Vladimir Putin, un estadista singular. Padre Alfredo Sáenz (1-2)
Hace algunos meses publicábamos, no sin algunas críticas de ciertos lectores, la posición de Putin en la actualidad y el papel que tiene en la politica contemporánea. Aquí y aquí
Presentamos ahora la conferencia que pronunció nuestro maestro, el Padre Alfredo Sáenz, SJ, gran conocedor del mundo ruso, en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires el pasado 7 de mayo de 2015.
La misma ha sido transcripta en la prestigiosísima revista católica argentina, Gladius, cuya lectura recomiendo vivamente.
Que no te la cuenten…
Vladimir Putin, un estadista singular[1]
P. ALFREDO SÁENZ
Antes de entrar en el tema, algunas palabras muy sintéticas sobre la historia de Rusia, ya que no suele ser demasiado conocida. Los orígenes del cristianismo en dicha nación se remontan al año 988 y coinciden con el bautismo del príncipe Vladímir, acontecido en Constantinopla, al que siguió la evangelización del principado de Rus’ con sede en Kiev. Todo ello aconteció antes de la separación de Roma. Dicho nuevo reino comprendería, con el tiempo, un amplio espacio geográfico, hoy ocupado por Rusia, Ucrania y Bielorusia, primera forma política organizada de las tribus eslavas orientales que adhirieron al cristianismo, constituyéndose así el pueblo ruso. La escritura rusa, que representa el quicio fundamental de una cultura, fue allí introducida por la difusión del cristianismo entre las tribus eslavas a través de la creación de los caracteres cirílicos. Ello, gracias a dos grandes santos, Cirilo y Metodio.
Tiempo más adelante aconteció la invasión de los mogoles, que cubrieron el mapa de la vieja Rus’. El pueblo ruso, un pueblo entonces acosado, encontró su sostén en la Iglesia. En ese período, el centro religioso y político fue transferido de Kiev a Vladímir en 1299 y luego a Moscú en 1322. Durante esos años los príncipes se fueron capacitando para enfrentar a los mogoles, y bajo el mando del príncipe Dimitri Donskoi, vencieron definitivamente al ejército mogol en la batalla de Kulikovo.
En 1453 Constantinopla, a la que adhería la Iglesia rusa, fue conquistada por el Imperio Otomano. El principado de Moscú, que no cayó en poder de los turcos, realzó la importancia de esta ciudad que fue llamada Tercera Roma y Constantinopla. Los zares consideraron a Rusia el heredero legítimo del Imperio Romano de Oriente.
Bajo el gobierno de Pedro el Grande y de Catalina la Grande, la Iglesia ortodoxa se vio subordinada al ámbito político. Tras la caída del último zar, Nicolás II, el bolchevismo llevó adelante una gigantesca obra de laicización del pueblo ruso.
1. LA FIGURA DE PUTIN
Vladímir Putin nació en “Leningrado”, la antigua San Petersburgo, el 7 de octubre de 1952, en el seno de una familia muy modesta, su madre lo hizo bautizar en la catedral de la Transfiguración de aquella ciudad, y ello en el mayor secreto. El padre era militante del Partido Comunista. Sólo en 1996 Vladímir se enterará de que había sido bautizado. Toda su juventud se desarrolló en Leningrado. En esos años sintió deseos de servir a su país en el campo de la información, más concretamente, en la KGB. En Leningrado funcionaba una de las más prestigiosas universidades soviéticas, donde estudió Derecho. Ya miembro de la KGB fue enviado en 1985 a Dresde, en Alemania del Este.
Tal destino sería providencial porque le dio ocasión de asistir, en 1989, a los graves acontecimientos que conmovieron a Alemania del Este. La KGB no sabía cómo enfrentar la situación, esperando de Moscú instrucciones que nunca llegaron. Pronto vendría la disolución del Pacto de Varsovia y el naufragio de la Unión Soviética. “Con este asunto de ‘Moscú no responde’, tuve la sensación de que el país no existía más. Había desaparecido. Era claro que la Unión Soviética había entrado en agonía, en su fase terminal”, dirá Putin en el 2000. En enero de 1990, sin esperar el hundimiento de un sistema que ya se mostraba inevitable, dejó el servicio activo de la KGB y volvió a Leningrado para acabar su tesis de doctorado.
¿Qué haría entonces en el campo político? Se le ocurrió ofrecerse a Boris Yeltsin, de quien fue colaborador directo, pero éste renunció el 31 de diciembre. Dicha circunstancia colocó a Vladímir Putin a la cabeza del Estado, antes de ser elegido triunfalmente, unos meses después, en marzo de 2000, presidente de la Federación de Rusia. Extraordinario asenso de alguien que nunca quiso “hacer carrera”, y del que Solzhenitsyn diría, después de haberlo encontrado en septiembre de 2000: “Tiene un espíritu penetrante, comprende pronto y no tiene ninguna sed personal de poder. El Presidente comprende todas las enormes dificultades que ha heredado. Hay que destacar su extraordinaria prudencia y su juicio equilibrado”. Por lo que puede preverse, tomaría otros caminos que los preferidos por las democracias occidentales.
Basta considerar el perfil de algunos miembros actuales de Gobierno, para apreciar la competencia, la experiencia y el desinterés que exige Putin de los que lo acompañan en su elevada gestión política. De los treinta y tres miembros con que cuenta, todos son titulares de diplomas universitarios, en Derecho, Economía, Ciencias, Ingeniería, etc., con amplia experiencia profesional. El principal de ellos es Dimitri Medvedev, que estudió Derecho. En 2005 Putin lo nombró Vicepresidente de su gobierno. En marzo de 2008, a los 42 años, fue elegido Presidente de la Federación de Rusia en reemplazo de Putin, a quien la Constitución le impedía tener un nuevo mandato, pero no el ejercer las funciones de Primer Ministro, cargo que le dio Medvedev. Los dos hombres se entienden perfectamente. Medvedev es una personalidad más conciliadora que la de Putin, pero se ha mostrado tan enérgico como él, tan determinado como él a hacer respetar la ley y restaurar la grandeza del país. En 2012, Medvedev terminó su mandato presidencial. Entonces fue reelecto Putin, retomando el poder, y nombró a Medvedev Primer Ministro, lo que da gran estabilidad a Rusia.
