InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Secularización interna de la Iglesia

16.05.14

El problema de la diócesis de Málaga no hace sino aumentar

Si les digo la verdad, hacía tiempo que no veía un acto tan claramente chulesco y soberbio en contra de la autoridad de un obispo. A Mons. Catalá, obispo de Málaga, se le está riendo en la cara un sector importante del mundo cofrade.

La última charlotada ha sido protagonizada por la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen. Al hermano mayor no se le ha ocurrido una idea mejor que pedir a Pedro Moreno Brenes dar el pregón marinero.

A los lectores ocasionales que no saben quién es el señor Moreno Brenes y cuál es la situación del mundo cofrade en la diócesis andaluza, les recomiendo que entren en los siguientes enlaces. Son bastantes, pero así se pueden hacer una idea bastante completa:

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5.05.14

Rapapolvo histórico del Cardenal Müller a las religiosas de EE.UU

Créame ustedes si les digo que no pensé que vería en mi vida un discurso como el que el cardenal Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigió hace unos días a la Presidencia de la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas (LCWR por sus siglas en inglés).

Tras explicar a las religiosas que están equivocadas en su queja por la participación del delegado pontificio, Mons. Sartain, en la elección de conferenciantes para su encuentro anual, queja que va acompañada de una desobediencia absoluta a la hora de tener en cuenta dicha participación, el cardenal pone el siguiente ejemplo:

Me entristece enterarme de que ustedes han decidido conceder el Premio al Liderazgo Extraordinario durante la Asamblea de este año a una teóloga criticada por los Obispos de los Estados Unidos debido a la gravedad de los errores doctrinales en sus escritos. Es una decisión que será vista como una provocación abierta contra la Santa Sede y la Evaluación Doctrinal. No sólo eso, sino que aleja aún más a la LCWR de los Obispos.

Habría dado algo por ver las caras de las religiosas al oír al cardenal ser tan claro. Pero él mismo afirma que su contundencia tiene una razón de ser:

Me doy cuenta de que estoy hablando con bastante franqueza sobre este asunto, pero lo hago sabiendo que no hay ninguna otra forma de interpretar la decisión de otorgar este premio, ni dentro ni fuera de la Iglesia. Tengo entendido que Mons. Sartain fue informado de la selección de la homenajeada sólo después de que se tomó la decisión. Si hubiera estado involucrado en la conversación como establece el Mandato, estoy seguro de que habría añadido un elemento importante para la decisión, que luego podría luego haber sido diferente

Por si no les ha quedado claro, añade:

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3.05.14

Valiosísima conferencia del cardenal Velasio De Paolis

Aunque por razones evidentes nos hemos centrado, al dar la noticia, en lo que el cardenal Velasio de Paolis dijo en una conferencia acerca de la imposibilidad de dar la comunión a los divorciados vueltos a casar, creo tan interesante o más sus reflexiones sobre lo que ocurrió tras el Concilio, y ocurre hoy, en todo lo relacionado con la relación entre la Iglesia y el mundo.

Cito y comento algunos de los párrafos:

El riesgo de confundir adaptación con conformidad al mundo es un riesgo no solo posible, sino real, que ya el Apóstol Pablo denunciaba en su tiempo, como lo escribió en la carta a los Romanos (Rom 2,12; Ef 4,17), mientras en la carta a los Filipenses indicaba el criterio moral del obrar cristiano. Este riesgo parece haber sido particularmente fuerte en tiempos recientes. Es bueno, más aún, es necesario, que lo tengamos en cuenta.

Como ya advirtió Benedicto XVI y ratificó recientemente el papa Francisco, existe la tentación de creer que el “sensus fidelium” tiene algo que ver con una posible opinión mayoritaria de los bautizados que está en consonancia con los valores del mundo y no los de la Revelación tal y como es enseñada por el magisterio de la Iglesia.

Por ejemplo, gran parte de los católicos en Occidente tienen un parecer en relación al aborto y la institución familiar que choca abiertamente contra la fe católica. Esto no es nuevo. Cuando Joseph Ratinzger era todavía arzobispo de Munich, hizo la siguiente valoración de Pablo VI:

Un Papa que hoy no sufriera críticas fracasaría en su tarea ante este tiempo. Pablo VI ha resistido a la telecracia y a la demoscopia, las dos potencias dictatoriales del presente. Pudo hacerlo porque no tomaba como parámetro el éxito y la aprobación, sino la conciencia, que se mide según la verdad, según la fe. Es por esto que en muchas ocasiones buscó el acuerdo: la fe deja mucho abierto, ofrece un amplio espectro de decisiones, impone como parámetro el amor, que se siente en obligación hacia el todo y, por tanto, impone mucho respeto. Por ello pudo ser inflexible y decidido cuando lo que se ponía en juego era la tradición esencial de la Iglesia. En él, esta dureza no se derivaba de la insensibilidad de aquellos cuyo camino lo dicta el placer del poder y el desprecio de las personas, sino de la profundidad de la fe, que le hizo capaz de soportar las oposiciones

Es muy fácil caer en la tentación de buscar el aplauso del mundo, pero el principal ministerio de nuestros pastores consiste en confirmarnos en la fe y no caer bien a la opinión pública.

Por otra parte, en Occidente tenemos la dichosa manía de creernos el ombligo del mundo, pero da la casualidad de que los fieles de la Iglesia en Asia y África no están tan contaminados por el laicismo radical y anticristiano que impera actualmente en nuestra civilización. La mayoría de esos fieles, según una encuesta publicada por Univisión, son bastante más “católicos” que lo que somos por estos lares.

