(92) Sobre algunas concepciones del Anticristo (p. L. Castellani)

antic1Recuerda Mons. Juan Straubinger en su edición del Nuevo Testamento que el Apocalipsis era, en tiempos de fe viva, un libro de cabecera de los cristianos, como lo era el Evangelio. Para formarse una idea de la veneración en que era tenido por la Iglesia, bastará saber lo que el IV Concilio de Toledo ordenó en el año 633: “La autoridad de muchos concilios y los decretos sinodales de los santos Pontífices romanos prescriben que el Libro del Apocalipsis es de Juan el Evangelista, y determinaron que debe ser recibido entre los Libros divinos, pero muchos son los que no aceptan su autoridad y tienen a menos predicarlo en la Iglesia de Dios. Si alguno, desde hoy en adelante, o no lo reconociera, o no lo predicara en la iglesia durante el tiempo de las Misas, desde Pascua a Pentecostés, tendrá sentencia de excomunión” .(Enchiridion Biblicum Nº 24). El momento está cerca: esto es, el de la segunda Venida de Cristo. Véase 22, 7 y 10; 1 Co. 7, 29; Fil. 4, 5; Hb. 10, 37; St. 5, 8; 1 Jn. 2, 18. Si este momento, cuyo advenimiento todos hemos de desear (2 Tm. 4, 8), estaba cerca en los albores del cristianismo ¿cuánto más hoy, transcurridos veinte siglos?”

Hoy sabemos, lamentablemente, que si algo brilla generalmente por su ausencia en la predicación y catequesis, son los artículos del credo referidos a los últimos tiempos. Gracias a Dios, no obstante, muchos esperan sinceramente la segunda venida de Jesucristo, pero con penosa frecuencia se pasa por alto que ésta no sobrevendrá tras un grado óptimo de paz y desarrollo mundial, en una “primavera universal", sino todo lo contrario. No es que uno sea “aguafiestas", sino que la verdad es lo que enseña claramente el Catecismo de la Iglesia Católica:

677 La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8) en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal (cf. Ap 20, 7-10) que hará descender desde el cielo a su Esposa (cf. Ap 21, 2-4). El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio final (cf. Ap 20, 12) después de la última sacudida cósmica de este mundo que pasa (cf. 2 P 3, 12-13).

La segunda venida de Nuestro Señor será precedida por la conversión de Israel, (Mt 23,39; Hch 3,19-21; Rm 11,11-36), y también por grandes tentaciones, tribulaciones y persecuciones (Mt 24,17-19; Mc 14,12-16; Lc 21,28-33).

Sobre la “ültima prueba de la Iglesia", señala el Catecismo que

675 (…) deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el “misterio de iniquidad” bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).

676 Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839), sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, “intrínsecamente perverso” (cf. Pío XI, carta enc. Divini Redemptoris, condenando “los errores presentados bajo un falso sentido místico” “de esta especie de falseada redención de los más humildes”; GS 20-21).

Cada vez en más naciones, se va haciendo evidente que la fidelidad es sinónimo de martirio, ya sea éste cruento o incruento, debido a una proliferación de errores como jamás se ha visto en la historia.

Por eso es sumamente grave y peligroso, dejar de predicar estos misterios, y esta esperanza nuestra, que pasa inexorablemente a través de la Cruz. Y toda vez que se pretende cifrar la salvación en los empeños del hombre para abolir la cruz de nuestras vidas, es preciso que reaccionemos. ¿Qué otra cosa son, si no, los numerosos silenciamientos de la verdad, con la pretendida excusa de lograr la “armonía universal”? Y habrá que insistir, entonces, en que el silencio es contra el Verbo.

Dice el p. Castellani acerca de esos últimos tiempos:

«El Anticristo reducirá a la Iglesia a su extrema tribulación, al mismo tiempo que fomentará una falsa Iglesia. Matará a los Profetas y tendrá de su lado una manga de profetoides, de vaticinadores y cantores del progresismo y de la euforia de la salud del hombre por el hombre, hierofantes que proclamarán la plenitud de los tiempos y una felicidad nefanda. Perseguirá sobre todo la predicación y la interpretación del Apokalypsis; y odiará con furor aun la mención de la Parusía. En su tiempo habrá verdaderos monstruos que ocuparán cátedras y sedes, y pasarán por varones píos, religiosos y aun santos, porque el Hombre del Pecado tolerará y aprovechará un Cristianismo adulterado»  (El Apokalipsis de San Juan, cuad. III, visión 11).

Cuanta más confusión respiremos, entonces, con mayor firmeza habrá que atender la exhortación de San Pablo, para no perder el rumbo definitivo:

 «Estad atentos, pues, no sea que se emboten vuestros corazones por el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, y de repente, venga sobre vosotros aquel día, como un lazo; porque vendrá sobre todos los moradores de la tierra. Velad, pues, en todo tiempo y orad, para que podáis evitar todo esto que ha de venir, y comparecer ante el Hijo del hombre» (Lc 21,34-35).

«Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios; pensad en las cosas de arriba, no en las de la tierra» (Col 3,1-2).

El Santo Cura de Ars nos exhorta: «consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo. Por esto, nuestro pensamiento debe estar siempre orientado hacia allí donde está nuestro tesoro» (De una catequesis sobre la oración).

Y por amor de Dios, no nos dejemos engañar: no desatiende las cosas de aquí abajo, ni el orden de la caridad, quien mira hacia el último fin. Ni es “cosa de viejos y monjas” el mirar hacia Allá, sino por el contrario, cuantas más responsabilidades temporales recibamos, más clara habrá de estar la “hoja de ruta”, para servir de faros de nuestros hermanos, buscando los medios más aptos para llegar a ese Fin en todo momento y lugar. No ha sido otra la enseñanza de la Iglesia a través de Concilios y de santos, y no ha de ser otra la que recibamos hoy como auténticamente católica.

Cuanto menos se piensa en el fin, por el contrario, más fácilmente será caer en torpezas, tropiezos, guerras y herejías. Más hallaremos, entonces, multitud de propuestas estériles, caza-bobos.  Sólo la mirada al Fin Último nos dará la lucidez y el coraje para afrontar los tiempos en que Dios nos ha dado vivir.

Por eso creemos que estos párrafos del p. Castellani que seleccionamos a continuación, vienen muy bien para colocar algunos puntos en su sitio acerca de lo que esperamos -o no-, y sobre lo cual, en última instancia, debemos hablar a nuestros hijos, para que ni ellos ni sus hijos caigan en la tramposa ilusión de que el “cielo y tierra nueva” llegarán por el avance de la técnica, ni por la custodia celosa de las urnas democráticas. Un repaso de las diferentes concepciones del Anticristo que aquí se mencionan, puede ayudar a discernir ciertos signos de los tiempos, poniéndolos siempre en paralelo con la fe de la Iglesia. Por de pronto, es bueno conocerlas, para no esperar que sólo Hollywood se encargue de ilustrarnos sobre estos temas.  A ver si un buen día nuestros descendientes se despiertan felices, celebrando estúpidamente con suelta de globos y fuegos artificiales, el reinado del Anticristo, porque no les hemos hablado suficientemente claro, transmitiendo la fe que profesamos…

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 Mis palabras no pasarán (sobre el estilo profético):
El mundo actual está ansioso de profecía. Ante los desastres y las amenazas de esta época catastrófica, es natural que todos queramos saber lo porvenir. El que no sabe adonde se dirige, no puede dar un paso. ¿Adonde va el mundo?, claman todos.A esta hambre actual de profecía se le propinan profecías falsas. Es menester dar la buena profecía, que para eso la tenemos.(…) Las revistas argentinas Maribel, Mundo Argentino, El Hogar, ofrecen con asiduidad las profecías de Nostradamus, de la Gran Pirámide, de Madame Thébes, del abad Malaquías… Algunos católicos sin mucha teología se dedican temerarios a espigar profecías privadas en el campo peligroso de los libros devotos.Hay que dar, pues, la gran profecía primordial, la profecía escatológica de Jesucristo, de San Pablo, del Apokalypsis de San Juan.Este mundo terminará. Su término será precedido de una gran apostasía y una gran tribulación. A ellas sucederá el advenimiento de Cristo, y de su Reino, el cual no ha de tener fin.  Estas profecías están contenidas primeramente en el llamado sermón esjatológico de Nuestro Señor, que está en los tres Sinópticos: San Lucas XVII, 20; San Mateo XXIV, 23; y San Marcos XIII, 21. 

De este sermón de Cristo, cuyo eco son los pasajes esjatológicos de Pablo y Pedro, y la gran revelación de Juan, hace la impiedad contemporánea su argumento principal contra la Divinidad de Cristo. Pretenden, en efecto, que Cristo se equivocó y engañó a sus Apóstoles creyendo que el mundo se acababa entones mismo, cuando El predicaba, o muy poco después. Esgrimen exactamente la frase que en labios de ellos pone San Pedro: “Falló la promesa relativa a la Segunda Venida.” Luego, Cristo -dicen- no es lo que El dijo. La palabra en que se apoyan principalmente es la siguiente: “En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todas estas cosas sean hechas. 

El cielo y la tierra pasarán, pero mi palabra no pasará (Mc.13,30).Es un solemne juramento de Jesucristo que parecería fallido. Se equivocó Cristo, entonces. Pero esta precisión misteriosa del tiempo contiene precisamente la clave de la interpretación profética.Toda profecía se desenvuelve en dos planos y se refiere a la vez a dos sucesos: uno próximo, llamado typo, y otro remoto, llamado antitypo. ¿Cómo podría un profeta describir sucesos lejanísimos, para los cuales hasta las palabras faltan, a no ser proyectándolos analógicamente desde sucesos cercanos?  

El profeta se interna en la eternidad desde la puerta del tiempo y lee por trasparencia trascendente un suceso mayor indescriptible en un suceso menor próximo; en el modo que existe también analógicamente en los grandes poetas.De la manera que Isaías describe la redención de la humanidad en la liberación del cautiverio babilónico, y San Juan la Segunda Venida en la destrucción de la Roma étnica, así Cristo el fin del mundo en la caída de Jerusalén y en la dispersión milenaria del pueblo judío.

Eso justamente le preguntaron los Apóstoles, creídos que las dos cosas habían de ser simultáneas. Al decirles, saliendo del Templo, que de él no quedaría piedra sobre piedra, pensaron en el fin del siglo, y le interrogaron: “¿Cuándo será esto y qué señal habrá de tu triunfo y de la conclusión del siglo?”. Cristo, sin desengañarlos de su error, entonces inevitable, respondió a la vez a las dos preguntas y describió en un mismo cuadro pantografiado la ruina de la Sinagoga, que era el final de una edad, y el final de todas las edades, o, como ellos decían, “la consumación del evo”.

“Esta generación” significa, pues, a la vez los Apóstoles allí presentes con referencia al typo, que es el fin de Jerusalén; y también la descendencia apostólica y su generación espiritual con referencia al antitypo, el Fin del Mundo. Los Apóstoles vieron el fin de Jerusalén, la Iglesia verá el fin de Roma.De esta manera la objeción racionalista ha servido de ocasión para estimular y para iluminar la interpretación católica, ahora en posesión de la llave de la exégesis.(…)

EL ANTICRISTO

-Las Dos Bestias

Cuando la estructura temporal de la Iglesia pierda la efusión del Espíritu y la religión adulterada se convierta en la Gran Ramera, entonces aparecerá el Hombre de Pecado y el Falso Profeta, un Rey del Universo que será a la vez como un Sumo Pontífice del Orbe, o bien tendrá a sus órdenes un falso Pontífice, llamado en las profecías el “Pseudoprofeta”.

Léase bien este parágrafo: no dice que la Iglesia perderá la fe, como tampoco la Sinagoga había perdido la fe del todo cuando la Primera Venida. “En la cátedra de Moisés… Haced, pues, todo lo que os dijeren…” La Gran Apostasía predicha por Cristo y San Pablo puede entenderse, sin exageración, de una manera ortodoxa.Poco ha, el Presidente Truman y el Rey de Inglaterra decretaron el Día de Acción de Gracias a Dios, porque les concedió la victoria en esta guerra, como era su deber concedérsela, desde el momento que peleaban por Dios mismo, como antes habían ellos mismos infaliblemente definido ex cathedra.  Si esto no es ejercer funciones de Sumo Pontífice a la vez que de reyes, que venga Dios y lo diga. Ahora bien, así será también en el Fin del Tiempo, pero en forma mucho más universal y compulsiva, cuando aparezcan la Bestia del Mar y la Bestia d e la Tierra.  El Anticristo será a la vez una corporación y una persona individual que la encarnará y gobernará:

1. Una corporación, porque eso dice la definición que de él formula San Juan (I Jn.4,3) , a saber, “spiritus qui so lv it J esum ”, “espíritu de apostasía”: y decir un espíritu es decir un modo de ser que informa a cantidad de personas.

2. Un individuo, porque San Pablo (II Tes. 2, 3-4) lo llama: “el hombre de pecado, el inicuo, el hijo de la perdición, que contraría y se levanta contra todo cuanto se dice Dios o culto, hasta llegar a sentarse en el templo de Dios; presentándose como Dios”.

