(141) Inconveniencias eclesiales VIII: conciencia y ley moral en Amoris lӕtitia

Uno de los efectos negativos de un exceso de lenguaje situacionista es el difuminado en la mente católica del concepto de conciencia. Este no tener claro qué papel juega la conciencia en la vida moral, puede dar lugar a diversos errores morales y a una pastoral equivocada.

En el capítulo VIII de Amoris lӕtitia, diversas expresiones ambivalentes de corte subjetivista pueden suscitar dudas sobre el papel tradicional que la doctrina cristiana ha otorgado a la conciencia y su capacidad para detectar acciones intrínsecamente malas.

En este sentido, en diversos pasajes se puede dar a entender que se propone tal vez una substitución situacional de la conciencia objetiva por el discernimiento subjetivo, tanto personal como eclesial.

Por lo cual pedimos desde aquí, una vez más, una clarificación de lenguaje que haga posible la lectura en clave continuista que todos los cristianos deseamos.

A continuación proponemos una reflexión acerca del papel de la conciencia en la vida moral, y comentamos sólo algunas de las ambigüedades más relevantes del lenguaje del capítulo 8º de Amoris lӕtitia en relación con este tema fundamental de la filosofía y la teología moral católica.

 

I.- LA APLICACIÓN DE LA LEY AL CASO COMO OBRA DE LA CONCIENCIA

La conciencia humana tiene como misión aplicar la ley natural al caso. Y esta capacidad forma parte de la esencia misma de la conciencia humana, forma parte de lo que ella es.

La teología moral tradicional, de inspiración escolástica, ha definido la conciencia con gran precisión:

«La conciencia es la misma inteligencia que hace un juicio práctico sobre la bondad o maldad de un acto” (Sada y Monroy,  Curso de teología moral, 4.1., Edit. Palabra, Madrid 1987, pág. 60).

Un juicio práctico, «porque aplica en la práctica —es decir, en cada caso particular y concreto— lo que la ley dice». (op.cit. p.60).

El Catecismo lo explica hermosamente:

1786 «Ante la necesidad de decidir moralmente, la conciencia puede formular un juicio recto de acuerdo con la razón y con la ley divina, o al contrario un juicio erróneo que se aleja de ellas.»

1787 «El hombre se ve a veces enfrentado con situaciones que hacen el juicio moral menos seguro, y la decisión difícil. Pero debe buscar siempre lo que es justo y bueno y discernir la voluntad de Dios expresada en la ley divina.»

1780 « La conciencia moral comprende la percepción de los principios de la moralidad («sindéresis»), su aplicación a las circunstancias concretas mediante un discernimiento práctico de las razones y de los bienes, y en definitiva el juicio formado sobre los actos concretos que se van a realizar o se han realizado.»

La encíclica Veritatis Splendor ,52 incide en lo mismo:

«Estas leyes universales y permanentes corresponden a conocimientos de la razón práctica y se aplican a los actos particulares mediante el juicio de la conciencia. El sujeto que actúa asimila personalmente la verdad contenida en la ley; se apropia y hace suya esta verdad de su ser mediante los actos y las correspondientes virtudes.»

—Esta necesaria aplicación de la ley moral al caso concreto en modo alguno puede confundirse con la casuística en el mal sentido (“insoportable”, dice 304), como parece sugerir este punto de AL:

(304) «Es verdad que las normas generales presentan un bien que nunca se debe desatender ni descuidar, pero en su formulación no pueden abarcar absolutamente todas las situaciones particulares. Al mismo tiempo, hay que decir que, precisamente por esa razón, aquello que forma parte de un discernimiento práctico ante una situación particular no puede ser elevado a la categoría de una norma. Ello no sólo daría lugar a una casuística insoportable, sino que pondría en riesgo los valores que se deben preservar con especial cuidado»

Hay que decir que, como explicamos en otros artículos, la ley moral, inseparablemente de sus conceptos,  contiene todos los casos posibles, y por eso puede aplicarse a todos ellos. De hecho, es lo que la conciencia debe hacer.

Esta aplicación es un juicio práctico, más que un discernimiento o una toma de decisión subjetiva. No es casuística, en el mal sentido. Sino, simplemente, la acción propia de la conciencia, que no produce normas generales a partir de casos concretos (¿es ésta la casuística insoportable?) sino que aplica la “normas generales” (ley moral universal) a los casos concretos.

En esta alusión de AL a una casuística insoportable, referida al juicio práctico de la conciencia, parece expresarse la confusión latente en la ética situacional entre lo práctico y lo praxiológico. Esta confusión situacional la aclara Veritais Splendor, 60 de esta manera:

«El juicio de la conciencia no establece la ley, sino que afirma la autoridad de la ley natural y de la razón práctica con relación al bien supremo»

Es decir, la teología moral tradicional no enseña que el juicio práctico de la conciencia personal afirme la mutabilidad de la ley (casuística insoportable), sino, por el contrario, que la aplicación de la ley universal inmutable al caso concreto mutable afirma la propia universalidad de la ley moral.

Por lo cual no hay mala casuística en el juicio moral de la conciencia personal o sacerdotal, sino una simple aplicación práctica concreta de lo universal.

La mala casuística sería, precisamente, lo contrario: es decir, la formulación de tantas normas generales como casos concretos hubiera que considerar. De lo que se trata, sin embargo, es de aplicar a casos concretos la ley universal que los contiene.

 

II.- LA LÓGICA CONCLUYENTE DE LA CONCIENCIA

—La conciencia aplica la ley moral universal al caso concreto con lógica concluyente.  La enseñanza tradicional de la Iglesia incide en esto frente a la sospecha nominalista de la nueva moral, que relativiza la capacidad de aplicación de la ley en sus preceptos y conceptos.

Lo enseña claramente Pío XII en su espléndido Discurso sobre la moral de situación:

«Se preguntará de qué modo puede la ley moral, que es universal, bastar e incluso ser obligatoria en un caso particular, el cual, en su situación concreta, es siempre único y de una vez. Ella lo puede y ella lo hace, porque, precisamente a causa de su universalidad, la ley moral comprende necesaria e intencionalmente todos los casos particulares, en los que se verifican sus conceptos. Y en estos casos, muy numerosos, ella lo hace con una lógica tan concluyente, que aun la conciencia del simple fiel percibe inmediatamente y con plena certeza la decisión que se debe tornar.»

Pedimos se aclare, por ello, la tesis central del punto 304, donde parece exponer, con apariencia situacionista, que la aplicación de la ley moral universal no basta en este caso:

304: «Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general, porque eso no basta para discernir»

 

—Dios ha grabado en la naturaleza humana los principios generales de la vida moral. Por esto sus conceptos se verifican con lógica concluyente, porque brotan del ser mismo del hombre.

La lógica concluyente de la conciencia es descrita por el Catecismo con bellas expresiones:  voz de Dios que “resuena”, que “ordena”, que juzga aprobando y denunciando, que “atestigua la autoridad de la verdad”.

Sólo el pecado nubla esta lógica concluyente. La conciencia puede errar. Por eso es necesaria la formación de la conciencia mediante el Magisterio eclesiástico, para que la conciencia pueda emitir juicios seguros, ciertos y verdaderos:

Catecismo 1783 « La educación de la conciencia es indispensable a seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el pecado a preferir su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas.»

—Preferir el propio juicio es precisamente lo ilógico, lo no concluyente, el devenir constante, el proceso dinámico hacia el ideal.

Sin embargo, en el punto 303 se puede dar a entender que se prefiere el propio juicio (siempre mutable, siempre en proceso) acerca de la propia  situación irregular, a los datos de la conciencia formada en la ley inmutable, enseñada por el Magisterio:

(303) « Ciertamente, que hay que alentar la maduración de una conciencia iluminada, formada y acompañada por el discernimiento responsable y serio del pastor, y proponer una confianza cada vez mayor en la gracia. Pero esa conciencia puede reconocer no sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios»

(303) «De todos modos, recordemos que este discernimiento es dinámico y debe permanecer siempre abierto a nuevas etapas de crecimiento y a nuevas decisiones que permitan realizar el ideal de manera más plena.»

__________

 

III.- INAPLICABILIDAD E INCOMPLETITUD EN EL CONCEPTO SITUACIONISTA DE CONCIENCIA

—En ciertos pasajes de Amoris lӕtitia parece mostrarse un concepto situacionista de conciencia, al incidir en dos supuestos errores de fondo: la inaplicabilidad de la ley,  y la incompletitud de los juicios de la conciencia.

—a) Inaplicabilidad de la ley por la conciencia

Hemos visto que la conciencia aplica la ley moral al caso particular para obtener un juicio moral sobre la moralidad de un acto propio o ajeno.

Sin embargo, en el cap. 8º de AL se nos dice que confrontar un acto con la ley divina no basta para emitir un juicio:

(304): «Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general, porque eso no basta para discernir y asegurar una plena fidelidad a Dios en la existencia concreta de un ser humano.»

