27.08.19

No temas, pequeño rebaño

Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Jer 10,20-21
Mi tienda ha sido arrasada y todas mis cuerdas, rotas. Mis hijos se me han ido, no queda ninguno, no hay ya quien monte mi tienda, ni quien levante mis toldos, pues los pastores se han vuelto estúpidos y no buscan al Señor, por eso no razonan, y todo su rebaño se ha dispersado.

Eze 34,9-10
Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios. «Estoy contra los pastores. reclamaré mi rebaño de su mano y les impediré pastorear a mis ovejas para que los pastores no vuelvan a apacentarse a sí mismos. Libraré mi rebaño de su boca y nunca más les servirá de alimento».

Esdrás 9,13-15
Ciertamente, todo lo que nos ha sobrevenido ha sido por nuestras maldades y grandes culpas —y eso que tú, ¡Dios nuestro!, nos has imputado menos culpa de la que teníamos y nos has dejado un resto como este—.
Y después de esto, ¿volveremos a incumplir tus mandamientos uniéndonos con estas gentes abominables? ¿No te irritarías contra nosotros hasta exterminarnos, sin dejar este pequeño resto?
¡Oh Señor, Dios de Israel, eres justo al haber dejado como muestra este pequeño resto que somos! Aquí nos tienes con nuestra culpa. En verdad, somos indignos de estar en tu presencia».

Lucas 12,32
No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.

Ap 22,10-14
Y me dijo: No selles las palabras proféticas de este libro, porque el tiempo está cerca. Que el injusto siga cometiendo injusticias y el manchado siga manchándose; que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose.
Mira, yo vengo pronto y traeré mi recompensa conmigo para dar a cada uno según sus obras. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener acceso al árbol de la vida y entrar por las puertas en la ciudad. Fuera los perros, los hechiceros, los lujuriosos, los asesinos, los idólatras y todo el que ama y practica la injusticia.

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22.08.19

¿Es hereje el Prepósito General de la Compañía de Jesús?

Por segunda vez, al menos, en declaraciones púlbicas, el P. Arturo Sosa se ha apartado de la doctrina católica en una cuestión tan “delicada” como la existencia de Satanás como ángel caído. Esta semana ha dicho:

Padre Sosa, ¿existe el diablo?

De diferentes maneras. Necesitamos entender los elementos culturales para referirnos a este personaje. En el lenguaje de San Ignacio, es el mal espíritu el que te lleva a hacer cosas que van en contra del espíritu de Dios. Existe como el mal personificado en diferentes estructuras pero no en las personas, porque no es una persona, es una forma de implementar el mal. Él no es una persona como una persona humana. Es una forma de maldad que está presente en la vida humana. El bien y el mal están en una lucha permanente en la conciencia humana, y tenemos formas de indicarlos. Reconocemos a Dios como bueno, completamente bueno. Los símbolos son parte de la realidad, y el demonio existe como una realidad simbólica, no como una realidad personal.

Y el 31 de mayo del 2017, el diario El Mundo publicó una entrevista -titulada “El único jefe del Papa”-, en la que dijo:

Desde mi punto de vista, el mal forma parte del misterio de la libertad. Si el ser humano es libre, puede elegir entre el bien y el mal. Los cristianos creemos que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto Dios es libre, pero Dios siempre elige hacer el bien porque es todo bondad. Hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal. Los condicionamientos sociales también representan esa figura, ya que hay gente que actúa así porque está en un entorno donde es muy difícil hacer lo contrario.

Como es habitual en los modernistas, el P. Sosa juega a la ambiguedad de no negar algo sino darle un significado totalmetne diferente. Ya hay quien le defiende asegurando que él no niega la existencia del demonio, sino que simplemente la explica de otra manera. Pero eso es como si yo digo que Dios existe pero no es trino sino multifacético y poliédrico, o que en realidad es una construcción mitológica para expresar una realidad inaprensible.

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15.08.19

El Sínodo hijo de Laudato Si´

En una reciente entrevista, el papa Francisco tuvo a bien decir que el Sínodo para la Amazonia que se va a celebrar en octubre en Roma es “hijo de Laudato Si´”. Por tanto, conviene saber bien de qué estamos hablando.

Empezaré citando unos puntos del Instrumentum Laboris, que ha sido calificado como heterodoxo/apóstata por algunas personalidades destacadas de la Iglesia (p.e: Brandmuller, Muller, Pell, Burke):

12. La búsqueda de los pueblos indígenas amazónicos de la vida en abundancia, se concreta en lo que ellos llaman el “buen vivir”. Se trata de vivir en “armonía consigo mismo, con la naturaleza, con los seres humanos y con el ser supremo, ya que hay una inter-comunicación entre todo el cosmos, en donde no hay excluyentes ni excluidos, y que entre todos podamos forjar un proyecto de vida plena”.

25. La vida de las comunidades amazónicas aún no afectadas por el influjo de la civilización occidental, se refleja en la creencia y en los ritos sobre el actuar de los espíritus, de la divinidad – llamada de múltiples maneras – con y en el territorio, con y en relación a la naturaleza. Esta cosmovisión se recoge en el ‘mantra’ de Francisco: “todo está conectado” (LS 16, 91, 117, 138, 240).

