¿Proselitismo sí o no?
Es difícil saber qué quiere decir el Papa cuando habla del proselitismo. Incluso uno puede sospechar que él mismo no lo tiene del todo claro. Sin embargo, cuando finalmente da algún detalle práctico de lo que entiende por esa nefasta práctica, hay algo que chirría.
Hace unos días, al volver de su viaje a África, el Papa hizo unas afirmaciones más que llamativas sobre el proselitismo, considerado como un comportamiento que debe evitarse a toda costa. En primer lugar, se congratuló por la fraternidad interreligiosa que encontró en Isla Mauricio:
“Me impresionó mucho la capacidad de su país para la unidad interreligiosa, el diálogo interreligioso. La diferencia entre las religiones no se borra, pero se subraya que todos somos hermanos, que todos tenemos que hablar. Esto es una señal de la madurez de su país. […] Ustedes son hermanos, la hermandad humana que está en la base y respeta todas las creencias. […] Aprovecho la oportunidad para subrayar esta experiencia interreligiosa suya que es tan hermosa. […] Es muy, muy importante. También en las reuniones no sólo había católicos, había cristianos de otras religiones, y había musulmanes, hindúes y todos eran hermanos”.
Esta parte ya resulta un poco extraña, porque parece que la existencia de paganos y gente de otras religiones en la isla debería ser un aguijón para cualquier católico, más que ocasión de admiración de la “hermosura” interreligiosa. A fin de cuentas, son personas que viven en tinieblas y en sombras de muerte, porque no han conocido la Luz del mundo, que solo puede ser Jesucristo. “El amor no es amado, el amor no es amado", gritaba San Francisco de Asís, horrorizado.
Es cierto que el hecho de que esos paganos y miembros de otras religiones se lleven bien entre sí y con los cristianos es positivo. Sin embargo, “llevarse bien” es un pobrísimo sucedáneo de la salvación en Cristo, la fe católica y el cielo. Esa hermandad humana e interreligiosa que es “muy, muy importante” y “tan hermosa” y que “impresiona” y que es “señal de madurez” y “está en la base” no le llega a la altura del betún a ser hijos de Dios y por lo tanto verdaderos hermanos en Cristo, que es una realidad milagrosa, proporciona la salvación y dura eternamente. ¿Qué pensarán los paganos si el jefe de los cristianos, en vez de anunciarles la fe católica, les elogia precisamente porque, sin tenerla, ya son hermanos? La impresión casi inevitable que sacarán será que tener o no tener esa fe a fin de cuentas no es importante, que no es “la base”, que lo que de verdad importa es llevarse bien y lo demás son tradiciones secundarias. Es decir, el indiferentismo religioso.
Resulta muy significativo a este respecto que, pocos días después de terminado el viaje, se ha anunciado que el alto comité interreligioso creado por el Papa y el Imán de Al Azhar pedirá a la ONU que establezca el Día de la Fraternidad Humana. La Iglesia pierde fieles a millones, pero nosotros nos dedicamos a fomentar la tan hermosa fraternidad humana.
Continuaba después el Papa hablando ya expresamente del proselitismo:
“El respeto religioso es importante, por eso les digo a los misioneros que no hagan proselitismo. El proselitismo es una falacia para el mundo de la política, del deporte - anima a mi equipo, a tu equipo… - pero no para la fe. Pero, ¿qué significa para usted, ¿Santo Padre, evangelizar? Hay una frase de San Francisco que me ha iluminado tanto. Francisco de Asís dijo a sus frailes: “Lleven el Evangelio, si es necesario también con palabras. Es decir, evangelizar es lo que leemos en el libro de los Hechos de los Apóstoles: el testimonio. Y ese testimonio provocó la pregunta: “Pero, ¿por qué vives así, por qué haces esto? Y allí les explico: “Es para el Evangelio". La proclamación viene primero del testimonio. Primero vives como cristiano y si te piden que hables, ellos hablarán. El testimonio es el primer paso y el protagonista de la evangelización no es el misionero, sino el Espíritu Santo que lleva a los cristianos y a los misioneros a dar testimonio. Entonces vendrán las preguntas o no vendrán, pero el testimonio de vida cuenta. Este es el primer paso. Es importante evitar el proselitismo. Cuando ves propuestas religiosas que siguen el camino del proselitismo, no son cristianas. Buscan prosélitos, no adoradores de Dios en verdad”.
Incluso si tenemos en cuenta la utilización de un lenguaje informal y poco preciso, estas palabras son difíciles de conciliar con lo que enseñan la Escritura y la Tradición católicas sobre el tema. ¿Qué mandó Cristo? Id y anunciad el Evangelio a todas las gentes, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. No dijo “a los que vean vuestro testimonio y os pregunten”, sino “a todas las gentes”. Y explicó que tendrían que dar testimonio de palabra incluso ante los que los azotaran en las sinagogas y ante los gobernadores y reyes que los arrestaran precisamente por ser cristianos, muestra de que su testimonio de vida no les había impresionado favorablemente.
¿Qué hacía San Pablo? No se fue a vivir entre los griegos, fundó un hospital y cuando alguien, veinte años después, se acercó para preguntarle por qué hacía eso, finalmente explicó que era cristiano. Lo que hizo fue ponerse inmediatamente a predicar. De hecho, cuando los griegos le preguntaron fue, precisamente, porque “le oían hablar de Jesús y de la resurrección” y porque “nos zumban los oídos con esas cosas tan raras que nos cuentas”. Entonces le llevaron al areópago de Atenas y allí predicó públicamente la resurrección, ganándose las burlas y el desprecio de los sabios, pero también tocando el corazón de varios: Dionisio el areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros. Algo similar hizo en el resto de sus viajes, predicando en sinagogas, plazas, cárceles y juicios. Por eso, porque sabía de lo que hablaba, pudo ordenar: predicad a tiempo y a destiempo. Y también por eso pudo decir: no me avergüenzo del Evangelio, que es poder de Dios para la salvación de todos los que crean.
Lo mismo hicieron San Pedro, San Felipe, San Juan y San Esteban, como nos cuentan los Hechos de los Apóstoles. Quizá por eso resulta tan llamativa la afirmación del Papa de que esa condena del proselitismo “es lo que leemos en el libro de los Hechos de los Apóstoles”, ya que en ese libro no hay ni rastro de lo que nos dice. Y durante todo el día no cesaban de enseñar y proclamar a Jesús, el Mesías, ya sea en el Templo o por las casas.
También invoca el Papa a San Francisco de Asís, apelando a la famosa frase de evangelizar y, cuando sea necesario, usar palabras, que según parece le ha “iluminado tanto”. Dejando de lado que es una frase apócrifa que muy probablemente nunca dijo San Francisco, incluso si la hubiera pronunciado evidentemente se referiría a la predicación en Europa, donde los hombres ya conocían el cristianismo, pero tantas veces no lo vivían de verdad. En ese ámbito, se podría entender que lo más importante fuera mostrar cómo se vivía de verdad el cristianismo, porque la gente ya lo conocía.
En cambio, ¿qué hicieron San Francisco de Asís y los franciscanos en los países no cristianos? ¿Dedicarse a sus cosas y no predicar el cristianismo a los musulmanes, como tanto elogió el Papa en el caso de la Iglesia en Marruecos? Hicieron exactamente lo contrario. El santo de Asís se presentó ante el sultán y le predicó abiertamente y delante de todos a Jesucristo. San Francisco salvó su vida por el asombro que causó al sultán y porque Dios lo quiso, pero muchos otros franciscanos dieron su vida por actuar así: los protomártires franciscanos que predicaron en la Sevilla islámica y fueron martirizados en Marruecos en 1220, San Daniel y compañeros mártires, que murieron en Ceuta en 1227, San Juan de Perusa y San Pedro de Saxoferrato, martirizados en Valencia, los mártires franciscanos de Túnez, Granada, Damasco, Etiopía, Turquía y tantos otros. ¿Serían proselitistas? Apelar a San Francisco para denigrar la predicación a los paganos habría asombrado y escandalizado al poverello y a cualquiera de sus hijos hasta hace unas décadas.
¿Qué hizo San Francisco Javier, nombrado por la Iglesia como patrono de las misiones? Predicar, predicar y predicar, por las calles, las plazas y donde se pudiera. A veces, limitándose a repetir una y otra vez las escasas palabras sobre la fe que había aprendido en un nuevo idioma. ¿Qué han hecho, en fin, innumerables santos, misioneros y sacerdotes de todas las épocas de la Iglesia excepto, aparentemente, la nuestra? Predicar a los paganos y a las personas de otras religiones, a tiempo y a destiempo. Con mayor o menor éxito según las ocasiones, por supuesto, porque la conversión está en manos de Dios, pero predicando, predicando y predicando. Sin duda, su testimonio de vida sería estupendo y utilísimo en muchas ocasiones, pero en otras muchas sería simplemente la predicación lo que tocaría los corazones de los paganos. A fin de cuentas, y esto es fundamental, el cristiano no se predica a sí mismo, no predica lo bueno que él mismo es, sino a Jesucristo, porque llevamos ese tesoro en vasos de barro.
A esto se suma que el término proselitismo en sí mismo se considera tradicionalmente en la Iglesia como algo bueno. Ya los padres de la Iglesia, desde San Justino, consideraban que hacer proselitismo era un deber propio de los cristianos y lo mismo han dicho infinidad de Papas, obispos, santos y teólogos hasta hace muy poco tiempo.
Por supuesto, según como se defina el término, puede haber proselitismos que no sean buenos. Diversos documentos de la Iglesia han definido en los últimos cincuenta años los proselitismos rechazables, “en el contexto del movimiento ecuménico”, como “publicidad a favor de la propia religión con medios y motivos contrarios al espíritu del Evangelio y que no salvaguardan la libertad y dignidad de la persona”, “en cuanto utiliza argumentos deshonestos para atraer los hombres a su Comunidad, abusando, por ejemplo, de su ignorancia o pobreza”, “cualquier presión sobre la conciencia” o “cualquier tentación de violencia y cualquier forma de presión” (cf. The joint Working Group between the Catholic Church and the World Council of Churches, “The Challenge of Proselytism and the Calling to Common Witness”, 1995; Directorio ecuménico, 1967; Juan Pablo II, Carta Mentre si intensificano, 1991; Comisión Pontificia pro Rusia, L’Église a reçu, 1 de junio de 1992).
Estos documentos, sin embargo, diferenciaban el buen proselitismo, que es el que tradicionalmente ha realizado la Iglesia, del mal proselitismo, con esas características que hemos indicado de violencia, engaño o conversiones pagadas. Asimismo, señalaban que la palabra “proselitismo” siempre había sido utilizada por la Iglesia y solo “recientemente” había “adquirido una connotación negativa” en algunas lenguas, resaltando la necesidad, al utilizar la palabra en ese sentido malo, de “especificar siempre ‘proselitismo en un sentido peyorativo’ o alguna otra expresión que denote actitudes y conductas criticables”.
Por desgracia, esa definición no parece ajustarse al proselitismo denostado por el Papa, que no distingue entre un buen y un mal proselitismo, sino que considera indiferenciadamente el proselitismo como el peor de los males, parece identificarlo con el hecho en sí de predicar a los paganos y lo asemeja de forma casi indistinguible a la simple evangelización. Ay de mí si no evangelizare.
