...y en desacuerdo con Monseñor Camino

He leído un artículo de Monseñor Camino, publicado en Ecclesia Digital, sobre el diario El País. En él, Don José Antonio analiza muy acertadamente uno de los muchos casos en los que ese periódico ofrece una información errónea, disparatada y malintencionada sobre la Iglesia, sus santos y su doctrina. Como conclusión, dice Monseñor Camino que El País “debería buscarse mejores consejeros en materia religiosa”. Y, a juicio de este cavernícola, se equivoca.

El País no está mal aconsejado en religión. Al contrario, yo diría que tiene muy buenos asesores en materia de religión. Como le importa el asunto y puede pagar buenos asesores, los tiene. Y hacen un trabajo estupendo.

Eso sí, no podemos olvidar algo fundamental para juzgar la valía de esos asesores, un hecho evidente para cualquier lector, sea cual sea su ideología: lo que quiere El País en materia de religión es poner todos los medios posibles para acabar con la religión. Y muy especialmente con el catolicismo. Y los consejos, artículos, noticias y actuaciones de esos consejeros en materia religiosa van encaminados siempre a ese fin. No hay que juzgar esas actuaciones, porque el propio El País no lo hace, desde el punto de la verdad, la coherencia, la pertinencia o la justicia. Hay que juzgarlas desde el daño que puedan hacer a la Iglesia, porque ésa es su finalidad.

Mirada desde ese punto de vista, la labor de sus consejeros es estupenda. Todo vale para perjudicar a la Iglesia: cuando la verdad es políticamente incorrecta, se usa la verdad, y, cuando no lo es, se deforma esa verdad o se inventa otra cosa. Cuando los católicos son antipáticos o no se expresan bien, se resaltan sus declaraciones y, cuando no sucede así, se buscan como sea pseudo-católicos que estén dispuestos a denigrar a su Madre. Si algo va en contra de la Iglesia, por anodino, común o irrelevante que sea, se considera noticia y se le saca todo el jugo posible.

El resultado es que en la mente de sus lectores se va sembrando día tras día con el odio a la Iglesia, que antes o después dará sus frutos. Incluso cuando los lectores son católicos, esos ataques constantes terminan por afectarlos, como el agua que termina por horadar la piedra. En conclusión, ¡ojalá no fueran tan eficientes esos asesores en materia religiosa!

Arqueológico Brutote

2 comentarios

  
Emilio
Estoy solo tratando de hacer pedasitos un País. ¿Dónde estáis escondidos?
22/07/10 11:32 AM
  
antonio grande
La soluciòn la tengo yo y la practico desde siempre: Jamàs leo ni menos compro ese diario.
24/07/10 5:12 PM

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