(304) «Es verdad que las normas generales presentan un bien que nunca se debe desatender ni descuidar, pero en su formulación no pueden abarcar absolutamente todas las situaciones particulares.»

Y son frecuentes los pasajes donde se utiliza un lenguaje despectivo sobre esta función de la conciencia, tanto del fiel como del sacerdote:

(304) «Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general»

(305) «Por ello, un pastor no puede sentirse satisfecho sólo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones «irregulares», como si fueran piedras que se lanzan sobre la vida de las personas.»

(305) «En esta misma línea se expresó la Comisión Teológica Internacional: “La ley natural no debería ser presentada como un conjunto ya constituido de reglas que se imponen a priori al sujeto moral, sino que es más bien una fuente de inspiración objetiva para su proceso, eminentemente personal, de toma de decisión”»

—b) Incompletitud de la conciencia

Se dice que es insuficiente el juicio propio de la conciencia (que consiste en aplicar la ley al caso) para discernir:

(304) «Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general, porque eso no basta para discernir y asegurar una plena fidelidad a Dios en la existencia concreta de un ser humano.»

Si no basta la acción de la conciencia para emitir un juicio, se entiende habrá que incorporar otro elemento para que baste.

(303). «A partir del reconocimiento del peso de los condicionamientos concretos, podemos agregar que la conciencia de las personas debe ser mejor incorporada en la praxis de la Iglesia en algunas situaciones que no realizan objetivamente nuestra concepción del matrimonio.»

—Parece proponerse en AL que este elemento a incorporar sea la conciencia individual entendida como discernimiento subjetivo. Y decimos subjetivo porque se refiere a una conciencia cuyo juicio no toma como referencia la ley moral objetiva:

(303) «Pero esa conciencia puede reconocer no sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo.»

Comprobamos cómo puede parecer que se presenta una conciencia que, sin confrontar el acto con la ley moral, puede obtener por sí sola cierta seguridad moral de la bondad del acto.

Puede confundirse con uno de los errores de la ética de situación descritos por Pío XII:

«Esta visión personal ahorra al hombre tener que medir en cada momento si la decisión que se ha de tomar corresponde a los artículos de la ley o a los cánones de normas y reglas abstractas; ella le preserva de la hipocresía de una fidelidad farisaica a las leyes» (Discurso sobre la moral de situación)

 

—c) Creatividad de la conciencia

Si la conciencia no puede aplicar la ley a todos los casos, y requiere además un aporte de juicio subjetivo —es decir, no referido a la ley universal objetiva— entonces la conciencia necesariamente ha de ser creativa, como afirma la ética de situación.

La dedución es clara. Si la conciencia subjetiva puede obtener seguridad moral de que un acto que no está referido a la ley moral es bueno, entonces necesariamente es creadora de valores, es autónoma.

Y por ser creativa, no puede reposar en verdades inmutables, sino estar siempre en movimiento en busca del ideal. La ley moral ya no es criterio, sino utopía, tensión de movimiento sin fin.  En efecto, este postulado de la ética de situación parece poder ser deducido de este pasaje:

(303) «descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo. De todos modos, recordemos que este discernimiento es dinámico y debe permanecer siempre abierto a nuevas etapas de crecimiento y a nuevas decisiones que permitan realizar el ideal de manera más plena.»

La Veritatis Splendor, 55 incide en este peligro:

«Con estos planteamientos se pone en discusión la identidad misma de la conciencia moral ante la libertad del hombre y ante la ley de Dios. Sólo la clarificación hecha anteriormente sobre la relación entre libertad y ley basada en la verdad hace posible el discernimiento sobre esta interpretación creativa de la conciencia.»

 

IV.- LA LEY MORAL CONVERTIDA EN IDEAL

—Para el deconstructivismo nominalista latente en la ética de situación,  el orden moral es independiente de las esencias, no surge de la naturaleza de las cosas creadas por Dios, sino que es una convención, una mera norma promulgada por la autoridad, un ideal.  

Al no existir cualidades universales, la ley natural y sus preceptos son ideales abstractos que están fuera de la naturaleza de las cosas. Es lo que se denomina externalismo, o convencionalismo ético.

Según la visión externalista, la conciencia no aplica la ley al caso, no confronta la acción con la ley moral, sólo la compara con un ideal externo a ella, en este caso una norma. De esta forma, la ley moral deja de ser algo real, y los actos intrínsecamente malos quedan disueltos en procesos de aspiración al ideal, en itinerarios dinámicos de acercamiento a la norma.

 

—La ley natural universal e inmutable, que consiste en sus preceptos, no puede ser contemplada como un ideal separado de cada persona concreta y singular, sino conectado a ella a trevés de la naturaleza humana común.

Así lo explica la encíclica Veritatis Splendor, 51:

«Pero, en la medida en que expresa la dignidad de la persona humana y pone la base de sus derechos y deberes fundamentales, la ley natural es universal en sus preceptos, y su autoridad se extiende a todos los hombres. Esta universalidad no prescinde de la singularidad de los seres humanos, ni se opone a la unicidad y a la irrepetibilidad de cada persona; al contrario, abarca básicamente cada uno de sus actos libres, que deben demostrar la universalidad del verdadero bien.»

—Puede creerse que AL habla de la ley moral como de un norma general en sentido externalista, como un ideal abstracto alejado de la singularidad de los casos. El posible efecto negativo de esta substitución reside en la confusión del concepto de acto intrínsecamente malo.

Pues si los actos que son ilícitos siempre y en toda circunstancias dejan de referirse a una ley inmutable y objetiva, sino a un ideal o a una mera norma general externa alejada de la persona real, entonces dejan de ser actos intrínsecamente malos para convertirse en momentos del proceso, heridas en el camino, o etapas en la consecución del ideal. 

—La mención en AL de la ley moral universal referida al matrimonio, como mero ideal, es inconveniente por demasiado frecuente, y por parecer en exceso convencionalista:

(292) «Otras formas de unión contradicen radicalmente este ideal, pero algunas lo realizan al menos de modo parcial y análogo. Los Padres sinodales expresaron que la Iglesia no deja de valorar los elementos constructivos en aquellas situaciones que todavía no corresponden o ya no corresponden a su enseñanza sobre el matrimonio»

(297) «Obviamente, si alguien ostenta un pecado objetivo como si fuese parte del ideal cristiano»

(298) «Pero otra cosa es una nueva unión que viene de un reciente divorcio, con todas las consecuencias de sufrimiento y de confusión que afectan a los hijos y a familias enteras, o la situación de alguien que reiteradamente ha fallado a sus compromisos familiares. Debe quedar claro que este no es el ideal que el Evangelio propone para el matrimonio y la familia

(303) «descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo. De todos modos, recordemos que este discernimiento es dinámico y debe permanecer siempre abierto a nuevas etapas de crecimiento y a nuevas decisiones que permitan realizar el ideal de manera más plena

(307) «Para evitar cualquier interpretación desviada, recuerdo que de ninguna manera la Iglesia debe renunciar a proponer el ideal pleno del matrimonio»

(307) «Comprender las situaciones excepcionales nunca implica ocultar la luz del ideal más pleno»

(308) «Pero de nuestra conciencia del peso de las circunstancias atenuantes —psicológicas, históricas e incluso biológicas— se sigue que, “sin disminuir el valor del ideal evangélico, hay que acompañar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las personas que se van construyendo día a día”»

(308) «Los pastores, que proponen a los fieles el ideal pleno del Evangelio y la doctrina de la Iglesia, deben ayudarles también a asumir la lógica de la compasión con los frágiles y a evitar persecuciones o juicios demasiado duros o impacientes.»

 

V.- SUBSTITUCIÓN DE LA CONCIENCIA POR EL DISCERNIMIENTO SUBJETIVO

—Puede malentenderse que AL enseña que el acto propio de la conciencia, que es aplicar la ley moral al caso, no basta para el discernimiento y la toma de decisiones, que es lo que supuestamente asegura una plena fidelidad a Dios según la ética de situación:

(304) «Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general, porque eso no basta para discernir y asegurar una plena fidelidad a Dios en la existencia concreta de un ser humano.»

Parece decirse que es necesario substituir el acto de la conciencia, tradicionalmente entendido, por un acto de discernimiento subjetivo (no referido a la ley objetiva.)

—Un recurso de la ética de situación para difuminar la existencia de actos intrínsecamente malos es la substitución del acto propio de la conciencia (confrontar la acción con la ley moral para establecer una regla para el obrar) por el proceso de discernimiento y toma de decisiones (comparar el estado moral en que uno se encuentra con el ideal propuesto). Según esto, en ciertos casos la ley natural ya no sirve como regla del obrar:

(305) «En esta misma línea se expresó la Comisión Teológica Internacional: “La ley natural no debería ser presentada como un conjunto ya constituido de reglas que se imponen a priori al sujeto moral, sino que es más bien una fuente de inspiración objetiva para su proceso, eminentemente personal, de toma de decisión”»

Veamos esto, que es importante.