La importancia de la predicación a los paganos a tiempo y a destiempo es fácil de entender, siempre que de verdad creamos que la salvación del hombre solo está en Jesucristo y en ningún otro lugar. No se nos ha dado otro nombre bajo el cielo que pueda salvarnos. Cuando vemos a alguien que camina con ojos cerrados hacia un precipicio, no esperamos a que nos pregunte, ni caminamos junto a él sin decir nada, ni tampoco andamos en dirección contraria esperando que siga nuestro ejemplo. Lo que hacemos, lo que haría cualquier persona decente, es gritar y avisarle del peligro y, si no nos hace caso, razonar con él, explicarle y rogarle que no siga por ese camino hacia el abismo. A no ser, claro, que en realidad no creamos que existe el abismo y, por lo tanto, tampoco la salvación.
Quizá ese sea el problema de nuestro tiempo. No es que los cristianos actuales seamos más tolerantes o respetuosos, sino, desgraciadamente, que apenas tenemos fe. Y el que no tiene fe, ¿cómo va a dar lo que no tiene?
183 comentarios
Este mundo está harto de palabrería pero falto de verdaderos testimonios.
¿como evangelio SANTA TERESA del Niño Jesús. ? Por cierto. Patrona de las misiones.
Como evangelio Carlos de Foucuuld.??
Viviendo entre los alejados. Dando esperanza. La verdadera esperanza que viene de Cristo.
En fin. La cosa es ver como malo todo lo que diga el PAPA.!!¡¡
Siempre conviene leer con cuidado el artículo entero antes de comentar, para no dar palos de ciego en los comentarios. En el artículo no se critica el hecho de dar testimonio. ¿Quién podría criticar eso? Lo que se critica es la negación de que haya que predicar a los paganos e incluso la condena de esa predicación.
Claro que, si a predicar el Evangelio usted lo llama "palabrería", puede que el problema lo tenga usted.
"Nadie entiende esa obcecada repulsa a evangelizar y, por el contrario, el proselitismo desaforado por el cambio climático, la biodiversidad y la inmigración"
Muy buena observación. Si el cristianismo solo se puede transmitir por el testimonio de vida o, a lo sumo, explicando al que quiera preguntar algo, ¿por qué el cambio climático hay que predicarlo a tiempo y a destiempo y, si se tercia, imponer a todo el mundo medidas para combatirlo?
¿Por qué se les dice a los norteamericanos, que no quieren escucharlo, que deben tomar medidas inmediatas para combatir las emisiones de carbono, pero es un pecado decirle a los paganos que no quieran escucharlo que se conviertan a Cristo?
Como decía a un comentarista anterior, conviene leer con cuidado el artículo entero antes de comentar.
Astutamente cambia el término evangelización por proselitismo, pero no veo la manera de evangelizar sin tratar de convencer. La RAE define proselitismo como "celo de ganar prosélitos" y prosélito como "persona incorporada a una religión" o "partidario que se gana para una facción, parcialidad o doctrina", de lo que se deduce que no hacer proselitismo es bastante semejante a no evangelizar y que hay que hacer encaje de bolillos para ver la diferencia. Es verdad que la palabra evangelización es la de uso cristiano y que hacer proselitismo no se usa, pero eso es como la utilización de persecución, que se emplea en el cristianismo y en la que va implícita martirio y muerte. Si hablamos de las persecuciones de Diocleciano, que es el término utilizado por la Iglesia, todo el mundo entiende martirio; si hablamos de evangelización todo el mundo entiende tratar de hacer prosélitos. Por ejemplo, los monjes trapenses del monasterio argelino de Tibhirine fueron mártires, pero no evangelizadores, si se refiere a eso que lo diga. Pero, francamente, yo no daría mi dinero para las misiones para sostener monasterios trapenses en Argelia con la falta que nos hacen aquí, ni veo que pintan monasterios cristianos en países árabes como mera localización.
Hay una confusión absoluta en los términos y en las mentes que así emplean "proselitismo" forzando una lectura de Hch y de la misma historia de la Iglesia, con los ejemplos que aduces.
¡No podemos callar! Y el Sanedrín reprochó a los apóstoles que les habían prohibido predicar y en cambio habían llenado Jerusalén con su enseñanza.
¡No podemos callar!
Los apóstoles predicaron la conversión (Mc 6,13), no el hermanamiento universal fraterno-pacifista-guay.
¡No podemos callar!
Quiero ser positivo y entender que significa predicar con el ejemplo. Pero... ¿vemos un buen ejemplo en la curia vaticana?
-¿Vemos el Vaticano lleno de inmigrantes compartiendo el cuarto con el Santo Padre y cardenales o solo hacen proselitismo para convencer a los demás?
-¿Habla la jerarquía vaticana de respeto a todas las religiones incluyendo a la católica, o se usa despectivamente adjetivos y sustantivos cargados de emoción como carcas, ultracatólicos, faltos de misericordia, pepinillos en vinagre y otros?
-¿Se imponen duros castigos a han abusado sexualmente de sus ovejas y han dilapidado los bienes de la Iglesia en acuerdos judiciales, mismos bienes que se pudieran usar con otros fines como comunicar el Evangelio, o por el contrario, se les encubre?
-¿Por lo menos se acepta abiertamente que el 80% de esos abusos son homosexuales y se actúa en consecuencia?
Sé que debo ser un pecador empedernido, porque lo primero que se me viene a la mente luego de "discernir" es un dicho mexicano:
"De lengua me como un taco"
1) Por necesidad personal de soltar su discurso y que oigan lo que piensan.
2) Tratar de ganar adeptos para lo que quiera que defienda.
En cualquier caso, lo que importa es que siempre estemos dispuestos a dar razón de nuestra fe.
Por cierto, ¿qué te parece el Instrumentum Laboris?, muy católico ¿verdad?. Me gustaría leer algún comentario tuyo al respecto. Paz y bien.
"El Papa dice que primero hay que dar testimonio de vida, me parece lógico"
Es que, como comprenderá, lo que lo que importa no es si a usted le parece lógico, sino si es conforme con lo que enseñan la Escritura y la Tradición. Y en ningún sitio aparece ese mandato (que además, se hace más estricto enunciándolo de forma negativa y prohibiendo, como algo "no cristiano", predicar más allá de explicar al que te quiera preguntar). Es más, como he mostrado, los grandes santos evangelizadores no lo han seguido y han hecho lo contrario innumerables veces, empezando por el propio Cristo, por San Pablo o por San Francisco Javier.
A eso se suma el párrafo inmediatamente anterior, que es el de elogio desmesurado a la fraternidad interreligiosa, la cual, frente al proselitismo predicador, hace posible el hermanamiento más allá de las religiones.
Hay que esforzarse mucho para no ver el problema en todo esto.
Saludos.
"Por esa regla de tres nadie podría evangelizar, porque todos somos pecadores,"
Eso es. Yo también he intentado decirlo en el artículo, pero me ha quedado algo confuso: "Sin duda, su testimonio de vida sería estupendo y utilísimo en muchas ocasiones, pero en otras muchas sería simplemente la predicación lo que tocaría los corazones de los paganos. A fin de cuentas, y esto es fundamental, el cristiano no se predica a sí mismo, no predica lo bueno que él mismo es, sino a Jesucristo, porque llevamos ese tesoro en vasos de barro".
La pregunta hoy es muy sencilla ¿Cree el Santo Padre que el hombre puede ser salvo en otra religión, fuera del caso de ignorancia invencible? Debería creerlo, porque él es nada más y nada menos el Papa de una religión que afirma sin excepciones que sólo somos justificados en Cristo y por Cristo.
Ahora bien, si el Santo Padre -contradiciendo la doctrina cristiana - cree por lo visto que el hombre es salvo en cualquier religión, tiene sentido que no apele a convertir a nadie y que su único objetivo sea que al menos no haya conflictos entre los cristianos y los que no lo son. Fin loable, pero como bien recalca Bruno, a años luz de a lo que debe aspirar un cristiano que crea que Jesús jamás habló en vano.
El problema serio, aquí, es que si verdaderamente el Santo Padre cree esto. Porque ese No es el Evangelio de Cristo, sino uno más bien formado en ciertas logias desde hace al menos tres siglos. Me resisto a pensar que lo cree, y que si dice eso es por falta de valor.
"¡Ni aunque se opusiera el Papa! Quien, por otra parte, en mayo de 2013 parecía mostrarse partidario al hablar de saber "traer hijos a la Iglesia con el anuncio y el fervor apostólico"."
Sí, la coherencia no es su mejor cualidad.
Ahora mismo el Papa Francisco ha hecho cardenal al obispo de una ciudad marroquí que dijo lo hermoso que era vivir en armonía con los musulmanes, hay, dijo, 40.000 católicos en Marruecos todos ellos extranjeros, eso hace de él un obispo extranjero con fieles extranjeros; Monseñor Aguirre, obispo de Bangassou (República Centroafricana) tiene todos sus fieles locales lo que le convierte en misionero. Hay una diferencia.
Que hacen los que tienen el don de la palabra, esconden su talento hasta que aparezca el don de la caridad perfecto que a lo mejor Dios no le ha querido conceder. No tiene sentido.
¿Y por qué esa insistencia del papa? En mi opinión la clave es que no tiene ninguna otra idea para contestar el enorme avance de los protestantes evangélicos que sí que hacen proselitismo, y de una manera muy efectiva a juzgar por los resultados. Se entiende bien con los luteranos, anglicanos y calvinistas de toda la vida, que tampoco hacen proselitismo, pero hasta la fecha -corríjanme si me equivoco- no ha tenido grandes contactos con los evangélicos y pentecostales, que son los que por ahora van ganando la partida nutriéndose de millones de antiguos católicos. Nunca habla de ellos. Nunca habla con ellos. Es mucho más fácil reunirse con luteranos suecos que siempre están dispuestos a quedar y hacer merienda-cena. Cuando elogia el ecumenismo elude la realidad de que los cristianos evangélicos no tienen ningún interés en el diálogo interreligioso, y de que no les hace falta porque ganan adeptos con facilidad predicando. Lo único que puede hacer es decir que el proselitismo es hacer trampa. Y lo peor es que nos lo dice a nosotros con la intención de que lo oigan ellos. Es como combatir la tensión baja bebiendo agua destilada.
Todo apunta a que en el próximo Sínodo de la Amazonia tampoco se hable de cómo combatir el protestatismo, será otro "elefante en el salón" por usar la expresión de moda. En esa región quedan pocos paganos, si no hay muchos católicos no es por choque cultural con los indígenas: es porque la mayoría de los indígenas y del resto de la población se han hecho protestantes sin que haya hecho falta inculturización ni ninguna otra cosa con nombre pedante.
"pero hasta la fecha -corríjanme si me equivoco- no ha tenido grandes contactos con los evangélicos y pentecostales, que son los que por ahora van ganando la partida nutriéndose de millones de antiguos católicos. Nunca habla de ellos. Nunca habla con ellos"
Él no, pero su protégé, el P. Spadaro, escribió en la semi-oficial revista del Vaticano la Civiltá Cattolica un artículo terrible contra la colaboración de católicos y evangélicos en Estados Unidos, llamándola "ecumenismo del odio".
"Es mucho más fácil reunirse con luteranos suecos que siempre están dispuestos a quedar y hacer merienda-cena"
Y no creen en nada.
"Lo único que puede hacer es decir que el proselitismo es hacer trampa"
Muy lúcido.
"En esa región quedan pocos paganos, si no hay muchos católicos no es por choque cultural con los indígenas: es porque la mayoría de los indígenas y del resto de la población se han hecho protestantes sin que haya hecho falta inculturización ni ninguna otra cosa con nombre pedante"
Sí, me temo que es la muestra más clara de que el sínodo de la Amazonia es un teatrillo no destinado a los amazónicos, sino a satisfacer otros intereses poco confesables.