Este último texto es imposible de aplicar a un cuerpo colegiado de individuos, como la masonería o el filosofismo del siglo XVIII. Lacunza (La Venida del Mesias en Gloria y Majestad, tomo II, sección I)  intenta acomodarlo con innegable habilidad, pero inconvincentemente. Como todo investigador genial, Lacunza camina flechado siempre a su propia intuición, sin mirar nada fuera de ella. 

Lacunza abogó reciamente la tesis de que el Contracristo no será un hombre particular, sino un cuerpo moral con unidad de doctrina y ánimo apostático; tesis que tiene antecedentes patrísticos; fue exagerada por los protestantes; y es común en los exegetas modernos (por ej. véase Hallo: L’Apocalipse). Le daba en rostro a Lacunza, con razón, la especie de novela exegética que la baja antigüedad nos había trasmitido acerca del gran Emperador Judío , de la tribu de Dan, que reinará en Babilonia o en Jerusalén, destruirá Roma y gobernará el mundo; de cuya historia escribió Maluenda un centón voluminoso, imaginativo y pintoresco, y Leonardo Lesio un interminable tratado.

A la pregunta ¿hombre o espiritu? podemos responder: que el Anticristo será un hombre y una persona determinada, Cornelio Alapide, en II Thessal., 11, 3, lo da como cierto, y aun de fe; que también será un cuerpo social, un ente colectivo, un espíritu objetivo, nos parece actualmente también cierto, por las razones aducidas.

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- El Anticristo de la leyenda

antic3El Anticristo es el mayor misterio de la historia humana y la clave de su metafísica. No es de extrañar que atraiga poderosamente la atención de los curiosos, y que los breves y oscurísimos textos que de él tenemos no basten a la curiosidad de los exegetas fantasiosos, entre los cuales hay que contar algunos grandes nombres, como el Ambrosiaster. Se dieron a recoger cuanto texto sacro aludía de cualquier modo al perverso y al apóstata (“el hombre apóstata mueve de boca, guiña del ojo y da del pie”, en el Libro de los Proverbios, VI, 12-13), cuanta coincidencia venía a pelo (como la omisión de Dan entre las tribus de Israel en Apokalypsis, VII, 5, y su apoyo de “sierpe en la senda” en el Libro del Génesis, VII), cuanta figura de Rey Persecutor había en la Escritura o en los anales. Y con estos datos, mezclados a revelaciones privadas o a simples imaginaciones, compusieron una novela más o menos pía, no muy desemejante a algunos de los apókrypha del Nuevo Testamento.

El Anticristo sería un judío, de la tribu de Dan, hijo de una conversa judía monja ¡y de un obispo! … cuando no del demonio directamente. No tendría ángel de la guarda. Nacería con dientes y blasfemando. Adquiriría con rapidez fantástica todas las ciencias. Satán sería su compañero permanente…, etcétera, etcétera. 

Los comentaristas complacientes describieron su corte, sus conquistas, sus ejércitos, sus mujeres, sus maldades felinas y serpentinas, sus prodigios mágicos, de los cuales uno sería elevarse en los aires para imitar la Ascensión del Señor, el cual lo sopla de golpe y lo manda de cabeza abajo ( “interficiet spirituoris sui”).  En suma, prepararon las vías a la novela de Hugo Wast Juana Tabor- 666, la cual por lo menos profesa ser solamente novela, y no es mala novela del todo; ciertamente se lee más fácil que el libro de Maluenda, que es una aburrida novela con máscara de exégesis.

Bossuet, seguido por Calmet y otros, en su sistema que explica el Apokalypsis con la historia de los primeros siglos de la Iglesia -no suyo propiamente, sino tomado de la escuela española de Mariana y Luis de Alcázar, y después saqueado por Renán-, identifica al Anticristo con Diocleciano, el último perseguidor, al cual computa en 666, poniendo en cifras romanas las letras del nombre Diocles Augustas.   Pero Bossuet, a quien debemos la elucidación convincente y la vulgarización del typo del Apokalypsis, advierte sabiamente que él no excluye de su sistema “quelqu ’autre sens caché”: es decir, que deja abierto lugar para el antitypo; o sea, el sentido anagógico, trascendental y principal de toda profecía.   Eso es lo que suprimió Renán, que convierte el último libro de la Biblia en una mera crónica poética, y, por cierto, crónica delirante y fraudulenta (…)

- El Anticristo histórico

El bajo Medio Evo vio al Anticristo en Mahoma; y no dejó de calcular por supuesto el 666 con las letras de su nombre, charada nada difícil. El terrible peligro que el imperio mahomético representó para la Cristiandad y aquel problema histórico del cual en un momento dado no se veía ninguna salida, explica esta apropiación. Y es cierto que Mahoma representa uno de los precursores y figuras del Hijo de Perdición, una de las cabezas de la Bestia Bermeja: a nuestro parecer, la Segunda Bestia de Daniel, el Oso.

El sentir común de los escritores eclesiásticos, culminando hoy día en Hilaire Belloc con sus Las Cruzadas y Las Grandes Herejías, sostiene esta conjetura y da pie para otra algo más aventurada, pero no temeraria, que apunta el mismo Belloc en el primero de esos libros, a saber: que el Islam puede renacer como Imperio Anticristiano más poderoso y temible que antes, a manera de aquella cabeza de la Bestia Bermeja que fue herida de muerte y resurgió en los últimos tiempos, con asombro de todo el universo. Profecía que está duplicada en San Juan y en Daniel. No hay razón ninguna para que esto sea imposible; y hay razones para que no vaya muy descaminado.

El 3-4 de marzo de 1945 se formó silenciosamente en Egipto la Liga Arabe. En 1823, el profundo e inspirado escritor eclesiástico conde Josef de Maistre predijo en forma vaga las catástrofes actuales apoyándose en este hecho teológico, que él dilucida con singular sutileza: el protestantismo -dice- vuelto sociniano, desechada la divinidad de Cristo, se ha tornado ni más ni menos que mahometismo, tanto en su dogma -cosa manifiesta en aquel tiempo- como en su moral -patente en el nuestro; ver conferencia de Lambeth de 1928-. Lo cual significa para Occidente y su civilización el retiro súbdolo del cimiento religioso sobre el cual asentaba; o, mejor dicho, su adulteración sustancial.

El Occidente, pues, está hoy musulmanáo. (…).. El mundo moderno, hoy descristianizado, no difiere en nada esencial del mahometismo, a no ser por su atavismo cristiano, y por la resistencia desesperada de los fortines católicos aún en pie (Cfr. Chesterton, The Flying Inn, último capítulo).Y así el mahometismo resurgido será quizá cultural más que político; como las Bestias de Daniel, que representan culturas y religiones más bien que meros imperios políticos, los cuales están representados en la Estatua. 

Existe ya hoy día a plena luz el mahometismo cultural y religioso, que veía De Maistre en la descomposición del Protestantismo.Tomando por ejemplo los libros que documentan fidedignamente la mentalidad común de Yanquilandia, en lo que concierne la moral y la religión (como el Babit y el Elmer Gantry, de Sinclair Lewis, la veintena de novelas policiales difundidísimas de Erle Stanley Gardner o la ingeniosa obra maestra de Kenneth Fearing, The Big Clock), uno comprueba en forma contundente que ese pueblo vivaz, poderosísimo y temible no es amoral ni es inmoral, como lo tachan los resentidos de Sudamérica, sino que tiene realmente una moral y una religión, quizá más acremente afirmada que la golpeada moral católica de South America; pero que esa moral y esa religión corresponden rasgo a rasgo y punto por punto al mensaje de Mahoma y no al de Cristo.

antic4La misma comprobación se podría hacer con la literatura de los demás países protestantes; lo cual omito, por no incurrir en prolijo. La profecía de De Maistre se ha cumplido tanto en la Moral como en la Dogmática. A saber: creencia en un solo Dios inaccesible; supresión o falsificación de la mística; negación de la Encarnación y, en general, del misterio; naturalismo, antisacramentalismo, apelo a la emoción y la acción, socialización de lo religioso…

Todo esto en lo dogmático; mas en lo moral: poligamia, esclavitud, guerra santa, culto a la riqueza, energía bárbara de struggleforlifer… Me remito a todos los que conocen a Norteamérica.  La mentalidad actual del protestantismo degenerado es mahometismo cultural y religioso. Su cosmovisión o su mensaje actual no difieren esencialmente del Islam.

- El Anticristo protestante

El advenimiento del Protestantismo produjo una variación sustancial en la exégesis del Anticristo. Lutero aplicó la terrible etiqueta esjatológica al Papado, con lo cual es el primero que pone explícitamente en el tapete las dos tesis importantes -visibles en algunos Padres, como en Beatus de Liébana- de que:1) el Anticristo no es un hombre singular, sino una institución;2) la Iglesia fundada por Jesucristo puede corromperse, y de hecho se corromperá en los últimos días.Por supuesto, esta última tesis es muy delicada para un católico –véase la cautela con que la propone Lacunza-, y para muchos, omnímodamente nefanda.

Como la propone Lutero, es herética y contra la Escritura. Está ahí la gran promesa de Cristo sobre las Puertas del Infierno. La frase “Ecclesia de medio fiet ”, del primer comentor del Apokalypsis, San Justino Mártir, se debe interpretar en el sentido de una casi extinción, no de una corrupción.“Cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿creéis que hallará fe en la tierra?” (Lc. 18,8).

La exégesis protestante se encarnizó por más de un siglo contra el Papado, estribando fuertemente en la “interpretación del ángel” de la Visión 13 del Apokalypsis, o sea, la Visión de la Gran Ramera. Sin ninguna duda, la ciudad que el ángel allí designa es Roma. La evasiva necesaria de esta exégesis no tiene más remedio que referirla: o a la Roma pasada exclusivamente, o bien a una Roma futura, imaginaria y transformada; es decir, o bien a la Roma étnica, que San Pedro apellidó Babilonia, o bien a una Roma renegada, sede del Anticristo, que pudo imaginar, d’aprés Lacunza, Hugo Wast.Lacunza liberó una verdad prisionera del Protestantismo. Es sabido que el pretexto y zlpathos que sostuvo la somera armazón heterodogmática de Lutero y la más rígida de Calvino fue la corrupción de la Roma renascente y el mundanismo de la Roma papal; lo cual, es cierto, no eran meras calumnias, aunque tampoco era aquello que exageraban los vociferantes reformadores. 

Naufragado el dogma luterano (Cf. Bossuet: Histoire des Variations) y convertido en siniestro espíritu maniqueo de la sociedad capitalista el calvinismo, lo que queda hoy del Protestantismo no es más que ese pretexto y ese pathos que fuera antaño su recóndita alma.

De modo que Chesterton pudo definir el anglicanismo como una mezcla negativa de anticlericalismo y antirromanismo, o sea, orgullo racial nórdico y furor antisacerdotal.(…)  Lacunza ha liberado del horror de la soberbia protestante la amarga verdad de la parábola de la cizaña, que permanece mezclada al trigo sin poder ser arrancada ni por los ángeles hasta el fin del siglo. En esta cizaña tropezó Lutero, quien quiso arrancarla y la desparramó.

- El Anticristo de Lacunza

Lacunza fue un jesuita americano, versadísimo en la Escritura, de vida santa y asidua oración, a quien le tocó la hórrida suerte de la expulsión de América primero, y después la extinción total de su orden por Carlos III y el Papa Clemente XIV.  La impresión de esta catástrofe fue sin duda la que suscitó en su alma de cristiano nuevo la admirable intuición, inanulable por errores parciales, que forma el fondo de su obra La Venida d el Mesías en Gloria y Majestad, clásica en exégesis, honra de la ciencia americana, que nuestro Manuel Belgrano y su hermano el embajador hicieron publicar en Londres, por puro patriotismo “americano”, como decían entonces (1).

Lacunza juzgó que el Anticristo era el filosofismo del siglo XVIII, en lo cual no creemos haya errado mucho, como se verá en su lugar. Terriblemente resentido - et pour cause- en su corazón y horrorizado ante los pródromos de la Revolución Francesa; el Papa Benedicto XIV carteándose con Voltaire; y el licencioso cardenal de Bernis (Babetla Bouquetiére), hechura de Choiseul y amigo de la ramera Pompadour, intrigando en Roma, no vaciló en aplicar la terrible visión de la Meretriz Magna -ebria de vino sacrilego y entregada a los reyes de la tierra- a Roma; no la Etnica pasada, sino una Renegada futura, obtenida por prolongación de líneas de su Roma coeva; prolongación  que por suerte no se verificó.

Digo que al hacer esto -sin escándalo ni pasión de ánimo, antes con bastante humildad y prudencia- liberó una verdad evangélica cautiva de la teología protestante; porque rechácese, si place, su opinión de exegeta, no se puede negar la eficacia de su cirugía de apologeta.En efecto, al pobre protestante que no tiene más excusa de su escisión que “los escándalos terribles del pasado”, le contesta tranquilamente: “Eso no es nada al lado de lo que -puede- lleguemos a ver. Eso no es sino la cizaña del enemigo entre el trigo del paterfamilias, que más bien prueba que desprueba la institución divina de la Iglesia…” Es la retortio argumenti, la gallarda manera de argumentar del Rey de los Apologistas, el Africano. “¿Eso argüís? Pues, yo os concedo eso y estotro, que es mucho más; y en estotro está la clave de lo que os choca y ofusca…”. Es el método del De Civitate Dei contra los paganos.