Continúa el cardenal De Paolis:

El conflicto entre la modernidad y la Iglesia ha alcanzado su punto más alto en la publicación del Syllabus, la compilación de todos los errores de la sociedad moderna de parte del beato Pio IX. Tal conflicto ha entrado también en la Iglesia a través del modernismo, que ha sido definido por el Papa san Pio X como la síntesis de todos los errores, justamente porque minaba la misma raíz de la religión cristiana, porque en sus exponentes de relieve el modernismo era la tentativa de reducir la misma fe cristiana a pura racionalidad, apagando la luz de la fe y haciendo regla de fe el principio racionalista, en lugar del principio de la revelación.

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1.05.14

En guerra por amor a la verdad y por la verdad en el amor

Ocurre con frecuencia, por no decir siempre, que cuando determinados blogueros católicos escribimos en defensa de la verdad que está presente de forma absoluta en nuestra fe, recibimos la acusación de no tener caridad, de ser integristas, fariseos, etc.

Es cierto que la verdad sin caridad se convierte en una pálida sombra de lo que Dios quiere para el hombre. Siendo ella la que, según Cristo, nos hace libres, corremos el riesgo de afearla, de convertirla en un instrumento de agresión más que de salvación. Como dice San Pablo “Ahora permanecen estas tres cosas: la fe, la esperanza, la caridad; pero la más excelente de ellas es la caridad” (1ª Cor 13,13).

Cuando el Padre manda al Hijo a morir por nosotros en la Cruz, lo que brilla es el amor. No en vano, como recuerda San Juan, “Dios es caridad” (1 Jn 5,8;16) -vale igual decir “amor"-. Pero también dice la Escritura que “si alguno de vosotros se extravía de la verdad y otro logra reducirle, sepa que quien convierte a un pecador de su errado camino salvará su alma de la muerte y cubrirá la muchedumbre de sus pecados” (St 5,19-20). No sé ustedes, pero a mí se me ocurren pocas cosas que demuestren tanto amor por el prójimo como ayudarle a salvar su alma. Y sé que no hablo solo por mí sino por la inmensa mayoría de esos blogueros si digo que lo que buscamos con nuestros escritos no es el demostrar lo mucho o poco que sabemos, que al fin y al cabo lo sabemos por el don de la fe, sino para ser instrumentos en las manos de Dios de cara a la salvación de los hombres.

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30.04.14

Hay que acabar con el Caballo de Troya dentro del mundo cofrade en Málaga

Se equivocan ustedes si piensan que solo voy a hablar del silencio de la Agrupación de Congregaciones, Hermandades y Cofradías de Gloria de Málaga ante el escándalo provocado por ellas mismas al conceder el pregón de este año a un político de Izquierda Unida, del que se conocía sus posturas contrarias al Magisterio de la Iglesia, alguna de las cuales repitió en dicho pregón.

Que los responsables de semejante burla a la Iglesia den la callada por respuesta, sobre todo después de que la diócesis condenara abiertamente lo ocurrido, indica bien a las claras lo que piensan del respeto y obediencia debidas a su pastor. Vuelvo a repetir que la mayor culpa de lo ocurrido no la tiene don Pedro Moreno Brenes -aunque anda empeñado en que el obispo declare si está excomulgado o no puede tomar la comunión- sino aquellos que le invitaron. Es lógico que no se arrepientan de lo ocurrido. ¿O acaso les ha pillado por sorpresa lo que dijo don Pedro? Obviamente no. Sabían lo que querían, lo obtuvieron y ahora miran para otro lado -por no decir que se cachondean- cuando su obispo aprueba y ordena la publicación de una nota llamándoles la atención.

Semejante pulso a la autoridad episcopal, aparte de intolerable, tiene mal futuro si se aplicara el Código de Derecho Canónico. Toda asociación de fieles ha de tener sus estatutos propios:

Canon 304 § 1: Todas las asociaciones de fieles, tanto públicas como privadas, cualquiera que sea su nombre o título, deben tener sus estatutos propios, en los que se determine el fin u objetivo social de la asociación, su sede, el gobierno y las condiciones que se requieren para formar parte de ellas, y se señale también su modo de actuar, teniendo en cuenta la necesidad o conveniencia del tiempo y del lugar.

Y, lean esto bien los “silentes":

305
§ 1. Todas las asociaciones de fieles están bajo la vigilancia de la autoridad eclesiástica competente, a la que corresponde cuidar de que en ellas se conserve la integridad de la fe y de las costumbres, y evitar que se introduzcan abusos en la disciplina eclesiástica; por tanto, a ella compete el deber y el derecho de visitarlas a tenor del derecho y de los estatutos; y están también bajo el régimen de esa autoridad, de acuerdo con las prescripciones de los cánones que siguen.

Y:

316
§ 1. Quien públicamente rechazara la fe católica o se apartara de la comunión eclesiástica, o se encuentre incurso en una excomunión impuesta o declarada, no puede ser válidamente admitido en las asociaciones públicas.
§ 2. Quienes, estando legítimamente adscritos, cayeran en el caso del § 1, deben ser expulsados de la asociación, después de haber sido previamente amonestados, de acuerdo con los propios estatutos y quedando a salvo el derecho a recurrir a la autoridad eclesiástica de la que se trata en el c. 312 § 1.

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