"No tiene sentido"
Desgraciadamente sí que tiene sentido. Tiene el sentido de que renunciar a predicar es lo que el mundo nos pide que hagamos para aceptarnos como uno más, como uno de los suyos. En cambio, si predicamos nos perseguirán y eso duele.
Cómo no vas a transmitir a quien más quieres lo más importante de tu vida.
Cómo puedes no comunicar, incluso a quien no quieres, el deber que el mismo Cristo-Dios nos encomendó.
Me voy a comprar un diccionario Lunfardo- Castellano. A ver si entiendo y pillo algo de tan alta teología y de esa pastoral que llenará a rebosar las iglesias.
Otra cosa es el mensaje de Cristo y de la Iglesia de toda la vida, que sabemos que es una necesidad y una obligación de todo cristiano.
Y está muy bien que el Papa pida que se evite ESE proselitismo, y es lo que estamos queriendo hacer todos.
No dijo, como parece decir el Papa,: "¡Ay de mi si evangelizare!"
A) Se desdibuja la misión dada por Jesus a la Iglesia: "id y predicad...enseñandoles a hacer todo lo que he mandado..."
B) Se coloca en su lugar la palabra de la ONU, a la que debemos obedecer.-
Luego: si no obedezco a la ONU incurro en cisma? todo lo que dice la ONU es obligatorio obedecer? y la promocion del aborto? y la ideologia de genero? Obedecer a la ONU antes que a Dios?
Claro que uno hace un esfuerzo intelectual para contextualizar esas declaraciones con otras anteriores; pero honestamente si fuese que acabo de despertar de un coma y escucho o leo estas declaraciones...
No es malo en sí mismo entrar en crisis. Las crisis de crecimiento son no sólo necesarias, sino muy saludables. Si superamos esta situación, sin duda que la Iglesia saldrá fortalecida. Lo malo de las crisis es que, mientras se está inmerso en ellas, no sabemos si las tentativas para salir de las mismas van en la buena dirección, si nos harán crecer o, en el peor de los casos, nos abismarán en las contradicciones y acabarán por destruirnos.
La crisis eclesial se define en cuanto a esta cuestión por la incapacidad que tiene la Iglesia católica (que, recordemos, somos todos los bautizados, no sólo el clero) para poder contactar con el hombre moderno, muy en especial en las sociedades occidentales, con el fin de dar a conocer a Cristo. Esta es una dificultad muy real que cualquiera podemos vivir en nuestros entornos. A mí me entra la risa floja de pensar en evangelizar, por ejemplo, a mis vecinos de urbanización, cuando su mayor preocupación en la vida parece ser bañarse en la piscina e incrementar su patrimonio (material, por supuesto).
Es también una evidencia, que yo comparto, que el hombre moderno está harto de palabras bonitas y mensajes reconfortantes o consoladores. Como a los políticos, exigimos a los líderes espirituales, a los pastores, a los catequistas, que a las palabras que predican les acompañen los hechos. En efecto, la fuerza de un testimonio verdadero vale más que mil sermones.
Hace unos días en este mismo blog hablaba de que las misas que me llegan al corazón son aquellas que, dentro del absoluto respeto a la liturgia establecida y a la doctrina milenaria, se hacían con amor, y ponía los ejemplos del buen hacer del párroco y de sus feligreses que, cada uno en su puesto, transmitían ese amor durante la celebración. En este punto, me pregunto: ese testimonio, ¿de dónde surge? ¿De un mero sentimentalismo?; ¿de ser "buena gente", sin más?; ¿de una bondad ingénita? Lo tengo muy claro: no hay testimonio de bondad alguno sin conocimiento de la verdad. Una bondad sin verdad no tiene fundamento; es más lábil que las "buenas intenciones" de mis vecinos piscineros: duran lo que un caramelo a la puerta de un colegio. Otra cuestión es el grado de conocimiento que poseamos. Las misas con amor de las que hablaba la realizan cristianos que conocen, al menos en grado suficiente, el mensaje de Cristo. De lo contrario, el resultado sería muy distinto. No invirtamos los términos de esta afirmación: hay amor porque hay verdad. Lo contrario (hay verdad porque hay amor) sólo es cierto si se tiene en cuenta la afirmación anterior, pues sin ésta llegamos a conclusiones falsas y enormemente dañinas como son el relativismo moral, el indiferentismo religioso o la condena ilegítima y no racional del más que necesario proselitismo evangelizador.
Luego, lo que haya dicho el papa y sus intereses pastorales, eclesiales o de poder, pues... en fin...
En todo caso, la cosa es muy simple. Si la Escritura, la Tradición, los Padres de la Iglesia, los doctores de la Iglesia, los mártires, los santos y los verdaderos misioneros hablan en favor del genuino proselitismo cristiano, ¿qué valor tiene lo que diga aquel que no nos confirma en esa fe?
Absolutamente ninguno.
En lugar de estar levitando de gozo por haber sido, sin mérito propio alguno, llamados a ser de Cristo y en consecuencia, estar deseosos de llevar a Cristo a los que no le conocen, hoy día los cristianos sufrimos una especie de síndrome de Estocolmo, estando a partir un piñón con los paganos a los que deberíamos tratar de convertir; una especie de "Peperos espirituales", unos "maricomplejines" que lamos la paz a cualquiera, cuanto mas anticfristiano, mejor. Así nos va.
"la apologética debe ser ya poco menos que la abominación desoladora"
Ha hablado un par de veces sobre la apologética, que parece ser lo que impide la unión entre los cristianos y la marca de la mala teología (¡que estudió él!):
"Muchas controversias entre los cristianos, heredadas del pasado, pueden superarse dejando de lado cualquier actitud polémica o apologética, y tratando de comprender juntos en profundidad lo que nos une"
"Yo estudié en la época de la teología decadente, de la escolástica decadente, en la época de los manuales. [...] Una teología de tipo defensivo, apologética, incluida en un manual".
Bien es verdad que, en Evangelii Gaudium dice lo contrario:
"El anuncio a la cultura implica también un anuncio a las culturas profesionales, científicas y académicas. Se trata del encuentro entre la fe, la razón y las ciencias, que procura desarrollar un nuevo discurso de la credibilidad, una original apologética que ayude a crear las disposiciones para que el Evangelio sea escuchado por todos".
En resumen... Bueno, no hay resumen, porque lo contradictorio no se puede resumir.
Todavía tengo por ahí el Manual de Dogmática de Ott. Canela fina, oigan.
El comentario de Percival, es muy acertado y recomendable, tanto es así y con todo el respeto, que yo lo práctico desde los primeros desbarros pontificios en altura y cuando toma tierra. Eso sí, rezo mucho por él tal cual solicita, día sí y día también.
"Por cierto, ¿qué te parece el Instrumentum Laboris?, muy católico ¿verdad?. Me gustaría leer algún comentario tuyo al respecto"
Tengo un artículo a medias sobre ese tema, aunque ya se ha dicho casi todo lo que se podría decir sobre él. Basta tener en cuenta que dos cardenales lo han llamado herético, algo inimaginable hace unos años.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!
Pues es fácil de ver, creo yo. Primero habla de la forma buena de actuar: "Primero vives como cristiano y si te piden que hables, ellos hablarán". Y luego dice que la otra forma, el proselitismo, no es cristiano.
Es decir, lo único lícito es vivir calladitos y, solo si alguien espontáneamente te pregunta, entonces le puedes explicar. Si lo que haces es predicar directamente a los paganos/protestantes/musulmanes/etc., eso es proselitismo. Por lo tanto, lo ideal es la fraternidad interreligiosa armoniosa y feliz (párrafo anterior) y, si alguien quiere hacerse católico, que se haga, pero nada más.
Eso, hasta donde puedo ver, no se parece en nada a lo que ha hecho la Iglesia siempre, que es predicar a los paganos, pregunten o no y lo quieran o no.
Pero además es que ya lo ha dicho muchas veces. Por ejemplo, en Marruecos: "Los caminos de la misión no son los del proselitismo, que siempre conducen a un callejón sin salida, sino nuestra forma de estar con Jesús y con los demás". Y volvió a decir lo de la frase apócrifa de San Francisco. Su idea de la "misión" es estar ahí, calladitos, muy buenos y sin evangelizar (que es, por cierto, lo que hacen los obispos del Norte de África, como Mons. Agrelo).
"¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!"
Cualquier persona que piense un poco se da cuenta de que en esa frase lo malo no es recorrer mar y tierra para hacer un prosélito, sino hacerlo dos veces más digno de la Gehenna que ellos. El mismo Jesús pidió a sus apóstoles que fueran al fin del mundo (por mar y tierra, se entiende) para bautizar.
Así lo entiende la Escritura (que cuenta, por ejemplo, que uno de los siete primeros diáconos elegidos por su sabiduría era "Nicolás, prosélito de Antioquía", y que a los primeros cristianos se les unieron "muchos judíos y piadosos prosélitos"), así lo entendieron los padres de la Iglesia y así lo ha entendido siempre la Iglesia.
"la salida de esto es no prestar atención"
Sí, pero el daño que todo esto va haciendo es muy grande, porque las deformaciones van calando en muchos, ya sea a través de estas entrevistas o de clérigos aduladores que hace unos años decían una cosa y hoy dicen exactamente la contraria, sin el menor rubor. En algún momento hay que decir: esto no es así.
Por supuesto que mi tranquilidad ganaría mucho si me dedicara solamente a algo tan bueno como cuidar de mi familia y de mi propia santificación, pero ¿realmente es eso lo que Dios quiere? ¿Debemos abandonar la defensa de la fe fuera de nuestros hogares? ¿O deberíamos hablar solo en positivo de la fe sin rebatir los errores que se extienden?
Es una cuestión prudencial y no pretendo tener respuestas indudables. Solo sé lo que veo a día de hoy.
¿Cuàntos están haciendo preguntas por verle “vivir como cristiano”?
O más fácil: ¿cuántos católicos están volviendo a confesarse por ver al Papa “vivir como cristiano”?
En caso de duda lo mejor es ir a ver qué dice el Concilio, y comparar lo que diga Bergoglio con lo que dice el Concilio.
Pues he aquí lo que dice el Concilio:
“Dispónense, pues, para la justificación, cuando movidos y ayudados de la gracia divina, y CONCIBIENDO LA FE POR EL OÍDO, se inclinan libremente a Dios”.
La Iglesia se siente discípula y misionera de este Amor: misionera sólo en cuanto discípula, es decir, capaz de dejarse atraer siempre, con renovado asombro, por Dios que nos amó y nos ama primero (cf. 1 Jn 4, 10). La Iglesia no hace proselitismo. Crece mucho más por "atracción": como Cristo "atrae a todos a sí" con la fuerza de su amor, que culminó en el sacrificio de la cruz, así la Iglesia cumple su misión en la medida en que, asociada a Cristo, realiza su obra conformándose en espíritu y concretamente con la caridad de su Señor.» (Papa Benedicto XVI)
cada línea de todo el Nuevo Testamento.
Por lo demás, huelo un cierto donatismo: hay que dar ejemplo, ser perfecto como para llamar la atención suscitando las preguntas de los demás, que recién entonces recibirán "la palabra explicativa", de por qué me porto bien.
Hasta donde puedo ver, Benedicto XVI habla simplemente en esa frase del mal proselitismo (en alemán, hace tiempo que la palabra proselitismo es puramente negativa). De hecho, lo explica en otra homilía suya (del 10 de septiembre de 2006): "No imponemos nuestra fe a nadie. Ese tipo de proselitismo es contrario al cristianismo".