Pío XII en su genial Discurso sobre la moral de situación, califica como su signo distintivo del situacionalismo:

«4. El signo distintivo de esta moral es que no se basa en manera alguna sobre las leyes morales universales, como —por ejemplo— los diez mandamientos, sino sobre las condiciones o circunstancias reales y concretas en las que ha de obrar y según las cuales la conciencia individual tiene que juzgar y elegir.»

Es decir, que distintivo de la moral de situación es que la conciencia no fundamenta su juicio en la ley moral en cuanto regla de obrar, que es como lo presenta el Catecismo, sino en las circunstancias. Por tanto, no realiza un acto propio y objetivo  de la conciencia, un juicio moral en cuanto tal, sino un acto subjetivo de discernimiento y toma de decisión en base a las circunstancias.

—Cuando la ley moral deja de ser referencia y considerada una mera norma general convencional (” 304. Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general, porque eso no basta para discernir") desaparecen como tales los actos intrínsecamente malos, que quedan convertidos en meras etapas de crecimiento o de acercamiento al ideal. Aquí encontramos un obstáculo para leer ciertos pasajes en continuidad con Veritatis Splendor, que es posiblemente a lo que se refería Robert Spaemann en la entrevista publicada por Infocatólica.

Esto puede entenderse por ejemplo en este punto de AL:

(303) « Pero esa conciencia puede reconocer no sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo. De todos modos, recordemos que este discernimiento es dinámico y debe permanecer siempre abierto a nuevas etapas de crecimiento y a nuevas decisiones que permitan realizar el ideal de manera más plena.»

Aquí alguien puede creer que se postula una especie disolución subjetivista del concepto de acto intrínsecamente malo, que por vía de discernimiento, queda calificado como “la entrega que Dios está reclamando”, es decir, como una etapa más en el camino, en el proceso de acercamiento al ideal.

—Por si algún católico lee el pasaje anterior en clave situacional, hay que recordar que actos intrínsecamente malos en toda circunstancia no puede nunca ser considerados como etapas aceptables por Dios en un proceso de acercamiento al ideal, ni como excepciones basadas en atenuantes o eximentes.

Esto es difícilmente conciliable con Veritatis Splendor, 52,  cuando menciona la obligatoriedad universal de los preceptos negativos del Decálogo, para los cuales no hay excepciones posibles:

«Los preceptos negativos de la ley natural son universalmente válidos: obligan a todos y cada uno, siempre y en toda circunstancia. En efecto, se trata de prohibiciones que vedan una determinada acción «semper et pro semper», sin excepciones, porque la elección de ese comportamiento en ningún caso es compatible con la bondad de la voluntad de la persona que actúa, con su vocación a la vida con Dios y a la comunión con el prójimo. Está prohibido a cada uno y siempre infringir preceptos que vinculan a todos y cueste lo que cueste, y dañar en otros y, ante todo, en sí mismos, la dignidad personal y común a todos.»

Terminamos con un pasaje de la Veritatis Splendor, 52 que resume todo cuanto venimos explicando en este artículo:

«En último término, siempre es posible que al hombre, debido a presiones u otras circunstancias, le sea imposible realizar determinadas acciones buenas; pero NUNCA se le puede impedir que no haga determinadas acciones, sobre todo si está dispuesto a morir antes que hacer el mal.»

«La Iglesia ha enseñado siempre que nunca se deben escoger comportamientos prohibidos por los mandamientos morales, expresados de manera negativa en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Como se ha visto, Jesús mismo afirma la inderogabilidad de estas prohibiciones: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos…: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás testimonio falso” (Mt 19, 17-18).»

 

Con espíritu filial y vocación de servicio, proclamando nuestra lealtad al sucesor de Pedro, solicitamos la aclaración del inconveniente lenguaje teológico de todos estos puntos, para que la doctrina sana de la Iglesia brille siempre en todo su esplendor.

 
Oremos.
 

31 comentarios

  
David Quiroa
Por el contrario, ante situaciones imposibles, el ejercicio de la conciencia se ve fortalecido frente el rigorismo de los códigos legales (no la Ley, que es inmutable, sino los códigos, que son cambiantes).

Con mucha frecuencia Jesús critica en el Evangelio a los fariseos, que aplican la ley sin ejercitar la conciencia. "Imponen cargas pesadas que ellos mismos no tocarían con un dedo", hasta el punto que el Templo se convierte en un simple mercado, donde las conciencias se compran con pichones y corderos.

Cuando Jesús arrasa con aquél mercado, ¿acaso cambió la Ley? No, le dio cumplimiento. El sacrificio sigue siendo necesario, pero hoy ya no es un pichón el que sufre.

El fariseo dirá "que mate a su primera esposa, ya que ese pecado es perdonable, pero vivir con su segunda no". Una conciencia, por muy mal formada que esté, dirá que eso es erróneo, aunque la aplicación estricta del código legal le diga que esa es una salida válida.
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A.G.:
Pues de eso se trata, de aplicar la ley moral inmutable, que es vida, y salva, y es don del Amor de Dios, para el amor al prójimo.
30/05/16 9:13 AM
  
José María Iraburu
Precioso y necesario artículo.

Ésta es, como claramente queda enseñada y documentada en este artículo, la fe, la doctrina y la disciplina de la Iglesia Católica apostólica y romana acerca de la obediencia que la conciencia del hombre debe a las leyes morales que Dios le impone, es decir, le concede para su salvación temporal y eterna.

Cuando uno camina atravesando campos, con sus vallados, ríos, bosques, se cansa y fácilmente se pierde. Pero cuando encuentra un camino, avanza con menos esfuerzo, más velocidad y sobre todo más seguridad de no perderse. Eso son los mandamientos de Dios: caminos que Él nos revela-concede, para que, asistidos con su gracia, siempre anexa a sus mandatos, caminemos la vida seguros, en paz, sin cansancio, con rapidez, con alegría. Lean, si no, el salmo 118, el más largo del Salterio, que la Santa Iglesia, en la Liturgia de las Horas, hace que casi todos los días recemos de él un fragmento.
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A.G.:
Gracias Don José María por su comentario.
Muy bello lo que dice del camino a través de los campos, bajo la guía de esa luz inmutable e indivisa que son los mandamientos de Dios. Con la gracia podemos guardarlos y dar fruto de santidad.

Que no falte, pues, como nos dice, la oración eclesial con el salmo 118. Gloria a Dios y a su Madre.
30/05/16 9:15 AM
  
Tomás Bertrán
Una pregunta que no acabo de entender, y lo digo con toda sinceridad. No soy teólogo, ni filósofo. Sólo tengo la experiencia como médico y he procurado formarme en lo espiritual, como me indicó un sacerdote, a la misma altura que mi formación profesional, el de un pobre médico de familia y pediatra.
Mi pregunta es:
"En la AL ¿a qué o a quién se le llama "irregular"?
Concluyo:
-Si se llama "irregular" al adúltero no arrepentido, y por tanto no desea su conversión, al tal no se le puede dar la Confesión (sería una Confesión sacrílega) ni la Comunión (igualmete sacrílega).
-Si se llama "irregular" al adúltero que quiere convertirse porque está arrepentido, y por tanto abandonar su situación de pecado, entonces sí entiendo que debe acogerse a la Confesión y Comunión para obtener las máximas Gracias de Dios para salir de su situación viciada.
Por lo tanto mi pregunta, y pregunta GRAVÏSIMA, es si la AL, firmada por el Papa, se dice de forma real, clara, concisa que al adúltero no arrepentido y que por tanto no desea salir de su situación viciada, puede y debe recibir la Confesión y Comunión.
Si así fuera, lo siento y puede sonar a apostasía, el Papa Francisco dejaría de ser Papa para mí. Que Dios me perdone si lo que acabo de decir es una lanzada al costado de Cristo. Si el Papa dice y persiste en herejías, con dolor lo digo, para mí deja de ser Papa.
Sigo creyendo, y quiero creer por mi paz y la de la Iglesia, que no es así.
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A.G.:
Estimado D Tomás, en la exhortación no se dice que los divorciados vueltos a casar pueden comulgar.

Respecto a lo que pregunta, decirle que situación irregular se dice de aquella en que un sujeto casado válidamente se divorcia y contrae matrimonio civil con otra persona, por lo cual está en adulterio, arrepentido o no. Puesto que su matrimonio es indisoluble, si está con otra es adulterio. Punto.

Salvo que esta persona arrepentida conviva sólo como hermano, sin mantener relaciones sexuales, sino viviendo en total continencia como si fueran hermanos. Entonces sí puede confesarse y comulgar. Esto es doctrina de la Iglesia.

