InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Apostolado laico -La Palabra para el Domingo

22.05.16

La Palabra del Domingo - 22 de mayo de 2016

 

 

Jn 16, 12-15

 

“12 Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. 13 Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga,  y os anunciará lo que ha de venir. 14   El me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío  y os lo anunciará a vosotros.”

                                          

COMENTARIO

La Promesa del Espíritu Santo

 

Jesús era consciente del tipo de personas que había escogido para que fueran sus apóstoles. Y es que no era personas, precisamente, bien formadas, si hablamos de lo intelectual. Muchos de ellos es hasta posible que fueran analfabetos.  

Sin embargo, el Hijo de Dios no buscaba a los sabios de su mundo sino a los que pudieran recibir su mensaje y su doctrina con un corazón tierno y preparado para ser sembrado.

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15.05.16

La Palabra del Domingo - 15 de mayo de 2016

 

Jn 14, 15-16.23b-26

 “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre   y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,  ‘Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.   Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre,os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.’”

        

COMENTARIO

Guardar la Palabra de Cristo 

En este texto del Evangelio de San Juan, el Hijo de  Dios nos muestra un camino que no es otro que el que lleve a Dios mismo. Y lo dice, por cierto, como otras muchas veces lo dijo a lo largo de su vida pública: de forma sencilla y clara, para que se le entienda. 

Quienes creyeran que el Maestro, aquel hombre de Nazaret que llevaba unos años predicando por Israel, decía lo que decía porque era cosa exclusivamente suya estaban muy equivocados. Comprender era acabar de entender que Jesús no era sólo Jesús sino que era, ni más ni menos, que Dios mismo. 

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8.05.16

La Palabra del Domingo - 8 de mayo de 2016

  

Lc 24, 46-53

 “46 y les dijo: ‘Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47  y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 48        Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 ‘Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que  seáis revestidos de poder desde lo alto.’   50 Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51      Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. 52 Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, 53   y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.”

 

 

COMENTARIO

Y ascendió a los cielos

 

Dios siempre ha tenido un Plan para la humanidad. Es decir, cuando llevó a cabo la creación y puso en ella al ser humano no lo hizo para olvidarse de ella sino que, con el paso del tiempo, mostró y demostró que había preocupación en su corazón por aquella parte de la creación que hizo a su imagen y semejanza.

Esto dicho arriba supone que, a lo largo de la historia de la humanidad la mano de Dios se ha podido apreciar en muchos acontecimientos de la vida del hombre. En el paso del río por parte del pueblo elegido, sin ir más lejos.

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24.04.16

La Palabra del Domingo - 24 de abril de 2016

 

 

 

Jn 13, 31-33a. 34-35

“31 Cuando salió, dice Jesús: ‘Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre  y Dios ha sido glorificado en él. 32     Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto.’ 33 ‘Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. 34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.   35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.’”

        

 

COMENTARIO

Un mandamiento muy difícil de cumplir 

En la Última Cena Jesús dijo muchas cosas de importancia e hizo otras tantas de no poca relevancia. Así, por ejemplo, fue el momento en el que se celebró la primera Eucaristía y, también, cuando estableció el sacerdocio. 

El momento que traemos aquí hoy corresponde al momento en el que Judas sale del Cenáculo para cumplir con la traición hacia el Maestro. Y habla, Cristo, de lo que ha de ser su glorificación… en la Cruz. 

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17.04.16

La Palabra del Domingo - 17 de abril de 2016


 

 Jn 10, 27-30

 

“27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. 28 Yo les doy vida eterna  y no perecerán jamás,  y nadie las arrebatará de mi mano. 29  El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos,  y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre.  30  Yo y el Padre somos uno.”

      

COMENTARIO

El Buen Pastor

 

En los propios textos del Nuevo Testamento a Jesús se le llama de muchas formas y él, también, hace lo propio. Y en este del evangelio de San Juan se define de una forma maravillosa. Es bien cierto que no dice, digamos, la función que también tiene que llevar a cabo pero se deduce de sus palabras. 

Podemos creer que Jesús es el Buen Pastor. Y, como tal, ha de tener ovejas a las que guiar por buenos senderos para que pasten y alimenten su cuerpo. Pero el Hijo de Dios, el Buen Pastor, además, auxilia y ayuda a que el alimento no sea sólo físico sino, sobre todo, espiritual. Es decir, Jesucristo da de comer a las almas de sus ovejas.

Lo que Cristo nos dice aquí es muy importante. No se trata de palabras grandilocuentes sino de expresiones sencillas para que las entienda cualquiera. 

Vemos, aquí, dos planos que se unen en uno sólo.

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