Es evidente que el cristianismo no crece por imposición (el tipo de proselitismo que es malo), sino por atracción; no impone, sino que convence (un tema muy grato al Papa emérito). Por otro lado, las frases no existen en el vacío, hay que considerar todo lo que dice su autor en otras ocasiones y, a mi juicio, no hay ninguna duda de que a Benedicto XVI le parecía bien predicar a los paganos.
En cualquier caso, si Benedicto XVI hubiera negado la licitud de predicar a los paganos, lo único que sucedería es que Benedicto XVI también se habría equivocado, no que el Papa Francisco estuviera en lo cierto al negar esa licitud.
Nos "conciencian" por causas que no significan lucha sino que se solucionan con un cambio de mentalidad altamente peligroso para la nuestra, que es la de Jesucristo. Este no proselitismo en favor de la tolerancia universal de "todos somos humanos" es más de lo mismo porque nadie ha atentado contra esa sencilla verdad, pero el que todos seamos humanos no tiene nada que ver conque nuestra religión sea la verdadera y el imán que ha firmado ese "acuerdo" está más seguro de que la suya lo es que, por lo visto, el Papa Francisco. Y lo está porque en los países musulmanes está prohibido totalmente evangelizar, mientras que al Papa Francisco le preocupa poco que otros hagan proselitismo en los países cristianos. Esa es la prueba del algodón, la falta de reciprocidad.
¿No es suficiente reconocer en el otro un alma inmortal formada a semejanza de Dios? El Beato Bernhard Lichtenberg murió por ese principio que ningún cristiano niega, pero ahora resulta que eso no es suficiente: hay que aceptar no solo el alma inmortal del otro sino que Dios quiere también su errónea religión.
Los del blablablá todavía no han demostrado que estén dispuestos a hacer lo que hizo el beato pero se cargan principios fundamentales de su propia fe aceptando la de los demás como igualmente querida por Dios.
Ninguna religión pide semejante cosa, la cuestión es por qué nosotros, que somos los seguidores de Jesucristo, tenemos que dar ese paso, porque el paso lo hemos dado nosotros y no ellos, degradando la Verdad de la Fe que se nos dio en custodia.
Mientras la apologética se haga con prudencia y caridad, estupendo.
Pero si hace de forma invasiva u obsesiva puede reflejar en el fondo una falta de fe, pues se necesita que todo el mundo sea católico para buscar una seguridad en la fe que no se tiene.
Es un poco lo que les pasa a los laicistas radicales, necesitan acabar con los signos externos de la religión porque en el fondo no las tienen todas consigo.
Por eso , no me molesto nunca lo que dijo el Papa sobre ese tema .
En fin, que todo va unido. No se puede separar el testimonio, mejor o peor de vida, de la predicación de la Verdad. La idea de que tenemos que ser santos para poder hablar de Dios es paralizante. El único testimonio que muchos católicos podemos dar es que estamos en la lucha diaria por ser santos con la gracia de Dios, y poco más. Y estos los bueyes con los que ara el Señor, Dios único y verdadero, Rey del Universo.
El método que propongo tiene que ver con la creación de un contexto propicio para acoger el mensaje cristiano. De ahí la importancia del testimonio de vida, San Pablo bien lo sabía y así queda reflejado en sus cartas.
Hablamos mucho de trasmitir doctrina (lo cual está muy bien). Pero no olvides que Jesucristo, además de ser la Verdad, es el Camino y la Vida. Y en este punto cobra mucha importancia cuidar nuestra actitud personal, debemos tratar a las demás con generosidad, estima y sinceridad.
Recuerda el himno a la Caridad de San Pablo.
Y, por último, no hay que olvidar que quien convierte es la acción de Dios y no nuestro virtuosismo apologético (aunque pueda ayudar como medio)
En el s. I la psicología no existía y el comportamiento de los cristianos era diferente al de los paganos y éstos lo atribuían a su religión. En estos momentos los animalistas, los del cambio climático, los de las ONGs que van a buscar a los refugiados, etc...son mejores que nosotros. Ha llegado el momento en que el buenismo ha desplazado a la bondad y a la caridad.
Los paganos no estaban resabiados, ahora todo el mundo lo está.
Un dato que me hace dudar del sentido que le da Francisco a la palabra “proselitismo” lo veo, por ejemplo, en el sacerdote venezolano Luis Toro. Francisco lo felicitó y nombró algo así como “misionero mundial de la misericordia”, reconociendo su labor de “sacerdote del Dios Altísimo” y “predicador apologeta” fiel a la interpretación eclesial de la Biblia, a la Tradición Patrística y al Magisterio universal de la Iglesia Católica. Pero, en otros casos, desconcierta porque da la impresión de preferir lo descafeinado, lo irenista, lo tolerante con los errores, lo misericordista, la callada por respuesta, la no-intervención, lo fraterno, lo paganizante, lo ecléctico, lo telúrico, lo novedoso y revolucionario (el lío), …
Volviendo al “proselitismo”, me parece que hay en Francisco un factor digno de tenerse en cuenta. He estado viviendo en varios países de América Hispana muchos años y allí he escuchado muy a menudo la palabra “proselitismo”, no en el sentido de la definición del DRAE, sino en sentido peyorativo. Cuando allí se nombra el “proselitismo”, parece que se nombra al “coco”. Generalmente se entiende o se interpreta como “hacer adeptos a la fuerza y por aumentar los números, con engaños, con malas artes (asustando, comprando explícitamente voluntades de pobres e ignorantes con ayudas y regalos, con oratoria de autolucimiento, etc.), o predicando con un estilo seco y rudo, casi fanáticamente”. Parecería que por ahí va la expresión “proselitismo” en la mente y los labios de Francisco.
Evidentemente, evangelizar no es proceder con ese tipo de “proselitismo enfermizo”, sino con uno “sano”, presentando a Cristo, tanto con obras (testimonio) como indispensablemente con palabras (anuncio, predicación “fides ex auditu”, con fe viva (don del Espíritu) y sólido convencimiento (teología de buena planta y bien asimilada), tratando de suscitar en el no-cristiano la fe sobrenatural en el único Dios-hombre (que florece en la obediencia a lo que Dios quiere, la esperanza, la caridad,…) y el convencimiento de que la auténtica vida cristiano-católica es el regalo que salta hasta la vida eterna.
Por eso sería absurdo hablar de un sano proselitismo católico como si fuera sinónimo exacto de “antitestimonio”, o de “antipredicación evangélico-eclesial”, o de “antiapologética”.
Ubi Petrus, ibi Ecclesia. Es necesario que reconozcamos las virtudes de Francisco (que es nuestro actual y legítimo Vicario de Cristo en la tierra), al mismo tiempo que algunas de sus carencias, como la de que no es riguroso en el uso de los términos y las ideas. Lo cual conduce a que cierta gente sencilla tenga algunas confusiones, extrañezas, sobresaltos,…, y a que un buen grupo de “instruidos” aprovechen para interpretar el depósito de la fe como se les ocurre o les conviene.
Cuando uno se topa de bruces con la realidad de protestantes evangélicos que engañan a millones de católicos haciéndoles creer que son unos puñeteros idólatras, para así llevárselos a sus sectas, la única apologética posible es la clara, rotunda, invasiva, destructora de la herejía ajena, defensora radical de la fe católica.
Es más, todo eso se puede hacer sin faltar a la caridad. Al contrario. Es una muestra de caridad para con el débil en la fe y para el hereje cuya alma está en peligro mortal.
Si te portas con generosidad, estima y sinceridad te dirán que cualquier ateo puede portarse igual y que lo único que eso indica es que eres una persona generosa, sincera y amable y, rápidamente, te pondrán el ejemplo de un montón de cristianos que conocen que están llenos de defectos.
Si ese es tu método de evangelizar vas a pinchar en hueso, a no ser, claro está, que me presentes una lista de conversos que hayas hecho utilizando tu propia vida como reclamo.
Creo que subestima el poder de Dios.
Hay que esperar contra toda esperanza.
El más interesado en evangelizar es el Espíritu Santo, hacer demasiados cálculos humanos no ayuda y es estéril.
Mucho ánimo en su empeño de destruir herejías, también Saulo lo hacía.
Quién sabe, a lo mejor le sucede algo parecido.
En cuanto a SS lamentablemente tiene una ensalada en la cabeza típica de una gran parte del clero argentino. Dice una cosa y luego la contraria con una tranquilidad pasmosa.
Por mi parte es mi propósito comenzar nuevamente a rezar por el Papa dado que lo que humanamente ya parece imposible para Dios no lo es...
"Mientras la apologética se haga con prudencia y caridad, estupendo. Pero si hace de forma invasiva u obsesiva puede reflejar en el fondo una falta de fe, pues se necesita que todo el mundo sea católico para buscar una seguridad en la fe que no se tiene."
Todo debe hacerse con prudencia y caridad y todas las cosas buenas se pueden pervertir, porque, a fin de cuentas, el mal no existe por sí mismo. Esto afecta a la apologética, al Papado, a la preocupación por los pobres y al jamón serrano.
"Hablamos mucho de trasmitir doctrina (lo cual está muy bien)"
Bueno, yo tengo 45 años y, en esos 45 años, apenas he oído hablar de transmitir la doctrina. La gran mayoría de las veces que he oído en la Iglesia hablar de doctrina o dogmas ha sido de forma negativa.
Sin duda, se puede errar hacia cualquier extremo, pero para pensar que el excesivo énfasis en la doctrina es un peligro sustancial en nuestro tiempo hay que tener mucha imaginación (o permanecer anclado en los estereotipos de hace cincuenta años, como les sucede a algunos que se han quedado en aquella época).
"Pero no olvides que Jesucristo, además de ser la Verdad, es el Camino y la Vida. Y en este punto cobra mucha importancia cuidar nuestra actitud personal, debemos tratar a las demás con generosidad, estima y sinceridad"
De nuevo sin duda, pero si hay algún peligro real en nuestro tiempo es el contrario. Yo no he encontrado a nadie que me diga que el cristianismo solo es doctrina. En cambio, he encontrado a muchísimos que dicen que la doctrina no importa, que los dogmas no sirven de nada, y que lo importante es lo que uno siente, etc.
Del mismo modo, no he encontrado a nadie que diga que hay que tratar mal a los demás, sin generosidad, estima o sinceridad, pero he conocido a mucha gente que creía que lo del testimonio era mostrar lo buenos que eran, sin darse cuenta de que habían dejado de anunciar a Jesucristo y se anunciaban a sí mismos.
"testimonio (en el sentido de una vida coherente o incluso de un reconocimiento de que se es un pobre pecador"
Eso es muy importante. Es una vida coherente en el sentido de una vida cristiana, lo que conlleva el pecado reconocido y que lleva al arrepentimiento. Obsesionarse con la coherencia en el sentido humano (de cumplir perfectamente lo que se predica) lleva inevitablemente al pelagianismo/fariseísmo. No nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Cristo. No buscamos crear la fe en nosotros, sino la fe en Cristo, que viene por el oído, por la predicación. No vamos a dar ejemplo de buenas personas, sino a recomendar el Médico que hemos encontrado para nuestros males, que son los mismos males que tienen los demás.
En cuanto a la ensalada, estoy, por desgracia, de acuerdo.
"El Papa Francisco ya ha demostrado que no es un buen teólogo tomista"
Es algo más profundo, creo yo, que los meros conocimientos de teología. El Papa, como muchos clérigos de su generación, se han ido formando (o deformando) en el clima de la posverdad y el relativismo, en el que la verdad pasa a segundo plano y las afirmaciones se miden más bien como útiles o inútiles. Por eso se contradice constantemente y no ve problema alguno en ello. Es una dificultad muy frecuente en los hombres de hoy y que, de hecho, nos afecta a todos al menos en cierto grado como hijos de nuestra época.