«La reconciliación en el sacramento de la penitencia —que les abriría el camino al sacramento eucarístico— puede darse únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, —como, por ejemplo, la educación de los hijos— no pueden cumplir la obligación de la separación, "asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos"»(Familiaris consortio, 84)
30/05/16 10:55 AM
  
Roblete
Para el mundo actual el dolor y cualquier situación incómoda es algo a evitar siempre y a toda costa. Con esa visión comodona y blandita, una conciencia recta resulta insoportable. Tal extremo nos lleva a la idea de Dios como un ser majete y bonachón que no puede querer que nos sintamos mal. Esto contradice la vida de los santos, de la Santísima Virgen y aún del mismo Cristo, pero estamos empeñados en que no nos lleven la contraria y así andamos, negando la evidencia para afirmarnos a nosotros mismos por encima de todo lo demás. Dios nos conceda por su gracia infinita ser fieles y obedientes a su voluntad.
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A.G.:
Muy cierto todo cuanto dice.
Y al final, amén.
30/05/16 11:23 AM
  
Palas Atenea
Poco puedo decir en este post porque ya me he pasado en otros con este tema, por lo que mi opinión está definida. La conciencia no está para sustituir a la ley moral sino para afianzarla con un fiat personal. Pero quedan muchas cuestiones, aunque algunos piensen que todo está atado y bien atado, que pasan por la conciencia subjetiva. La caridad es una virtud teologal que nos obliga a todos, pero cada cual tiene una situación diferente que obliga a ejercerla de modo también diferente. La mayoría de nosotros no vamos a ejercer la caridad como lo hace un misionero, cuya vida está enteramente entregada a los demás, y el pobre tampoco puede ejercer la beneficencia a la manera del que tiene la posición desahogada. Hay que buscar un estilo propio de amar al prójimo que algunos, muy empáticos, lo hacen con más facilidad que las personas muy encerradas en si mismas. Los mandamientos de la ley son generales y objetivos pero su aplicación es cosa de la conciencia subjetiva. Todo eso está muy bien mientras no nos saltemos la objetividad de la conciencia que descansa en Dios y cuyo conocimiento nos viene de la Tradición y de la Iglesia.
Formas de hacer el bien hay muchas pero ninguna de ellas pasa por convertir el pecado (mal) en algo inocuo porque yo tenga dificultades para cumplir con la ley, ni tampoco un bien puede neutralizar un mal; de manera que el que yo sea justa en mis relaciones laborales, o caritativa con el prójimo no anula el adulterio, el aborto o cualquier otro pecado de este tipo. Nuestra obligación es cumplir la ley de Dios en su totalidad, no de forma parcial, porque se puede tener un solo pecado mortal y eso ya es definitivo si uno no se confiesa y se enmienda.
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A.G.:
Palas Atenea, de eso se trata:
"La conciencia no está para sustituir a la ley moral sino para afianzarla con un fiat personal. "

Como bien apunta su comentario, aunque cada uno tenemos nuestra propia vida, todos debemos guardar la misma ley moral, que es universal, porque es para todos. Sencillamente, porque refleja algo que está grabado en la mismísima naturaleza humana por Dios.
30/05/16 1:54 PM
  
antonio
He comentado, en otro post, que hay un orden de Infabilidad,la Veritatis Splendor, y la Fides et Ratio,que se deben leer juntas de acuerdo a lo que manifiesta, en su contenido San Juan Pablo II, lo explica lo que manifiesta Benedicto XVI, si La Verdad esta en juego, lo esta la Fe, hay que recordar, la intensa relación INTELECTUAL, que existia entre, estos dos Grandes Hombres.
Y Están sobre el Codigo de Derecho canónico, y sobre este documento, por la tanto un claramente, un orden de Obediciencia.
Leyendo la Pascendi,en mis manos, meditandola, el libro del Padre Saénz, sobre el Modernismo, y lo que manifiesta El Padre Iraburu sobre el mismo, La existencia, de veraderos sofismas, y la Influencia de Hegel y Kant, entre otros, sobre sentir la Fe, que está contenida en la Pascendi.
El verdadero camino en los casos particulares, lo manifiesta, el estimadisimo Padre Iraburu, y en sus brillantes exposiciones,a Santo Tomas, Santa Teresa y San Juan de la Cruz, y hay que recordar que los Santos fueron las personas más realistas que existieron.
Está realmente muy bueno!!!
Que Dios te bendiga y lo haga con la Iglesia,y seguimos pensando, , no hay amor más garnde por la Verdad, que defenderla.!!!!
Es la VERDAD, que nos hace libres, no los sofismas, que nos encadenan, a nuestro yo, lleno de Soberbia, amor propio, y otras maldades, que nos impiden amar al prójimo..
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A.G.:
Estimado antonio, así es, hemos de ser fieles a la verdad que salva, porque la verdad nos hace libres. No se puede ser libre al margen de la ley moral, insertos en ideologías de cualquier tipo.
30/05/16 2:36 PM
  
Juan Andrés
«Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general, porque eso no basta para discernir y asegurar una plena fidelidad a Dios en la existencia concreta de un ser humano.»

(304) «Es verdad que las normas generales presentan un bien que nunca se debe desatender ni descuidar, pero en su formulación no pueden abarcar absolutamente todas las situaciones particulares.»

Cambiemos un poco el texto: "Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a los mandamientos de Jesucristo porque eso no basta para discernir y asegurar una plena fidelidad a Dios". Quién me ama cumplirá mis mandamientos pero si nos los cumple también me ama y es fiel. ¿No es hermoso?. O "es verdad que los mandamientos de Dios presentan un bien que nunca se debe desatender ni descuidar, pero la formulación de Dios no puede abarcar absolutamente todas las situaciones particulares". No muchas veces se encuentra uno con intentos de convencernos que en realidad lo que Cristo dijo era falaz, que quiso decir otra cosa parecida y que habrá que ver en definitiva en cada caso. Vayan preparando la Enciclopedia ad hoc con todos estos buenos artículos.
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A.G.:
Juan Andrés, está clarísimo que hay que guardar los mandamientos, o seremos esclavos del mal, y además nos dirigiremos al abismo. Pero es mejor no hacer juicios de intenciones, y limitarnos a pedir aclaraciones al texto, y una necesaria depuración de sus ambigüedades, para que la doctrina católica brille en todo su esplendor.
30/05/16 3:27 PM
  
carmelo
Magistral enseñanza en distinguido Alonso, muchas gracias por su trabajo.
Diría, ese conocimiento humano es la tentación planteada al hombre de siempre y que quiere relevar a DIOS.
Génesis 3: ...serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.»

Me gustaría me aclare su respuesta a Tomás cuando dice: “en la exhortación no se dice que los divorciados vueltos a casar pueden comulgar”.

Leyendo AL, “SI” dice expresamente que arribado “ADECUADAMENTE los discernimientos AL # 298 [331-332-333].” producto de la conciencia humana que releva la norma general (como usted bien lo plantea), como ahora si es la “ayuda de la Iglesia- misericordiosa”, y que ahora si valora la situación real y actual, puesto que escapa de las manos del sujeto en cuestión, indica la “ayuda podrían también ser los sacramentos” que son “el alimento para los débiles (y frágiles)” eso lo dice AL #305 [351].

Quizas muchos catolicos y Sr. Tomas pedimos como usted pide aclaracion en el contexto y enfoque de AL , puesto que:
De que serviría proponer y arribar a un discernimiento de una “situacional real concreta”, que siempre abordara la condición actual como buena, además de estar sustentado que la situación de adulterio la ha ejecutado “voluntariamente” pero “no en libertad” según se plantea AL, puesto que las circunstancias se DESCRIBEN AHÍ en # 298, y plantean un camino a la "inexistencia del pecado" y por tanto nadie podría negarle la comunión a alguien que no tiene pecado mortal - esto es el camino indicado ahi, miremos:
#298. « “…Existe el caso de una segunda unión consolidada en el tiempo, con nuevos hijos, con probada fidelidad, entrega generosa, compromiso cristiano, conocimiento de la irregularidad de su situación y gran dificultad para volver atrás sin sentir en conciencia que se cae en nuevas culpas.
La Iglesia reconoce situaciones en que «cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, —como, por ejemplo, la educación de los hijos— no pueden cumplir la obligación de la separación»[329]. También está el caso de los que han hecho grandes esfuerzos para salvar el primer matrimonio y sufrieron un abandono injusto, o el de «los que han contraído una segunda unión en vista a la educación de los hijos, y a veces están subjetivamente seguros en conciencia de que el precedente matrimonio, irreparablemente destruido, no había sido nunca válido»[330]. »
Que “SI” enseña AL de nuevo iluminativamente y abiertamente con una esperanza iluminadora? esto no es un juisio personal.
Partimos desde la premisa que para que exista adulterio o sea pecado mortal deberá ser realizado “Voluntaria” y “libremente”, de modo que arribado el “discernimiento de carácter situacional” como ayuda de la iglesia misericordiosa, lo que se constata en el proceso es que “no existe libertad de decidir y se da una contra voluntad pero intenta crecer...(AFIRMA AL: lo que existe es: gran dificultad para volver atrás) y ENTONCES: no existe libertad para proponer otro camino que no sea el de la continuidad de la relación PRECEDENTE ya que las circunstancias “REALES” son más importantes (y que ayuan a crecer en "santidad") que el regresar para hacer valer un Sacramento valido y existente mientras su consorte inicial viva, con la tenuante de que ninguno tienen intención de volver y “el amor” desapareció haciendolo impesable esa opcion. Ahi "ni la renuncia o separacion como huida a la corrupcion existe" hace inexistente la razon de hacer valer algo que en sentido humano solo esclavisa "al ser",
asi esta codificado ese documento.
Asi se decreta por tanto ausencia del pecado y es libre la vía a Sacramento o estado de Gracia, de hecho no necesita ni confesarce.
Lo siento amigos, No hay otro camino ahí expuesto en blanco y negro. ese es mi aporte. Saludos


