InfoCatólica / Caritas in Veritate / Archivos para: Septiembre 2015

29.09.15

(97) San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia celestial, y protector de la Iglesia

En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. (Dan.12, 1)

Smiguelcuzqueños.xviiA veces corremos el riesgo de enturbiar la mirada, y quienes vivimos en medio del mundo, aunque sepamos que Nuestra batalla no es contra la carne y la sangre sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que están en el aire” (Ef 6, 12-13), frecuentemente olvidamos acudir a quienes llevan la delantera del Combate, honrando fervientemente a los santos ángeles y arcángeles.

Es de desear que nuestro celo por la pureza de la doctrina nunca deje de lado el cuidado de la piedad genuina, y por eso no quisiera dejar de llevar hoy a los pies de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, la atención de nuestros lectores. ¡Qué fuente de consuelo, de fortaleza y de gozo es su culto y alabanza! ¡Qué preciosas y contundentes, como marcha triunfal, las letanías con que la Iglesia nos enseña a invocarlos!

- Santa Brígida,  en uno de sus éxtasis al visitar la gruta de San Miguel Arcángel (aquí breve video de la gruta) oyó un canto angélico que culminó con una dolorosa y profética visión de la decadencia de su culto:

Leer más... »

16.09.15

(96) Nuestra Señora de las Lágrimas

DolorosaUna y otra vez, cuando miramos a nuestro alrededor y nos oprimen el pecho muchas situaciones desgraciadas, muchas tormentas y desvíos, muchas cruces que se alzan en lo alto del Calvario de la Iglesia, surge la misma pregunta: ¿qué hacer?… gritar, llorar, correr… Las respuestas serán variadas, según lo que Dios haya dado a cada uno, pero hay una actitud que es irrenunciable, porque Nuestra Señora nos la señala, inquebrantable:

Estaba la Dolorosa

Junto al leño de la Cruz,

¡Qué alta palabra de luz!,

¡Qué manera tan graciosa

De enseñarnos la preciosa

Lección del callar doliente!

Tronaba el cielo rugiente,

La tierra se estremecía.

Bramaba el agua…María

Estaba, sencillamente.

(J. María Pemán)

Leer más... »