"Es necesario que reconozcamos las virtudes de Francisco (que es nuestro actual y legítimo Vicario de Cristo en la tierra), al mismo tiempo que algunas de sus carencias"
Yo diría que sus virtudes y vicios no son asunto nuestro, sino más bien suyo y de su confesor. Pero la creación de confusión (intencionada o no) sí es un problema para todos nosotros, porque afecta a su misión principal de confirmar en la fe a sus hermanos y, por eso mismo, hace un gran daño.
Yo me jugué la vida siendo Catequista, a mucho honor! En los colegios de secundaria, cuando llegaba nueva, como licenciada humanista, me fijaba quién tenía la enseñanza de la religión y pedía entonces la Catequesis, prefiriéndola al Castellano y las ciencias Sociales y políticas.
Se necesita orar y seguir orando para que El Espíritu Santo siga la obra que es Suya EN LA IGLESIA DE HOY, COMO RECOMIENDA SAN PABLO: HABLANDO A TIEMPO Y A DESTIEMPO! Gracias por el post, como siempre, claro y firme!
Bruno, no dejes de publicar tu artículo sobre "Instrumentum Laboris".
Por qué desde Roma no paran de hablar y cacarear todo el rato sobre el tema?
A ver si nos aclaran si es con la palabra o sólo con el testimonio.
Porque no hay ya nada en Roma que destile coherencia alguna.
Mi sobrina no ha bautizado a sus hijas ¿por qué no me pregunta que métodos represivos pienso utilizar para que lo haga?
Sí, no es solo el testimonio de vida (el tan cacareado "Mirad cómo se aman" del Apologeticum de Tertuliano), sino que junto a la vida va el anuncio explícito de Jesucristo, su doctrina, su persona.
No tienes ninguna autoridad moral ,o sea, tu opinión no tiene ningún interés, por la sencilla razón de que no has acercado nunca, jamás, a nadie a Cristo. Calla y aprende.
Gracias por su respeto, caridad y claridad.
Las coacciones para la conversión de pueblos enteros suscitadas por sus monarcas dieron frutos buenos y frutos malos, y si los godos eran arrianos, san Canuto de Dinamarca y Esteban de Hungría son santos y santo es Hermenegildo y los godos de España se convirtieron también “desde arriba”.
No es el V-2 el que ha cambiado esto, sino una noción diferente de pueblo, de soberano y de comunión política. ¡Que hasta san Agustín daba por válida la represión de los herejes!
Creo que el último que tiró de la oreja y metió en la pila a alguien fue Carlomagno con el rey de los sajones, unos añitos antes del V-2...
Y léete el Concilio de Trento, que además de dogmático es fenomenológico con respecto a la persona humana: allí veras la naturaleza y el proceso de la JUSTIFICACIÓN.
El V-2 NI es dogmático y pretende ser fenomenológico sólo en cuanto al análisis socio-político de SU MOMENTO HISTÓRICO (Guerra Fría), con gravísimas carencias metodológicas en este sentido.
(Palas Atenea)
En efecto, ellos crean su propio e increíble monigote y luego se pasan el resto del tiempo dándole de puñadas. Porque incluso para ellos debe de serles duro aceptar que están predicando (sí, predicando, como ahora aquí) contra el mandato expreso del mismísimo Jesús de ir y anunciar el evangelio a las gentes.
Muchas gracias por estas palabras, Bruno. Siempre he tenido una malsana obsesión con la idea de que no puedo hablar de Dios por no llevar una buena vida cristiana como simple laico, e incluso me frenaba para dar pasos firmes hacia un posible futuro. Ya no me cabe duda que mi temor para avanzar era porque quería predicar más bien que yo he sido y soy bueno, lo cual es evidente que no soy, en vez de predicar que, como enseña Cristo, sólo Dios es bueno y que quiere nuestro bien; y que nosotros, recordando lo que dice san Pablo, somos recipientes de barro que llevamos un extraordinario tesoro.
¿Usted todavía gasta tiempo en reiterpretar declaraciones impresentables del Papa contrastándolas con las del Evangelio a ver si se pueden meter con calzador en la Doctrina?
El Papa ya se ha definido perfectamente, por lo menos a mí, ya me ha etiquetado peyorativamente en la sección "rigorista" y yo tengo claro quien es él.
Es el Papa, ungido de Dios, nadie lo discute pero he aquí otro punto (lo del proselitismo) en que ha perdido su autoridad y no le voy a obedecer. Es un Papa evidentemente no querido por Dios sino tolerado por Él y sus hijos lo tendremos que aceptar venido de Dios como, valga la comparación, aquel que tiene un padre biológico borracho.
Las interpretaciones son vanas, sólo hay que contrastar una declaración con el Evangelio para ver si seguimos palabras de hombres o Palabra de Dios.
Ya desde su primer embate famoso contra el proselitismo (A Scalfari: "El proselitismo es una solemne tontería") estaba clarísimo por el contexto que Francisco entendía por "proselitismo", no lo que se solía llamar "proselitismo malo", sino simplemente el intentar convencer a un no católico de la verdad de la fe católica. Ese rechazo del proselitismo es un gravísimo error en materia de fe.
Fraternalmente, DIG.
"El Vicario de Cristo es Francisco. No se puede vivir atacando y renegando por cada paso que da"
Esto es, simplemente, una calumnia. Y además una calumnia absurda por evidentemente falsa. ¿De dónde saca usted que vivo "atacando y renegando por cada paso que da el Papa"? Las calumnias, y especialmente las calumnias disparatadas, no tienen lugar en una discusión.
"Déjenlo que haga. El sabe qué es lo que tiene que hacer"
Esta afirmación es igualmente absurda y no tiene nada de católica. El Papa, como todo hijo de vecino, se equivoca y mete la pata. El hecho de ser Papa no confiere la infalibilidad más que en casos contadísimos y en ningún caso la impecabilidad. Y los católicos, según su formación, y especialmente si hay peligro para la fe, tienen el derecho y a veces el deber de señalar esos errores. Así lo indican el derecho canónico, Santo Tomás, San Pablo y toda la Tradición de la Iglesia.
"Una vez leí, y me parece que debe de ser acertado, de que la conversión en masa y así porque sí de los bárbaros, fue lo que permitió que el Arrianismo tuviera la inmediata difusión que tuvo"
Cuando no se sabe nada sobre un tema, es mejor no decir nada sobre él. Ha oído usted campanas y no sabe dónde. La difusión del arrianismo se produjo ante todo en Oriente y no entre los bárbaros, sino en el imperio, en buena parte por obra del emperador. Lo mezcla usted con el hecho de que, siglos después, cuando el arrianismo ya había sido derrotado, resurgió porque a los godos y otros bárbaros los habían evangelizado misioneros arrianos como Ulfilas. En ese caso, el problema no fue que la conversion no fuera verdadera, el problema fue que era verdadera y estaba infectada de arrianismo. Otros pueblos bárbaros se convirtieron directamente al catolicismo, como los francos, y Francia fue durante mil años la "hija primogénita de la Iglesia".
"Me parece que el Papa se refiere a eso. No se puede convertir a la gente tirándole de la oreja y zambulléndolo en la tinaja bautismal"
¿Lo está diciendo en serio? Si el Papa se refiriera a eso sería como si un Ministro de Defensa estuviera preocupadísimo por el problema de la escasez de flechas y hachas de piedra. Es un problema inexistente entre los cristianos en el mundo entero y pretender que el Papa se refiere a eso es absurdo.
En cuanto a la frase de San Agustín y el texto del P. Schwizer, ¿de verdad piensa que estamos en contra del amor cristiano? Solo le falta llamarnos nazis o algo así.
"la cuestión fundamental que la Iglesia se propone hoy día y que podría enunciarse así: después del Concilio y gracias al Concilio que ha constituido para ella una hora de Dios en este ciclo de la historia, la Iglesia ¿es más o menos apta para anunciar el Evangelio y para inserirlo en el corazón del hombre con convicción libertad de espíritu y eficacia?"
Pues es una pregunta muy fácil de responder, la verdad. Era normal que Pablo VI se la hiciera, hace más de 40 años, pero hoy está muy clara la respuesta. Si, en ese tiempo, la Iglesia ha perdido fieles por decenas de millones, media América se ha hecho protestante y la mayoría de Europa ha caído en el agnosticismo, las vocaciones sacerdotales se han desplomado y cientos de congregaciones religiosas han muerto o están muriendo y entre los propios católicos solo una minoría se creen los dogmas y los principios fundamentales de la moral católica, la respuesta solo puede ser que la Iglesia es mucho menos apta para anunciar el Evangelio y para inserirlo en el corazón del hombre con convicción, libertad de espíritu y eficacia.
Se puede discutir sobre por qué ha sucedido esto, pero la respuesta en sí no admite discusión, porque es un hecho. Si de hecho millones y millones de personas abandonan la fe, evidentemente no es porque anunciemos mejor el Evangelio y lo introduzcamos mejor en los corazones. Negar la realidad no conduce a nada bueno.
"¿Usted todavía gasta tiempo en reinterpretar declaraciones impresentables del Papa contrastándolas con las del Evangelio a ver si se pueden meter con calzador en la Doctrina?"
Yo no he reinterpretado nada. He interpretado, es decir, he tratado de entender lo que ha dicho alguien, en este caso, el Papa. Es lo que hago siempre que menciono lo que otra persona ha dicho. De hecho, es lo que necesariamente hacemos todos cuando nos referimos a lo que otra persona ha dicho: sin interpretación, las palabras son solamente ruidos.
En el caso del Papa, la tarea de interpretación evidentemente no es fácil, porque tiene una forma de expresarse muy confusa y, además, no parecen preocuparle mucho las contradicciones, de manera que es capaz de decir un día una cosa y al otro la contraria.
No solo no he metido con calzador en la doctrina lo que ha dicho, sino que lo he comparado con la doctrina y he señalado precisamente que, a mi entender, no concordaba con ella.
"estaba clarísimo por el contexto"
Dudo, la verdad,que en las declaraciones y escritos de este Papa haya algo que esté clarísimo. Es más, dudo que él mismo tenga opiniones clarísimas sobre nada. Como es característico de la época posmoderna, su forma de pensar no parece funcionar con criterios de verdad o error, sino de utilidad o inutilidad para un fin deseado, de ahí la presencia de contradicciones que no parecen importarle en absoluto o que diga exactamente lo contrario a una persona y a la siguiente.
Declaración Común del Papa Juan Pablo II y de su Beatitud Christodulos, Arzobispo de Atenas y de toda Grecia desde la Bema (Podio) de San Pablo, el Apóstol de los Gentiles, en el Areópago de Atenas, 4 Mayo de 2001.
¿De verdad no ha leído nada de lo que se ha escrito en el artículo y en los comentarios posteriores?
Como ya he explicado varias veces (y es evidente), el problema no son las palabras, que tienen el significado que se defina para ellas. De verbis non est disputandum. Si uno da a "proselitismo" el significado de violencia o presión indebida o engaño, no hay problema en decir que el proselitismo es malo. El problema está en que, cuando el Papa Francisco explica lo que es y no es el proselitismo, da a entender que hacer proselitismo es predicar a los paganos y miembros de otras religiones, pretender que se conviertan al cristianismo, etc., es decir, condena justo lo que la Iglesia ha defendido desde su fundación.
