Iglesia, que no puede nada, o casi nada, con deberes añadidos.

Guillermo Juan Morado.

 

Los comentarios están cerrados para esta publicación.