2. EL DESPERTAR DE RUSIA FRENTE A UNA EUROPA VACILANTE
Putin sostiene que Rusia ha pasado por un desierto espiritual, camino a un reencuentro con sus raíces. Así, dice, “los rusos han vuelto a la fe cristiana sin ninguna presión por parte del Estado ni tampoco de la Iglesia. La gente se pregunta por qué. La gente de mi edad se acuerda del Código de los constructores del comunismo… Cuando ese Código dejó de existir, se hizo un vacío moral que no se podía colmar sino retornando a los valores auténticos”.
Fue sobre todo con ocasión de los Congresos que se realizan en Valdai donde Putin nos ha dejado sus reflexiones más inteligentes. En dichos Congresos, que se efectúan todos los años, participan unos doscientos expertos y periodistas, líderes políticos y espirituales, filósofos y hombres de la cultura, de Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y China. Putin ve todo un símbolo en el hecho de que Valdai, el sitio elegido para esos Congresos, se encuentre geográficamente en un lugar “fundacional” de la antigua Rus’.
Precisamente en uno de esos Congresos, el de 19 de septiembre de 2013, destacó Putin la conveniencia de haber elegido este lugar: “Estamos en el centro de Rusia, no en un centro geográfico, sino espiritual”. Es justamente, señala, en la región de Nóvgorod, a la que pertenece Valdai, la cuna donde nació la primera Rusia, la Rusia cristiana. Putin ha asistido a varios de esos Congresos, aprovechando la ocasión para pronunciar allí enjudiosos discursos. En el del 10 de noviembre de 2014 aprovechó para decir que en esos actos él se expresaba con total libertad: “Voy a hablar clara y sinceramente. Algunas cosas pueden parecer duras. Pero si no hablamos directa y sinceramente de lo que realmente pensamos no tendría sentido reunirse en esta forma. Entonces habría que reunirse en alguna reunión diplomática, donde nadie dice nada claro y, recordando las palabras de un conocido diplomático, podemos indicar que la lengua e dio a los diplomáticos para no decir la verdad”.
Pues bien, en el discurso del 19 de septiembre al que acabamos de aludir, habló de su propósito de restaurar la Rusia tradicional, que nació cristiana y patriótica. Frente a la prensa reunida dedicó Putin una buena parte de su discurso al tema de la identidad nacional rusa. Allí dijo: “Para nosotros, porque estoy hablando sobre los rusos y acerca de Rusia, las preguntas; ‘¿Quiénes somos? ¿Qué queremos ser?’ suenan en nuestra sociedad cada vez más fuerte. Hemos dejado atrás la ideología soviética y no hay retorno. Está claro que el progreso es imposible sin lo espiritual, cultural y la autodeterminación nacional. De otra manera no seremos capaces de soportar los desafíos internos y externos, y no podremos tener éxito en la competencia global”.
El acercamiento de la Iglesia y el Estado se intensificó por dos hechos: la elección en 2009 de Cirilo, obispo de Smolensk, como Patriarca de Moscú y de toda Rusia, y el retorno al poder de Putin en 2012. En el famoso discurso del 19 de septiembre de 2013, donde con su alocución ceró el Congreso dedicado al tema “La diversidad de Rusia ara el mundo moderno”, no temió afirmar su convicción de la necesidad de volver a la fe. Allí dijo: “Mucha gente de los países europeos están avergonzados y tienen miedo de hablar de estas convicciones religiosas. Las fiestas religiosas se están eliminando o se les está cambiando el nombre, escondiendo la esencia celebración”. En esa misma alocución hizo un llamado a la población rusa para fortalecer una nueva identidad nacional basada en los valores tradicionales, como los que posee la Iglesia Ortodoxa, advirtiendo que el lado oeste del país estaba enfrentando una crisis moral. Al hablar del “lado oeste del país” ¿no se estaría refiriendo a la zona rusa colindante con la Luropa que va perdiendo la fe?
Al parecer, lo que quería Putin era impulsar a su pueblo -ruski mir- a retornar a la fe de sus padres, sobre todo ante el espectáculo de una Europa que parecía querer olvidar sus raíces católicas. No deja de resultar sugerente que en el año 2012 Putin haya pedido ser bendecido con la imagen de la Virgen de Tiflin, costumbre que tenían los zares de Rusia a partir de Iván el Temible. En el mismo discurso en Valdai al que acabamos de aludir, se animó a decir: “Rusia es uno de los últimos guardianes de la cultura europea, de los valores cristianos y de la verdadera civilización europea”. Fustigó a continuación a esa Europa que renuncia a sus raíces.
De hecho, Rusia ha conocido un reflorecimiento religioso tras la caída del comunismo. Si en 1988, antes del derrumbe de la Unión Soviética, la Iglesia Ortodoxa contaba con 67 diócesis, 21 monasterios, 6893 parroquias, 2 academias y seminarios, en 2008 contaba con 133 diócesis, más de 23.000 parroquias, 620 monasterios, 32 seminarios, 1 instituto teológico, 2 universidades ortodoxas. Entre 1991 y 2008, la cuota de adultos rusos que se consideraban ortodoxos creció del 31% al 72%, mientras que la cuota de la población rusa que no se consideraba de ninguna religión bajó del 61% al 18%.
