Sobre lo de Sobrino
Tras hacer una segunda y tercera lecturas más pausadas de la notificación de la CDF sobre dos de los libros de Jon Sobrino, he llegado a las siguientes conclusiones:
1- Lo que se dijo que iba a ser, no ha sido. Es decir, ni se le suspende, ni se le condena como teólogo católico, ni "ná de ná". Por tanto, ni se le puede considerar mártir de nada por los de siempre, ni se le puede llamar hereje irredento… por los de siempre.
2- De todos los errores y/o presuntos errores, en mi opinión el más grave, de lejos, es el que aparece en el siguiente texto de Sobrino:
"Digamos desde el principio que el Jesús histórico no interpretó su muerte de manera salvífica, según los modelos soteriólogicos que, después, elaboró el Nuevo Testamento: sacrificio expiatorio, satisfacción vicaria […]. En otras palabras, no hay datos para pensar que Jesús otorgara un sentido absoluto trascendente a su propia muerte, como hizo después el Nuevo Testamento" (Jesucristo, 261)
A mí eso me parece una barbaridad de tal calibre que, por sí sola y ante una negativa pertinaz del autor a rectificar, merecería una condena más firme, pero maestros y pastores tiene la Iglesia que saben más que un servidor. Del resto de puntos rebatidos, la mayoría son, matizados por la propia visión de Sobrino, fruto de la "gloriosa" exégesis moderna que tanto le debe a ese muerto viviente y estéril llamado protestantismo liberal. Pero nada, oye, sarna con gusto no pica. Y si a alguno le pica, que se rasque y se aguante.