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A.G.:
Gracias carmelo. Verá, en la exhortación no dice explícitamente que los mal llamados divorciados vueltos a casar puedan comulgar. Pero puede mostrarlo. De esta ruptura del significante hemos hablado ya en el post anterior. Por eso pedimos con insistencia una clarificación del lenguaje según la doctrina y la disciplina exclesiástica.
30/05/16 6:38 PM
  
Ariel
Muchas gracias por aclarar con tanta precision la VERDAD DE Dios ya que como docente en Argentina veo como con la manipulacion del lenguage, justificativos en pos de la igualdad, inclusion, etc entran ideologias de genero, que pretender reemplazar los valores, principios apoyados por lo menos desde el sentido comun por consensos institucionales, propio del relativismo actual y este proceso de deconstruccion donde la moral no es dada ni inmutable sino apropiada y manipulable. Gracias y que Dios lo siga bendiciendo en la verdad, por favor si me podria recomendar material o testimonios de familias que quieren caminar por este camino que el padre iraburu bien dice pero que con el embote de la tecnologia y la cultura moderna tanto nos dificulta. Perdon por extenderme pero pido ayuda porque cuesta tanto apostar a lo mejor y que sea visto solo como un ideal solo alcanzable por iluminados y siempre justificarnos con por lo menos apostar a lo bueno.
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A.G.:
Gracias Ariel. Es verdad que la ideología deconstructivista ha sido una de las causantes de la decadencia de Occidente. Y esto se arregla con la verdadera doctrina de la Iglesia, y la gracia que proporcionan los sacramentos, una vida de oración, etc.

Creo que una obra de teología moral clásica, como la Teología moral para seglares, del gran Royo Marín, en la BAC, le será de gran utilidad para fundamentar bien su doctrina y dar razones de su esperanza.
30/05/16 7:39 PM
  
Blas
El Papa no puede desorientar a la iglesia cuando enseña. Así que por favor, la labor de los teólogos debe ser, en este caso cómo conciliar la AL con el Magisterio anterior. Sino vamos mal. Yo, en verdad, no lo veo tan problemático. Sólo dice el Papa que una cosa es la norma general y otra la aplicación práctica de la norma a cada caso, que no siempre es tan fácil. Como sacerdote muchas veces me veo en la obligación de discernir qué es lo más prudente en cada caso.
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A.G.:
Estimado P. Blas, por supuesto que el Santo Padre tiene la misión de confirmar a todos en la fe. Nuestro respeto filial y oración son indispensables.

También que alcemos nuestra voz con espíritu de servicio y pidamos aclaraciones necesarias. Una de ellas, plantear bien el papel de la conciencia, que es, como enseña la Iglesia, aplicar la ley moral universal a los casos particulares. La ley moral es vida. Para salvarse hay que cumplir los mandamientos. Todo acto que contradiga voluntaria y deliberadamente sus preceptos saludables y transgreda el orden moral es pecado y por tanto destruye.
30/05/16 10:27 PM
  
Luis Fernando
La labor de los teólogos es enseñar y escribir sobre teología. No están para confirmar en la fe, aunque puedan ayudar en esa tarea.
31/05/16 9:11 AM
  
carmelo
P. Blas,
La labor del Papa como la de cada uno y sus consecuencias de segurito tendrenos que dar xuentas el dia de juicio final "daran "muchos azotes" al que mas se le dio y no obro segun era, dice Mateos. Asi que deje de hacer juicios a otro. Ya lo he estado observando.
Por otro lado Jesus le repitio a Siomon Pedro 3 veces: apacienta, pastorea, apacienta, "MIS OVEJAS". En ese contexto se debe orientar y cada uno incluso el papa fransico a de ser obediente a la omnipresencia, omnipotencia de Dios, con eso no se juega!.
El debate de altura que ofrecen los posts alimenta nuestra ignorancia y oscuridades que podriamos hacer todoes? Si no es dar gracias ante el laberinto en el que han metido la verdad revelada.
Aqui se dilucida lo que esta escrito en AL no lo que uno piensa que dijo que puede ser o esa forma de ver a papa francisco. Aqui lo que se busca es la verdad la que se pone en juego y por tanto pone en cricis la FE.
Saludos
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A.G.:
Amigos, paz y armonía. Hablemos de forma constructiva y debatamos si hace falta, que de eso se trata, de servir a la Iglesia con nuestras reflexiones.

Creo que es evidente que el lenguaje del capítulo VIII de AL necesita aclaraciones. En eso estamos. Y lo pedimos, y lo planteamos, por amor a la iglesia, y respeto al Santo Padre. Y ante todo, por la salvación de las almas.
31/05/16 1:39 PM
  
Antonio1
Lo que nos pide el papa es que imitemos a Cristo, que no es tan difícil de entender.

Norma general, respetar el sábado y no trabajar. Aplicación sin conciencia: no trabajar ni para comer ni ayudar. Aplicación con conciencia: tener como finalidad de toda norma el bien del hombre que es la voluntad de Dios y permitir trabajará para obtener comida y ayudar a los demás.

¿Tan complicado es todo esto? ¿Tan difícil es entender lo que de forma clara, transparente y en perfecta consonancia con el ejemplo de Cristo nos dice el papa?

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A.G.:
Pues de eso se trata, Antonio 1. De imitar a Cristo. ¿O acaso ud cree que Cristo de alguna forma transgredía los mandamientos de la ley de Dios y pecaba?

Cristo es modelo en esto de guardar la ley moral. Sencillamente porque es perfecto y porque Él es el Logos mismo y el sentido mismo de la ley moral. Imitémosle pues y no cometamos jamás un pecado, es decir, no transgredamos jamás la ley moral universal e inmutable cuya razón es Cristo.

Cristo, por cierto, no incumplía el tercer mandamiento, sino que nos enseña a cumplirlo según el Logos mismo del tercer mandamiento, que es Él mismo, su muerte y su resurrección, aportando no desobediencia sino un mejor y saludable cumplimiento. Al enseñarnos el precepto dominical de su Santo Sacrificio nos enseña la plenitud del sábado.
31/05/16 2:36 PM
  
Horacio Castro
Estimado Alonso Gracián. Muy interesante el comentario de Tomás Beltrán y su respuesta, porque permiten profundizar el análisis sobre la Amoris Laetitia. Es decir, como señaló reiteradamente otro blogger, sobre “lo que dice y lo que no dice”, para que la crítica sea constructiva en cuanto a la necesidad de aclaraciones. De cualquier manera, comentarios en este post y otro blog insisten en afirmar que la Amoris laetitia aprueba dar la comunión a fornicadores y adúlteros sin arrepentimiento. Yendo al tema específico que Ud. trata en este post, sostengo que la ley moral natural no contiene todos los casos posibles contemplados en la Ley moral cristiana. La ley natural y Ley divina son conceptos distintos, diferentes significados. Todos tenemos una conciencia moral, pero no todos tienen una conciencia moral católica. Una corresponde a la ley natural y la otra a la Revelación y a la Doctrina según la Iglesia. De la moral natural, aceptamos que se encuentra ínsita en el hombre, como capacidad para discernir el bien del mal. Sin embargo, no hay conciencia natural de actuar mal, por ejemplo, con la anticoncepción, ni de que el matrimonio sea indisoluble. Aunque, por supuesto que el Matrimonio sacramental es indisoluble. Sabemos que un bautizado, luego de su Confirmación y Primera Comunión, puede no tener formación espiritual suficiente para el sacramento del Matrimonio. En su comentario, entiendo que Palas Atenea destaca que la conciencia moral se desarrolla o perfecciona como católica. Creo que no me corresponde hacer otro envío sobre este magnífico post que denota esfuerzo intelectual y mucha dedicación espiritual. Gracias y saludos.
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A.G.:
Amigo Horacio, ud dice:

«Yendo al tema específico que Ud. trata en este post, sostengo que la ley moral natural no contiene todos los casos posibles contemplados en la Ley moral cristiana.»

Pero debe entender que eso no es lo que enseña la doctrina católica:

«9. Se preguntará de qué modo puede la ley moral, que es universal, bastar e incluso ser obligatoria en un caso particular, el cual, en su situación concreta, es siempre único y de una vez. Ella lo puede y ella lo hace, porque, precisamente a causa de su universalidad, la ley moral comprende necesaria e intencionalmente todos los casos particulares, en los que se verifican sus conceptos. Y en estos casos, muy numerosos, ella lo hace con una lógica tan concluyente, que aun la conciencia del simple fiel percibe inmediatamente y con plena certeza la decisión que se debe tornar.»