El Anticristo es probablemente el filosofismo del siglo XVIII, prolongación de la seudorreforma protestante y precursor de esta nueva religión que vemos formándose hoy día ante nuestros ojos, llámese como se quiera (modernismo, aloguismo, antropolatría), que será sin duda la última herejía, pues no se puede ir más allá en materia de herejías.Y el Anticristo será también un hombre singular, dado que todo espíritu objetivo no existe ni actúa sino encarnado, y todo gran movimiento histórico suscita un hombre. Todo gran movimiento sociológico suscita y reviste una cabeza para ser formado. Eso es una ley histórica obvia, que expuso Carlyle en su Hero and Heroworship. Esta síntesis de la vieja tesis patrística del Anticristo personal con la anti-tesis lacunziana, es bien probable, por no decir cierta. Así pasan las cosas en la historia humana.

- El Anticristo artístico

Tal síntesis ha sido ilustrada por una parábola admirable del gran novelista y psicólogo inglés Roberto Hugo Benson, The Lord o f the World (2).  Es una de las obras maestras de la novelística inglesa, sin duda la mejor obra de su autor, un poema teológico de la categoría del Paradise Lost y el Pilgrim Progress. En ella el autor contempla la transformación del humanitarismo moderno en una religión positiva que en aquel su tiempo, año 1910, proponía el entonces líder socialista Gustavo Hervé, discípulo de Augusto Comte; y prolongando las líneas de la apostasía contemporánea, la encarna en un misterioso plebeyo de grandeza satánica, Juliano Felsenburg, orador, lingüista, estadista, quien consigue encaramarse fulgurantemente sobre el trono del mundo con el título de Presidente de Europa.Como es propio de la obra artística, ese retrato imaginario del Hombre de Pecado prescinde de todos los aspectos proféticos de la Parusía, menos uno; y gana así en concentración y en unidad, lo que tal vez pierde la obra Juana Tabor-666 de Hugo Wast, al abarcarlos todos.

El Anticristo será, pues, un Imperio Universal Laico unido a una Nueva Religión Herética; encarnados ambos en un hombre o quizá en dos hombres, el Tirano y el Pseudoprofeta.Por poco tiempo estas dos Bestias tendrán en sus manos el instrumento de extorsión y de persecución más gigantesco que ha existido: la mecánica maquiavélica y brutal de un Estado Internacional Cosmopolita.

Ese instrumento reproducirá línea por línea el sacrílego Imperio neroniano, que Juan tenía ante los ojos al escribir sus fulgurantes visiones.Todo este aparato del efímero y cruel triunfo del Príncipe de este Mundo destruirá el Señor Jesús con el fulgor de su advenimiento y con una sola de sus palabras, que matará al Rey sacrílego y aniquilará la doble Bestia.   Pero antes habrán pasado los Escogidos por el colador de la Tribulación Suprema, la cual desemboca en el Día del Juicio; que no será, probablemente, un día de veinticuatro horas, sino un largo período de tiempo, como los días de la Creación.

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 Notas:

(1) Lo dicho aquí acerca de Lacunza no representa justificación, ni siquiera defensa del escriturista navarro, sino una referencia crítica a su obra, tomada de don Marcelino Menéndez y Pelayo (…)  Los estudios de los críticos, encabezados por el gran Menéndez y Pelayo, prueban que la puesta en el índex del libro del navarro no afecta ni la ortodoxia ni la ciencia del autor, mas obedece a razones circunstanciales de escándalo para aquel tiempo; por ejemplo: las “durísimas y poco reverentes insinuaciones, acerca de Clemente XIV, autor del Breve de extinción de la Compañía de Jesús”, están hoy tan borradas, para el lector actual, que ni siquiera las descubre, si no está ya prevenido. Las otras razones muerden más bien el modo de exponer encendido y poco cauto, que la sustancia de la obra. Ellas se pueden reducir a esa especie de sabor judaizante, pues Lacunza se quiso hacer pasar por un rabino judío -no acertamos por qué- firmando Josaphat Ben-Ezra; siendo así que era un navarro, aunque quizá cristiano nuevo por línea materna.

(2) Posteriormente he leído una obra deste mismo tipo mucho más ceñida a la letra del Apokalypsis que la de Benson; a saber: Tres Dialogos (Drei Gespraeche, 1899-1900, Augewaelte Werke Erster Band, II, A. G. Verlag, Stuttgart, 1922) del místico ruso Wladimir Solovieff, escrita poco antes de su muerte en 1900; y mucho más profetica -aunque menos artística con respecto a este tiempo que la posterior obra del monseñor inglés.

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Para leer o descargar:

Sáenz, Alfredo s.j.: El Apocalipsis según Leonardo Castellani, Fundación Gratis Date, Pamplona, 2005.

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77 comentarios

  
Ramiro

V.G.: Muchas gracias por la corrección, Ramiro. Fue un error involuntario.
06/07/15 11:24 AM
  
Jordi
El tema no resuelto de los Mil Años
La cuestión de los Mil Años es una materia no resuelta por la Iglesia, pues indica claramente, desde un punto de vista literal, que después de vencidas las Bestias y el Anticristo en el primer apocalipsis, vendrá un período de paz de mil años con una serie de eventos extraordinarios, que indican que habrá una Tierra diferente y verdaderamente renovada, casi restaurada en el Edén, para que luego vuelva otra vez un segundo apocalipsis, más breve pero intenso, y una plena restauración del mundo, esta vez sin un tercer apocalipsis.
La literalidad es clarísima, y si se dice que es simbólico o espiritual, entonces también lo será todo el Apocalipsis. No se puede hacer un Apocalipsis en diferentes partes literales y simbólico-espirituales según el gusto de cada uno. Primero es estrictamente literal y luego, además, espiritual (simbólico, figurativo, moral):

20 1 Luego vi que un Ángel descendía del cielo, llevando en su mano la llave del Abismo y una enorme cadena. 2 Él capturó al Dragón, la antigua Serpiente –que es el Diablo o Satanás– y lo encadenó por mil años. 3 Después lo arrojó al Abismo, lo cerró con llave y lo selló, para que el Dragón no pudiera seducir a los pueblos paganos hasta que se cumplieran los mil años. Transcurridos esos mil años, será soltado por un breve tiempo.
4 Entonces vi unos tronos, y los que se sentaron en ellos recibieron autoridad para juzgar. También vi las almas de los que habían sido decapitados a causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios, y a todos los que no habían adorado a la Bestia ni a su imagen, ni habían recibido su marca en la frente o en la mano. Ellos revivieron y reinaron con Cristo durante mil años. 5 Esta es la primera resurrección. Y los demás muertos no pudieron revivir hasta el cumplimiento de esos mil años.
6 ¡Felices y santos, los que participan de la primera resurrección! La segunda muerte no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él durante mil años.
7 Y cuando se cumplan esos mil años, Satanás será liberado de su prisión. 8 Saldrá para seducir a los pueblos que están en los cuatro extremos de la tierra, a Gog y Magog, a fin de reunirlos para la batalla. Su número será tan grande como las arenas del mar, 9 y marcharán sobre toda la extensión de la tierra, para rodear el campamento de los santos, la Ciudad muy amada. Pero caerá fuego del cielo y los consumirá.
10 El Diablo, que los había seducido, será arrojado al estanque de azufre ardiente donde están también la Bestia y el falso profeta. Allí serán torturados día y noche por los siglos de los siglos.

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V.G.: Creo que si derivamos el post sobre esto, nos alejamos del fin del mismo. Baste sobre la cuestión del Milenarismo, tener en cuenta el exhaustivo artículo de Mons. Barriola: http://feyrazon.org/Barriolamile.htm

Y en cuanto a la acusación de Castellani como milenarista, he aquí su propia respuesta:
Otra cosa que es forzoso aclarar.
Hallamos en muchos autores, incluso “serios”, el aserto d que “el milenismo ha sido condenado”. O “lo será”. O “debe serlo”. Es falso. El milenismo carnal o “kilialismo” SI: ha sido condenado. ¿Dónde?
No hay ningún decreto Conciliar o Pontifical condenatorio dél, que nosotros sepamos. En la recopilación del Denzinger se nombra ciertamente a Kerinthos, pero no como milenista sino como negador de la divinidad de Cristo -como muchos judíos actuales, Kerinthos parece haber aceptado a Cristo como Mesías o Profeta, pero no como Hijo de Dios- en la condena a los Ebionitas (“Ebionem, Cerinthum, Marcionem, Paulum Samosatenum, Photinum… qui… Jesu Christum Dóminum Nostrum verum Deum ese negaverunt…) en el Decreto para los Jacobitas del Concilio de Florencia, 1483, Denz. 720.
Los que hubieren leído los 12 tomos del Mansi, si acaso han hallado la condena expresa del milenismo carnal, haríanos favor nos la indicando.
Pero el Kilialismo Kerenthiano está seguramente condenado en los escritos de los Santos Padres; en lo que llaman “el magisterio ordinario”. Ni una sola línea de las que escribió Kerinthos nos ha llegado; lo cual puede explicar la ausencia de condena expresa y formal. No conocemos propriis términis la herejía de Kerinthos.
Los santos padres se desencadenan contra ella, algunos con verdadera furia; por su afirmación de que habría bodas después de la resurrección (entre resurgidos); contra la afirmación del Evangelio; Lc. XX, 27.
El milenismo espiritual por el contrario no ha sido condenado, ni jamás lo será: la Iglesia no va a serruchar la rama donde está sentada; es decir, la Tradición.
Hubo hace poco dos decretos disciplinares para la América del Sur de una sacra Congregación Romana en que se prohíbe enseñar como “peligroso” (sin condenarlo como “erróneo”) una especie de milenismo. ¿Qué especie?
Aquel que sostiene que “Cristo reinara corporalmente en la tierra”, dice el primer decreto informativo al arzobispo de Chile; “visiblemente”, corrige el 2° decreto, extendido a toda la América del Sur (11-VII-1940 y 28-VII-1944).
La corrección del adverbio “corporáliter” sustituido por “visibíliter” es fácil de comprender. El alegorista que redactó el primer decreto no advirtió quizá que sin querer se condenaba a sí mismo. En efecto, los alegoristas o antimilenistas sostienen como hemos visto que el profetizado Reino de Cristo en el universo mundo es este de ahora, es la Iglesia actual tal cual. ¿Y cómo reina ahora Cristo en este reino? Reina desde el Santísimo Sacramento. ¿Está allí corporáliter? Sí.
Había que corregir rápidamente eso. Está pues prohibido enseñar en Sudamérica que Cristo reinará visiblemente desde un trono en Jerusalén sobre todas las naciones; presumiblemente con su Ministro de Agricultura, de Trabajo y Previsión y hasta de Guerra si se ofrece. Muy bien prohibido. Teología a la Fulton Sheen. “Teología para negros”, llama a esta fabula Ramón Doll. Con perdón de los negros.
Ningún Santo Padre milenista -y hay muchos, como hemos visto- o quier escritor actual serio, ha descripto así el Reino de Cristo. Simplemente no añaden nada de su cosecha, que sería temeridad, a lo que el Evangelista y los Profetas dicen; y ellos no dicen tal cosa.
Uno es libre de imaginar como quiera o pueda el futuro Reino; pero no de “enseñar” sus propias imaginaciones.
Yo no enseño “ni huno ni hotro, ch’amigo”: ni a Kerinthos ni a San Ireneo: tengo otras cosas que enseñar. (Con pesar me veo obligado a hablar de mí, porque una persona que enseña, y por cierto con (cierta) autoridad, me ha difamado enseñando autoritativamente que soy milenista.)
Quisiera ser San Ireneo de Lyon. No me da el cuero para tanto. No tengo talento suficiente para zanjar un problema tan difícil. Lo que en mi fuero interno para mí tengo, eso es cosa entre Dios y yo; que no le incumbe nada al desaprensivo difamador.
Dije arriba que la Iglesia NUNCA CONDENARA el milenismo espiritual; y he aquí mis razones:
La Iglesia enseña que las dos fuentes de la doctrina revelada son la Escritura y la TRADICION. La tradición de la Iglesia Primitiva (la más importante de todas) durante cuatro siglos por lo menos ha sido milenista. Aunque fuese una tradición “dudosa” (como dicen y no parece) la Iglesia Romana no se arriesgaría a condenarla; incluso por simple “política”; quiero decir, buen gobierno. Condenarla sería como guadañarse los pies queriendo guadañar la cizaña.
Los Protestantes niegan la Tradición como fuente autoritativa. Cuando estallo el gran movimiento de la Reforma, dos doctores protestantes, Dellaeus y Dedóminis, argumentaron contra la Tradición diciendo: la Tradición primitiva se equivocó, pues sostuvo el milenismo, el cual es falso, según la Iglesia romana deste tiempo. Si la Iglesia romana condenara el milenismo espiritual haría bueno el argumento de Dellaeus. Y ya no se podría saber seguro cuál cosa es “tradición” y cuál no era tradición.
Y tampoco se podría saber cierto cómo interpretar la Escritura; porque si todo el Cap. XX del Apokalipsi es “mishdrash”, o sea, puro mito o alegoría ¿por qué no lo será todo el Apokalipsi? ¿Y por qué no toda la Escritura, si vamos a eso? ¿Por qué no la resurrección de Cristo? ¿Por qué no su nacimiento partenogénico? Eso dicen hoy día los “Teólogos” modernistas y protestantes liberales. Dicen que son solamente símbolos o metáforas, no realidades.
Un último punto curioso deseo brevemente relevar: muchos de los actuales alegoristas, si no todos, son en el fondo milenistas carnales. En efecto, negando el postparusáico Reino de Cristo, se ven obligados a reponer el cumplimiento de las profesias en un futuro gran triunfo temporal de la Iglesia antes de la Segunda Venida; o sea, en una “Nueva edad Media” (ver Berdiaeff y también R. H. Benson en “The Dawn of All”) con el Papa como Monarca Temporal Universal, comandando ejércitos de alegres “jocistas” en bicicleta y camiseta sport… Coinciden con el sueño de la Sinagoga antes de la Primera Venida.
Coinciden también helás con la extraña visión de milenismo ateo de Carlos Marx; no menos que con las barrocas promesas de la muy extendida secta protestante judaizante llamada en Norteamérica “la Nueva Dispensación”. Son todos pájaros de la misma pluma.
Lo último de lo último que debieran (o no debieran) hacer, es tacharme a mí de “milenarista” como dicen ellos.
Tomado de la obra de: ALCAÑIZ S. J. – CASTELLANI, “La Iglesia patrística y la Parusía”, Ed. Paulinas, 1962, Buenos Aires, pp. 349-353.