La posición de Putin es clara, como lo deja traslucir con toda contundencia la misma alocución pronunciada en Valdai. Extractemos algunos párrafos. “Cada país tiene que tener fortaleza militar, tecnológica y económica, pero sin embargo lo principal que determinará el éxito, la calidad de los ciudadanos, de la sociedad, es su fortaleza espiritual y moral”. Por eso, agregará, el país deberá considerarse como una nación con su propia identidad, con su propia historia, con sus propias tradiciones. Solo así sus miembros podrán unirse para un fin común. “En ese sentido, la cuestión del encuentro y el fortalecimiento de la identidad nacional es realmente fundamental para Rusia”. Las diversas catástrofes del siglo XX, agregó, tuvieron como consecuencia un golpe devastador a la cultura nacional rusa y sus códigos espirituales, así como la consiguiente desmoralización de la sociedad.
Insistió Putin durante el mismo discurso en la gravedad de la apostasía de Europa: “Otro desafío serio para la identidad de Rusia está relacionado con algunos eventos que se produjeron en el mundo. Son dos temas: la política extranjera y el aspecto moral. Podemos apreciar cómo muchas de las naciones euro-atlánticas están rechazando actualmente sus raíces, incluyendo los valores cristianos que constituyen el fundamento de la civilización occidental. Están negando los principios morales y toda identidad tradicional: nacional, cultural, religiosa e incluso sexual. Están implementando políticas que equiparan las familias numerosas con parejas del mismo sexo, la fe en Dios con la fe en Satanas”. Y prosigue: “La gente en muchas naciones europeas se siente avergonzada o temerosa de hablar de su filiación religiosa. Las fiestas religiosas son abolidas o bien toman un nombre distinto; su significado permanece oculto, tanto como su origen moral. Y se está tratando de exportar agresivamente este modelo a todo el mundo”.
Hay, pues, en la vieja Europa, un profunda degradación moral. “Sin los valores enraizados en el cristianismo…, sin las normas de la moralidad que han tomado forma a lo largo de un milenio, los pueblos perderán su dignidad humana. Nosotros consideramos natural y recto defender esos valores. Uno debe respetar los derechos de las minorías, pero los derechos de la mayoría no deben ser puestos en cuestión”. Y concluye: “Yo creo profundamente que el desarrollo personal, moral, intelectual y físico deben permanecer en el corazón de nuestra filosofía. Antes de 1990 Solzhenistsyn afirmó que el objetivo principal de la nación debería ser preservar a la población después de un muy dificultoso siglo XX”.
3. SIGNOS DE RESURRECCIÓN ESPIRITUAL
Rusia vive un profundo renacer de la religión allí tradicional, la llamada Ortodoxia. Este renacimiento parece un verdadero milagro luego de las más de siete décadas de comunismo soviético en el curso del cual millones de cristianos, ortodoxos y católicos han sido asesinados o apartados de practicar su religión. Actualmente se asiste en Rusia a un admirable retorno, sobre todo a la liturgia La Pascua sigue siendo la más importante celebración de la Rusia moderna como lo prueban las iglesias llenas de gente de todas condiciones que van allí a rezar y a confesarse.
El mismo Putin, así como el Primer Ministro Dimitri Medvedev, en comunión con su pueblo asisten cada año al oficio pascual celebrado por el Patriarca en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú. Pero ello no es todo. Si bien es cierto que la Constitución rusa de 1993 parece mostrar cierto carácter laicista, semejante a las Constituciones de varios países de Europa, sin embargo Putin ha hecho lo posible por favorecer a la Iglesia Ortodoxa, apoyándose en su doctrina. El 19 de noviembre de 2010, hizo votar por la Duma, es decir, el Congreso Nacional, una ley por la que se autorizaba la devolución a la Iglesia de todos los bienes que le habían sido arrebatados por el Estado y las municipalidades, a partir del triunfo de la Revolución bolchevique. El 8 de febrero de 2012, prometió el otorgamiento de subvenciones por cerca de 80 millones de euros para financiar diversos proyectos de renovación de la Iglesia Ortodoxa. Incluso creemos haber leído que dispuso que hubiera capellanes en las Fuerzas Armadas. Agreguemos el coraje que exhibió al ordenar el traslado de los restos de la familia imperial, vilmente asesinada por orden de Lenin, a San Petersburgo, donde les hizo dar una digna sepultura, confesando y comulgando en dicho día.
Una anécdota esclarecedora. Hace unos años el rey de Arabia Saudita visitó a Putin en Moscú. Antes de partir le dijo que quería comprar un terreno grande, y allí edificar, con dinero totalmente árabe, una gran mezquita en la capital rusa. “No hay problema -le respondió Putin- pero con una condición: que autorice que se construya también en su capital una gran iglesia ortodoxa”. “No puede ser”, repuso el rey. “¿Por qué?”, preguntó Putin. “Porque su religión no es la verdadera y no podemos dejar que se engañe al pueblo”. A lo que Putin replicó: “Yo pienso igual de su religión y sin embargo permitiría edificar su templo si hubiera correspondencia. Así que hemos terminado el tema”.
De hecho la Iglesia es considerada por el Kremlin un aliado fundamental del Estado, destinada a custodiar la identidad espiritual y cultural de Rusia. Así como el Kremlin promueve a la Iglesia como sociedad que representa los valores de la nación, de manera semejante la Iglesia considera oportuno colaborar con las autoridades políticas para promover medidas que protejan la familia y salvaguarden la moralidad pública.
Consideremos algunos casos de dicha colaboración. Uno de ellos es la ley anti-blasfemia que fue votada por la Duma como consecuencia de un episodio deleznable. Tres mujeres feministas se habían exhibido en el interior de la Catedral de Cristo Salvador en Moscú, ubicándose en la parte más sagrada del presbiterio, con música rock de fondo, de carácter irreverente. Las autoridades políticas lo consideraron un gesto claramente vandálico, condenándolo categóricamente y castigándolo como correspondía, mientras que para las autoridades eclesiásticas fue una profanación blasfema. Los medios de comunicación occidentales mostraron el episodio como una violación de los derechos humanos por parte de las autoridades políticas y de persecución a artistas “creativos”. La Iglesia, por su parte, ha apoyado las nuevas normas del Gobierno que limitan el acceso al aborto y la ley introducida por Putin según la cual se prohíbe publicar cualquier material que fomente la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad y la transexualidad, sobre todo si busca influir en los menores de edad. Los manifestantes que en cierta ocasión quisieron hacer pública en las calles su arrogancia “gay”, fueron hostigados al grito de “¡Moscú no es Sodoma!”.