Por eso es universal.

La ley moral natural es válida y necesaria para todo ser humano. Y la anticoncepción, por ejemplo, la transgrede. Ningún ser humano, por eso, tiene permiso para usar anticonceptivos para cegar las fuentes de la vida humana. Asimismo, la ley divino positiva, comunicada por Dios al ser humano por medio de la Revelación, es para todos los seres humanos, porque Dios quiere que todos se salven (1 Tim 2, 4) y fuera de la Iglesia no hay salvación.
31/05/16 5:13 PM
  
Horacio Castro
Bertrán es el apellido del amigo Tomás.
31/05/16 5:25 PM
  
Luis Fernando
AG, no te enteras. Como Cristo sanó a un enfermo en sábado, los divorciados se pueden volver a casar y comulgar tan tranquilamente.

¿Ya lo has captado?
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A.G.:
Es que la obligación del sábado los cristianos la cumplen el domingo. No tenemos permiso para transgredir el tercer mandamiento.

Eso del sábado se dice a menudo para justificar el incumplimiento de los mandamientos, como si los cristianos no estuviéramos obligados bajo pecado mortal a santificar las fiestas. El domingo es la plenitud del sábado.
31/05/16 8:04 PM
  
Antonio1
No he hablado de ningún momento de la comunión de los divorciados vueltos a casar, y el tema del sábado es un ejemplo. He hablado en general como hace el papa de la relación entre norma moral, conciencia y bien de la persona, tal y como entiende Cristo y expone muy bien el papa. ¿De verdad es todo tan difícil de entender? ¿Es tan raro lo que expone el papa?
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A.G.:
No es nada difícil de entender. La conciencia aplica la ley moral universal inmutable al caso particular. Dios quiere que sea así: Dios habla a la conciencia de esta manera, para que la conciencia pueda reconocer, entre otros, los actos intrínsecamente malos, y puede evitarlos con el auxilio de la gracia y dar frutos de santidad.

No digo que el Santo Padre no afirme esto, digo que el lenguaje es ambivalente, y convendría aclararlo. ¿Es tan difícil de entender, amigo Antonio1?

Respecto al tema de los divorciados vueltos a casar, da la impresión que de que ud cita el caso del sábado para justificar excepciones o incumplimientos a la ley moral. Por eso Luis Fernando le ha comentado eso, con razón.
31/05/16 9:25 PM
  
Luis Fernando
No, a ver, claro, lo que se dice claro... el magisterio pontificio de veinte siglos sobre esta cuestión.
Lo que emana del capítulo VIII de la Amoris Laetitia no tiene NADA de claro. Eso es exactamente lo que ha dicho el cardenal Caffarra y lo que dice cualquiera que no tenga una venda en los ojos.
31/05/16 9:40 PM
  
Juan Andrés
Un gran problema, que surge de algún comentario incluso, es que se trata de escindir las "normas morales" de la revelación, como si fueran reglamentaciones humanas, y el lenguaje utilizado tiende a hacerles creer a muchos que de eso se trata, que Cristo es ajeno a esas normas y que por ello pueden mutar en conciencia y evolucionar -hasta que el Espíritu nos muestre la verdad plena- en el tiempo. Pero Él no vino a abolir la ley, lo dijo claramente y lo repitió varias veces, "cumplan los mandamientos" que son de Dios, no creación humana. Lo único que se le puede endilgar a la Iglesia en todos estos siglos es quizás un proceso de sistematización y nada más. Quien no lo entiende es que no cree que la Biblia es "Palabra de Dios", del mismo Pater.
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A.G.:
En efecto, Juan Andrés, en eso consiste el problema del convencionalismo. En considerar la ley un conjunto de normas de quita y pon, desconectadas de un orden moral objetivo, sin relación con la naturaleza humana creada por Dios.

Hay que purgar la exhortación para que no parezca que hay algo de esto e un documento de la Iglesia, que debe dejar siempre muy claro el orden moral inmutable.
31/05/16 10:05 PM
  
Horacio Castro
Admiro su coraje amigo Alonso. Hasta cualquier momento.
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A.G.:
Gracias Horacio, Dios nos conceda servirle con alegría.
31/05/16 10:20 PM
  
carmelo
Estimado Alonso Gracián, Ya es poco lo que puedo aportar, solo mis mejores deseo y la paz y armonía que me ha trasmitido.
Aunque el simple hecho de no estar de acuerdo con el lenguaje usado y la falta de claridad y continuidad. No se puede fácilmente digerir lo de “la nueva evangelización, nuevos métodos y nuevos evangelizadores, nuevas expresiones” y la insistencia en que haya que acogerlo como “la verdad” y punto!
ME DICEN: NO LEVANTAR PROBLEMAS DONDE NO LOS HAY!.

Sin embargo la misma referencia de AL 297 propuesto en AL respecto al enfoque “PASTORAL” para alcanzar “la PLENITUD DEL DESIGNIO DIOS” de la "nueva evangelización" para los DVC, de PLANO LO CONTRADICEN y es discontinuo y rompe comunión con la Iglesia Triunfante, enrumbadonos al camino del “discernimiento, atenuante planteado” cuando deliberadamente REFRENDAN un nuevo matrimonio sobre uno sacramentalmente valido porque AL 297 entrando a [328] Relatio synodi 2014,25 da refierencia a Gaudium et Spes, 22) 1965 y que termina así el parrafo:
“Cristo murió por todos, y la vocación suprema del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina…..…..Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera del Evangelio nos envuelve en absoluta obscuridad.”
Concluyo
El ser está en “COMPLETA OSCURIDAD" si persiste en seguir en relación adúltera y pensar que ahí y mediante ese “método nuevo”, “evangelización nueva” “nueva expresión” de verdad se alcanza la plenitud y como que por arte de magia se borra la persistente culpa objetiva. AL en el su invento pastoral No deja iluminar “el dolor” DESDE CRISTO, dolor que le causara vivir en castidad o separado, (ni siquiera se le pedirá que regrese).
Nuestra tibieza ante esto como parte de La Iglesia no le hace favor ni al alma cegada del fiel, ni a los fieles que aprenden con el ejemplo y dejamos de ser Iglesia caminante para perdernos en la oscuridad del pasaje..... de lo absolutamente NADA..
Diría mirando las últimas cuentas de mi rosario:
No por largo tiempo Virgen María que me acompañas, SI VES QUE SIENTO OSCURIDAD AL IR CAMINO AL CONFECIONARIO NO ME SUELTE MADRE SANTA... NO ME SUELTES!


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A.G.:
Pues eso, carmelo, que la Virgen Santísima no nos suelte de la mano. Está claro que de un lenguaje ambiguo y ambivalente no pueden venir los frutos de santidad que debe suscitar todo documento de la Iglesia. Por eso pedimos, sencillamente, algo muy simple: que se corrijan ciertas expresiones, demasiado numerosas, de AL, que pueden promover confusión y una lectura en clave disruptiva que ningún buen católico desea.
31/05/16 10:28 PM
  
José Díaz
Alonso G., gracias por regalarnos otro extraordinario artículo sobre Amoris laetitia. Es verdaderamente inquietante que la exhortación parezca establecer una especie de oposición entre la ley moral y la conciencia. No se dice, pero se muestra. Es la ruptura entre significante y significado que exponía vd mismo en un artículo anterior. Tal oposición entre la norma moral y el discernimiento señala, como se afirma en este y en otros artículos, un lamentable efecto del rampante nominalismo que empapa la exhortación, particularmente su capítulo VIII. Y viene a ser, por ello mismo, la negación de la multisecular doctrina católica según la cual, la ley moral no se impone desde fuera del sujeto, sino que constituye, por el contrario, una maravillosa manifestación del misterio de nuestra semejanza divina. La conciencia aplica en la práctica cuanto corresponde a nuestra condición de criatura que es ‘imago Dei’. Es muy lamentable que AL tache la doctrina católica sobre la conciencia de ‘casuística insoportable', y que lo haga, además, tan despectivamente. Como cuando, como creo que ha recordado el P.J.M.Iraburu en un artículo suyo, se refiere con tan evidente desprecio, al Magisterio precedente sobre bioética y reproducción asistida.
Le agradezco su invitación a orar por el Santo Padre. Es tiempo de oración y sacrificios por el Papa y por la Iglesia.
Un abrazo en el Señor y en María la Virgen Inmaculada
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A.G.:
Amigo José Díaz:

Gracias por su comentario, siempre inteligente.

Dice ud:

"Es la ruptura entre significante y significado que exponía vd mismo en un artículo anterior. Tal oposición entre la norma moral y el discernimiento señala, como se afirma en este y en otros artículos, un lamentable efecto del rampante nominalismo que empapa la exhortación, particularmente su capítulo VIII."

En efecto hay ruptura del significante, y la prueba es que el mismo capítulo VIII está siendo entendido por muchos de forma contradictoria, y cada cual encuentra razones que apoyan su clave de lectura.