06/07/15 2:53 PM
  
Carmen A.
Lo más importante para cada uno es no descuidar cada momento, el que segundo a segundo vivimos. Y siempre tendremos anticristos y situaciones que nos quieran apartar de nuestro fin último, que puede ocurrir en cualquier momento de nuestra historia personal. También nos conviene meditar el Apocalipsis porque nos transmite verdades que Dios quiere que conozcamos.
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V.G.: Por supuesto, Carmen. A ello apunta este post.
06/07/15 3:41 PM
  
Carmen A.
Lo sé Ma. Virginia. No son reflexiones para ti precisamente, mas bien para mi, manías de poner po escrito lo que uno está pensando al leer algo.
06/07/15 5:21 PM
  
hornero (Argentina)..
Admiro a Castellani, tengo un afecto particular heredado de mi padre que fue condiscípulo de él en la Inmaculada de Santa Fe y amigo en la edad madura. Creo que si el P. Leonardo hubiera alcanzado a conocer las actuales manifestaciones marianas y sus mensajes, como son los casos de los Mensajes al Movimiento Sacerdotal Mariano (P. Esteban Gobbi) y los dados por María en S. Nicolás, hubiera introducido alguna mayor flexibilidad en su exégesis. Además la Sma. Virgen anunció en Fátima el triunfo de su Corazón Inmaculado, y Pío XII anunció con palabras proféticas "una nueva primavera de la historia", que explicitó en su Mensaje de Navidad de 1957 como una futura "restauración de la armonía primitiva". Creo que hoy es posible conjugar en nuestro tiempo la noche que vive el mundo y la Aurora que se ha iniciado con María, la Señora Vestida de Sol, de la Gloria de Cristo, que Ella alumbra ya sobre el horizonte de la Iglesia y de la humanidad.
06/07/15 5:59 PM
  
Ricardo de Argentina
La anticipación de Castellani sobre la mahometanización de Occidente vehiculizada por el protestantismo, da escalofríos. Porque justamente en eso reside el verdadero poder de los "fundamentalistas" mahometanos de hoy en día.
06/07/15 6:32 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Lacunza revivió el milenarismo y su obra "La Venida de Cristo en Gloria y Majestad" fue todo un hito de esta corriente teológica errónea que inspiró a los protestantes e inició el milenarismo (llamado "premilenarismo") de nuestros hermanos separados. La obra de Lacunza motivó dos decretos del Santo Oficio, de 1941 y 1945 donde se establece que "no puede enseñarse con seguridad". Con la influencia del entonces Cardenal Ratzinger con su obra "Escatología", que veremos después, el Catecismo da un paso más en el punto 676 y dice que el milenarismo está rechazado. Sí: RECHAZADO TODO.

La gran desgracia vino con Castellani, que lleno de genio literario, pero no sé si tanto teológico, decidió reavivar las doctrinas del renegado jesuíta Lacunza. El gran problema ahora es que Lacunza inspiró a muchos protestantes (empezando con el escocés Iving), se extendió la obsesión apocalíptica entre los protestantes estadounidenses afirmando el milenio después de una segunda venida de Cristo y previo a una tercera, y asegurando el rapto o arrebato, doctrina también exclusivamente protestante. Los apologistas católicos de los EEUU están bastante hartos de explicar cuál es la Doctrina de la Iglesia al respecto. Un ejemplo es el libro de Carl E. Olson "Will Catholics Be "Left Behind?" (¿Seremos los Católicos "Dejados Atrás"?) de la Ignatius Press, que recomiendo vivamente aunque esté en inglés.
Esa obsesión y esas doctrinas erróneas sobre las que ya se pronuncia claramente el Catecismo están siendo infiltradas de nuevo por algunos "católicos" sudamericanos y españoles que toman como base y autoridad al propio Castellani en este tema.
El milenarismo en todas sus formas está rechazado por la Iglesia, y el milenarismo espiritual es parte del mitigado. El Reino que conocemos nosotros, de acuerdo con San Agustín, es la propia Iglesia. Que Castellani (o el propio Hugo Wast) sean grandes escritores no les impide resbalar en este tema, y resbalaron bien.
La interpretación que da la Iglesia actual es la de San Agustín. Todo dependerá de qué valor se le quiera dar al Catecismo cuando dice que el milenarismo (TODO el milenarismo) está rechazado: punto 676. Lo curioso y triste es que los actuales milenaristas suelen dárselas de ortodoxos y conservadores, y acaban adoptando las malas maneras de Castellani para desacreditar a la misma Doctrina de la Fe.

Para que quede clara la relación del milenarismo y la Tradición, entresaco estas palabras del Cardenal Franzelin, indiscutida autoridad sobre la Tradición, para los que creen que el milenarismo está en la base de ésta: "A partir de aquel tiempo en que la inteligencia de la doctrina y dogmas católicos fue explicada y cultivada en grado máximo, desde el comienzo del siglo IV y en el siglo V, en los cuales florecieron casi todos los máximos doctores de la Iglesia, esta supuesta Tradición apostólica y la inteligencia verdadera del sentido obvio de las Escrituras y del mismo símbolo, no sólo se oscureció cada vez más y fue dada al olvido, sino que se vio combatida y rechazada por todos los doctores, en cuyas obras todavía aparece alguna mención de este asunto, ¿habrían conspirado unánimemente los doctores para desviar la Escritura de su sentido claro y obvio hacia explicaciones más difíciles, figuradas y (en hipótesis) falsas, toda vez que se trata de los últimos días, no sólo en uno u otro pasaje, sino en muchos libros del Antiguo y Nuevo Testamento? En la Iglesia universal, cuando se explica al pueblo ya en las catequesis e instrucciones, ya en las escuelas la segunda venida de Jesucristo, la resurrección de los muertos y el último juicio, ¿se habría ocultado constantemente y por todas partes, al menos a partir del siglo IV, la verdad transmitida por los Apóstoles y en su lugar se habrían enseñado cosas que no pueden componerse con aquella verdad? Pero no hay quien pueda entender cómo todo esto pueda ser compatible con la economía de la Tradición y con la prometida asistencia del Espíritu Santo, que preserva del error a la inteligencia católica, guiándola hacia toda verdad.
Sin duda, puede haber y hay verdades, que, transmitidas primeramente implícita y más oscuramente en la predicación de los Apóstoles, o una doctrina comprendida primitivamente más por costumbre práctica que en teoría, alguna vez hayan sido ocasión de controversia dentro de los mismos confines de la Iglesia; pero, una vez nacida (tal controversia), poco a poco fueron explicadas y declaradas más lúcidamente, hasta que pasaron al universal consentimiento de toda la Iglesia. . . Pero nunca sucedió, y es imposible que pase, dada la economía de la Tradición, que, en orden inverso, un artículo de la fe, comprendido al principio explícitamente y en sentido claro y obvio en la predicación eclesiástica y la inteligencia católica, después, habiendo surgido tal vez una controversia, retroceda hacia la oscuridad, pase al disenso y que, por fin, prevalezca contra él un consenso opuesto y negador, la cual negación, para más, domine sin contradicción en la iglesia universal de Dios a través de muchos siglos, en mil quinientos años. Por lo tanto, según el mismo primer principio de la interpretación católica se demuestra que aquella claridad de las Escrituras, de la que se jactan los quiliastas, no es más que aparente, y en realidad de verdad, en aquellos mismos pasajes, por su misma aparente claridad hay mucha oscuridad latente; no menos se demuestra esto, de lo que tratamos aquí, a saber: que aquella antigua doctrina anterior al siglo cuarto NO FUE UN CONSENSO CATÓLICO"

Además demuestra cómo el origen de esta perspectiva milenarista tuvo lugar en Asia Menor: Papías, obispo de Hierápolis en Frigia; Justino tuvo su diálogo con Trifón en Efeso; Ireneo provenía de la misma provincia; Tertuliano adhiere a esta doctrina, después de caer en el Montanismo, herejía de origen frigio. No hubo un solo Padre latino que sostuviera esta sentencia, ni se la admitió en Roma, fuera de Hipólito.

1) Aquí lo que dice el Catecismo:
"Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, LO CUAL NO PUEDE ALCANZARSE SINO MÁS ALLÁ DEL TIEMPO HISTÓRICO a través del juicio escatológico: INCLUSO EN SU FORMA MITIGADA, la Iglesia ha rechazado esta FALSIFICACIÓN DEL REINO FUTURO CON EL NOMBRE DE MILENARISMO, sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, "intrínsecamente perverso"" (punto 676).
2) Aquí lo que dice la Constitución Dogmática "Lumen Gentium" del Concilio Vaticano II:
"Así, pues, Cristo, en cumplimiento de la voluntad del Padre, inauguró en la tierra EL REINO de los cielos, nos reveló su misterio y con su obediencia realizó la redención. La Iglesia O REINO DE CRISTO, presente actualmente en misterio, por el poder de Dios crece visiblemente en el mundo."
3) Aquí lo que dice el Papa Emérito Benedicto XVI en su obra "Escatología":
"El no frente al quiliasmo significa que la Iglesia rechaza la idea de una plenitud definitiva de tipo intrahistórico o la idea de una perfección interior de la historia en sí misma. Esto quiere decir que la esperanza cristiana no implica concepto alguno de una plenitud interior a la historia. Esa esperanza expresa, por el contrario, la imposibilidad de que el mundo llegue a la plenitud interior. Los distintos elementos conceptuales que sobre el fin del mundo proporciona la Biblia, tienen en común precisamente el representar un rechazo de la esperanza de una situación salvífica definitiva de tipo intrahistórico.
Esta postura es totalmente acertada incluso considerada racionalmente, porque la idea de una consumación definitiva en la historia no cuenta con la apertura permanente de la libertad del hombre, siempre expuesta a fallar."
4) Y ya puestos, lo que dice G. Gilleman al explicar el Decreto de 1944 en su artículo sobre el error milenarista (en 1945):
"El Decreto afirma que el milenarismo (o quiliasmo) aún mitigado o espiritual (...) no puede ser enseñado sin imprudencia (...) La fe de la Iglesia NO CONOCE MÁS QUE DOS VENIDAS DE CRISTO Y NO TRES".
Como se ve, el milenarismo espiritual es parte del mitigado, ambos rechazados por la Iglesia, cosa ya conocida y advertida en 1945 como se ve. Me quedo con la doctrina segura de San Jerónimo, San Agustín, Benedicto XVI, el Concilio Vaticano II y el Catecismo. Castellani, a buen escritor que sea, nada puede contra la Doctrina de la Iglesia y desde luego ni por asomo puede comparársele a San Agustín.
Más sobre el milenarismo en la actualidad:
saulo-isael.blogspot.com.es/2015/04/el-milenarismo-en-la-actualidad.html
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V.G.: Sebastián, le agradezco el extenso comentario, pero aclaro que aquí no pretendemos abonar el milenarismo ni oponernos en nada a la Doctrina de la Iglesia, sino recordar la verdad de la existencia del Anticristo, que casi nadie menciona, con serio peligro para las almas. ¿O ud. ignora que en muchos seminarios teológicos y catequísticos se da una lectura del Apocalípsis como de eventos puramente pasados, que no dan cuenta de cosas futuras ni esperables en absoluto?.

Y por supuesto, aclaro de paso que ni por asomo pretendo enaltecer a Castellani sobre San Agustín, pero hay que reconocer que su talento va muchísimo más allá de lo literario, como lo demuestra su impresionante trayectoria intelectual, a la cual, aunque no se le hizo justicia en su propia patria, sí fue reconocida en las mayores univerisidades europeas.

