ARGENTINA: PROYECTO DE SALUD REPRODUCTIVA DEL PARTIDO GOBERNANTE.
COMO LOS ANTERIORES EXCLUYE A LOS PADRES Y LEGALIZA Y FOMENTA EL ABORTO ENCUBIERTO.
Juan Claudio Sanahuja
Cámara de Diputados: Dip. Silvia V. Martínez (PJ, Provincia de Buenos Aires), proyecto de ley, creación del Programa Nacional de Procreación Responsable en el ámbito del Ministerio de Salud y Acción Social, (489-D.-98), Trámite Parlamentario n. 6, 9 de marzo de 1998.
Esencialmente no hay diferencia entre este proyecto y los comentados hace poco más de una semana, en este servicio de noticias. Entre otras cosas: a) buscan dar soluciones a los problemas de pobreza y marginalidad social, a través del reparto de anticonceptivos, con una cierta mentalidad eugenista, disfrazada de solidaridad; b) excluyen a los padres, violando sus los derechos inalienables con respecto a la educación y, por lo tanto, los servicios de salud reproductiva para sus hijos; c) no tiene en cuenta los efectos abortivos de algunos anticonceptivos, y parece considerar como anticonceptivos a productos claramente abortivos.
Sin pretensiones de agotar el tema, y reiterando lo dicho en Noticias Globales 9, hago un breve comentario:
1).- Art. 3º: Son destinatarios del programa, "la población en general, especialmente las mujeres y los hombres en edad fértil". No se hace distinción de edades, con lo que se institucionaliza una gravísima y dramática paradoja: para operar de apendicitis o de amígdalas a una menor hace falta el permiso de los padres o tutores; autorización que no haría falta, según estos proyectos de ley, para insertarle un DIU, o sometarla a tratamientos de "anticoncepción postcoital", claramente abortivos.
2).-Art. 8º: Las actividades de procreación responsable, "serán desarrolladas por el hospital público, la seguridad social y las entidades privadas". Por lo tanto, el aborto encubierto producto de la mal llamada "anticoncepción postcoital", del DIU, y de algunas píldoras, se financiará con el dinero proveniente de la recaudación impositiva. Por otro lado, al hablar de "entidades privadas", se amplían las posibilidades que ya tienen ciertas ONG, como la asociaciones relacionadas con la IPPF, y otras instituciones similares, que con ayuda económica del exterior (fundaciones privadas y organismos estatales, como la AID), sólo buscan promover la esterilización y el aborto, usando muchas veces la violencia psicológica contra las mujeres más pobres e ignorantes.
3).- En los fundamentos del proyecto de ley aparecen citadas las convenciones internacionales que tienen rango constitucional, por ejemplo, la de Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; la de Derechos del Niño, sin hacer referencia a las reservas que también son parte del texto constitucional. Lamentable omisión, ya que se trata de legisladores de la Nación los que proponen estos proyectos.
4).- Por el texto del proyecto parecería que todos los anticonceptivos previenen las enfermedades de transmisión sexual. Los datos disponibles parecen demostrar lo contrario. La Organización Mundial de la Salud estima que cada año se producen en el mundo 25 millones de nuevos casos de gonorrea, 50 millones de nuevos casos de clamidia, 20 millones de nuevos casos de herpes genital, (Fondo para la Población de las Naciones Unidas, Informe anual 1994, New York, 1994), y nunca como ahora se han regalado y se distribuyen en el mundo tantos anticonceptivos. En el mismo sentido, la misma IPPF reconoce que, en países de Europa, el 60% de las relaciones sexuales entre los jóvenes son "sin protección", a pesar de las políticas de educación sexual -mejor dicho, instrucción genital- y de la distribución de anticonceptivos. (Boletín Médico de la IPPF, Vol. 22, n. 5, octubre 1988). Y con referencia al SIDA, el uso recomendado y estimulado del preservativo, no parece haber detenido los contagios.
Ya que el proyecto pretende prevenir "las enfermedades de transmisión sexual, incluso el SIDA, y el cáncer genitourinario" (art. 2º), cabría preguntarse, ¿el DIU es eficaz para preservar de la clamidia, la gonorrea, la sífilis, o herpes genital?. ¿El efecto abortivo del etinilestradiol, levonorgestrel o mifepristona, es remedio eficaz contra el SIDA?. ¿El preservativo es eficaz contra el cáncer de útero?.
5).- Aunque el proyecto en sus fundamentos, se refiere a las reservas de la República Argentina a los documentos finales de las Conferencias de El Cairo (1994) y de Beijing (1995) y de la Cumbre de Copenhague (1995), ignora las reservas al documento de la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria Mundial (FAO, Roma, 1996), que son posteriores y más completas que las anteriores. En ellas, se dice: "La prestación de servicios de salud reproductiva deberá llevarse a cabo respetando la libertad de decisión de las personas, teniendo en cuenta los valores religiosos, éticos y culturales que aquellas sustenten. La República Argentina reafirma el principio de la responsabilidad primaria de los padres sobre las cuestiones relativas a la educación y salud de sus hijos menores. Los servicios de salud reproductiva en ningún caso deben incluir el aborto, quirúrgico o químico, ni en sí mismo ni como método de control de natalidad", estas reservas fueron presentadas por el Dr. Carlos Ruckauf, vice presidente de la Nación.