Y, por supuesto, si Juan Pablo II en algún caso se hubiera apartado de la enseñanza de la Iglesia y hubiera rechazado el "proselitismo bueno" se habría equivocado, igual que cualquier otra persona, obispo, Papa o extraterrestre que lo hiciera. No es cuestión de equipos, sino de verdad o error, de la fe católica.
Qué enamorado no habla de su amada
a los que tiene cerca?
proselitismo
1. m. Celo de ganar prosélitos.
prosélito, ta
Del lat. tardío prosely̆tus, y este del gr. προσήλυτος prosḗlytos.
1. m. y f. Persona incorporada a una religión.
2. m. y f. Partidario que se gana para una facción, parcialidad o doctrina.
Para que esta palabra fuese negativa o peyorativa tendría que haber un segundo significado que dijera algo como esto:
2. m. Celo excesivo y fanático, con demostración de agresividad o fuerza, de ganar prosélitos.
Si no aparece tal cosa no hay "proselitismo malo".
No sé cómo tiene la desfachatez de calumniarme y después reafirmarse en una calumnia evidentemente falsa.
Primero me acusa usted de "vivir atacando y renegando por cada paso que da" el Papa. Para justificar eso, tendría que encontrar centenares de artículos míos contra el Papa, atacándolo y renegando de él. Porque si vivo haciendo eso, tendrá que haber muchísimos, digo yo.
Y, como prueba, pretende usted presentar un solo artículo, en el que, además, es evidente que no ataco al Papa en absoluto ni mucho menos reniego, sino que, escribiendo en un medio de comunicación, doy una noticia: que un grupo de importantes teólogos y profesores acusa al Papa de herejía. ¿Contar eso es impertinencia? ¿Pretende usted censurar los medios de comunicación para que solo den las noticias que a usted personalmente le gustan? ¿Solo hay que publicar noticias de que han nacido cachorritos y han salido flores?
No se preocupe, que no me voy a esforzar por convencerle. No hay peor ciego que el que no quiere oír. Dios le bendiga y le ilumine.
Por otro lado si alguien ataca al Papa lo malo sería que lo atacase por algo bueno que hace o por algo que se ha inventado. Pero si el Papa hace algo mal, se le puede atacar por eso no veo ningún problema.
Como fieles nuestra obligación hacia el Papa es básicamente aceptar como obispo de nuestra diócesis al que nombre y creer con fe divina los dogmas que proclame o los que proclame un Concilio que el Papa firme. Y creo que ya esta. Esta bien rezar también por el, y lo hacemos cada misa (que se hace siempre "cum Papa nostro" y donde se hacen peticiones por la jerarquía) y, a menudo, cada Rosario y cada vez que queremos ganarnos una indulgencia. Tampoco creo que haga falta mucho mas. En cualquier caso lo de la misa se hace lo quiera o no y lo otro no es obligatorio, salvo que uno quiera ganarse una indulgencia plenaria.
Por lo demás no hay ninguna regla. Sin duda somos fieles piadosos de la Iglesia, o pretendemos serlo, y no vamos a atacar así como así al Papa ni utilizar cualquier lenguaje con el. Como no lo haríamos con nuestro sacerdote u obispo. Pero si hace algo mal pues se dice.
(Bruno)
Qué pronto se arranca la careta y se desmelena esta peña. Es que no falla. Lo que me sorprende es la paciencia de Bruno.
En la tradición judía un prosélito era el gentil que asistía a la sinagoga y despreciaba a sus propios dioses por considerar la Fe de Israel como verdadera, entre ellos estuvo el Centurión Cornelio-es decir los llamados "temerosos de Dios"-los cuales se inclinaron por el Cristianismo porque los cristianos abolieron las diferencias entre judíos y gentiles que para los judíos era una diferencia casi insalvable. En el momento que el prosélito recibía el bautismo se convertía en cristiano, pero había un periodo de aproximación en el cuál solía recibir ese nombre. Es decir un prosélito era el primer paso antes de ser neófito.
Incluso en algunos casos que se cuentan en los Hechos de los Apóstoles, el del Apóstol Felipe que bautizó al eunuco etíope, aquel hombre iba leyendo al Profeta Isaias y no lo entendía, por lo tanto era un prosélito que leía la Biblia y fue el Apóstol el que le ayudó a interpretar el pasaje, le habló de Jesucristo y lo bautizó.
Los siglos I y II fueron siglos de una gran efervescencia religiosa (¡qué envidia!) en la que muchos paganos buscaban a Dios porque sus dioses ya no les servían y se aproximaron a la única religión monoteísta que había: la del Pueblo de Israel. Esto ocurría ya en tiempos de Jesús y hay algunas muestras de ello, como en el caso del centurión sin nombre-antecedente de Cornelio-que le pidió que curara a su sirviente sin siquiera entrar en su casa. Tal cosa no nace de la nada, seguramente era un temeroso de Dios que asistía a la sinagoga y creyó que Jesús era realmente el Mesías porque había seguido sus predicaciones y conocía la Torah, por lo menos parcialmente, en base a las explicaciones rabínicas.
Los temerosos de Dios, o prosélitos, entraban en la sinagoga alejados de los judíos y sin tener derecho a intervenir para nada, tampoco sabían hebreo pero sí arameo, que era una lengua franca, y por eso podían escuchar a los rabinos. Los soldados que llevaban mucho tiempo en Oriente, donde las lenguas usadas eran el arameo y el griego koyné pero no el latín, necesariamente tenían que saber alguna de ellas, así como los comerciantes y otras gentes.
Por desgracia el celo que aquellos prosélitos demostraron en la búsqueda de Dios se ha convertido en indiferencia, por eso es más difícil evangelizar ahora que entonces. Pero despreciar el proselitismo es despreciar a Cornelio y al etíope.
En la televisión uruguaya hubo hace tiempo (mucho) un programa que se llamaba "Dígalo con mímica" en el que había equipos que competían y en cada equipo alguien tenía que hacer adivinar a los otros el titulo de una película sin hablar, mediante gestos.
Es claro que por más testimonio que haya de por medio, la evangelización no puede consistir en eso.
Por otra parte, anunciar explícitamente a Jesucristo y su Evangelio es parte del testimonio mismo, y no hacerlo puede ser antitestimonio.
En efecto, el no católico puede perfectamente pensar que a fin de cuentas la fe católica no es algo de tomarse tan en serio, cuando los mismos católicos no se molestan por comunicarla a los demás.
O peor aún, que en realidad los católicos son unos desalmados, pues no les importa dejar a los demás en lo que según su fe, es un camino de perdición.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Las definiciones son rígidas y fachas y de ahí las discusiones biodiversas en toda su multipluralidad.
¿No existe el proselitismo malo?
Claro que si existe y es ampliamente practicado en diferentes grados y con diferentes tacticas por los Protestantes, los musulmanes, etc.
En el caso de Felipe y el etíope, además, es Felipe el que toma la iniciativa de preguntarle al etíope si entiende lo que lee. Es cierto que luego viene la pregunta del etíope a Felipe acerca del texto, pero lo decisivo es que el etíope no tuvo posibilidad alguna de ser impresionado por el testimonio de Felipe, ya que pasaba por ahí en su carruaje y de repente fue abordado por el apóstol, que enseguida se puso a hablarle de Jesucristo.
Felipe no le pidió al etíope que lo llevara hasta Etiopía para que luego de diez años de feliz convivencia entre los etíopes ese etíope o algún otro etíope le preguntase si por casualidad creía en algo.
Por eso mismo tampoco nos sirve que se nos diga que el proselitismo malo es el que hacen los musulmanes, por ejemplo, si no se da una definición de "proselitismo".
Porque entonces a lo mejor lo malo del proselitismo musulmán es que usan turbante, o que se dejan la barba, etc.
Y si se dice que lo malo es que emplean la violencia, ahí el problema es que eso es demasiado gordo. No creo que el Papa quiera recordarnos hoy día que no debemos amenazar a la gente con atentados de tipo terrorista en caso de que no acepten la fe católica.
Estoy convencido de que no voy a leer nunca en mi vida la noticia que diga que los catequistas de la parroquia tal de Madrid, por ejemplo, encañonan a los protestantes, ateos, o cualquier otra cosa por el estilo con armas de fuego dándoles a elegir entre la fe católica y la muerte.
Y es que si hay un proselitismo malo y uno bueno, es más urgente todavía la definición de "proselitismo", no sea que pongamos la maldad del asunto, como ya dije, en el turbante, o la barba, o las armas de fuego, etc.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Simplemente busca la paz entre todas las religiones, y dice que es más importante esa paz que querer convertir a alguien a tu religión a toda costa, que si alguien no quiere seguir tu religion, que lo aceptes, lo respetes, no le des la brasa y seas tan amigo y ya está, pero con sinceridad, no porque no te queda más remedio.
Y en cuanto a los cristianos, no creo yo que os diga que no podéis predicar o evangelizar, pues eso carece de todo sentido, pero yo sí creo que os dice que os cuesta aceptar que otros no crean como vosotros, os cuesta ver cómo hermanos a los que creen otra cosa, y le dais mucha más importancia a evangelizar con palabras que con hechos. Por ejemplo, si alguien hace cosa buenas y católicas, pero no es católico o creyente, le llamáis buenísmo, y las ONG esas, que muchas veces suena despectivo, pero si el que las hace si es creyente, entonces le llamáis caridad y amor.
Por otro lado, no se puede comparar el que antiguamente iba a predicar a gente que nunca había oído hablar de él cristianismo, y no creía porque no lo conocía, que ir a predicar a gente que lo conoce pero no le da la gana de creer. Lo primero supongo que es aceptable, pero lo segundo es ser un pelma y no tener respeto.
Proselitista problemático fue, precisamente, John Brown, que colgaba a los propietarios de esclavos y tuvo que intervenir el ejército. Y sin embargo su figura ha quedado entre sol y sombra: su causa era buena, sus procedimientos no.
Antes de presumir o pior do Papa Francisco, devia informar-se de que o Papa Francisco usa a palavra proselitismo exactamente no mesmo sentido que o Papa Emérito Bento XVI. O Papa Francisco afirmou em Março deste ano:
«En otras palabras, los caminos de la misión no pasan por el proselitismo. Por favor, no pasan por el proselitismo. Recordamos a Benedicto XVI: «La Iglesia crece no por proselitismo, sino por atracción, por testimonio». No pasan por el proselitismo, que lleva siempre a un callejón sin salida, sino por nuestro modo de ser con Jesús y con los demás. Por tanto, el problema no es ser pocos, sino ser insignificantes, convertirse en una sal que ya no tiene sabor de Evangelio —este es el problema—, o en una luz que ya no ilumina (cf. Mt 5,13-15).»
Ao contrário do que afirma, o Papa Francisco nunca afirma que não se deve pregar o Evangelho aos pagãos, mas sim que se deve evangelizar antes com obras, com o exemplo.
En cuanto a que el problema no es que seamos pocos, depende de como lo mires:
1) O pocos serán los que se salven porque ni nosotros tenemos asegurada la salvación.
2) O da lo mismo que pertenezcas a cualquier religión, por lo tanto la nuestra no es la verdadera sino una más entre muchas y, por lo tanto, ni el proselitismo ni la evangelización, si es que hay alguna diferencia, tienen importancia.
Eso es lo que decía Moses Mendelssohn, el principal representante de la Haskalá o Ilustración Judía, a los cristianos que se querían convertir al judaísmo: "no se preocupen y sigan dentro de su religión que a Dios le da lo mismo", el resultado de su liberalismo es que su nieto, el célebre compositor Félix Mendelssohn ya fue luterano. Como a Dios le daba lo mismo, según su abuelo, el ser luterano le daba una mayor aceptación dentro de la sociedad alemana, y todos contentos. La Haskalá duró menos que un pastel en la puerta de un colegio con esa teoría, todos los hijos de judíos liberales acabaron pasándose al cristianismo, sobre todo al luteranismo y no por conversión, precisamente, sino por utilitarismo.