En su famoso discurso en Valdai en septiembre de 2013, Putin incluyó una altiva respuesta a los reiterados llamados de Occidente a boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, debido a la ley rusa que prohíbe la promoción de la homosexualidad. Tras dicho discurso, los asistentes al Congreso pasaron al comedor, donde se encontraba el ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi. Allí Putin bromeó aludiendo a la larga amistad que tenía con Prodi, y también con su enemigo, el ex presidente del Consejo de Ministros italiano Silvio Berlusconi, afirmando que “Berlusconi estaba siendo juzgado por vivir con mujeres, pero si fuera homosexual nadie le pondría un dedo encima”. Al mismo tiempo, el Estado promueve abiertamente el carácter sacramental del matrimonio tal como lo entiende la Iglesia. Se comprende la inquina del Occidente post-cristiano.
Como puede verse, Putin ha asumido expresamente la defensa de la familia tradicional. El 11 de febrero de 2013, se realizó un encuentro entre el Gobierno y las autoridades religiosas. Allí el jefe de Estado señaló la necesidad de reconocer a la Iglesia Ortodoxa mayor espacio en las discusiones políticas tocantes a cuestiones como la familia, la instrucción de los jóvenes y el espíritu patriótico. Respecto a la defensa de tales valores, y en particular de la familia, en varias ocasiones Putin ha querido mostrar su voluntad de que en este campo Rusia retorne a los valores tradicionales de la sociedad. A tal fin ha señalado el alto aprecio que tiene de la familia, entendida como elemento fundante para el desarrollo del Estado y de la sociedad, y la actuación de una estrategia política y social que la favorezca, contribuyendo así de un modo decisivo a invertir la corriente demográfica fuertemente negativa que afligió a Rusia en los últimos decenios. Si se tiene en cuenta el hecho de que “el invierno demográfico” que ha golpeado a esa gran nación entre los años 1990 y 2005 manifiesta hoy una situación común a la de la mayor parte de los Estados europeos, no hay duda de que en esta materia el actual modelo ruso constituye un ejemplo a nivel internacional. Varias veces Putin se ha referido a los ataques que se llevan a cabo contra la institución familiar. Esto explica por qué Rusia está tan atenta a la cuestión demográfica. La protección de los derechos y los intereses de la familia, de la maternidad y de la infancia son una cuestión prioritaria para las autoridades públicas. Los actuales dirigentes parecen entender que el problema de la reducción de la natalidad no es atribuible sólo a motivos económicos, sino que tiene raíces más profundas, de carácter cultural, lo que explica la necesidad de intervenir también en el campo de la educación y de la información. El sistema de vida capitalista y globalizado crea una peligrosa tendencia que atenta contra la sociedad. Putin lo afirma sin vueltas: “La crisis de la sociedad humana se expresa principalmente en la pérdida de su capacidad reproductiva”. Gracias a las medidas del Gobierno, en Rusia se ha reducido drásticamente el número de abortos y se ayuda a la mujer embarazada del segundo hijo, por el equivalente de 10.000 dólares, y con terrenos para el tercer hijo.
En un discurso en la Asamblea Federal el jefe de Estado, así se expresó: “Hoy, muchas naciones están revisando sus valores morales y normas éticas, erosionando tradiciones étnicas y diferencias entre pueblos y culturas. La sociedad es ahora requerida no solamente a reconocer el derecho de cada uno a la libertad de conciencia, sino también a aceptar sin condicionamiento la igualdad del bien y del mal, por extraño que ello parezca, conceptos que son totalmente contrarios… Nosotros sabemos que cada vez hay más pueblos en el mundo que sostienen nuestra posición de defender los valores tradicionales, que han hecho las bases espirituales y morales de la civilización de cada nación por miles de años: los valores de familia tradicionales, la realidad de la vida humana, incluyendo la vida religiosa, y no sólo de la existencia material sino también lo espiritual y los valores del humanismo y de la diversidad global. Por supuesto que esta es una posición conservadora. Pero en palabras de Nicolás Berdiaev, el punto de vista del conservadorismo no es el de prevenir movimientos de hacia y para, sino el de prevenir movimientos para atrás y para abajo, en una oscuridad caótica y un retorno al estado primitivo”.
Gracias a Dios, Putin se siente acompañado en la defensa de los valores tradicionales por el Patriarca de Moscú, Monseñor Cirilo, hombre lúcido y valiente. De él hemos tratado largamente en un comentario que hicimos a su libro “Libertad y responsabilidad: en búsqueda de la armonía”, Moscú 2009. Ver nuestra reseña en la revista Gladius, n° 80, año 2010, pp. 138-144.
continuará
[1] Alfredo Sáenz, “Vladimir Putin, un estadista singular”, en Gladius 93 [2015], 33-50). Los resaltados son nuestros.
46 comentarios
Cierto que es agradable oír a un político, dirigente de una nación, hablar clara y abiertamente de valores cristianos, en una Europa que cada vez reniega más de su patrimonio cristiano y que es imitada por Latinoamérica. Sin embargo, recientes declaraciones en que define como "tragedia" la caída de la Unión Soviética y sus alianzas con regímenes diversos (ateos, islámicos, laicistas, etc.) pero que comparten su rechazo a las políticas de EE.UU. y la UE, me hacen dudar de Putin como un apologeta cristiano, como creo que lo presentan en este artículo.