Es el único argentino que ha conquistado dos títulos doctorales en la Sorbona, de París, y la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma, antes de ser precipitadas en la decadencia actual.
En Roma se postuló al examen ad gradum, el cual exige conocimiento y desarrolo de temas tan especializados y difíciles, que, en cada siglo, no más de uno o dos candidatos se presentan a rendirlos pero en ocasiones, sin que ninguno los apruebe. Castellani, con notas todas sobresalientes, obtuvo el título más alto que la Iglesia Católica otorga a los más sabios entre sus doctores (1931). Es el Diploma Bulado, llamado así por llevar el mismo sello de plomo de las bulas pontificias. En él, el Papa Pío XI y el Prepósito General de la Compañía de Jesús, P. Wladimiro Ledóchowski, acreditaron con su firma, que Leonardo Luis Castellani es Doctor Sacro Universal (cum licentia ubique docendi), que su título lo habilita a enseñar Filosofía y Teología, aquí, como en Inglaterra, la China o el Japón, sin reválida. El mismo le da derecho a publicar sus escritos sin censura previa, en los países donde no hubiese otro título igual o superior al suyo. Superior, no existe; igual, nadie lo tenía en la Iglesia desde el descubrimiento de América hasta él.

¿Le parece, pues, que es ocioso o tal vez necio, referirnos a sus escritos para algo más que "citas literarias"?...
06/07/15 6:56 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
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V.G.: Sebastián, creo ya haberle respondido.
Como dije a Jordi más arriba, no instalaré en este post un debate exclusivamente sobre milenarismo (el lector puede muy bien conocer la doctrina de la Iglesia al respecto, por todo lo expuesto), pues el tema aquí es puntualmente otro. Espero lo comprenda. Muchas gracias.
06/07/15 8:18 PM
  
Jordi
Extraído de diversos lugares, también de Castellani, más o menos estos serían los protagonistas y las secuencias:

- Del lado del bien:
Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo
Jesucristo
La Mujer vestida de Sol
El Precursor
Juan
2 Testigos (¿Elías y Enoc?)
144.000 receptores del Sello
Una gran Multitud
Los de la Primera Resurrección

- Del lado de "los malos":
El Dragón
Las dos Bestias del Mar (¿política?) y de la Tierra (¿una falsa Iglesia?)
La Gran Ramera (que es devorada)
El Anticristo
El falso Profeta
Los marcados por la Bestia (con el número griego χξς o JHS, y romano D·C·L·X·V·I)
Los tres espíritus rana

Unas resurrecciones:
- Las resurrecciones que hizo Jesús
- La resurrección de Jesús
- Mateo 27, 52-53: Los justos que dieron testimonio
- 1 Cor 15, 22-24: En Cristo somos vivificados pero con un orden: Cristo como primicia. Los de Cristo cuando venga. Después el fin.
- 1 Cor 15, 51: No todos moriremos, pero todos seremos transformados. Al toque de la trompeta final, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados.
- 1 Tes 4, 15-17: El Señor baja del cielo, y los muertos en Cristo resucitan primero. Después seremos arrebatados en nubes los que vivamos.
- Ap 20, 5: La primera resurrección. Los demás muertos no revivieron hasta acabados los mil años.
- Ap, 20, 6: Santo el que participa de la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder.
- 1 Cor 15, 26: El último enemigo vencido será la muerte.
- Job 19, 25-27: Mi Redentor vive, al final triunfará sobre la muerte. Y deshecha mi piel, hasta con mi carne veré a Dios.
06/07/15 10:24 PM
  
Catholicus
" Al final mi Inmaculado Corazón triunfará".
No hay "milenio" que valga. Eso es para una legislatura nada más.
Sebastián, usas brocha gorda de albañil para lo que precisa de pincel de maestro. La palabra de "milenarismo" encierra cientos de contenidos a gusto de cada cual.
Y yo sí digo que la redacción del 676 del Catecismo es un error, y gordo, porque parece afirmar lo que en verdad la Iglesia no afirma nunca. Es pura opinión teológica y prudencia pensando en el milenarismo de corte marxista.
P.d: Virginia, debes comprender que en España después de Zapatero lo del Anticristo ya no interesa demasiado. Se da por descontado. :-)
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V.G.: Bueno, pero hay lectores también fuera de España, a quienes se les hace "tragar" que ni los Evangelios son fiables. Imaginemos entonces el Apocalipsis... Y mientras nosotros damos vueltas plácidamente, las sectas se hacen una panzada con todas esas almas "sedientas de profecía", y analfabetas en su fe.
Con respecto al nro. 676 del Catecismo, creo que no debemos llamarlo error de redacción, pues bien se comprende en una lectura católica íntegra, y bien claro que está, para el que así lo toma. Pero coincido en que el milenarismo que allí se está mirando es ése, que sin duda es el que más almas conquista hoy en muchos sitios.
06/07/15 11:05 PM
  
hornero (Argentina)..
Dejando el milenarismo para no enredarnos en una larga discusión, me planteo la cuestión de si podemos esperar o no una edad cristiana donde el Reino de Dios alcance un mayor desarrollo del alcanzado hasta hoy. Si esto fuera posible, me pregunto hasta qué punto debiera corregirse, convertirse, el mundo actual. No planteo la cuestión del cómo, si guerra y devastación mediante, o si progresiva conversión, con o sin percances de por medio. Creo que nadie puede negar la profecía de Cristo en cuanto que el árbol de mostaza ha de crecer hasta su pleno desarrollo. No pienso de ningún modo que el dolor y la muerte desaparezcan antes del fin. La Cruz será siempre el camino hasta la Parusía. Pero de esto no se sigue que no podamos vivir de modo más cristiano en un mundo convertido a Dios luego del triunfo de María y su Corazón Inmaculado sobre el demonio. ¿Dónde debemos colocar este triunfo de María? ¿Antes o después de la Parusía? Si, como todo hace pensar, conforme a su anuncio, este triunfo fuera en nuestro tiempo presente del Reino, sus consecuencias temporales resultan difíciles de prever en detalle, pero sí en general como un orden cristiano en una etapa más madura del Reino, en un desarrollo del árbol de mostaza. Y esto es suficiente en lo inmediato para sostener y acrecentar nuestra esperanza, necesaria para el diario combate. Ernesto Hello decía: "El hombre sólo quiere lo que espera. Atrevámonos a esperar la victoria; hela ya posible. Atrevámonos a quererla; hela ahí realizada". Me parece percibir a veces una actitud de negación frente a la esperanza de "un Mundo Mejor", como llamó Pío XII al movimiento por él fundado; me parece percibir en unos un pesimismo injustificado, y en otros, una oculta adhesión al mundo, que reconocen malo pero que les resulta un mal menor.
07/07/15 1:36 AM
  
Jordi
El punto 676 del Catecismo sobre el Milenio se refiere a un período intermedio entre dos apocalipsis: el primer gran apocalipsis (Dragón, Bestias, Anticristo, tres septenarios...) y el segundo apocalipsis final (Gog, Magog, batalla del Valle de Josafat).

Puede ser que nosotros veamos el primer gran apocalipsis, pero aún no se dan los signos en su literalidad, no almenos por ahora, tal como indican los tres septenarios. Quizás lo que hay es una purificación ante el grave y gran pecado social del mundo, como predijo Fátima (si la humanidad no se convierte, vendrá una guerra peor). El mal tiene consecuencias, Dios limita la extensión e intensidad del mal.

Este Milenio no representa, todavía, ningún triunfo definitivo de la Iglesia, por necesidad lógica, puesto que es una sociedad con un largo período de libertad y felicidad, pero pre-deutero-apocalíptica (en espera del advenimiento del segundo apocalipsis de Gog y Magog), es decir, a la espera de ver liberado Satanás y a la espera del gran asedio de la Ciudad Santa, lo que implica una gran guerra. Y esto implica, además, que la Iglesia de este Milenio se irá lentamente apagando en la fe: su fe será, al final, reducida en fieles. Por lo tanto, la Iglesia del Milenio no es perfecta ni definitiva, porque es lentamente decadente por definición, a medida que las generaciones futuras se alejen del momento fundacional del fin del primer apocalipsis del Anticristo, el Dragón y las Bestias, junto con la total destrucción que causarán en la tierra.

Esta me parece la mejor interpretación, pues la alegórica significaría una arbitraria interrupción de la literalidad del Apocalipsis: todo sería literal excepto el Milenio porque tememos la radicalidad de su planteamiento. Y el Milenio es literal tal como reza en el Apocalipsis. No hay discontinuidad de la literalidad.
07/07/15 1:54 AM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
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Según este punto 676 la esperanza mesiánica se alcanza FUERA DEL TIEMPO HISTÓRICO, DESPUÉS DEL JUICIO FINAL, por tanto no puede haber un Reino Milenario intermedio de plenitud porque como dice nuestro Papa Emérito el hombre sigue disfrutando de libertad y siempre está dispuesto a fallar. Que el punto prevenga de que el mesianismo secularizado (comunismo o cualquier otro) sea especialmente perverso no significa que sea el único milenarismo que condena.
Me parece bastante evidente que los católicos esperamos una Segunda Venida de Cristo, no una Segunda y una Tercera. El Reino o Milenio es el tiempo de la Iglesia. Otra opinión está RECHAZADA por el Catecismo.
Sobre el Triunfo del Inmaculado Corazón de María que está prometido lo será para el este tiempo, sencillamente, porque tras la Segunda Venida ya no habrá más tiempo.

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V.G.: Como ud. mismo señala, el primer párrafo era repetición de lo ya expuesto, y si vienen bien los aportes, no así las insistentes reiteraciones. Muchas gracias Sebastián.
07/07/15 10:20 AM
  
hornero (Argentina)..
No es necesario encerrarse en una opción equivocada, como un milenarismo en el que Cristo gobierne temporalmente al mundo. Cuando Castellani habla de un milenarismo espiritual, no pierde nada de realismo temporal, lo que significa es que Cristo no gobierna de modo visible sino de modo invisible, pero de un modo efectivo como no lo hace ahora. Es decir, de un modo tal que la humanidad toda acepte su Reinado, cumpliendo sus disposiciones acordes al Reino. En otras palabras, un mundo sustancialmente diferente al actual en cuanto a la presencia activa, efectiva, concreta y temporal del misterio de iniquidad. Esta esperanza que han expuesto muchos hombres espirituales, y que es afirmada de modo explícito en los actuales Mensajes que nos dan Jesús y Su Madre en sus distintas Manifestaciones en el mundo, supone que el mundo puede y debe ser transformado en su ciencia, técnica, política, economía, cultura y costumbres hasta conformarse con un espíritu cristiano, del que espontáneamente y necesariamente ha de derivar un modo diferente de concebir la realidad y la vida. Es fácil concebir que no se trabaje los domingos, que la T.V. no corrompa, que la familia se afiance, que la delincuencia cese, que la política se convierta, que las naciones se amen, etc., etc. si la gracia de Dios, si el esperado nuevo Pentecostés obra sobre los hombres. No estoy hablando de una era trans-histórica, sino de algo que puede ser maravilloso, pero absolutamente temporal, antes de la Parusía, Quizás esté próximo en el plan de Dios, conforme nos lo anuncia la Virgen que se presenta como Aurora de Cristo, que nos habla del Sol Naciente: Cristo. Estamos en presencia de una lucha decisiva entre Cristo, María y el demonio, previa a una nueva edad del Reino de Dios, que sabemos crece como la masa bajo el influjo de la levadura, o como el árbol de mostaza que extiende sus ramas hasta que las aves del cielo llegan a posarse sobre él. El Reino crece a semejanza de su Fundador que "crecía en edad,sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres" (Luc). Y así como el niño difiere del joven y éste del hombre maduro, así también difieren las edades del Reino, como lo comprobamos en la historia de la Iglesia y del mundo. Sea cualquiera la interpretación del Apocalipsis en cuanto al milenio, ello no contradice la esperanza en la próxima caída del mal y la instauración de un mundo nuevo: la edad madura del Reino de Dios entre nosotros. Misterio inmenso éste del Reino que el racionalismo ha obscurecido bajo un supuesto "realismo" que no es otra cosa que la falta de comprensión de lo trascendente y de lo inefable, de aquello que sobrepasa a la razón. Hay signos claros de que la Iglesia intenta salir del letargo que la ha como postrado, dejando el campo libre al enemigo. Hay voces que nos invitan a ponernos de pie, a liberar la inteligencia y el corazón de las brumas que nos oscurecen, de la opresión que nos paraliza, de la convicción de que el mundo perverso de hoy es irreformable e indestructible. Confiemos en María, Ella nos comunica la Esperanza: Cristo, que nos conduce a la victoria del bien.

07/07/15 5:25 PM
  
Ricardo de Argentina
Hornero, coincido con tu percepción. Que entiendo es también la de Castellani: un largo período durante el cual reinará la Pax Christiana en todo el Orbe, como antesala de la Parusía.
Eso es el Milenarismo Espiritual, que nada tiene que ver con la "2ª venida bis" que imagina y ridiculiza Isael.

