InfoCatólica / Espada de doble filo / Categoría: Familia

27.10.23

13.06.23

El enemigo de la familia

“Conviene repetir a tiempo y a destiempo que quien ha destruido la familia en el mundo moderno ha sido el capitalismo. Sin duda, podría haberlo hecho el comunismo, si hubiera tenido la oportunidad de hacerlo, fuera del desierto cuasimongol en el que florece actualmente. No obstante, en lo que nos concierne a nosotros, quien ha quebrado los hogares, fomenta los divorcios y trata las viejas virtudes domésticas cada vez con más desprecio es la época y el poder del capitalismo. Ha sido el capitalismo quien ha impuesto una lucha moral y una competencia comercial entre los sexos, quien ha arrancado a los hombres de sus hogares para que busquen trabajo, quien les ha obligado a vivir cerca de sus fábricas o empresas en vez de cerca de sus familias,  y, sobre todo, quien ha fomentado, por motivos comerciales, un desfile de publicidad y de estridentes novedades que, por su propia naturaleza, acarrean la muerte de todo lo que componía la dignidad y la modestia de nuestras madres y nuestros padres. No ha sido el bolchevique, sino el jefe, el publicista, el vendedor y el anunciante quienes, como una horda desenfrenada de bárbaros, han derribado y pisoteado la antigua estatua romana de Verecundia [es decir, de la modestia]”.

G. K. Chesterton, The Well and the Shallows, 1935

……………………..

El enemigo está dentro. Tirad sobre nosotros”, transmitieron por radio desde el cuartel de Simancas, en Gijón, al comienzo de la guerra civil. Algo similar deberíamos retransmitir nosotros desde nuestras casas, porque, como señalaba Chesterton con su habitual clarividencia, el enemigo está en ellas. Ni siquiera hemos opuesto una resistencia numantina, como los valientes defensores del cuartel, sino que hemos dejado entrar al enemigo por nuestra propia voluntad.

Leer más... »

20.05.23

Preguntas sobre el instinto para el error

Hay personas que tienen un instinto certero para acertar casi siempre, como Santo Tomás, y otras que parecen tener el instinto contrario, como Mons. Vinzenzo Paglia. Por supuesto, esto constituiría una simple desgracia personal y no sería tema apropiado para que habláramos de él aquí, si no fuera por el gran daño que pueden hacer los errores habituales de Mons. Paglia al ser difundidos desde sus altos cargos de Presidente de la Pontificia Academia para la Vida y el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia.

El prelado acaba de decir, por ejemplo, “a propósito de los anticonceptivos”, que “el deber de los teólogos es la investigación, la reflexión teológica. No se puede hacer teología con un ‘no’ delante. Después será el Magisterio el que diga: ‘No, has ido demasiado lejos, vuelve atrás’. Pero el desarrollo teológico debe ser abierto, para eso están los teólogos”.

Si no fuera por la amarga experiencia de años, uno se asombraría al leer afirmaciones como estas en boca de un prelado y más de uno dedicado específicamente a esos temas, porque objetivamente muestran un desconocimiento absoluto de lo que es la teología y la misma fe católica. Por desgracia, hace tiempo que ya no nos sorprendemos.

Leer más... »

22.12.22

La nana del Niño Dios

Como todos los años, tengo el placer de felicitar las Navidades a los lectores con un villancico compuesto y cantado en familia. Esta vez lo grabamos en exteriores, así que la calidad del sonido deja bastante que desear. Como verán, vamos bien abrigados por el frío, uno de mis hijos está acatarrado, el viento se esfuerza por ahogar nuestras voces y hasta un tren a lo lejos y las campanas de una iglesia cercana contribuyen al barullo, pero, como siempre, eso es lo de menos. Lo que importa es alegrarse y cantar por el nacimiento del deseado de las naciones, la esperanza de Israel, el que tanto hemos esperado.

Leer más... »

3.10.22

La parábola del caos litúrgico

Todos los días vemos parábolas. El mundo está lleno de ellas y, si no las aprovechamos, es porque no queremos. Cuando nuestro Señor predicó, no solo nos dejó el medio centenar de parábolas que aparecen en los Evangelios, sino también nos enseñó a entender todo lo que vemos a nuestro alrededor como una parábola que Él mismo ha puesto ahí. No hay nada en este mundo que no nos hable de Dios si sabemos verlo como realmente es, incluso las circunstancias y sucesos que de algún modo parecen apuntar en dirección contraria.

Hace unos días, en una Misa de diario, me tocó ir en la fila para comulgar detrás de un señor de esos que consiguen crear el caos litúrgico. Había dos filas y el señor retrasaba tanto la nuestra que solo llegaban los de la otra a comulgar, el cura no sabía lo que pasaba y estiraba el cuello para averiguarlo, los de la otra fila dudaban si pasar a la nuestra y adelantar, algunos se chocaban con los que tenían delante y, en general, todo el mundo estaba distraído.

Leer más... »