A Vladimir Putin le interesa una Rusia influyente y poderosa que vuelva a ser Superpotencia, tal como o más que la extinta URSS. Una manera de hacerlo es poniendo el dedo en la llaga de los defectos políticos, económicos y sociales de EE.UU. y de los países capitalistas ("occidente"), tal como en la Guerra Fría, y uno de los defectos graves de este occidente es su pérdida de religiosidad y su desprecio a la raíz cristiana que lo formó culturalmente. Pero también critica la desigualdad económica y concentración de la riqueza en el capitalismo, defendiendo los aspectos económicos y sociales del régimen soviético y la ideología comunista, abiertamente contraria y opuesta al Cristianismo.
Insisto que como católico es agradable la defensa de Putin al Cristianismo, por los guiños que de be hacerle a la Iglesia Ortodoxa Rusa que ha crecido mucho desde el regreso de la libertad religiosa post-URSS, pero Putin también defiende regímenes dictatoriales o en vías de serlo, que aplican políticas económicas similares o basadas en las medidas soviéticas.
Saludos.
El siniestro personaje que es Putin, tiene en su haber el haber actuado de la forma más terrorífica que pueda recordarse en la guerra contra Chechenia arrasándola y con una represión inimaginable.
No olvidemos que fue jefe del temible KGB en sus últimas etapas.
Y no veo que se comente en la conferencia que es el único responsable de la guerra en Chechenia. El apoyo ruso a la minoría que quiere volver a formar parte de Rusia está demostrado.
¿Nos olvidamos acaso del avión volado por un misil de bajo alcance donde murieron civiles, algunos de ellos los máximos expertos sobre el SIDA del mundo?
¿No somos conscientes de los intentos de aplicar la misma táctica a los países bálticos?
En la actual Rusia, vuelve la reivindicación de la figura de Stalin, del monstruo... El principal valuarte... lo han adivinado... Putin.
El mismo que ha conseguido que Rusia sea uno de los países más racistas del mundo, con mayor índice de abortos del mundo y con más ataques homófobos del mundo.
Al conferenciante puede que le guste que prohíban cosas...a mí no.
En el ajedrez que es la política internacional en esta época, Rusia es la pieza más inquietante. Y Putin el mandatario más siniestro.
La rusa una sociedad familiar. Le recomiendo que viaje por allí. Este señor habrá visitado la vieja dacha pero desde luego no se ha mezclado con el pueblo.
La conferencia es una lista de despropósitos de principio a fin. Putin actualmente es uno de los mayores pecadores que existen en el planeta. Aunque sólo fuera porque prolongó una guerra horrorosa y ha comenzado otra, sólo puede afirmarse que es un enviado infernal y que cuantas menos veces aparezca en esta web, mezclado con nombres de santos más tranquilo me sentiré.
Putin es enemigo declarado del progresismo y el globalismo. Putin ama a Dios y a su patria. Ya nos gustaria a nosotros disfrutar de un gobernante asi.
Putin ama a Rusia, y sin la ortodoxia Rusia no es nada, se cae, se hace pedazos. Rusia, hoy por hoy, guste o no, es el unico estado de Europa que planta cara a una UE globalista que no para de mirarse el ombligo.
Una UE decadente, que se dice democrata, al tiempo que pisotea los derechos de los griegos y los pueblos del este de Europa.
Putin es un moderado, un hombre de paz, que defiende los intereses de su pais y de la civilización cristiana. No olvidemos que ha sido Putin el primer dirigente europeo que ha hablado claro sobre el Estado Islámico y como tratarlo, frente a la alianza saudi de Obama, que financiaba y apoyaba a los grupos que hoy en dia son el ISIS.
marzo 25, 1984: Consagracion de San Juan Pablo II
Despues de la Consagracion Sor Lucia le dice al Nuncio Apostolico en Portugal que la Consagracion es valida y ha sido cumplida
agosto 29,1989, Sor Lucia afirma otra vez en correspondencia que la Consagracion de Rusia "ha sido reliazada" y que Dios cumplira su promesa
El cardenal Bertone reporta que Sor Lucia le ha dicho otra vez que la consagracion ha sido realizada y aceptada en el cielo.
Varias monjas del Carmelo en Coimbra Portugal, que vivieron por muchisimo tiempo con Sor Lucia afirman que Sor Lucia estaba convencida que la Consagracion de San Juan Pablo II de 1984 era valida y habia sido aceptada en el cielo
25 de diciembre 1991 (Dia de NAVIDAD), se disuelve MILAGROSAMENTE la Union Sovietica y su Imperio comunista
La Conversion de Rusia esta ocurriendo 10veces mas rapida que conversion del imperio romano: 30 años contra mas de 300 años . La fase final sera el fin del cisma Ortodoxo y la vuelta a Roma de la Iglesia Ortodoxa; esperamos que esto suceda en los proximos 10 años.
Ahora que todo el Occidente ha caido y se ha convertido en SODOMA y GOMORRAH, burlandose y blasfemando contra Dios, solo Rusia, la TERCERA ROMA, queda firme como la ultima esperanza de la Humanidad y el mundo Cristiano
Si por otro lado, Putin es un pecador y promueve injustamente guerras con el fin de llevar a Rusia a la magnitud de potencia, eso es otro tema.
Seamos objetivos y actualmente la gran mayoria por no decir todos los paises de origen cristiano, no solo promueven el laicismo y van separando cada vez mas a la Iglesia del estado y van derogando leyes que habian sido promulgadas con espiritu cristiano, sino que tambien cometen pecados similares o incluso peores que los que es acusado Putin. Entonces que es preferible?, yo prefiero que por lo menos se promueva la piedad.