Por eso pedimos una clarificación y una sintonización del decir y del mostrar, por decirlo de forma wittgensteniana.

Respecto a lo que dice del nominalismo. El nominalismo es la base del pensamiento moderno, que en la posmodernidad se ha vuelto algo así como la tierra en que se mueve la mente no escolástica. Es como si el hombre de hoy no se diera cuenta de la atmósfera mental en que se mueve. Por eso se filtra incluso en documentos eclesiales, como vemos en este caso. Por eso es fundamental volver al pensamiento preciso y cristalino de la escolástica, volver a Santo Tomás, a San Agustín, a la doctrina clara y exacta.
01/06/16 12:26 AM
  
Blas
Creo que se están metiendo ustedes en un laberinto sin salida... Prácticamente están cayendo en el disenso. Yo sé que es imposible que el Papa diga que una persona en pecado mortal puede comulgar. Como no lo dice hay que orientar a la gente que piensa lo está diciendo. La entrevista completa del Cardenal Caffarra es mucho más suave sobre la AL que todos los artículos que estoy leyendo en Infocatólica. En muchos temas sigo con interés las enseñanzas y opiniones de los blogueros... pero en este tema me temo que se están empeñando en una posición poco católica, en cuanto poco dócil al Magisterio del Sumo Pontífice. De seguir así cada uno podrá decidir qué documentos hay que seguir y cuáles no. Evidentemente si el Papa habla de si el planeta se calienta o no, o cosas de ese tipo, por la materia en cuestión no hay por qué hacer caso... pero si está hablando de moral y sacramentos... me temo que es un tema en el que hay que seguir no sus opiniones, sino sus enseñanzas. Y si lo que la iglesia dice blanco, yo lo veo negro, creeré que es blanco, como enseña San Ignacio.
Con todo respeto y no quiero faltar a nadie.
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A.G..
Estimado D Blas:

Hace poco publicamos un editorial donde explicábamos de forma muy clara la motivación que nos mueve, siempre en fidelidad al Santo Padre.

Ya sabe que la Iglesia siempre está necesitada de reforma, de santa y verdadera reforma, y no podemos quedarnos cruzados de brazos como si todo fuera bien y no hubiera cosas que purgar, corregir, depurar, reorientar....

Una de estas cosas a corregir es el lenguaje que se emplea en documentos eclesiales como éste. Es evidente que su lenguaje es ambivalente, confuso y ambiguo, y es necesario clarificarlo para que la sana doctrina sea entendida en continuidad con el Magisterio precedente, y brille el logos católico en todas sus partes.

Siempre desde el amor a la Iglesia y al Vicario de Cristo. Oremos por él.
01/06/16 12:51 AM
  
Luis Fernando
Blas:
Y si lo que la iglesia dice blanco, yo lo veo negro, creeré que es blanco, como enseña San Ignacio.

LF:
Efectivamente. Pero si alguien en la Iglesia, quien sea, dice en relación a materias dogmáticas -p.e, los sacramentos- que es blanco lo que hasta ayer por la mañana la Iglesia ha enseñado que era negro, es lógico que los fieles piensen que ese alguien les quiere tomar el pelo, porque el Espíritu Santo no juega al despiste y no se contradice.

Y cuando digo "quien sea", incluye a cualquier Papa, porque como dijo el cardenal Ratzinger en 1988:

El Papa no es en ningún caso un monarca absoluto, cuya voluntad tenga valor de ley. Él es la voz de la Tradición; y sólo a partir de ella se funda su autoridad.

Por eso mismo, por gracia de Dios, estamos haciendo lo que se nos concede hacer para interpretar AL en consonancia con el magisterio anterior, lo cual incluye plantear las dudas legítimas que surgen de la lectura del texto.
La otra alternativa nos llevaría a pensar si no estamos ante un nuevo caso Honorio, Juan XXII... Y claro, es mejor no pensarlo, ¿no le parece?

Es más, no insistan en que no sigamos por ese camino. Vamos a seguir hasta el final, sean cuales sean las consecuencias. Nos debemos al mandato de Judas 3.
01/06/16 2:21 PM
  
carmelo
Don Blas,
Yo sé que usted no se cree el Justo por ser de jerarquía clerical, tampoco creo que quiera juzgar a los que estamos “discerniendo” en el documento AL Cap 8 y jamás siento que nos esta despreciando por ser simples laicos y esposos, porque si fuera así entonces Papa Fráncico dice que seriamos “fariseos corruptos” que juzgamos y despreciamos.

Me ayuda PORFAVOR a distinguir “en conciencia -Tito 1-” como ensena S. Ignacio cuando dice “Y si lo que la iglesia dice blanco, yo lo veo negro, creeré que es blanco” – no sea que caiga YO en espíritu de cobarde y mal juicio y me avergüence de dar testimonio de Jesús y de todos sus prisiones de ayer y hoy que hay muchos que mueren por causa de odio a Jesús:
1. La Iglesia siempre y CATOLICA a proclamando como “BLANCO” que para seguir a Jesús hay que “cargar Nuestra Cruz” “Morir a uno Mismo” camino estrecho, "amar a jesus mas que a su madre , esposa hijos (agrego queridas ect)", “en el matrimonio a estar unidos y amarnos hasta que la muerte nos separe”, “que hay que perdonar 70 veces 7” y que de sostener y persistir en otra relación fuera de un matrimonio valido es adulterio y por tanto pecado mortal objetivo”, y que Iglesia siempre ha enseñado como “Blanco” que con la GRACIA de Dios para alcanzar la PLENITUD de designio divino en cada persona “no existe imposible o dificultad alguna”, ni “dolor alguno” para lograr la “separación o continencia” o “la huida al pecado mortal cualquiera que sea” porque “Dios es un Dios de vivos no de muertos” ….
Y que por ahí…. Sigue por la Iglesia primitiva con miles y miles de mártires y 2000 años hasta hoy…
Pregunta:
1.es Blanco (1) eso aunque YO lo vea NEGRO?...
2. Se puede creer fielmente en eso mediante AL Cap 8?
3. Es BLANCO (lo que la iglesia siempre ha dicho) O ES NEGRO (lo que el hombre siempre ha propuesto)? leyendo ese laberinto que tiraron:
Leamos lo que propone AL cuando dice se puede seguir en un camino “de consolidación de una segunda relación (#298)” con quien no es su consorte abre una nueva ruta y de discernimiento “profundizando en la persistencia de la relación fuera del matrimonio” valido que: “con nuevos hijos, con probada fidelidad, entrega generosa, compromiso cristiano, conocimiento de la irregularidad de su situación y gran dificultad para volver atrás sin sentir en conciencia que se cae en nuevas culpas”

Si es Blanco o negro me lo dice…
porque en ese capítulo 8 SIN SER TEOLOGO NI CURA NI FILOSOFO solo se VE ese camino para encontrar Plenitud al designio divino. Si observa hasta es "considerado Cristiano".. si observa en esa condición de infidelidad puedo catalogarlo como "fiel", si observamos plantea un hecho que “es imposible” la continencia y de “plano ni lo propone y queda descartada esa opción dejando de profundisar en ella en lo absoluto”.
Le pido me ayude, no quiero que negando a Jesús, me niegue El luego! No caiga yo en hipocresia y que se yo cuantos pecados mas ademas de perderme en la oscuridad abismal que es como ir en un avion y en caida libre aproximarce al basio de la muerte, es renegar a Jesus.
01/06/16 4:27 PM
  
blas
LF:
"Efectivamente. Pero si alguien en la Iglesia, quien sea, dice en relación a materias dogmáticas -p.e, los sacramentos- que es blanco lo que hasta ayer por la mañana la Iglesia ha enseñado que era negro, es lógico que los fieles piensen que ese alguien les quiere tomar el pelo, porque el Espíritu Santo no juega al despiste y no se contradice.

Y cuando digo "quien sea", incluye a cualquier Papa"

Como el Espíritu Santo no se contradice el Papa no puede estar contradiciendo el anterior magisterio de la Iglesia.
02/06/16 5:03 AM
  
Blas
Estimado Carmelo:

ni le juzgo ni le desprecio... simplemente no estoy de acuerdo con su opinión. Tampoco creo ser un "fariseo corrupto", porque la característica principal de los fariseos es que se tenían por justos despreciando a los demás... No me tengo por justo.

El punto 298 dice que hay casos en que no hay que caer a veces en "afirmaciones demasiado rígidas", porque las situaciones son diferentes. Como la casuística es muy elevada uno puede suponer innumeralbes situaciones en que es muy difícil -y a veces hasta desaconsejable- una vuelta atrás.
Por ejemplo: muchas veces en la parroquia una persona hace un retiro espiritual y se convierte. Esa persona ha estado viviendo en situación irregular durante muchos años, o bien porque es conviviente o porque su pareja era ya casada de antes. Ahora se da cuenta de la situación, antes no. Pero ya lleva muchos años de convivencia y tienen hijos y un hogar "estable". Pero su pareja no se ha convertido (y esto pasa mucho), es decir, su pareja no acepta ni el matrimonio -si se pudiera- ni la separación viviendo como hermanos, si es que no pueden casar. ¿Qué le dices? ¿Qué se separe? Su pareja no va a aceptar vivir "como hermanos". Exigírselo es como romper esa pareja y por tanto ese hogar... Lo que dice AL es que no seamos demasiado rígidos a la hora de juzgar esas situaciones. No hay recetas sencillas. No digo con esto que pueda comulgar, tampoco lo dice AL.

