Teléfono de la Esperanza: entrevista exclusiva con su responsable

Anoche estuve en una conferencia que impartió Jesús Madrid, responsable de la organización no gubernamental del Teléfono de la Esperanza. Mantuve un rato de diálogo con él previo a su intervención.

El motivo de su estancia en Jaén es que el sábado próximo comienza a funcionar el servicio del Teléfono de la Esperanza en esta provincia. El número es: 953 260931.

En la distancia corta de nuestra entrevista observé a un hombre convencido de su misión humana de dar arreglo emocional a una sociedad que necesita solucionar sus situaciones desequilibradas. En el mundo del voluntariado es donde se apoya el Teléfono de la Esperanza y en los socios que entregan dinero en base a su solidaridad.

Según el señor Madrid, la crisis económica, social y moral actual se refleja en su organización de varias formas. Los solicitantes de ayudas por el teléfono o en la asistencia de terapias personales, o en grupo, aparecen pequeños empresarios autónomos, parados de larga duración, maridos y esposas al borde de la ruptura, jóvenes enganchados a alguna adicción, personas sumidas en una depresión importante…..

Esta organización mantiene una independencia de los poderes públicos ya que no suelen recibir subvenciones, como otras instituciones, pues su sentido apolítico les hace poco agradables a los administradores de los dineros públicos.

Al ser un grupo formado esencialmente por voluntarios laicos, que unos puede ser cristianos, y otros no, les hace circular sin rozar directamente con la Iglesia como institución, aunque el mismo Jesús Madrid, es sacerdote religioso franciscano capuchino.

El pasaje evangélico del buen samaritano es muy usado por los miembros del Teléfono de la Esperanza. Aquel hombre tirado en el camino fue asistido por un samaritano, nunca bien visto por el pueblo judío. Además no pedía nada a cambio, sino que le curó y le llevó a la posada pagando al dueño de la misma.

Otro eje esencial de esta organización de servicio al hermano es la búsqueda de la curación emocional de todas las personas que acuden a sus ofertas de ayuda, algunas de las cuales al salir de su bache se ofrecen como voluntarios para dar lo que ha recibido gratis a otros en similares situaciones.

Desde aquí felicitamos a los voluntarios que en Jaén han conseguido traer el Teléfono de la Esperanza. Es un servicio que necesitaba esta tierra y sus gentes. Y les deseamos que Dios derrame su Espíritu para que realicen su misión de ayuda lo mejor posible.

Tomás de la Torre Lendínez