En ese sentido vemos a USA como mayor promotor de guerras en suelo extranjero, con beneficio propio, cuando al mismo tiempo aprueba el matrimonio gay y promueve descaradamente todo lo que propone el lobby lgbt
Vayamos por partes:
1.- A Putin no le interesa ni le ha interesado la moral nunca. Todo lo hace en función del nacionalismo expansionista ruso. Como se ha dicho en multitud de ocasiones en esta web, un fin malo, no justifica una buena acción. Y pregunten a los ucranianos, bálticos o de los Urales lo que significa enfrentarse a la "madre Rusia".
2.- La degradación moral de este personaje es indescriptible. Consulten biografías no autorizadas. No se le podría ni dejar que se acercase a una calle con una iglesia cerca.
3.- ¿Hombre de paz? Arrasó Chechenia y ha iniciado una guerra en Ucrania.
4.- Hablar en contra del ISIS. No lo niego, pero sólo para proteger a Bashar al-Asad, su aliado natural en la zona; un tirano (les recuerdo) que lanza armas químicas contra civiles.
5.- ¿Rusia cristiana? Más al oriente de Moscú, la población no es mayoritariamente cristiana. Y no precisamente por 70 años de comunismo sino porque históricamente no llegó con fuerza para arraigarse.
6.- ¿Moral en Rusia? Viajen allí y vean el estado de pura corrupción. Volverán espantados a nuestra "decadente" Europa. Quien crea que moralmente Rusia en la actualidad es superior a Europa es que no ha leído un libro o periódico en su vida o lo que es peor, no ha tratado con esa sociedad. No es ni mejor ni peor que la nuestra pero desde luego, ejemplo de nada.
7.- Discursos morales de Putin. El que ha dicho en campaña electoral que hay que expulsar a los no rusos, a las minorías, golpear, el que congeló media Europa del Este cerrando el gas a precios injustos. Esas familias aterrorizadas de Ucrania no cuentan, ese es otro asunto ¿No? El que está intentando promover el reconocimiento de Stalin como padre de la patria. Bonito discurso moral. ¿Están Vds. seguro de lo que han dicho? ¿Hay que recordar no ya en el mundo sino en la guerra civil española en particular lo que hizo Stalin?
Les recomiendo que lean, lean todo lo que ha dicho este infame personaje que es Putin. Sus discurso, sus campañas electorales, su biografía en el KGB y se darán cuenta de que es un terrorista excomunista reconvertido de la peor calaña.
Lean, aunque no estén de acuerdo conmigo pero lean y espántense.
Putin no ha sido nunca jefe del KGB, ha sido miembro, pero no de los mas importantes.
Me gusta del personaje una frase que dijo y que a menudo suelo recordar:
"No tengo nada contra los homosexuales...pero dejen en paz a nuestros hijos"
Y me gusta que en el conflicto de Siria apoye explícitamente al villano de Assad -con el que la comunidad cristiana de Siria jamás tuvo problemas- y no a esos genocidas del ISIS -como de facto hace Occidente- que van a conseguir no dejar ningún cristiano vivo desde el Líbano a Irán.
Y me gusta que promocione un rearme moral cristiano de la "Santa Rusia", al estilo del propugnado por los grandes intelectuales de Rusia como Dostoiewsky. Y que le eche en cara a Occidente el pútrido vacío moral en el que vive.
Y me gusta verle participando en la bellísima liturgia de la Iglesia rusa.
Sí, quizás fue muy duro con los fanáticos separatistas de Chechenia. Se tomo muy en serio la unidad de su patria. Debía sin duda haberse puesto de perfil, como Rajoy con Cataluña.
Recemos por Rusia en primer lugar por todo el lastre de esos 70 años de comunismo del que se tiene que liberar y reponer. En segundo lugar, porque la defensa de valores cristianos es la peor lucha, porque es «contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.» En tercer lugar para que acabe el cisma y vuelvan al seno de la Iglesia Católica Apostólica Romana. ¡Para la gloria de Dios Padre!
Su pretendida defensa al Cristianismo es más bien un ataque al Occidente capitalista que se está quedando vacío y sin alma. Y es que a los países occidentales más pobres o en crisis no propone más Cristianismo como salida, sino que ofrece soluciones más bien de tipo socialista...
Incluso leo en algún comentarista la sugerencia de leer "biografías no autorizadas" como prueba de la perversidad de Putin.
Hombre, yo no sé leer la sinceridad de nadie; se nos recomendó atender a las obras. De momento, veo que ha hecho una gran obra: prohibir que parejas de homosexuales adopten criaturas rusas. Eso, ya dice mucho a favor de Putin. Lo otro, lo de leer una biografía no autorizada... pues, hombre, tal vez sea porque no se ajusta a verdad. Es poco menos que el mismo argumento de los gnósticos: "lean los "evangelios" no autorizados por Roma" (que haberlos haylos). Otros sugieren leer a Boff, otros a Hans Kung, y otros sugieren pasarse una hora con un testigo de Jehová.
¡Vaya argumentos!
Pero con la camada de perros sarnosos que nos ha caído en suerte, desde Obama hasta Merkel, de ZP-Rajoy a Hollande, la Clinton... Putin es un milagro, Rusia es un milagro, y todo el antiguo bloque soviético me produce hoy una envidia absoluta.
No es cuestión de que sea bueno o santo, es que simplemente no está infectado por esa ideología autodestructiva del progresismo occidental.
Yo no sé si Orban o el checo o Putin son santos, no pido tanto. Me basta con que sepan que si dejas entrar por la patilla a millones de musulmanes estás muerto, es así de sencillo.
Pues algo tan sencillo está fuera del alcance ya de la totalidad de los dirigentes occidentales, de la totalidad de los medios, y de la mayoría de los ciudadanos occidentales.
Putin no es comunista, lo ha afirmado muchas veces y su política económica está muy lejos de lo que significa el comunismo, tanto para la economía como para el individuo. En Rusia, se están rehabilitando las figuras de los zares, se está potenciando a la Iglesia Ortodoxa, e incluso se está dando otra visión de los héroes blancos que lucharon contra los rojos en la Guerra Civil rusa. En Rusia, hay muchos lugares conmemorativos donde se homenajean las víctimas de la represión.