No fue esa la postura de Edith Stein, que no era hija de judíos liberales, si se convirtió al Catolicismo fue porque se dio cuenta de que era la religión verdadera, pero la madre de Edith Stein no era tan liberal y le dolió la decisión de su hija, como no podía ser menos.
" Proselitismo " , en todo caso , para muchos , prestaría a confusión .
Evangelización es llevar la fe católica no a los chinitos, ni a los negritos, ni a los inditos-no seamos racistas-sino a todos aquellos que están lejos de la Fe Verdadera. Porque no decimos que los misioneros hacen proselitismo, no, decimos que lo hacen aquellos que intentan evangelizar en Occidente ????????????
Otras veces parece que fuese una cuestión temporal: primero hay que dar testimonio, y un tiempo después, que no se especifica cuándo debe ser, hay que hablar. En ese caso, el apóstol Felipe, por ejemplo, incurrió en claro proselitismo del malo con el etíope. ¿Qué raro entonces que los Hechos de los Apóstoles lo presenten como algo positivo, no?
Además, eso del "tiempo después" me hace acordar el dicho de que lo provisorio es definitivo y el ejemplo claro de aquellas viviendas de emergencia que se construyeron en mi país allá por los años 30 y siguen prestando funciones.
Otras veces parece que la predicación es proselitismo cuando se hace con medios contrarios al Evangelio y a la dignidad de la persona humana. De nuevo, sería más claro llamarlo predicación mala, inmoral, y dejarlo por eso. Inventar o descolocar un palabro para decir que no se debe atentar contra la dignidad de la persona humana ni ser antievangélico me parece inadecuado.
También se ofrece la variante según la cual el proselitismo seria dirigirse a los que ya han oído hablar de la fe católica pero no quieren saber nada de ella. Poco de eso me parece que hay hoy día, si hay, salvo el caso de que inicialmente no se sepa que la persona se encuentra en esa situación.
Lo que pasa es que tampoco se le puede preguntar primero a la persona si ya oyó hablar de la fe católica y no quiere saber nada de ella. Y hay un mandato de evangelizar a todos.
Además, las parroquias entiendo que son o deben ser comunidades evangelizadoras, y una inmensa cantidad de ellas está inmersa en sociedades que hace siglos conocen la fe católica.
Pero insisto: me parece cómico que hoy día se esté alarmado ante la posibilidad de que los católicos incurramos en la figura de acoso evangelizador a los no católicos y especialmente a los que ya han manifestado su falta de interés. Esa alarma es como salir a vender heladeras en el Polo Norte, más o menos.
Saludos cordiales.
"Lo cual conduce a que cierta gente sencilla tenga algunas confusiones, extrañezas, sobresaltos,…"
Claro, yo entendía hablar de “gente sencilla confusa, extrañada o sobresaltada” (incluido un sector de “formados sacerdotes y teólogos”) en contraposición al sector de quienes aprovechan la confusión pro domo sua, precisamente porque tienen una formación que consideran les da licencia para hacer y deshacer por su cuenta. Estos últimos no parecen confusos, están en su salsa.
Bruno:
Yo comprendo que las virtudes y vicios de Francisco pertenecen al ámbito de su propia responsabilidad moral, pero su posible exposición pública, como la de sus carencias, también nos puede afectar positiva o negativamente.
Pienso que muchos que toman negativamente el proselitismo se han quedado con la copla de la propaganda anticatólica (que aprovecha la tendencia de la cultura actual al individualismo y al aborrecimiento de cualquier autoridad) de que en tiempos pasados se “obligaba” al bautismo y se “imponía” (palabra tabú y maldita hoy día, que sirve para esconder todo tipo de imposiciones no cristianas y anticristianas) ser católico porque tocaba serlo al nacer en un país supuestamente católico, so pena de garrote, vergüenza pública y exclusión social. Eso es falso, pero es como la leyenda negra. Esa puede ser una explicación de la mala reputación heredada que tiene actualmente el proselitismo católico en muchas cabezas.
Aunque no descarto que en algún sitio del mundo exista hoy el proselitismo cristiano equivocado, yo no lo he visto nunca en mi ambiente. Lo que escucho son los efectos de los proselitismos islámico e hindú violentos. Lo que veo es algún protestante haciendo proselitismo engañoso. Lo que veo entre los católicos (o supuestos católicos) son los efectos de la propaganda laicista liberal-relativista que los ha convencido de que ¡A mí no me impone nadie nada”!, frase talismán hodierna, parecida a otra muy antigua: “No te serviré” (traducción: “No haré ni pensaré ni hablaré lo que Tú me mandes”. ¡Hablaré y haré lo que está de moda o lo que me parezca según mi propia opinión, que es la verdad para mí”. )
Entonces, no es que exista hoy de hecho el “proselitismo cristiano malo”, se trata de que en la mente de algunos (entre los cuales parece estar Francisco) existe tal proselitismo ahora mismo. No sé dónde lo verán actualmente, pero ellos dicen que lo ven. Quizá lo vean como un riesgo, pero hablan de él como si abundara realmente por esos mundos, lo condenan, te lo restregan en la cara,… Lo extraño, para mí, está en que no ven el “proselitismo cristiano positivo”. No hablan de él. Al contrario, parece que no lo quieren tampoco porque te aconsejan que hables de lo que mola hoy: ecología, feminismo, religiones estupendas, verdad de cada uno, ... y que no insistas en la doctrina cristiana, en los dogmas, en los novísimos, etc., etc., porque eso es “imposición carca e injusta”. Hemos llegado al punto en que ya no se puede decir nada cristiano a nadie porque eso lo consideran “maldita imposición proselitista” (aunque ellos a ti te pueden “imponer” lo que quieran). Te hablan, eso sí, de paz con todo el mundo y de un testimonio “fraterno”, pero sin trascendencia sobrenatural, sin misión evangélica, sin tradicional anuncio kerigmático ni explicación catequética ni estudio doctrinal, y a continuación se contradicen al decirte constantemente cómo tienes que creer y vivir.
Aunque no me hubiese dado por tragarme uno y otros, como me ha dado por hacer esta tarde a falta de siesta, ¿movería ello ni una sola coma de la declaración ecuménica que traigo a colación, firmada por Wojtyla?
Con ello no pretendía sino poner de manifiesto que no es el actual pontífice el inventor de la suelta indiscriminada de conceptos. Conceptos de los que luego otros hacen apologética, contraapologética, bandera, contrabandera e incluso periodismo.
A mí desde luego no permitiré que sea algo que me quite el sueño. El proselitismo, ni bueno ni malo ni regular, le importa a mi fe menos cero.
A veces pienso que no lee usted lo que escribe. Si el tema le interesa menos que cero, eso indica que su comentario no tiene ningún valor y que lo que conviene es borrarlo.
Por favor, no nos haga perder el tiempo a los demás, que tenemos poco.
Lo que realmente existe es la falta de nervio, el descuido de cumplir con el Primer Mandamiento, el abotargamiento, la acedia y la apostasía y el remedio es volvernos cada vez más abotargados, más renuentes en cumplir con nuestras funciones de cristianos y salir desatentados a arreglar el calentamiento global, el hambre en el mundo, el problema de la globalización, que afecta a los amazónicos, y cosas por el estilo. Vender heladeras a los pingüinos, desde luego, o sustitución de los problemas reales por otros que no existen.
"El 719 le nombra el Papa Misionero apostólico y Legado suyo en Alemania: "... Ve a llevar el reino de Dios a cuantas naciones halles en tu camino, y que, en espíritu de virtud, sobriedad y caridad evangélica, derrames en las almas la predicación de los Testamentos".
Así comienza un fogoso apostolado y una maravillosa organización de cómo debe llevarse una evangelización con método y eficacia maravillosa. Una de las más bellas, sin duda, que cuenta la historia de la Iglesia en sus veinte siglos de historia.
Recorre ciudad por ciudad, pueblo por pueblo y organiza, instituye la jerarquía eclesiástica, funda Iglesias, monasterios de monjas y monjes, habla de Jesucristo a ricos y pobres, reyes y labriegos. Su celo no tiene límites. Organizó concilios, fundó Obispados. Por fin estaba maduro para el martirio. Fue el 5 de junio del 755, junto con otros cincuenta y dos compañeros por el fanatismo de unos gentiles enemigos de Jesucristo. Fue sepultado en Fulda."
https://sanctoral.com/es/santoral/san_bonifacio.html
"El principio de la nueva etapa evangelizadora se realizó con un tremendo acto de audacia de Bonifacio y con un milagro ─así lo creyeron─ presenciado por los duros paganos. Hacha en mano, Bonifacio tira abajo la sagrada encina de Gelsmar, venerada con culto divino en la cima de Gudenberg, a la vez que se levantó un fortísimo vendaval, sin que los dioses Donar y Thor hicieran nada contra el sacrílego misionero, que levantaba allí mismo una capilla en honor de San Pedro y donde surgirá después el monasterio de Fritzlar."
https://radioclaret.net/39-san-bonifacio-y-la-conversion-de-alemania/
A la luz de esto se reduce el stock de ejemplos de proselitismo malo, o bien se debe concluir que éste no necesariamente impide la santidad canonizable de la persona.
Esos paganos estaban locos de la vida con su encina sagrada y viene este anglosajón hacha en mano y la convierte en material para una capilla de San Pedro...mmmm.
Saludos cordiales.
Yo pagaría bastante por presenciar un encuentro entre San Bonifacio y, digamos, el cardenal Marx (aunque quizá habría que esconderle primero el hacha, por si las moscas).
Saludos cordiales.
La tan mentada frase atribuida a San Francisco, que iluminó tanto al Papa Francisco, ya leí en buenas fuentes (en este momento no las recuerdo, pero recuerdo que eran buenas) de que esa supuesta anécdota del santo de Asís es casi ciertamente falsa. Y francamente para mí tiene todo el sentido del mundo que sea falsa, porque San Francisco era un santo de verdad, y una frase como esa le chirriaría como le chirría a cualquiera que tiene cierta familiaridad con el Nuevo Testamento (y que por lo tanto ya se vacunó de los malditos irenismos sentimentaloides).
Jesús mandó proclamar la Buena Noticia a toda la creación y bautizar al que crea. No dijo "id por todo el mundo y dad buen ejemplo", sencillamente no dijo eso.
San Pablo dijo que la fe nace de la predicación, no del buen ejemplo. Y mandó predicar a tiempo y a destiempo, no a dar buen ejemplo a tiempo y a destiempo.
¿Y por qué todo eso? Porque Jesús, y también San Pablo, saben que si la actividad misionera de la Iglesia dependiese y se basase en el ejemplo de perfección de sus miembros, entonces la Iglesia no salía del cenáculo de Jerusalén.
Ya basta de estupidez maquillada de cristianismo.
Lo peor de todo es que ya no queda ni siquiera el predicar con el testimonio personal.
Se nos avecina un pacto global para educar en un NUEVO HUMANISMO.
Este es el testimonio personal que se nos ofrece.
¿Qué hacemos con el Benedictus?
Predicar la Palabra es un mandato inequívoco de Dios :"I'd y proclama el Evangelio". Va dirigido a todos y cada uno de cuantos hombres y mujeres han existido o existirán Cristo muere por cada uno de nosotros.