6).- En esas reservas también se dice que, "la planificación familiar debe sustentarse en la libertad de decisión y el respeto a los derechos humanos de los cónyugues, sin ingerencia estatal", y que, "las políticas tendientes a promover la seguridad alimentaria (léase desarrollo), deben basarse en la educación y desarrollo de la persona y, fundamentalmente, en la justicia social tanto en el orden local como en el internacional". Ahora bien, ¿responden a un convecimiento profundo del gobierno argentino?. ¿Expresan la convicción del gobierno, o de uno o dos funcionarios, a los que les tocó ir a esa Cumbre? Porque, ninguna de estas afirmaciones concuerda con lo propuesto en el proyecto de ley del partido gobernante que estamos analizando.
7).- Los fundamentos del proyecto se citan las palabras del Dr. Carlos Menem, Presidente de la Nación sobre el Programa Materno Infantil y Nutricional (PROMIN). Hay que recordar que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), informaba que en 1995, como parte del PROMIN (Programa Materno Infantil y Nutricional, del Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación), se extendería a todo el país un programa de estímulo de la "salud reproductiva y sexual", que había comenzado en la provincia de Formosa en 1994, (PNUD, Informe Anual 1994-1995, New York, julio 1995, p. 15). Además, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, declara en ese impreso, que participó desde el comienzo en la creación del PROMIN. Para todos los organismos de las Naciones Unidas, "salud reproductiva", incluye los llamados "servicios de aborto seguro", y encuentran justificación en el tema de la salud de la mujer, para no respetar las legislaciones nacionales sobre el aborto. (Cfr. AICA-DOC 413, 30 de julio 1997 y Noticias Globales 1, Noticias Globales 23).
8).- La autora del proyecto pretende de alguna manera "hacerlo católico" o "aceptable para los católicos", cuando cita a Juan Pablo II, "en lugar de prohibir a los pobres nacer, es preciso elaborar programas que sean de verdad eficaces…", y a Pablo VI, "no se trata de reducir a toda costa el número de invitados al banquete de la vida; lo que hace falta es aumentar los medios de distribuir con mayor justicia la riqueza…", frase que recoge del discurso de Juan Pablo II en la IV Conferencia del Episcopado Latinoamericano. Sin embargo no se da cuenta que estas dos citas del Santo Padre desautorizan todo el proyecto, y, además, no se trata de hacer el proyecto aceptable para los católicos citando al Papa, sino que el proyecto debe respetar la ley natural, para que así, sea aceptable por todos los hombres de buena voluntad, porque estamos hablando de verdades naturales que, aunque forman parte de la doctrina católica, no son exclusivas de la doctrina católica.
9).- Además si se trata de citar a Juan Pablo II, la autora del proyecto tendría que tener en cuenta, que "se afirma con frecuencia que la anticoncepción, segura y asequible a todos, es le remedio más eficaz contra el aborto. Se acusa a la Igleia Católica de favorecer de hecho el aborto al continuar obstinadamente enseñando la ilicitud de la anticoncepción. La objeción, mirándolo bien, se revela en realidad falaz. En efecto, puede ser que mucho recurran a los anticonceptivos para evitar la tentación del aborto. Pero los contravalores inherentes a la 'mentalidad anticonceptiva' -bien diversa del ejercicio de la paternidad y maternidad, respetando el sentido pleno del acto conyugal- son tales que hacen precisamente más fuerte esa tentación, ante la eventual concepción de una vida no deseada. De hecho, la cultura abortista está particularmente desarrollada justo en los ambientes que rechazan la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción". (…) "A pesar de su diversa naturaleza y peso moral (la anticoncepción y el aborto), están íntimamente relacionados como frutos de una misma planta". (…) "Así, la vida que podría brotar del encuentro sexual se convierte en enemigo a evitar absolutamente, y el aborto es la única respuesta posible frente a una anticoncepción frustrada". "La estrecha conexión que, como mentalidad, existe entre la práctica de la anticoncepción y la del aborto se manifiesta cada vez más y lo demuestra de modo alarmante también la preparación de productos químicos, dispositivos intrauterinos y vacunas que, distribuidos con la misma facilidad que los anticonceptivos, actúan en realidad como abortivos en las primerísimas fases de desarrollo de la vida del nuevo ser humano".(cfr. Enc. Evangelium Vitae, n.. 13). "Son las poblaciones más pobres las que sufren los atropellos, y esto llega a originar en ciertas ocasiones la tendencia a un cierto racismo, o favorece la aplicación de ciertas formas de eugenismo, igualmente racistas", (cfr. Juan Pablo II, Enc. Sollicitudo Rei Socialis, n. 25). FIN