Es inaceptable "patear" el milenio al más allá, porque en el más allá no hay milenios, ya que tampoco hay tiempo. Así que o nos volvemos alegoristas, o bien aceptamos que los "1.000 años" se cumplirán en el único lugar adonde pueden cumplirse: en la Tierra.

Hay que tener en cuenta que si NSJC ha mandado evangelizar a todo el Orbe, evangelizar a todo el Orbe es posible. Dios no juega con nosotros ni manda imposibles.

El afán desmedido de los antimilenaristas fanáticos, como Isael, siempre me ha parecido por demás sospechoso. ¿Porqué les molesta tanto la idea de que toda la humanidad pueda llegar a convertirse? ¿Puede ser eso acaso, contrario al mensaje evangélico?
07/07/15 9:05 PM
  
Menka
En cuanto a la conversión de judíos que mencionas, comentando Rm 11,12: "Y si su transgresión es riqueza para el mundo, y su fracaso es riqueza para los gentiles, ¡cuánto más será su plenitud!",
la "plenitud" no implica, entiendo, a "todos", sino la "plenitud" de salvados de la descendencia carnal de Jacob.
Las consideraciones que has puesto en el artículo hay que tenerlas muy en cuenta, gracias.
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V.G.: Gracias a tí por el comentario, Menka.
07/07/15 10:59 PM
  
Rexjhs
Llevo toda la semana intentando escribir en este excelente post de Virginia, pero sólo ahora me ha sido posible.
El milenarismo que condena el Catecismo en el 676 es el que se refiere a un posible triunfo de la Iglesia en el tiempo histórico, un triunfo sin Parusía, en el que la Iglesia, en un progreso indefinido, acabe por evangelizar el mundo y traiga el Reino a la tierra sin la venida de Cristo.
Ese triunfo del progresismo indefinido es la base del marxismo (de ahí la cita de Divini Redemptoris y de su aguda intuición del pauperismo de la teología de la liberación) y del liberalismo, según los cuales, la técnica y la ciencia avanzarán de tal forma que esta tierra será un Paraíso.
Nada más falso.
Los católicos somos pesimistas en lo penúltimo, pero optimistas en lo último: es decir, antes de la Parusía, una inmensa mayoría de la Iglesia defeccionará, apostatará. El typo es la defección del Sanedrín (Sanedrio lo llamaba Castellani), del que se salvaron algunos (Gamaliel, José de Arimatea, Zaqueo, Nicodemo, etc.). Ahora pasará igual: la jerarquía, en su gran parte, defeccionará, desde la cima (el falso Papa, como dijeron el cardenal Ciappi o Malachi Martin, cuando leyeron la explicación de la Virgen a la visión del tercer secreto) hasta muchos obispos. ¿En qué cantidad? Pues la rebelión de 1/3 de los ángeles del cielo es un typo, y tb lo dice el Apocalipsis, que una tercera parte de las estrellas dejarán de dar luz (las estrellas son, en el lenguaje apocalíptico, los príncipes de la Iglesia). Y otro typo de ello es la corona que le pusieron a Cristo, ya que la cabeza de Cristo es la jerarquía de la Iglesia católica. Y, puesto que la pasión de Cristo es typo de la pasión que le espera a la Iglesia, de aquí se echan de ver otras enseñanzas para el futuro próximo.
Respecto al Anticristo, todos los personajes malvados de la Biblia anticipan rasgos que, sumados, se concentrarán en el Anticristo del mar o político, al igual que todos los patriarcas, reyes y profetas fieles avanzan rasgos de Cristo. Tengo claro que saldrá de la masonería (la synagoga de Satanás), tanto el Anticristo del mar como el de la Tierra (el falso profeta o falso papa), pero serán dos hombres, como indica San Pablo, San Juan o Daniel.
Y la prostituta o forneguera del Apocalipsis no es la Iglesia, como maladadamente nos quiso hacer ver Lutero, sino la Iglesia falsa (es decir, no es la Iglesia), la corrompida en sus enseñanzas, la que niega el magisterio y se abraza al mundo, y aplaude el martirio del resto fiel (ésta sí es la Iglesia auténtica, es decir, la Iglesia católica, a secas), que pasará a las catacumbas, al igual que estaba en las catacumbas la Iglesia en las 12 persecuciones romanas.
La Iglesia fiel es, por tanto, la mujer del Apocalipsis 12, coronadas de estrellas y llevada al desierto por 3,5 años (lo que dura la gran tribulación), mientras que la gran prostituta (ojo al dato, vestida del rojo y púrpura de los cardenales y obispos que apostaten) parecerá haber triunfado como "Iglesia oficial", sin serlo ya, claro.
He ahí el misterio que algunos no acertaban a desentrañar y la forma de conjugar la frase de Cristo de que las puertas del Hades no prevalecerán frente a ella (frente a la Iglesia auténtica, la perseguida a muerte desde dentro y desde fuera) y, a la vez, la certeza de que la Iglesia defeccionará al fin de los últimos tiempos (y, una vez que lo haga, dejará de ser Iglesia, claro, para pasar a ser Iglesia de Satanás).
Un abrazo Virginia.
08/07/15 1:34 AM
  
Ricardo de Argentina
Rexjhs, ¿eso que dices significa que la Iglesia condena la idea de que la Iglesia pueda llegar a evangelizar el mundo entero?
08/07/15 5:52 AM
  
Rexjhs
Ricardo, la Iglesia está llamada a predicar el Evangelio en el mundo entero, para eso nació, y ya lo ha hecho: la palabra de Dios ha sido enseñada hasta en China, Japón y Korea del Norte. Creo que se ha cumplido ya, por tanto, la condición sine qua non que puso el mismo Cristo en Mateo 24, 14 "Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin".
Otra cosa es que esa predicación haya sido aceptada o rechazada, claro está. Pero fíjate que Mateo 24, 14 viene después de la gran tribulación, que se enuncia en los versículos anteriores. Aquí recurro al Padre Gobbi, a cuyo Movimiento pertenezco, pues a él la Virgen le dijo que la Iglesia fiel predicaría en medio de la gran tribulación extendiendo la buena nueva en medio de la gran tiranía del Anticristo (lo mismo que hacían los cristianos en plena persecución por el Imperio romano). "Lo que fue, eso será; lo que se hizo, eso se hará. Nada nuevo hay bajo el sol" (Eclesiastés, 1, 9): es decir, la Biblia consagra su interpretación escatológica de typo-antitypo, como vieron la mayoría de los padres de la Iglesia, y, por supuesto, también mi dilecto D. Leonardo Castellani.
En relación con la cabeza herida cuya herida sanó y volvió a resurgir, me inclino más a pensar que es el comunismo, que parecía muerto tras 1989 pero que está volviendo a resurgir por todo el mundo (Podemos en España, Grecia, Argentina, Educador, Bolivia, China, Cuba, Korea, Venezuela, etc., y muy posiblemente pronto lo veremos enseñorearse de Europa entera, como predijo la Virgen en Garabandal, posiblemente como consecuencia de un crack económico que ya se ve venir tras el Grexit).
El Dragón rojo es el comunismo, que surgió en el cielo días después de la aparición en Fátima de la mujer vestida de Sol (no otra cosa fue el gran milagro, el 13 de octubre de 1917): la revolución bolchevique que se produjo en Rusia algunos días más tarde.
Y respecto a la misteriosa frase de Cristo de que no pasará esta generación hasta que esto ocurra, estoy con Virginia: una generación, conforme a los Salmos, son 70 años; y se refería tanto a la generación que habría de ver la destrucción de Jerusalén en el año 70DC como a la que verá la destrucción de esta tierra y este cielo, en un plazo que debe ir hasta un máximo de 70 años desde que la higuera eche sus primeros frutos: la Higuera es el pueblo de Israel, que echó sus primeros frutos al volver a su lugar histórico, Palestina, en 1948 (y aquí coincide con otra de las condiciones que pone la Biblia de que el fin de tiempos de los gentiles se producirá cuando éstos dejen de pisar Jerusalén, 1967).
Finalmente, las dos Iglesias, la falsa (que apostatará) y la verdadera (la perseguida en las catacumbas) se pueden ver bien, como dije arriba, en el typo del Sanedrín y de los apóstoles de Cristo, respectivamente: cada una de ellas tenía su pontífice (Caifás y Pedro). Esto es, habrá dos papas enfrentados: uno "oficial" pero apóstata y otro elegido por Cristo entre los fieles de su resto, que será el auténtico. Así lo han predicho videntes de toda confianza como Ana Catalina Emmerick, y así lo escribió D. Leonardo Castellani en su Novela apocalíptica "Su Majestad Dulcinea" y Malachi Martin en "Windswept House".
08/07/15 9:30 AM
  
Catholicus
Isael,
Yo no voy a discutir lo que dice el Catecismo. Lo que discuto es
1. su redacción, confusa a más no poder.
2. Si dice lo que tu lees - que no lo veo descabellado- entonces lo que argumento es que debe ser reformado.
El Catecismo lleva ya unas 130 correcciones. Es una obra magna, pero se confeccionó teniendo que lidiar con la ola de herejía casi en su apogeo.
Debe ser reformado por lo siguiente:
- No se debe enseñar como Magisterio lo que es opinión teológica. Incluso mayoritaria.
- No se puede decir que la Iglesia condena el milenarismo cuando lo único que existe - fuera del milenio craso- es una indicación de no enseñar "con seguridad" que Cristo reinará visiblemente. ¿Se puede enseñar como posibilidad?
Como pide el mismo Castellani ¿Donde condena la Iglesia los otros tipos.de milenarismo?
No hay nada de eso. Nadie es capaz de citar nada parecido.
Por tanto no se puede hablar de condena lo que la Iglesia no ha condenado.
Sobre todo cuando la común opinión teológica de los Padres Apostólicos -Doctores y Mártires que aprendieron a los pies de los Santos Apóstoles- eran milenaristas.
¿Por qué deberiamos seguir en esto a San Agustín y no a doctores y mártires más numerosos y cercanos a la Revelación?
En cualquier caso ninguno de ellos es Magisterio.
Sobre el asunto del tiempo "más allá de la historia", te concedo completamente que eso parece indicar que no se verá ese milenio mesiánico en esta generación.
Pero ocurre que:
- Donde.enseña eso el Magisterio?
- ¿Qué narices es ese concepto teológico moderno de la "meta historia" o lo que sea?. (Ya no corre el calendario? o corre a partir de una intervención divina a partir de la cual consideramos una nueva historia?
- Hemos olvidado que la Fe enseña que seguimos viviendo bajo "el tiempo de las naciones" que comenzó en Babel y debe tener su fin? . ¿Y si eso coincide con esa intervención divina?. Seria eso la meta historia?
Podría seguir poniendo peros a toda esa redacción del 676 convencido que un simple dubium por parte de un obispo obligaría a redactar de nuevo esos párrafos. Y algún otro.

Ojo, que el Catecismo sigue siendo una magna obra y es el primer paso de lo que Juan Pablo II llamó una nueva era en escatologia.
Y deja de decir Benedicto XVI, cuando Escatología es una obra de un Rtazinger que pocos años antes defendía la comunión a divorciados en otros escritos. Cada cosa en su sitio y dejemos de lado las brochas gordas.


Una ausencia clamorosa en esos puntos del Catecismo - una bicha que no se quiere nombrar- es la ausencia de la Apostasía previa necesaria para la venida del Anticristo.
Se habla de la conversión de Israel, pero se omite esa condición tan explícita y señalada por San Pablo.
¿Como es posible?
Y se omite que Israel debe de nuevo pisar tierra santa.
Y se omite también el katejón. Y la existencia de un falso Pastor.
Demasiadas omisiones y demasiadas extralimitaciones.
En fin, es obvio que alguien no queria meterse en determinados berenjenales en esos años.
Y mucho podemos olernos que tampoco en éstos.
08/07/15 11:11 AM
  
Catholicus
"Según este punto 676 la esperanza mesiánica se alcanza FUERA DEL TIEMPO HISTÓRICO, DESPUÉS DEL JUICIO FINAL, por tanto no puede haber un Reino Milenario intermedio."
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Claro que puede haberlo, porque el milenio NO ES la esperanza mesiánica final.
Es que no se puede hablar tanto de lo que no se domina.
El Milenio, está claro en los textos, no sería algo ad aeternum, sino un largo período que termina al final de su temporalidad con una rebelión del hombre, caída en pecado..El milenio no sería la plenitud del Reino.
Entonces ya sí, es el Juicio Final y luego la Plenitud fuera del tiempo.
Pero entre que se habla con brocha gorda y la redacción del Catecismo, no va a ayudar por las clamorosas omisiones que pueden ilustrar las opiniones teológicas diversas.
Y perdón por una última nota, pero quien quiera meditarlo no dejará de sorprenderse:
¿Cómo es posible que el 676 se dedique a condenar un supuesto milenio de reinado de Cristo si está hablando .... del Anticristo!?
¿Como ha ocurrido semejante liason?..
08/07/15 11:46 AM
  
Ricardo de Argentina
Buen análisis, estimado Rexhs. Gracias.
La existencia de las dos Iglesias, una falsa y la otra la de siempre, se me hace que se viene perfilando muy claramente. Especialmente después de la renuncia de Benedicto, que introdujo un elemento de perplejidad muy notorio que hace sospechar que "algo" inédito está por pasar.
Quizás - aunque pido a Dios que no lo quiera- , en el próximo Sínodo puede que se avance en ese sentido, ya que es inconcebible que ciertos personajes sean Cardenales de la Iglesia de Cristo.

