Luis del Olmo arrepentido y el padre Gago con su libro póstumo

El miércoles fue el día mundial de la radio. En todas las cadenas se celebró con actos, recuerdos y reportajes. La Academia de la Radio entregó el premio especial a Luis del Olmo por los cuarenta años al frente del programa Protagonistas.

Ahora se retira el gran maestro de las ondas, cuando pasen los postes de Abc hasta la Cope, según el convenio firmado y cobrado, aunque la Comisión Nacional de la Competencia está retrasando su visto bueno, y ha concedido de modo provisional a los deportes de Cope que se emitan por tales postes emisores. Las prisas por subir en el próximo EGM se notan a las claras. Ya veremos lo que ocurre.

Anoche se presentó el libro póstumo, titulado Gracias, la última palabra, del padre dominico José Luis Gago, recientemente fallecido, creador y director de la Cope de las estrellas, como él la definió.

¿Se conocieron Luis del Olmo y el padre Gago?

Claro y mucho. El padre Gago llevó a Cope a Luis del Olmo, quien estuvo haciendo Protagonistas varias temporadas desde los estudios de la calle Alfonso XI, de Madrid, que en aquellos momentos tenía su entrada oficial por la calle Valenzuela.

Por entonces, se buscaba una radio de calidad profesional, cercana y con cierto tiempo para la producción de las emisoras locales, donde todavía se rezaba el Rosario cada atardecer.

El lema era: La Cope a tope. Tanto Luis como el padre Gago pusieron la Cope a tope de oyentes, junto a Encarna de noche, que llegó a ser un programa de máxima audiencia para noctámbulos y personas de trabajos nocturnos.

Luis del Olmo se despidió el miércoles con una afirmación dolorosa:

“De haber sabido que Vocento le daría este final a Punto Radio, jamás les hubiera vendido mis emisoras”

Ya no hay remedio. Y continuó:

“Tal y como lo he dicho así lo he pensado. Nunca hubiera hecho esa operación [con Vocento] si hubiera sabido que aquella firma servía para que 150 compañeros se fueran a la calle.”

Anoche, en la presentación del libro del padre Gago, estuvieron el director de la Cope local, la directora de Narcea Ediciones, y el Prior del convento dominico vallisoletano.

Los actos tuvieron lugar en el mismo monasterio de la Orden de Predicadores, de la capital del Pisuerga.

El título lo dice todo: Gracias, la última palabra. No he leído la obra, pero conociendo al padre Gago estoy seguro que lo escribió cuando el avistaba su final. Seguramente tiene aquel lenguaje suyo muy cercano, castellano comunicador, cordial sin herir, y agradecido hasta cuando se sentía cercana su partida a la Casa del Padre.

Sus amigos y oyentes le agradecemos las grandes lecciones de periodismo activo y práctico que nos dio generosamente, con la sonrisa permanente y con la cordialidad a flor de labios.

Conclusión

Hoy recuerdo a dos grandes hombres de la comunicación, que influyeron mucho en mi modesta persona de aficionado a la fuerza para la evangelización que tienen los medios de comunicación social. En este caso la radio.

A ambos los respeto. A Luis le deseo un feliz retiro junto a su familia y sus aficiones. Al padre Gago le rezo a diario por el eterno descanso de su alma y le veo transmitiendo con un micro en la mano la última noticia sobre la tranquila vida celestial.

Para saber más hagan clic aquí.

Y, también, aquí.

Tomás de la Torre Lendínez