La hija primogénita de la Iglesia se hace musulmana

Se dice que Francia es la hija primogénita de la Iglesia. Puede ser que así sea. Pero lo que no es una posiblidad sino ya una realidad, es que esa hija se está convirtiendo al Islam. Marco Tosatti lo cuenta en Vatican Insider y lo reproducimos hoy tanto en InfoCatólica como en Religión en Libertad.

En realidad no es que los católicos franceses se estén convirtiendo al Islam. Más bien ocurre que están apostatando, de manera que los musulmanes, mucho más practicantes, les superan en número. A decir verdad, el titular de este post debería ser “La hija primogénita de la Iglesia apostata", pero como la frasecita de marras -Francia es…- se refiere a la nación entera, pues lo dejo como está.

El aumento exponencial de musulmanes practicantes causa algunos problemas. A pesar de que se ha duplicado en poco tiempo el número de mezquitas, se requiere que se vuelva a duplicar para poder acoger a todos los seguidores de Mahoma. Mientra tal cosa ocurre -y yo no dudo que ocurrirá-, muchos de ellos se dedican cada viernes a orar en la calle cuando les toca hacerlo según las normas de su fe. Y eso no les hace especialmente gracia al resto de franceses.

Como era de esperar, la extrema derecha se aprovecha del descontento. La actual líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, asegura que están asistiendo a una “una ocupación sin soldados ni tanques de guerra” y ha llegado a comparar la situación con la ocupación nazi.

Pero aunque el aumento de musulmanes viene dado por la inmigración, lo cierto es que las nuevas generaciones nacen en Francia y son ciudadanos franceses con todos los derechos. Si alguien piensa que impidiendo la inmigración se va a “arreglar” algo, está muy equivocado.

Lo que ocurre en Francia acabará sucediendo en otros países de Europa. En España, por ejemplo, es cuestión de tiempo que algunas de sus regiones sigan el mismo camino. Sobre todo Cataluña, donde la práctica religiosa católica está bajo mínimos y cada vez hay más musulmanes. Pero el fenómeno es generalizado. En Londres hace mucho que acuden más musulmanes a rezar en sus mezquitas los viernes que anglicanos a los cultos dominicales.

Habrá quien diga que la secularización que afecta a todo el continente acabará “infectando” también a los musulmanes. Pero la misma naturaleza del Islam, mucho más coercitiva hacia sus seguidores que el cristianismo, es una buena vacuna contra dicha secularización. Sin duda los musulmanes franceses serán menos practicantes que los de Arabia Saudí, pero aun así lo serán muchísimo más que los bautizados católicos si la tan cacareada nueva evangelización no empieza a producir frutos abundantes en breve. Y no dará frutos si no se pone en marcha o si se hace desde los despachos curiales y episcopales y los documentos.

Me pregunto si la expansión del Islam en Europa hará reflexionar a los cristianos apóstatas sobre la necesidad de volver a la fe. No es que esa sea una razón muy piadosa, pero los caminos del Señor son inescrutables. A la Iglesia no le corresponde agitar la bandera del miedo -"Viene el Islam"- sino la del evangelio. Y sólo el evangelio puede evitar que el Viejo Continente acabe rezando a la Meca antes que rezando a los pies de la Cruz.

Luis Fernando Pérez Bustamante

1 comentario

  
Luis Fernando
No me gusta NADA, pero lo que se dice NADA, hacia dónde han derivando las cosas con bastantes de los comentarios a este post, así que cierro el grifo.

Lo siento por aquellos cuyos comentarios no eran problemáticos.
28/08/11 5:54 PM

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