Una última pregunta: ¿tu interpretación se asemeja más a la de Isael que a la de Hornero, verdad?
No en relación al punto 676 del Catecismo, que bien comenta Catholicus, sino en tanto que NO se habría de dar un triunfo mundial y total de la predicación, con conversiones universales y durante un largo período de tiempo. Que tal entiendo es la interpretación del Milenio Espiritual que defiende Hornero.

08/07/15 8:50 PM
  
Catholicus
Los libros del Padre Gobbi - con su imprimatur- tienen una coherencia interna muy buena.
Para la escatologia son indispensables.
La apertura de los sellos seria que en determinada época ese Apocaliosis se hace efectivo, y se revelan sus misterios.
Apocalipsis significa revelar, no velar.
Tiene cierta lógica que en algún momento la revelación privada aclare la pública hasta entonces velada.
De hecho ese es uno de los fines de la revelación privada. Ver Catecismo.
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V.G.: Tal cual, celebro que mencione su importancia. El problema es que lamentablemente, se ha abusado bastante últimamente de revelaciones privadas no fidedignas, arrastrando al descrédito las que sí lo son, entre muchos fieles.
09/07/15 12:41 AM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Se siguen publicando comentarios sobre el milenarismo por lo que veo. En fin... Ya puestos, espero que este también se publique.
El milenarismo en todas sus formas está rechazado, ya cité todas las fuentes, así que sólo hay que releerlas. No uso brocha gorda o pincel fino, uso exactamente el mismo pincel que usa el Catecismo. Ponerse por encima de él, si no es soberbia, no sé qué será...
Esta discusión tiene por desgracia un solo culpable: Castellani, que revivió el milenarismo de un jesuíta ya olvidado como Lacunza y aquí estamos, unos diciendo con la Iglesia que hay dos venidas de Cristo, una en la humildad del pesebre y otra en la Gloria del Padre, mientras otros dicen que hay ¡tres venidas, dos resurrecciones y dos apocalipsis!
No estaría de más que la Doctrina de la Fe volviera a pronunciarse dado el despunte de la obra de Castellani en la actualidad y repitiendo el Catecismo: TODO milenarismo está rechazado.
A mí también me gusta leer a este jesuíta; he disfrutado y aprendido mucho con él. Pero tras conocer a gente apocalíptica hasta cierto punto conocida, algunos metidos en sectas, y descubrir que todos ellos eran milenaristas, decidí buscar la fuente de su error, y voilá, resultó ser Castellani (ejemplo de obediencia: ya se ha visto cómo ridiculiza los Decretos del Santo Oficio que condenan lo que él defiende; parece una pataleta; no sé vosotros, pero yo en eso no voy a reírle las gracias).
Sí, un "gran" teólogo con sus éxitos académicos, pero ya vemos que ha extendido una mancha en la doctrina de innumerables católicos, y veremos cómo se quita...
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V.G.: Sebastián: publiqué lo que creía que podía aportar algo positivo,pero si ud.sigue solamente denostando al p. Castellani y renegando, aviso que éste es es su último comentario en este post. Por favor, trate de comprenderlo. Muchas gracias.
09/07/15 9:50 AM
  
Rexjhs
Estimado Ricardo, con el permiso de Virginia, me pronuncio sobre el tema, aunque ella ha advertido que el post va sobre el Anticristo, no sobre el milenio. Sobre el milenio yo estoy con la casi unanimidad de los padres de la Iglesia durante los primeros cuatro siglos de la Iglesia, porque ellos interpretaron correctamente el Apocalipsis conforme a lo que el mismo Cristo, Santiago el menor, San Pedro o el propio San Juan lo habían hecho, y, por tanto, su interpretación es la más fiel a la Tradición oral de su predicación. Es decir, después de la gran tribulación que viene pronto, vendrá Cristo por segunda vez (Parusía), derrotará al Anticristo y al Falso profeta, que serán echados, como dice el Apocalipsis, al lago de fuego. Satanás será encerrado en el Infierno por 1000 años (repito, palabras textuales del Apocalipsis). Eso es lo que se conoce como fin de tiempos o fin de los últimos tiempos (el fin del tiempo de los gentiles o cristianos, ya que antes de la Parusía también los judíos se convertirán). Ese plazo de 1000 años puede ser un número de años literal o no. Tras el cual, Satanás será soltado de nuevo (literal en el Apocalipsis) y habrá una batalla final de nuevo, que coincidirá con el fin del mundo (con confundir, pues, con el fin de los tiempos).
Ese milenio es espiritual, es decir, aunque Cristo venga visiblemente, instaurará su Reino y volverá a subir, de forma que su reinado será, sobre todo, corporaliter, es decir, eucarístico, aunque no podemos descartar constantes apariciones. El modelo o typo de esta forma de estar y no estar de Cristo son los 40 días que pasó Cristo en la Tierra después de su Resurrección, en la que bajada del Cielo constantemente. Tras la Parusía Cristo construye nuevos cielos y nueva tierra (¿para qué construir una tierra nueva si no es para instaurar su Reino en la Tierra?). Por eso decía antes en otro de mis comentarios que la Iglesia no puede esperar instaurar el Reino por sí misma sin la Parusía, al igual que no puede aspirar al ecumenismo real sin la misma Parusía, tras la cual, habrá un solo rebaño y un solo pastor (otra cita que confirme que el Reino será en la tierra, y luego pasará al Cielo tras el fin del mundo). Hay cientos de citas en la Biblia que no dejan lugar a dudas (a pesar de lo que diga Isael) de que el Reino será primero en la Tierra (el niño meterá la mano en la cueva del aspid y no le picará, ya no se tendrán hijos para el sobresalto, de las armas forjarán arados, nadie construirá para otro, cada cual se sentará bajo su parra, Cristo ha de reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies, y el último será la muerte, reinará de uno al otro mar, será una tribulación tal como nunca la habido NI LA HABRÁ, morir con menos de 120 años será estar maldito, etc, etc, etc.). Cristo necesita venganza sobre el pecado y sobre el Demonio, el príncipe de este mundo, y por ello debe restaurar todas las cosas al plan original, recreando el Paraíso original en la tierra como era su plan original, y luego unirá el cielo con la tierra).
En ese milenio espiritual, la predicación será fácil y sencilla, y acabará por convertir a toda la tierra. Luego, una guerra final de otros Gog y Magog (los primeros Gog y Magog serán los países de la primaravera árabe más Rusia, China, Irán y Turquía, como se enumeran en Ezequiel 38) y vendrá el fin del mundo. Un abrazo Ricardo y gracias por tu paciencia Virginia.
09/07/15 3:42 PM
  
Ricardo de Argentina
Estimada Virginia, ¡feliz Día de la Patria!
Que esta comunidad de voluntades y destino que es la Patria, se convierta en Camino que lleve a las almas a la Patria Celestial, antes que en Obstáculo.
Recemos por ello.

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V.G.: Dios lo quiera, Ricardo, muy feliz y santo día de la Patria!
09/07/15 4:03 PM
  
Rexjhs
Ah, y recuerdo que el mismo Cristo nos dejó el Padre Nuestro, que dice"Venga a nosotros tu reino". Es decir, el Reino no lo conseguirá la Iglesia por sus fuerzas sino que vendrá a la tierra traído por Dios, es decir, por Cristo en su Parusía.
09/07/15 4:07 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Catholicus pregunta "¿Por qué deberíamos seguir en esto a San Agustín y no a doctores y mártires más numerosos y cercanos a la Revelación?".
Muy fácil:
Porque el milenarismo no fue NUNCA un consenso católico.
Porque desde San Agustín es la opinión que ha seguido la Iglesia hasta quedar reflejada en el el Concilio Vaticano II, y le aseguro que San Agustín y la Iglesia saben más que cualquiera de nosotros (y que Castellani, por cierto, que es el que resucita todo el tinglado).
Porque el Santo Oficio emite una condena (de baja intensidad, pero condena, reflejo de lo poquísimo que se fía la Iglesia de esta corriente) donde establece que el milenarismo mitigado, en el que se encuentra el espiritual, no puede enseñare SIN IMPRUDENCIA.
Porque el Catecismo termina por establecer que TODO milenarismo está rechazado por la Iglesia, y un católico debe seguir el Catecismo.
La finalidad del cristiano no es esperar un Reino Milenario, sino la vida trinitria.
Como se lamenta Scott Hahn hablando de los milenaristas "católicos" (que por cierto, no enseñan sino que ASEGURAN la existencia de un Reino posterior al tiempo de la Iglesia, en contra de San Agustín, desobedeciendo a la Doctrina de la Fe e ignorando dolosamente el Catecismo): "Buscan el Reino en el lugar equivocado y esperan el equivocado tipo de Reino".
Desgraciadamente, los católicos estadounidenses lo tienen más claro que nosotros.
09/07/15 4:27 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Rexhjs:
"Preguntado los fariseos "¿Cuándo llega el Reino de Dios?", les respondió así:
-El Reino de Dios no viene visiblemente, ni podrán decir: "Mirad, está aquí", o "allí", o "Mirad aquí", pues fijaos, el Reino de Dios está en medio de vosotros" (Lucas 17, 20-21).
09/07/15 4:33 PM
  
Ricardo de Argentina
Rexjhs, tu deducción no es exacta.
El Reino puede venir en la Parusía, sí, pero también puede venir en ocasión del Milenio previo a la Parusía.
El gran problema es: ¿qué hacemos con esos "1.000 años" que están allí, escritos y profetizados, sin caer en el gelatinoso alegorismo?
09/07/15 4:42 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Catholicus:
El Catecismo no es sólo una "magna obra" no sea tan indulgente, es a lo que todo católico debe ceñirse. En cuanto al libro "Escatología" del Papa Emérito, tacharlo de obra de juventud habiendo sido reeditado tantas veces hasta hoy... ¿no le parece despreciar un poco y pasarse de soberbio? el Papa Ratzinger creo que tiene más autoridad que nosotros a todos los niveles...
Por cierto, si alguien quiere leerse la visión (no profecía) de los "dos Papas" de la beata Ana Catalina Emmerick, puede pasarse por aquí:
saulo-isael.blogspot.com.es/2013/12/los-dos-papas-de-la-beata-ana-catalina.html
Está transcrita de sus Visiones completas, no de las versiones falsas que cunden por la red.
09/07/15 4:54 PM
  
Rexjhs
Ricardo, yo no creo que el milenio espiritual sea previo a la Parusía, sino, como he explicado antes, posterior a la Parusía.
Es decir, Cristo bajará por segunda vez (Parusía) y establece el Reino de Dios en la Tierra, y sube de nuevo, no se queda "visibiliter" pues eso sería milenarismo kraso, carnal o incluso mitigado. El milenarismo que nunca podrá condenar la Iglesia porque es opinión casi unánime en los 4 primeros siglos es el que estoy explicando. Esto es, Cristo instaura su Reino desde el minuto uno de su venida. Por eso dice 1 Corintios 15; 22 y ss:
"22 Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también
todos revivirán en Cristo.23 Pero cada cual en su rango: Cristo como primicias; luego los de Cristo en su Venida. 24 Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre EL REINO, después de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad. 25 Porque debe él reinar = hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. 26 El último enemigo en ser destruido será la Muerte."

Es decir, en su Venida o Parusía (lo que se llama fin de los tiempos) Cristo culmina el Reino ya en la tierra (Reino que estaba en los corazones, como dice Isael, en forma germinal), y, en su venida, resucitarán todos los cristianos muertos en gracia (los de Cristo) desde el año 30 dc hasta ahora. Lo mismo se dice en Apocalipsis 20, 4.
Luego, en el fin del mundo, tras el milenio, en el juicio universal, resucitarán todos los demás (buenos no cristianos que hayan vivido conforme a la ley natural sin error vencible y los malos), como se dice en Apocalipsis 20, 5. Reproduzco estos versículos por su claridad:
"4 Luego vi unos tronos, y se sentaron en ellos, y = se les dio el poder de juzgar; = vi también las almas de los que fueron decapitados por el testimonio de Jesús y la Palabra de Dios, y a todos los que no adoraron a la Bestia ni a su imagen, y no aceptaron la marca en su frente o en su mano; revivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Los demás muertos no revivieron hasta que se acabaron los mil años. Es la primera resurrección. 6 Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene poder sobre éstos, sino que serán Sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años."

Tras el milenio viene el fin del mundo ("el fin" le llama San Pablo), cuando Cristo entregue a Dios el Reino (es decir, el Reino ya estaba en los corazones desde la predicación de Cristo en su primera venida, se instaura en la Parusía y dura lo suficiente para que Cristo acabe con todos sus enemigos, siendo el último la muerte). El último enemigo en ser destruido será la muerte: quiere decir que en el milenio se podrá pecar, aunque Satanás esté atado al Averno por 1000 años, pues seguirá habiendo mundo y carne, y morir con menos de 120 años supondrá ser considerado maldito. No morirán, eso sí, los viadores (los resucitados en su Venida) ni los transformados si no pecan (los que quedaron vivos en el momento de su Venida, como también dice San Pablo en 1 Cor 15, 51-54).

