Nacho Arsuaga, apañados vamos si nuestra confianza la ponemos en el Partido Popular
Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír, hizo ayer unas declaraciones que, en mi opinión, no sólo son penosas para la causa provida, sino que ratificarán a muchos en la idea de que esa organización cívica está demasiado cercana al Partido Popular. Lo cual probablemente sea injusto pues, a pesar de las palabras de Arsuaga, yo pienso que HO no nació ni está para bailarle el agua a los populares, sino para concienciar a la sociedad española de la necesidad de movilizarse civilmente para defender una serie de derechos irrenunciables. Y ese objetivo lo está consiguiendo, siquiera en parte. Lo cual es muy loable.
Ahora bien, resulta realmente alucinante que cuando existen partidos verdaderamente provida -y no pienso dar siglas porque son conocidas por mis lectores-, Hazte Oír y/o Derecho a Vivir ponga su confianza en aquellos que no han movido un repajolero dedo para poner fin a la cultura de la muerte en España. El Partido Popular es tan abortero como el PSOE aunque intente disimularlo más. Su presidente, Mariano Rajoy, dijo en “Tengo una pregunta para usted” de Televisión Española, que estaba la mar de feliz con la ley que permitía más de cien mil abortos al año. Por tanto, cuando el señor Arsuaga confía en que el PP derogue la actual ley, ¿cómo puede decir que eso supondrá el restablecimiento en España del derecho a nacer? ¿es que acaso se cree el PP volverá a declarar el aborto como delito en toda circunstancia?
No seamos ingenuos. Con el actual sistema partitocrático, mientras no haya una partido verdaderamente provida en el Parlamento, la causa de los no nacidos está perdida. Eso lo saben todas las organizaciones cívicas que defienden la cultura de la vida pero no se atreven a reconocerlo, no sé si por convencimiento de que el mal menor arreglará algo, por cobardía o por otro tipo de intereses inconfesables. Pero la realidad es terca como una mula. Dudo muchísimo que el PP cambie una sola ley de ingeniería social aprobada por el PSOE. Y en relación a la del aborto, si las cosas las van a dejar como estaban, poco ganaremos. Y si un movimiento cívico se conforma con eso, está haciendo el primo, por no decir otra cosa más gorda, de manera bastante patética.
En varias ocasiones he propuesto la creación de una plataforma electoral basada en los principios no negociables marcados por el siguiente manfiesto:
MANIFIESTO DE LOS VALORES NO NEGOCIABLES
Al firmar este documento queremos manifestar nuestro común acuerdo en la defensa de los siguientes valores “no negociables":
1. VIDA. La persona es sagrada e inviolable, desde la concepción hasta la muerte natural.
2. FAMILIA. La familia nace del compromiso conyugal. El matrimonio es un voto, en el que un hombre y una mujer hacen donación de sí mismos y se comprometen a la procreación y el cuidado de los hijos.
3. LIBERTAD DE ENSEÑANZA. Los padres tienen el derecho y el deber de educar a sus hijos. Son ellos -no el Estado, ni los empresarios educativos, ni los profesores- los titulares de ese derecho.
4. BIEN COMUN. El Estado está al servicio de la sociedad y no al revés. El papel de la autoridad es ordenar la comunidad política no según la voluntad del partido mayoritario sino atendiendo a los fines de la misma, buscando la perfección de cada persona, aplicando el principio de subsidiariedad y protegiendo al más débil del más fuerte".
Estos principios básicos para la actuación coherente del cristiano en política han sido denominados “no negociables” por el Papa Benedicto XVI y enumerados de esta manera: “…el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas” (*)
No podemos, por coherencia, colaborar con partidos políticos que no respeten y defiendan de forma inequívoca estos principios, aunque, dejando a salvo estos valores no negociables, cada candidato y elector es libre de adoptar la actitud política que desee y de secundar las iniciativas públicas que considere más convenientes, en ejercicio de su libertad inalienable.
Por consiguiente animamos a asociaciones, instituciones, organizaciones religiosas, laicas, sindicatos y partidos políticos a defender estos principios no negociables.
Pedimos a los electores que en las próximas elecciones den su apoyo a los partidos que apuestan por LOS VALORES NO NEGOCIABLES con el objetivo inmediato de conseguir que dichos valores empiecen a estar bien representados en las instituciones parlamentarias.
España, febrero de 2009.
Que alguien me diga una sola razón para no apoyar algo así. Porque yo creo que hay muchas para no apoyar, siquiera indirectamente, la idea de que la victoria del PP va a cambiar algo en este país en esos temas que tanto nos preocupan a unos cuantos cientos de miles de españoles (puede que millones).
Desde dentro del actual sistema, la legislación provida y profamilia sólo será realidad si se consigue impulsar, al margen del PP, una formación política, en forma de partido o de plataforma electoral, que se convierta en bisagra para un posible gobierno. En otras palabras, hay que crear una UPyD que defienda nuestros valores y los sepa llevar allá donde reside la soberanía popular. Mientras no logremos tal cosa, políticamente seremos irrelevantes. Y si es eso lo que quieren desde determinados movimientos cívicos, habrá que empezar a pensar que no sirven a lo que dicen servir sino a algo muy poco edificante.
Luis Fernando Pérez