Hay en Rusia cierto respeto por Stalin? Pues si, por una sencilla razón y es que la última gran hazaña del pueblo ruso fue acabar con el nazismo. Por otro lado a nivel internacional, Stalin devolvió a Rusia el estatus de gran potencia. Es muy difícil rechazar todo el conjunto del comunismo en la mente de un ruso. Muy difícil. Es algo similar, con matices, con lo que puede suceder en España con la figura de Franco.
Putin tolera y construye mezquitas en Rusia? Pues si. Rusia es un imperio y viven en ella millones de musulmanes. Es lo que hay. Es un hecho histórico. Quizá debería estar a malas con ellos, pero lo cierto es que las palabras de Putin al respecto los musulmanes, no son muy distintas de las que les han dedicado nuestros Papas.
Putin es un moderado, no es la bestia agresiva y militarista que nos pintan en los medios occidentales a sueldo de las potencias de la OTAN. Putin venció en la guerra de Chechenya. Que iba a hacer si no? Dejar dentro de sus fronteras un emirato yijadista? Putin intervino en Ukrania, pero que podía hacer si no? Tolerar un golpe de Estado de la UE/OTAN para que pusieran los americanos sus bases y sus misiles apuntando al corazón de Rusia. Putin se debe a los rusos y a su país, no a los intereses de los americanos.
Respecto al tema de los homosexuales, no son mas que manipulaciones de la prensa occidental. En Rusia, ser homosexual no está penado. Lo que está prohibido es la propaganda de conductas homosexuales en la vía publica, especialmente si hay menores presentes. Dudo que a muchos cristianos les resulte edificante un desfile del orgullo gay, así que no entiendo por qué se debe criticar a Putin por eso.
El régimen islamista de Chechenia era el ISIS de su tiempo. No hay que olvidarse del teatro Dubrovka ni hay que olvidarse de Beslan. Putin hizo lo que tenía que hacer. Acabar con ese régimen.
Lo de la periodista y el espia, no ha sido probado, asi que poco se puede decir. Por otro lado, la muerte de Litvinenko ocurrió años despúes del fin de la guerra civil.
En las zonas pro rusas de Ucrania, la iglesia católica es testimonial. Hay evangélicos que están sufriendo las consecuencias. Pero no olvidemos que esa guerra no la buscó Putin y que tampoco tiene todo el control sobre todos los ucranianos que se han levantado en armas. Puestos a buscar responsabilidades, la iglesia católica uniata tiene las suyas, iglesia que no ve con malos ojos incorporarse a la UE con todos los riesgos que supone para la Fe, y las arengas en favor de la intervención militar de Poroshenko. Por el contrario, el Patriarcado de Moscú se ha mostrado mucho menos beligerante y más conciliador.
En Rusia hay libertad religiosa. No hay ningún problema por ser católico, si bien el estado apoya únicamente a la Iglesia Ortodoxa Rusa, algo lógico, por otra parte.
También hay que reconocerle a Putin, el ser el único gobernante que se ha mojado militarmente por los cristianos sirios, atacando a ese engendro saudí-occidental, llamado ISIS.
Rusia controla un espacio marítimo en el mar mediterráneo gracias a la alianza con Al Assad, una vez derrocado Al Assad, EEUU va a echar a Rusia del puerto de Tartus. Todo esto tiene un trasfondo geopolítico. Es una lucha por poder y más poder. Derrocaron a Sadam Hussein y nos dijeron que era un "tirano", y resulta que el "tirano" dejaba a los católicos y cristianos practicar su fe tranquilamente...En Ucrania intentaron hacer lo mismo, echar la base naval rusa pero Putin se les adelantó. EEUU ya tiene dominado Irak, le falta Siria. Y todo esto lo están haciendo porque se están preparando para una gran guerra porque no van a permitir que China los supere económicamente (y ya falta poco). En China las conversiones al cristianismo también son fuertes a pesar de la represión. Tarde o temprano va a suceder lo que sucedió con la antigua Roma, una vez que la cúpula gobernante china se convierta, van a declarar la libertad religiosa para los cristianos. Si EEUU no metiera sus narices en todos lados tendríamos en un futuro no muy lejano una Rusia cristiana y una China cristiana. Pero a la masonería anticristiana no le conviene ni económica ni políticamente porque esas dos potencias comenzarían a derogar las leyes contrarias al orden natural y serían un "mal ejemplo" para el resto de las naciones. Quieren un mundo "anticristiano" como sea... Son antiCristos.
Ya sea por nacionalismo ruso, ya sea por interés económico o político, actualmente, Rusia, con todos sus defectos, es el único guardián de la civilización cristiana. La Virgen lo anunció en Fátima. Parece que vamos a ser testigos del cumplimiento de sus palabras.
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Isaías 45:
Así dice el Señor a Ciro, su ungido,
a quien he tomado por la diestra,
para someter ante él naciones,
y para desatar[a] lomos de reyes,
para abrir ante él las puertas,
para que no queden cerradas las entradas:
2 Yo iré delante de ti y allanaré los lugares escabrosos[b];
romperé las puertas de bronce y haré pedazos sus barras de hierro.
3 Te daré los tesoros ocultos[c],
y las riquezas de los lugares secretos,
para que sepas que soy yo,
el Señor, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.
4 Por amor a mi siervo Jacob
y a Israel mi escogido,
te he llamado por tu nombre;
TE HE HONRADO,
AUNQUE NO ME CONOCIAS.
5 Yo soy el Señor, y no hay ningún otro;
fuera de mí no hay Dios.
YO TE CEÑIRE[d], AUNQUE NO ME HAS CONOCIDO,
6 para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
no hay ninguno fuera de mí.