Las situaciones irregulares no son siempre pecado mortal. Por supuesto, lo sabemos de toda la vida. Hay mucha ignorancia, no sólo de la norma, sino muchas veces de "los valores inherentes de la norma". Si pensara que todos los que viven en convivencia están en pecado mortal pensaría que en mi parroquia se van casi todos al infierno (porque si mueres en pecado mortal vas al infierno).

"No debe esperarse de esta exhortación una nueva normativa general de tipo canónica" Decir que los divorciados vueltos a casar pueden comulgar sería una nueva normativa canónica, contraria a la anterior. Por tanto AL dice que no hay nueva normativa respecto a ese tema. Sigue vigente la anterior normativa.

Yo comprendo su enfado, estimado amigo. Parece que el Papa no ha querido ser claro respecto al tema que está en el debate público de la comunión a los divorciados vueltos a casar. Quizás hasta se podría pensar que él quisiera que sí pudieran comulgar. Pero hay cosas que el Espíritu Santo no permite. A mí la opinión de Bergoglio no me interesa mucho, la enseñanza de Francisco sí. Creo que la asistencia del Espíritu Santo a su iglesia es tan maravillosa que nos protege del error. Condición: siempre con el Papa, nos guste más o menos.

Sé que una pastoral rigorista no es el mal actual de nuestra Iglesia. Pero existir, existe. Francisco ataca mucho eso. Y eso es lo que tenemos todos que aprender de la AL.

¿Me gustaría que dijera más cosas? Por supuesto. A mí, por gustar me gustaría incluso que reafirmaran el Syllabus de Pío IX. Contra esos silencios de los Papas hay que luchar, y me parece bien. Pero lo escrito, escrito está, y no creo que esté mal.
02/06/16 5:42 PM
  
Juan Andrés
Estimado Blas, eso de estar igualando al Papa con el Espíritu Santo, esto es si el último no se contradice aquel tampoco, bueno, que quiere que le diga. "Yo se en quien he creído", hay que partir de allí. Lo demás es poner la esperanza, que en este caso no sería la virtud teologal, en un hombre,cualquier hombre.
02/06/16 5:43 PM
  
blas
Perdona Juan Andrés, pero la infabilidad pontificia -dogma de la iglesia- se refiere a un hombre. No es el Espíritu Santo, pero tiene su asistencia. Forma parte esto de nuestra fe como virtud teologal.
03/06/16 1:08 AM
  
carmelo
Estimado P. Blas, siento que Dios quiere algo con Usted.
Blas dice: "No debe esperarse de esta exhortación una nueva normativa general de tipo canónica" Decir que los divorciados vueltos a casar pueden comulgar sería una nueva normativa canónica, contraria a la anterior. Por tanto AL dice que no hay nueva normativa respecto a ese tema. Sigue vigente la anterior normativa.”
AL 302 responde la intención de fondo: léalo todo y luego cotéjelo con el pie de página 344 Exhort. ap.Reconciliatio et paenitentia (2 diciembre 1984), 17
AL 302 …. circunstancias que atenúan la responsabilidad moral, y menciona, con gran amplitud, «la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales»[344] Por esta razón, un juicio negativo sobre una situación objetiva no implica un juicio sobre la imputabilidad o la culpabilidad de la persona involucrada[345]. En el contexto de estas convicciones, …: «En determinadas circunstancias, las personas encuentran grandes dificultades para actuar en modo diverso [...] El discernimiento pastoral, aun teniendo en cuenta la conciencia rectamente formada de las personas, debe hacerse cargo de estas situaciones. …»
Cual es el espíritu de AL en 302: “no es una normativa nueva” NO. Observe en el párrafo dos veces mismo: “otros factores psíquicos o sociales” lo que siguiere incidir en la determinación del juicio de imputabilidad o la culpabilidad de la persona que en estado de pecado mortal objetivo (si observa la homilías, las relaciones del sínodo 2014, insisten mucho con él solo la gracia o todos salvos o siempre la misericordia sin conversión ect). Si lee completamente la nota de pie 344 Exhort. ap.Reconciliatio et paenitentia notara que intenta reducirlo a pecado venial o incluso por se desliza sutilmente buscando desaparecer el pecado mediante el uso de los discernimientos sin tomar en cuenta que en la referida nota en su contexto precisamente alerta esta mala práctica y lo define perfectamente por lo que el hombre no tiene capacidad para reducir la ruptura y lo que sería es degradar el amor de los mandamientos a un YUGO, miremos un párrafo:
“Siguiendo la tradición de la Iglesia, llamamos pecado mortal al acto, mediante el cual un hombre, con libertad y conocimiento, rechaza a Dios, su ley, la alianza de amor que Dios le propone, prefiriendo volverse a sí mismo, a alguna realidad creada y finita, a algo contrario a la voluntad divina (conversio ad creaturam). Esto puede ocurrir de modo directo y formal, como en los pecados de idolatría, apostasía y ateísmo; o de modo equivalente, como en todos los actos de desobediencia a los mandamientos de Dios en materia grave. El hombre siente que esta desobediencia a Dios rompe la unión con su principio vital: es un pecado mortal, o sea un acto que ofende gravemente a Dios y termina por volverse contra el mismo hombre con una oscura y poderosa fuerza de destrucción.”
“Pero el hombre sabe también, por una experiencia dolorosa, que mediante un acto consciente y libre de su voluntad puede volverse atrás, caminar en el sentido opuesto al que Dios quiere y alejarse así de Él (aversio a Deo), rechazando la comunión de amor con Él, separándose del principio de vida que es Él, y eligiendo, por lo tanto, la muerte.”
“Sin duda pueden darse situaciones muy complejas y oscuras bajo el aspecto psicológico, que influyen en la imputabilidad subjetiva del pecador. Pero de la consideración de la esfera psicológica no se puede pasar a la constitución de una categoría teológica, como es concretamente la «opción fundamental» entendida de tal modo que, en el plano objetivo, cambie o ponga en duda la concepción tradicional de pecado mortal.
Si bien es de apreciar todo intento sincero y prudente de clarificar el misterio psicológico y teológico del pecado, la Iglesia, sin embargo, tiene el deber de recordar a todos los estudiosos de esta materia, por un lado, la necesidad de ser fieles a la Palabra de Dios que nos instruye también sobre el pecado; y, por el otro, el riesgo que se corre de contribuir a atenuar más aún, en el mundo contemporáneo, el sentido del pecado.”
Conclusión:
Si valora el texto, el acto es realizado en libertad y conocimiento (las circunstancias actuales son una consecuencia de la permanencia en el pecado mortal y su persistencia) así quien ha permanecido durante años en esa condición hasta tener hijos, incluso puede llegar a perder el horizonte de las consecuencias definitivas y desestimarlas, o sea no las mide (es un inconsciente) a oído esa frase. La condición de mortalidad de seguro sin confesar en el tiempo habrá ejecutado por consecuencia otros pecados más graves de modo que romper un dogma no es algo que lo preocupe.
De hecho el acto de no volver a tras o detener la relación NO ESTÁN SU MENTE y su respuesta siempre será “es imposible, SE LE ES IMPOSIBLE”, y AL en cada Articulo del capitulo 8 no profundiza en el camino para evitar la contravención, más bien lo insta a continuar ese como un camino de santidad y esto sí es NUEVO. Puede ir pie de página por pie de página y todos se contradicen. Haga esa tarea y vera que lo que se busca es desaparecer la culpa por tanto nadie puede detener el sacramento.
03/06/16 5:20 AM
  
antonio
Quiero expresar que mi comentario expresado,en el post, ha sido observado, como Néstor en el suyo, se tomarón bastante tiempo, para pensarlos, se los agradezco, como exprese en el post del Padre Iraburu, no quiero difundir errores, seria exprese en varios comentarios, que los errores, partes en pedacitos en Sublime Cuerpo de Cristo, Unico instante que celebran todos los sacerdotes del mundo, amor infinito , e infirrno infinito para los que que comulgan en estado de pecado mortal.En Scholla Veritatis, el Santo Cura de Ars, expresa, lo que es, un Sacrilegio, mayor que pecados muy graves.Las Fuentes fueron observadas y pensadas.

O sea que su publicación tiene más fuerza por la revisión.

Muchas Gracias a los Dos, para la Verdad que nos hace libres y el prójimo que demos amar-


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A.G.:
Gracias antonio por el comentario.
04/06/16 11:03 PM

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