17.03.17

Los malos cristianos y la Ciudad de Dios de San Agustín

En su libro titulado “La Ciudad de Dios”, San Agustín nos alerta del hecho de que hay ciudadanos que son de la ciudad del mundo que se encuentran infiltrados dentro de la Iglesia. Se trata de cristianos falsos que atacan el misterio de la Encarnación. Un misterio de iniquidad que lucha por la destrucción del orden de la gracia y que se ejerce con muchísimo poder dentro de la Iglesia. Como un abismo de tinieblas que lucha en el interior de cada hombre concreto.

Leer más... »

10.03.17

Antagonismo entre las dos ciudades de San Agustín

San Agustín nos presenta dos ciudades: la ciudad del mundo que busca el amor de sí y la ciudad de Dios que busca el amor de Dios. Estas dos ciudades producen una tensión que corresponde a los dos amores antagónicos. Por una parte, el amor santo que tiende a la comunión en Dios, que es émulo de Dios, que es tranquilo, pacífico… Y por otra parte el otro amor inmundo individual que busca el bien a partir de la dominación, que es violento, sedicioso… De suerte que al convivir los dos se genera una tensión en el mundo. Por eso dice San Agustín: “de aquí procedieron dos ciudades entre sí diferentes y contrarias, porque unos vivían según la carne y otros según el espíritu”.[1] Los que viven según la carne han sido producidos por la naturaleza corrompida por el pecado, mientras los ciudadanos de la ciudad celeste han sido engendrados por la gracia que libera a la naturaleza del pecado.[2] La lucha entre Caín y Abel pone de manifiesto esa enemistad entre las dos ciudades que son: la de Dios y la de los hombres.[3]

Leer más... »

3.03.17

Los dos pueblos de las dos ciudades de San Agustín.

San Agustín, siguiendo a San Pablo nos enseña que, así como Cristo es la cabeza de la Ciudad de Dios y el demonio es cabeza de la ciudad terrena, del mismo modo hay dos pueblos: el de los hombres que ponen su fin en la tierra esperando todo de ella, y el de los hombres que todo lo esperan del espíritu. Los que tienen su corazón en la tierra y los que lo tienen en las cosas del cielo.

Leer más... »

23.02.17

Las dos ciudades de San Agustín tienen dos cabezas.

La Ciudad de Dios que tiene como fin a Dios mismo y la ciudad terrena que tiene como fin el mundo, no están acéfalas sino que tienen respectivamente su cabeza. Análogamente al modo como la cabeza de un cuerpo gobierna a todos sus miembros desde dentro, Cristo es cabeza de la Iglesia y ordena a sus miembros a Sí mismo. Pero análogamente a como un general dirige a un ejército hacia un fin, el demonio es cabeza de los que rechazan a Dios. En efecto, aunque el demonio no puede establecer un dominio interior sobre los malos, los gobierna exteriormente y los tiene sujetos a sí mismo.[1]

Leer más... »

14.02.17

Bioética para el siglo XXI

Centro de Estudios e Investigaciones de Bioética (CEIB)

Conferencia del 29 de junio de 2016 en la Universidad Panamericana

Guadalajara Jalisco, México

 

Dada la evidente relevancia de los problemas relacionados con la vida en el mundo actual y la urgencia de soluciones que eviten lo que en ámbitos científicos, políticos, religiosos, etc., se ha vislumbrado como una catástrofe, he pretendido presentar en esta breve exposición un panorama muy general sobre la Bioética en su aspecto histórico y en su importancia en esta primera mitad del siglo XXI. De modo que esta exposición panorámica comprende un resumen muy sucinto de la historia de la Bioética, la naturaleza de la Bioética, es decir, qué es y su importancia en el presente siglo. Para lograr este objetivo he reflexionado sobre la trayectoria histórica de esta disciplina, deduciendo algunas conclusiones, que me parecen relevantes, para ubicar la Bioética en el lugar que le corresponde como disciplina fundamental en el contexto en que nos encontramos.

Leer más... »