A Monseñor Sanz Montes no le va el orvallo
Leemos en el diccionario de la RAE:
Orvallo:
1. m. Ast. y Gal. llovizna.
Llovizna.
1. f. Lluvia menuda que cae blandamente.
O sea, orvallo es el término que se usa en Asturias y Galicia para referirse a esa especie de lluvia fina tan propia de esas tierras. Pero resulta que a Asturias ha llegado un arzobispo que entiende poco de finuras a la hora de denunciar determinadas cosas. A Monseñor Sanz Montes, cuando le toca hablar del aborto, lo del orvallo se le queda corto. De él se obtienen rayos, centellas, relámpagos y pedrisco. No se anda por las ramas este franciscano de miraba amable y trato cordial:
Lo he dicho más veces: matar al niño dentro de una mujer que lo ha concebido, es sentenciar de muerte a la propia madre como ellas mismas testifican. No lo saben (o fingen no saber) quienes no quieren oír de veras a la comunidad científica ante el dato biológico del comienzo del ser humano, quienes construyen con ideología de holocausto una filosofía y una antropología que no tienen rigor de argumento, quienes con el pretexto de defender unos pretendidos derechos de la mujer pretenden sacar importantes réditos políticos y económicos (no siempre disociados, por cierto). Y así, asistimos al esperpento de unas señoras de escaño y cartera, que brindan con burbujas esta extraña victoria legal: tener más licencia para matar más al ser más inocente e indefenso, al que ni siquiera le permitieron llorar. Triste foto la de las brindantes y cuantos las apoyaron, alegrándose por tan macabros trofeos de caza donde las piezas de cacería son bebés cuyo nacimiento truncaron.
Y al que le pique, que se arrasque, añado yo. Cuando estamos ante la aniquilación de centenares de miles vidas inocentes, no valen medias tintas, ni discursos llenos de típicos tópicos que no llaman la atención. Hay que sacudir al enemigo hasta que al menos se muestre inquieto. Las palabras deben estar cargadas de la contundencia necesaria como para que alcancen un eco mediático importante. No se trata de faltar al respeto. Eso es innecesario. Pero de decir “el aborto es malo, muy malo y no nos gusta” a hablar de “macabros trofeos de caza donde las piezas de cacería son bebés cuyo nacimiento truncaron", media un mundo.
En los más de 6 años que don Jesús lleva como obispo ha aprendido a saber cuándo es oportuno poner su obvia capacidad literaria, llena de recursos que dan fuerza y empaque al mensaje, al servicio de las buenas causas y cuándo es conveniente “templar gaitas” -aspecto este que le vendrá muy bien en Asturias-. En lo del aborto, no hay gaita que valga. Toca palo y tentieso. Bien por el arzobispo de Oviedo. No todos los obispos saben escribir así y yo diría que tampoco hace falta. Es bueno que la Iglesia aproveche el don que Dios le ha dado a don Jesús.
Luis Fernando Pérez
13 comentarios
LF:
Sí, son centenares de miles al año. Aunque podríamos decir centenares al día.
Quizás los laicos debemos animar a nuestros pastores a que dejen de orballar en este y en otros tantos temas.
Es muy triste, pero es un hecho que en la mayoría de las parroquias la táctica de la Iglesia es camuflarse con el paisaje social, o con el sentir de los cabecillas laicos de la parroquia, que en muchos casos quieren, no solo orballo finísimo, sino buen tiempo, días soleados y mirar para otro lado.
Pero la Verdad de Cristo no es un menú a la carta, es la Verdad, y no es la Iglesia la que se tiene que acomodar a un sentir particular de los fieles, sino que somos nosotros los creyentes los que debemos asumir e interiorizar la Verdad única e irrefutable hasta las últimas consecuencias.
Tanto orballo está convirtiendo a nuestra Iglesia en un lodazal impracticable.
-8333 abortos al mes
-277 abortos al día
-11 abortos por hora
-1 aborto cada 6 minutos (más o menos)
Yo espero que no le estalle nada en la cara al obispo.
El Orvallo es la lluvia menuda y fina que cae blandamente ( ámbito en España : Asturias, Galicia, País Vasco, León ).
El Blogger nos escribe sobre. " .... lo del orvallo se le queda corto. De él se obtienen rayos, centellas, relámpagos y pedrisco".
Muy desafortunada comparación.
El orvallo ( soy asturiano ) NO ES ESO.
El ORBALLO está a menudo relacionado con la suave y dulce niebla ( NADA de rayos y tormenta ), por ello en algunas partes de León se llama " orbajo " al rocío mañanero. La palabra apareció en el Diccionario de Autoridades con la grafía orbayo ("La lluvia menuda que cae de la niebla"); en 1884, la RAE adoptó la grafía orvallo.
Sinónimos: baharina, calabobos, cernidillo, chipichipi, chipichape, chirimiri, cilampa, garúa, llovizna, lluvia meona, marea, mollina, mollizna, páramo, sirimiri, tapayagua.
En ningún caso rayos y centellas.
Blogger el ORVALLO, es algo muy dulce y pacífico y NADA TORMENTOSO.
No se confunda. Los asturianos somos muy sensibles.
Atentos saludos.
Posdata: Y todo lo que dice el Obispo, está bien.
Son palabras muy bonitas.
Pero ni él, ni la santa Iglesia española ( CEE )EXCOMULGAN decididamente A NADIE como es su NECESARIA obligación ante tamaña, criminal y abominable acción como es la nueva e inícua ley del ABORTO. Editado...
Saludos.
Exactamente en ese sentido lo ha utilizado el autor del post. En sentido de suavidad y blandura, en alusión a lo claro y expedito que ha hablado el obispo,como todo lo contrario a lo que la palabra indica.
Creo que no se ha dado usted bien cuenta.
Monseñor, que no es bobo, cierto que no ha excomulgado a nadie por esto, más no crea que a pesar de sus rascapolvos le falta paciencia; que como Dios es paciente queriendo que todos nos salvemos así debe ser la Iglesia. Yo confío que si bien Monseñor Sanz no tiene un teléfono rojo para hablar con Dios tiene línea directa que sé es hombre de rezar o sea hablar con Dios.
Si tantos fueran excomulgados, imagínese la que se liaría cuando algunos sacerdotes y obispos estarían dispuesto a ignorar la sentencia; ¡menudo escándalo!
Se excomulga para que el individuo tenga lugar a que se arrepienta y vuelva no para cortarle la Salvación de Dios. Ya se ha pedido que no se de la Comunión a alguien que es lo mínimo de prudencia y ya sabe el resultado.
Y no se preocupe que rayos y truenos traerá este calabobo.
Y como buen asturiano, si me he equivocado pido claramente perdón. Lo he entendido muy MAL.
Gracias anticipadas por aceptar mis disculpas.
Pero en el gravísimo, bestial y criminal tema del ABORTO, con solo buenas palabras se consigue poco.
Hay que pasar a los hechos.
Tanta sangre derramada clama al cielo.
Hay que separar de la comunión de la Iglesia a los culpables de tanto asesinato abominable.
Saludos.
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LF:
En eso estamos de acuerdo. Pero es Roma quien puede cambiar el código de derecho canónico. No un obispo.
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