San Pablo en 1 Cor. 22_23 dice "ay de mí sí no anunciase el Evangelio"
El cristianismo se extendió, no por la espada, sino por la PALABRA, el testimonio, y el martirio. Igual que el Maestro.
Es profundamente injusto asociar la coacción a ese proceso,. Se falta a la verdad.
Que alguien se comportarse de manera incorrecta.???Aquí habría que analizar tiempo, lugar y modo, no quiere decir esta sea la esencia del mensaje, sería la esencia de la persona.
Hasta humanamente hablamos de aquello que abrasa nuestro corazón. Como no vamos a hablar de Cristo?. Damos lo mejor que tenemos y El es el más grande tesoro que poseemos.
Lo que ocurre es que queremos ser"aceptados"por el mundo y para eso no se puede ser molesto
Pero en Lc 12,49_53.Jesucristo,Señor Nuestro es claro y diáfano "He venido a traer fuego a la tierra...", conviene releer y meditar las palabras de Jesús. A veces le damos vueltas a postulados humanos que no tienen nada que ver con El.
Las palabras deben ser usadas con el sentido que tienen, para evitar confusión de ideas. Y las ideas deben sde ser claras para utilizar las palabras precisas. Si alguien lo hace de manera impropia o inadecuada el problema es de el, no de las palabras.
Francisco es hombre y como tal tiene errores, "neuras" u tal vez "obsesiones". Todos tenemos un poco de esto. El no es una excepcion. Hombre con errores y equívocos, con personalidad propia, que con los años se le va conociendo. En esto está equivocado. Palabra, formas y significado no son los apropiados. El y Dios sabrán las causas. Así hay que decirlo, porque así es.
Bruno: no concibo un cristiano que no hable de Cristo. Digo más en la cabeza, por lo menos yo, le doy vueltas como puedo explicarle a alguien que conozco mi fe. Intento adecuarme a él.
Me parece esquizofrenia, e incluso hipocresia y egoísmo una conducta donde no des razones de tu fe. Porque tienes que callar??
Imaginemos que esa ansiada fraternidad universal se logra y que la convivencia entre los hombres se convierte en una especie de balsa de aceite (como me recuerda esto a la torre de Babel). Y después ¿que hacemos? ¿Anunciamos el evangelio a los que no lo conocen, o mejor dejamos que las cosas sigan como están no vaya a suceder que se rompa esa anhelada armonía?
¿Les hablamos de nuestra fe o les dejamos a todos tranquilos, al ignorante en su ignorancia y al equivocado en su error y solo si alguien voluntariamente nos pide algo, entonces sí se lo damos - si es que aún lo tenemos--, pues es muy improbable que en estos casos se revuelvan contra nosotros.
Habría que preguntarse entonces a que damos más importancia si a instaurar la paz entre los hombres o a extender el Reino de Dios en la tierra.
Porque claro, dar a conocer nuestra fe por el mundo y entre otras religiones es cuando menos violento, especialmente para los que portan la cruz, pues el reino de las tinieblas no acepta de buen grado que se le aparte de sus dominios.
El reino de Dios sufre violencia desde siempre, y así será hasta el final.
En resumen, me parece que la idea buscar con ahínco la fraternidad universal, como la de cualquier otro bien de este mundo al que nos aferremos, es poco compatible con la evangelización. Son realidades enfrentadas y por fuerza, si la una se proclama, a la otra se la ha de negar, si a la una se la da vía libre a la otra se la limitara o se le prohibirá el paso.
Que el Señor nos conceda un verdadero celo por su reino y alejarnos de objetivos que son del mundo. Que no olvidemos sus palabras, "No vine a traer paz, sino espada", "el que ama a su padre o a su madre más que a mi, no es digno de mi" (Mt 10), "si esto hacen con el leño verde ¿que harán con el seco?" (Lc 23), "dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan por mi causa" (Mt 5,11) ..., y que nunca tengamos que escuchar de su boca cosas como estas:" Mira, tuviste paz, estuviste bien, pero claro yo tengo que decirte, trabajaste para ti, no para mi, y en en ese sentido, ya has recibido tu paga."
Me parece que aludes a mi comentario. No me refiero a esa anécdota de las Florecillas. Me refiero a la sentencia que menciona el Papa, que se le suele atribuir a san Francisco: «lleven el Evangelio, si es necesario también con palabras». Esa atribución es la que un buen historiador dice que no existe fundamento histórico para atribuirla a san Francisco, y digo yo, tampoco existe fundamento teológico, porque dejar las palabras en segundo plano cuando se trata de evangelización es totalmente anti-bíblico, cosa que hace muy dudoso que san Francisco pueda haber hecho. Una cosa es una anécdota de una ocasión, para enseñar algún aspecto específico a uno de los frailes, otra cosa es una sentencia que deje a la predicación en segundo plano de manera categórica.
Además, creerse tan bueno que solo con el ejemplo lo harás mejor que hablando de Jesús, me parece bastante soberbio. Ya decía San Pablo, refiriéndose a la predicación de la Palabra, que llevaba un tesoro en vasija de barro.
También tienes razón en lo de ser tan bueno con el ejemplo... efectivamente, si alguien se cree así es un soberbio y lo que esta predicando con el ejemplo no es el evangelio, sino un antievangelio. Los predicadores siempre se van a quedar cortos. Y si tenemos un pelin de humildad y nos esperamos a poder predicar con el ejemplo antes de con la palabra, jamás predicaremos ni con lo uno ni con lo otro. Vamos que todo esto es un desproposito detrás de otro.
Recordemos aquélla que narra que san Antonio en Rímini no ERA ESCUCHADO, y porque NO ERA ESCUCHADO salió a PREDICAR, es decir, a HACER PROSELITISMO a los peces y los peces ESCUCHARON a Antonio, haciéndoles PROSELITISMO.
O directamente al Evangelio, que dice: “si éstos no dan ejemplo, lo darán las piedras”.
Yo no creo que Bergoglio sea malo, el problema es otro, si es que es problema.
De dicho capítulo, con respecto a los seguidores de Juan Bautista, después de haber sido decapitado por tener la osadía de juzgar.
30 Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
31 El les dijo: «Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco». Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.
32 Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto
33 Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
34 Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Saludos cordiales.
Un abrazo en el Señor.
Si alguno de nosotros hubiera aunque sea sospechado que el que nos predicaba buscaba hacer uno para su causa, al menos nos hubiera dolido.
Al contrario, aceptamos también la verdad porque tenemos una fuerte certeza de ser amados, primero por Dios, y luego también por su instrumento, quien nos evangeliza.
Es claro que debemos evangelizar a tiempo y destiempo, con celo y sin fatiga; con ansias por la salvación de las almas, el crecimiento del Reino y la obediencia al Señor.
Y esto es anunciar "una buena noticia", a ese otro "tu", que es mi hermano, que lo sé en tinieblas, y a quien amo, como Cristo me amo a mi. A esto se refiere la Iglesia con "testimonio".
Por ello San Juan Bosco, decía a sus salesianos que debían asegurarse que sus alumnos supieran que eran por ellos amados.
Ruego a quien oficie de moderador, no permita los insultos o juicios personales de uno y otro lado, según se establece más abajo. Por favor, dejemos que cada uno exprese su opinión, porque seguramente así la cree, y lo hagamos de forma respetuosa y que demuestre educación. Se puede disentir y debatir, pero con altura y sobre todo, caridad.
Porque sí, todo evangelizador quiere que el destinatario de la evangelización se haga "prosélito" de la Iglesia Católica, es decir, que crea y se bautice y viva la fe de la Iglesia, y así, por la gracia de Dios, se salve.
Lo del número me parece accidental, incluso, no es explicación de los casos de evangelización fanática o impositiva, que ahí lo que puede haber es un celo indiscreto por la salvación de los demás, que en todo (salvo en la caridad) se puede pecar tanto por exceso como por defecto.
Bueno fuera que alguien se hiciera misionero, por ejemplo, porque no aguanta que los católicos en el mundo sean 1000 millones en vez de 1500 o 2000. Lo que si quiere es los más posibles se salven, pero eso no es porque lo preocupen los números, sino las almas.
Saludos cordiales.
La postura que desea adoptar, ya la propuso el hereje Wiclef y fue condenada por el concilio de Constanza.
Como hijos obedientes, no conforméis vuestra vida a las antiguas concupiscencias del tiempo de vuestra ignorancia, sino que así como es santo el que os llamó, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta, conforme a lo que dice la Escritura: "Sed santos, porque yo soy santo".
1 Ped 1,14-16
Ser santos no significa no pecar jamás, sino no vivir en pecado. Y cuando pecamos, nos confesamos.
Ahora bien, pretender que no se puede predicar el evangelio que alcancemos un grado suficiente de santidad como para que nos pregunten, es contrario a la Escritura, la Tradición y el Magisterio. Y ni digamos sin encima se tiene el descaro de afirmar que tal cosa es pecado.
No he oído ni he leído a nadie decir que predicar el Evangelio sea pecado.
Los únicos que quieren prohibir su predicación pública son los laicistas radicales.
Yo no advierto herejía en decir que el Papa es el Papa, por mal que haya hecho hasta ahora, pero que su autoridad termina en aquellos asuntos donde empieza el pecado o la estupidez.
Concreta, no sé a qué te refieres en que he adoptado la herejía de Wiclef.
Pero, ojo ! Para ellos todo està permitido, como siempre...
Muy lejos de mi de creer que usted "adhiere" advertidamente a esta clara herejía.
Solo le hago una corrección fraterna de que, su modo de razonar lo expuso en el siglo XIV Juan Wiclef, y fue condenada repetidas veces por la autoridad de la Iglesia.
El también aceptaba que "el Papa era el Papa" .
El también creía que "el Papa perdía autoridad y no debía obedecerle" (doctrina de "la autoridad fundada en gracia").
El también creía que el Papa "no era querido y solo soportado por Dios" (doctrina de la Iglesia inviible).
Y también creía que todo se reducía a contrastar con el evangelio (doctrina del "biblicismo")
Ruego me perdone públicamente si he faltado a la caridad en hacerle esta observación.
Mis respetos y bendiciones.
Flipa con Flous, colega, fli-fli.flipa con Flous. A ver si con un ejemplo concreto te enteras que no hay herejía:
Amo al Papa, al ViceCristo en la tierra, a este rey ungido por Dios y a la autoridad que ello conlleva pero no le obedeceré en sus errores puntuales como no lo haría con el presidente del gobierno o un policía municipal pero siguen siendo mi presidente y mi agente de autoridad local.
Y contrastar una declaración con el Evangelio (no interpretado libremente sino tal y como enseña el Magisterio) tampoco es una herejía sino una roca segura a la que asirse. Te recomiendo que lo hagas con frecuencia.
¿Qué te pasa, muchachote? ¿Te debe dinero Juan Wiclef para que te acuerdes de él a todas horas y veas su careto en mi?
Con su choricito morcilla, tocino y reto de lo que en Euskadi llaman con razón "sacranentos" (los únicos con sentido)
Y a orar.....hay mucha más gente que necesita bas mis oraciones, como tanto carca que escribe por aquí.
Hoy sentí una cierta amargura cuando concluí el encuentro con los jóvenes. Una señora se me acercó con un joven y una joven. Se me indicó que formaban parte de un movimiento un poco fundamentalista. Ella me dijo, en perfecto español: «Santidad, vengo de Sudáfrica. Este muchacho era hindú y se convirtió al catolicismo. Esta chica era anglicana y se convirtió al catolicismo». Pero me lo dijo de manera triunfal, como si hubiese hecho una batida de caza, con el trofeo. Me sentí incómodo y se lo dije: «Señora, evangelización sí, proselitismo no»
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