Yo soy el Señor, y no hay otro;
7 el que forma la luz y crea las tinieblas,
el que causa bienestar[e] y crea calamidades,
yo soy el Señor, el que hace todo esto.
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Esta noticia apareció hoy y es de un periodista alemán que convivió 10 días con el EI y dice que su plan maestro es una gran "limpieza religiosa" asesinando a millones con armas atómicas y considera que Occidente los está subestimando, está preocupado....El único país que realmente está combatiendo esa amenaza es Rusia, por interés político o por interés económico, pero los está combatiendo.
Putin no es el restaurador del cristianismo. No es un lider espiritual. Es un politico que defiende a Rusia de EEUU pero al defenderse, sin querer, está defendiendo la civilización cristiana. Si en Venezuela hay dictadura, no se entromete, deja que su pueblo decida sobre su futuro. No es igual a EEUU que se entromete en las decisiones políticas de las naciones dizque porque defiende la libertad de esos países pero al final la tan mentada libertad significa la destrucción de la familia tradicional y el respeto a la vida en esa nación. Obama le dice a los países sudamericanos: yo te ayudo siempre y cuando tu me apruebas el aborto y el gaymonio. Putin le dice a los países sudamericanos: tu me vendes tus productos y yo te cedo tecnologia.
No, los musulmanes rusos no tienen su origen en Turquía, ya que usted confunde turco con túrquico. La mayoría de los musulmanes rusos son de origen túrquico, es decir, de pueblos que ocupaban zonas de Asia central. Más bien se puede decir que los turcos proceden de zonas actualmente de Rusia o que estuvieron bajo su órbita.
Adolfo Aldao
No se que le enseñaron a usted, pero en Ekaterimburgo no están las tumbas de los zares rusos. Allí fueron asesinados Nicolás II y su familia, pero en 1991 se exhumaron sus cuerpos de la fosa común donde estaban y actualmente están enterrados en San Petersburgo, concretamente en la Catedral de San Pedro y San Pablo.
Pero lo que me causa cuidado de resaltar a Putin por hablar abiertamente a favor de valores cristianos es qué realmente busca el presidente de Rusia con estas declaraciones. ¿Sólo consolidar su alianza con la Iglesia Ortodoxa Rusa? Putin, dentro de su astucia política, no escatima hacer alianzas con regímenes musulmanes (Siria, Irán), cristianos de distinta denominación (Venezuela, Serbia) o ateos (China), haciendo frente común contra EE.UU. Y es en estas alianzas donde se contradice el supuesto cristianismo de Putin.
Yo me pregunto si vale la pena aplaudir a cualquiera que se muestre defendiendo los valores cristianos, independientemente que si hay o no contradicciones de otro ámbito. Guardando las proporciones y quizá abusando en la analogía, me recuerda el caso de Marcial Maciel, quien fue cercano en su tiempo a San Juan Pablo II por mostrar una línea ortodoxa él y su congregación, pero la demostración de sus abusos y doble vida le hizo enorme daño a la Iglesia y al legado del Papa Magno polaco.
Lo he leido mucho sobre todo en los ultimos tiempos, es sencillamente brillante, sintetiza, propio de los Sabios, en pocas palabras, mucho conocimiento.
Como no creerle, antes de escribir, tiene todos los detalles,es realmente un GRANDE!!!!!!!
Que Dios Lo Bendiga
Y se olvidán pequeño detallle, que todos hasta la muerte nos podemos convertir!!!!!y nos denbemos ir convirtiendo, sino estamos en un camino equivocado,
Es muchisima la Influencia de otro pensador Alexander Solzhenitsin, en Rusia, su critica de occidente, su divulgación por Putin en toda Rusia, lean en Scholla Veritatis algunos de sus pensamientos.
Que Dios lo bendiga Padre y bendiga a la Igleisia en está noche oscura.
Muchas Gracias
Rùsia es la nueva Naciòn Martillo de Herèjes.¡Viva Cristo Rey!
Al estudiar las ideologías imperantes en el mundo globalizado, me encuentro conque el vicio, la violencia, la corrupción y la pérdida de los valores han conmovido nuestra civilización Occidental y ex-Cristiana.
Observo que ello están la opinión de muchos foristas, y desde ya, en el artículo del P. Sanz, a quien conozco por sus obras y personalmente.
Se trata de una personalidad extraordinaria por su sabiduría y virtudes.
También observé que al estudiar las fallas filosóficas del liberalismo y del marxismo, que ambas ideologías tienen algo en común: el materialismo que rige sus postulados. Ello es producto dos errores de esencia: considerar al hombre, sujeto de la política, un ser meramente material, olvidando su parte metafísica, que es materia y espíritu, que su integralidad es dejada de lado para centrarse sólo en los aspectos materiales: es un individuo cuya importancia se centra en sus virtudes productivas: es decir en un engranaje de la máquina de producir,
O sea que si el fin es el mercado (y lo que no está en el mercado no existe), o una clase social -el proletariado- que termina siendo el "secretariado" del Partido, ocupados ambos por su ambición de poder.
Es decir que si lo explicamos en términos médicos, se trata de un paciente mal diagnosticado, y por lo tanto los remedios (políticas) que se apliquen no lo sanará de sus males, incluso pueden matarlo.
Con sólo observar lo que ocurre en el mundo, cada vez más violento, mas bárbaro, más alejado de Dios y de las religiones, el tratamiento terminará por liquidar al paciente.
Y esto no sólo se observa en la Argentina, sino en toda la Civilización Cristiana, como bien lo aclara el P. Saenz y numerosos foristas.
Luego Putín, sea quien fuere o haya sido, se ha convencido de la decadencia de Occidente y aparece como el Cid del cristianismo, siguiendo las profecías conocidas y su irreductible raciocinio, muy superior a de los jefes de estado de América y Europa..
Y lo que está haciendo, no es sólo por Rusia, es por nuestra civilización.
ROM
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