26. La integración de la creación, de la vida considerada como una totalidad que abarca toda la existencia, es la base de la cultura tradicional que se transmite de generación en generación a través de la escucha de la sabiduría ancestral, reserva viva de la espiritualidad y cultura indígena. Dicha sabiduría inspira el cuidado y respeto por la creación, con conciencia clara de sus límites, prohibiendo su abuso. Abusar de la naturaleza es abusar de los ancestros, de los hermanos y hermanas, de la creación, y del Creador, hipotecando el futuro.

29. Los pueblos amazónicos originarios tienen mucho que enseñarnos. Reconocemos que desde hace miles de años ellos cuidan de su tierra, el agua y el bosque, y han logrado hasta hoy preservarlos para que la humanidad pueda beneficiarse del gozo de los dones gratuitos de la creación de Dios. Los nuevos caminos de evangelización han de construirse en diálogo con estas sabidurías ancestrales en las que se manifiestan semillas del Verbo.

87. Los rituales y ceremonias indígenas son esenciales para la salud integral pues integran los diferentes ciclos de la vida humana y de la naturaleza. Crean armonía y equilibrio entre los seres humanos y el cosmos. Protegen la vida contra los males que pueden ser provocados tanto por seres humanos como por otros seres vivos. Ayudan a curar las enfermedades que perjudican el medio ambiente, la vida humana y otros seres vivos.

Para quien no sepa bien en qué consiste esa espiritualidad, esos ritos, esas creencias, esa cosmovisión indígena de la que, al parecer, tenemos tanto que aprender, no hay como leer a los protagonistas del sínodo. Y para ello tenemos a un “misionero” español, Luis Miguel Modino, quien lleva meses entrevistandoles para Religión Digital. Hoy mismo hemos publicado un resumen de la entrevista que realizó al sacerdote salesiano Justino Rezende. En ella leemos:

«También está la cuestión de la interculturalidad en el Instrumentum Laboris, precisamente para decir que esta interacción con otros pueblos, con otras realidades no humanas, el mundo del agua, el mundo forestal, el mundo subterráneo, es existencial, y esto aparece mucho en rituales, ceremonias. Indígenas, que nos muestran que no estamos sólo nosotros en el mundo, interactuamos con los seres de arriba, las constelaciones, quienes son nuestros hermanos, los truenos, el inframundo del mundo del agua, los seres que viven allí»

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20.07.19

Martirio por la verdad

Publicado el 21 de agosto del 2009. Republicado el 20 de julio del 2019.

Leo, medito, rezo y, como de pequeño, sueño despierto. Y en el sueño a veces parecen querer deslizarse palabras del cielo que llaman a una cruzada, a la que se ha de partir no con las armas de hierro y acero, sino con las descritas en Efesios 6,13-18.

Y sin embargo, aunque el tiempo se acerca, todavía estamos en fase de preparación, de simple rumor de cascos de caballos inquietos deseosos de salir del castillo hacia la batalla. Martirio por la verdad. Ese es el destino de los nuevos cruzados.

No será un martirio de sangre, sino de desprecio, de soledad, de burla, de incomprensión, de abandono. Mas nada de eso ha de amilanar al que reza, al que estudia, al que adora, al que limpia su alma de pecado, al que aprende a vivir por y para el Señor. Jóvenes, maduros y ancianos, no hay edad para esa milicia. Todos pequeños a los ojos del Padre. Todos gigantes por la gracia de Cristo. Todos valientes por el fuego del Espíritu. Quemarán, pero no destruirán. Vencerán, pero no harán rapiña.

Ecce ego sum, mitte me.

Luis Fernando Pérez Bustamante

7.07.19

Pidamos a Dios la repulsa de nuestros pecados

Del Oficio de Lecturas de hoy en la Liturgia de las Horas:

Yo reconozco mi culpa, dice el salmista. Si yo la reconozco, dígnate tú perdonarla. No tengamos en modo alguno la presunción de que vivimos rectamente y sin pecado. Lo que atestigua a favor de nuestra vida es el reconocimiento de nuestras culpas. Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en qué pueden morder. Y, al no poderse excusar a sí mismos, están siempre dispuestos a acusar a los demás…

Sintamos disgusto de nosotros mismos cuando pecamos, ya que el pecado disgusta a Dios. Y, ya que no estamos libres de pecado, por lo menos asemejémonos a Dios en nuestro disgusto por lo que a él le disgusta. Así tu voluntad coincide en algo con la de Dios, en cuanto que te disgusta lo mismo que odia tu Hacedor.
San Agustín de Hipona, Sermón 19,2-3

El camino al cielo está jalonado de caídas provocadas por nuestros pecados. Caídas de las que nos levantamos por la gracia de Dios a través del sacramento de la confesión. Sacramento que empieza por el reconocimiento interno de nuestras infidelidades y que acaba en el confesionario y el cumplimiento de la penitencia que se nos imponga.

No hay cosa más peligrosa para el alma que tener en poco el pecado, especialmente si se trata del pecado mortal. Quien así obra, puede parecer que está vivo, pero en realidad es un muerto en vida.

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