La insistencia de Isael (con buena fe) en san Agustín no es prueba de acierto alguna: el mismo San Agustín predicó desde su conversión el milenio espiritual, como habían hecho casi todos los Santos Padres pero fue llamado al orden por San Jerónimo, que era favorable a una interpretación alegórica del milenio, que, y en esto estoy con Castellani, no es posible sin caer en la interpretación contradictoria y gelatinosa que se predica desde entonces, pues contradice el sentido literal que el propio San Agustín y el catecismo impone como más verdadero.

Una explicación más.
La confusión que muestra Isael y otros muchos de buena fe respecto a cuándo se instaura el Reino de Dios es porque el Nuevo testamento recoge tres significados distintos para la misma expresión "Reino de Dios". Os animo a todos a comprobarlo:
1. Reino de Dios como el Cielo al que van los buenos tras la muerte: Mateo 21, 31; Mc 9, 47; Mc. 10, 14; Mc. 10, 15; Mc. 10, 23-25; Lucas 14, 15; Lucas 16, 16; las Bienaventuranzas, etc...
2. Reino de Dios como el comienzo del Reino en la tierra, en los corazones de los cristianos, como bien recuerda Isael.
Se trata del Reino de Dios, que comienza en los corazones pero que no triunfará hasta la Parusía de Cristo, y que es explicado por Cristo con parábolas como las del grano de mostaza, la levadura, etc.: Lucas 17, 20 (como nos recuerda Isael); Lucas 7, 28; Lucas 10, 9; Lucas 13, 18, Lucas 20 y ss.; Lucas 14, 15, Lucas 16, 16, etc...
3. El Reino de Dios en su triunfo, con la Parusía, que VIENE al hombre desde arriba, porque la Iglesia no podrá hacer que triunfe por sí misma, sino por medio de la Parusía: véase, sobre todo, LUCAS 21, 31: "31 Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el
Reino de Dios está cerca".
Espero que con esto pueda haber aclarado la confusión de Isael y de muchos otros.
Un saludo en María santísima.
09/07/15 8:28 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Rexjhs, lea de nuevo lo que dice el cardenal Franzelin, aquello de que cómo es posible que una opinión pretendidamente unánime sea oscurecida, combatida y postergada, etc. Postergada durante siglos y siglos hasta que... apareció Lacunza, su obra condenada y su milenarismo desaprobado por la mismisima Doctrina de la Fe... y al poco Castellani vindicando (como titula uno de los capitulos de "Los Papeles de Benjamín Benavides") al tal Lacunza.
Me presumes buena fe, y asi es, pero no defendiendo ideas extrañas, sino simple y llanamente la Doctrina, el Catecismo de la Santa Madre Iglesia que, a mucho que aprecie sinceramente las cosas de Leonardo Castellani, pesan mas que toda su erudición.
Cuando se redactó el Catecismo, el entonces cardenal Ratzinger le pasó una copia aún no publicada a un obispo anciano al que admiraba por su honda sabiduria. Al acabar de leerla se la devolvió a nuestro querido Papa Emérito con estas palabras: "Podeis publicarla. Es la Fe de mi madre".
Lo siento pero ni dos resurrecciones, ni dos apocalipsis ni tres venidas de Cristo son la fe de mi madre, la fe de los sencillos. Extravagancias como esas no son la fe de la Iglesia.
09/07/15 11:31 PM
  
Ricardo de Argentina
Creo entender Rexhjs. A ver:
1. Reinado del Anticristo y aparente triunfo del Mal. Persecución despiadada del "resto fiel"
2. Segunda Venida de Cristo:
Derrota del Anticristo
Instauración del Reino de los Mil Años
Resurrección de las almas del Cielo en Carne Inmortal (transfigurados)
Inmortalidad para los que no pequen.
Segunda Ascención.
3. El Fin (de la Historia)
Destrucción del Universo Mundo.
Juicio Universal.
Resurrección de todas las almas, unas para el Cielo, otras para el Infierno.
10/07/15 12:27 AM
  
Rexjhs
Casi, casi Ricardo.
La interpretación literal de la Biblia (las citas las he ido dando todas en mis comentarios) es:
1. Gran tribulación por 3,5 años (24 meses): en la que reinan el Anticristo político (del mar) y de la tierra (de la religión, o falso Papa o falso profeta) y persiguen a muerte al resto fiel desde fuera y desde dentro de la Iglesia (véase el Evangelio de hoy 10 de julio sobre cómo nos llevarán "a las sinagogas", que serán el typo de lo que hoy son las Iglesias). Parte de esta tribulación es la guerra de Ezequiel 38: rusos, chinos y musulmanes contra Europa y USA (la Nueva Israel, la cristiandad). Son los primeros Gog y Magog. Éste es el fin de los tiempos o fin de los últimos tiempos (tiempos de los gentiles, o cristianos). Los judíos y los musulmanes se convierten antes de la Parusía, cuando adoran como Mesías (Mahdi le llaman los musulmanes) al que en realidad será el Anticristo, quien finalmente tb les perseguirá a ellos y por eso acaban convirtiéndose.
2. Segunda venida de Cristo o Parusía en que derrota a los Anticristos y los echa al fuego, y encarcela al Demonio por 1000 años, para instaurar así su Reino milenario espiritual en la tierra: pueden ser mil años literales o un número simbólico de muchos años, o, incluso de 1 día (mil años= un día). Cristo se queda reinando corporaliter, esto es, desde la eucaristía, pero en una forma nueva que aún no podemos entender. Aparecerá y desaparecerá a menudo como en el typo de los 40 días que mediaron desde su Resurrección hasta su Ascensión. Nuevos cielos y nueva tierra, como una especie de nuevo paraíso.
3. En este milenio reinan con Cristo los cristianos resucitados ya en cuerpo, como sacerdotes de Cristo. Para ellos ya no existe muerte. Y los que quedasen vivos tras la gran tribulación, en la venida de Cristo serán elevados en el aire y transformados sus cuerpos en cuerpos gloriosos, como dice San Pablo.
4. El Demonio será soltado de nuevo por un breve período de tiempo. Otros nuevos Gog y Magog (nombres que representan en la Biblia a los enemigos de Dios).
5. Derrota de los enemigos de Cristo: juicio universal con la resurrección de todos los cuerpos (los buenos que, antes y después de Cristo, sin ser cristianos, obedecieron a la ley natural sin error vencible; y los malos). Fin del mundo.
Lo que acabo de resumir es la literalidad de las escrituras, sin alegorismos. Y lo creo firmemente.
10/07/15 9:50 AM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Madre mía... Ni los milenaristas se aclaran con el milenarismo...
Con razón fue un camino abandonado por la
Iglesia para interpretar Apoc. 20...
10/07/15 9:52 AM
  
Catholicus
Sebastián,
Apoc. 20 :
7 Y cuando los mil años fueren cumplidos, Satanás será suelto de su prisión,
8 Y saldrá para engañar las naciones que están sobre los cuatro ángulos de la tierra,
Tu comentario del 7/7 a las 10:00 h. acaba siendo vergonzoso.

Hablas y escribes sin tener remota idea de lo que es el milenio que defienden esos autores y los Padres Apostólicos.
Y que la Iglesia jamás ha condenado. Pon un texto condenatorio y se acabó la discusión.
Y sí, a estas alturas toda la red mundial sabe ya que tienes un blog.
El Padre Castellani no tenía blog, ni el doctor San Ireneo, ni Lacunza., pero Sebastián, que no se lee Apocalipsis 20, sí tiene uno para ilustar a la cristiandad.
10/07/15 11:11 AM
  
Catholicus
El Catecismo repite varias veces en ese título que el Reino solo está "en GERMEN", no ha alcanzado aún la plenitud.
El tiempo " de las naciones" debe terminar.
Yo no veo una Parusía premilenial, sino el Juicio a las Naciones y después esa gran efusión del Espíritu que pedía Juan Pablo II que inaugurará una época esplendorosa para la Iglesia de renacida. Aún con pecado y viadores, pero más redimida por la gracia de los efectos del pecado.

La redención que Cristo y toda la Biblia anuncia es integral, no dualista.
El hombre debe ser sanado en su naturaleza corporal y espiritual. Porque así los creó Dios.
Y aquel "Paraíso" terrenal debe ser recuperado de alguna manera.
Esa espiritualidad simploide y tan alejada de las escrituras de que nos morimos y al cielo se va el alma -que es lo que importa - es de un simplismo indefendible a la Luz de la Revelación.

Dios creó al hombre en unidad de cuerpo y alma. Y lo puso sobre la Tierra. Y lo hizo inmortal en cuerpo y alma desde el inicio. Eso es lo que el Señor va a restaurar y posiblemente elevar.
El Señor hará TODAS las cosas nuevas. Cielos nuevos y TIERRA nueva.


10/07/15 11:28 AM
  
Catholicus
Milenaristas:
San Ireneo (dice que recibido de San Juan). Doctor de la Iglesia
San Justino
Papías
San Policarpo
San Meliton
Epistola Bernabe
San Hipólito de Roma
Tertuliano
Escuela de Antioquia (Presidió San Pedro)
Metodio
San Ambrosio es ambiguo, pero defiende la doble resurrección.
¿ A todos esos pretende Sebastián que condene la Iglesia?

Como dice el genial Castellani es serruchar el propio tronco.
El doctor San Ireneo es muy significativo, pues escrito está que afirma que esa enseñanza la recibió de San Juan.
(San Juan fue el que escribió el Apocalipsis Sebastián. Incluido el capitulo ese 20.)
A ver si el blog te deja un tiempo libre para leer algún día :-)
10/07/15 11:42 AM
  
Rexjhs
Perdón, antes dije que la gran tribulación duraría 3,5 años y eso son 42 meses.
10/07/15 4:00 PM
  
Ricardo de Argentina
Gracias Rexhjs.
Coincido contigo en que a falta de otro criterio más pertinente, el sentido literal de la Escritura es el que se debe seguir. Y en lo que hace a una Profecía, oscura por lo demás, lo único cierto con que contamos es la literalidad.
10/07/15 4:03 PM
  
Rexjhs
Isael, negar las dos resurrecciones es negar a San Pablo, al que, desde luego, no se le puede acusar de alegorista. Negar el Milenio es negar la escritura del Apocalipsis. Lee por favor las explicaciones que doy sobre los tres sentidos o significados en que el NT usa la expresión"Reino de Dios". Creo que de ahí nace tu confusión
10/07/15 4:04 PM
  
Ricardo de Argentina
Isael, lo que propones es un reduccionismo inaceptable. No se deben ignorar sin más versículos y hasta párrafos enteros del Apocalipsis para hacerlo más "entendible".
Que si tal cosa haces, terminas no entendiendo nada de nada.
Y en tren de argumentos de autoridad, entre Castellani e Isael yo opto por Castellani.
Y no es porque sea argentino.
10/07/15 4:11 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Catholicus, no voy a repetir todas las fuentes que condenan, rechazan o desaconsejan el Milenarismo en todas su formas. Me remito a lo transcrito arriba, incluido el mismísimo Catecismo al que yo sigo y tú no.
La interpretación literal se intentó, se vio que no conducía a ningún lado, y se abandonó por la de San Agustín que es la que sigue la Iglesia desde entonces.
Gracias por visitar mi humilde blog ;)
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V.G.: Sebastián, no estás respondiendo. Si no vas a citar explícitamente la condena de la Iglesia con precisión a lo expuesto claramente por los otros comentaristas, por favor no sigas invocándola.
10/07/15 4:21 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Estaba todo ya transcrito o se daba por supuesto, incluso en las citas de Castellani que la autora del blog hace en uno de sus primeros comentarios,donde el jesuíta argentino ataca los decretos del 41 y 44, pero ahí va:
1) El decreto del 41 dice:
"Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio. Protoc. Nº 126-41 - Del Palacio del Santo Oficio, 11 de julio de 1941.

Excmo. Y Revmo. Señor:
En su debido tiempo llegó al Santo Oficio la carta N2 126-40, fechada 22 de abril de 1940, en la cual Su Excia. Rma. informaba que en esa Arquidiócesis había quienes defendían el sistema de los milenaristas espirituales y que aumentaban más y más los admiradores de tal doctrina; así como también de la obra del P. Lacunza: “Venida del Mesías en Gloria y Majestad”. Al mismo tiempo, solícitamente S.E. pedía, que se le dieran normas oportunas de parte de la Santa Sede.
Llevado el asunto a la sesión plenaria del miércoles 9 de este mes, los Exmos. y Revmos. Cardenales de esta Suprema Sagrada Congregación mandaron responder:
“El sistema del milenarismo, aun el mitigado, es decir, el que enseña que, según la revelación católica, Cristo Nuestro Señor antes del juicio final, ha de venir corporalmente a esta tierra a reinar, ya sea con resurrección anterior de muchos justos o sin ella, no se puede enseñar sin peligro”.

Por tanto, apoyado en esta respuesta y teniendo presente, como S.E. mismo lo dice, la prohibición del libro del P. Lacunza, hecha ya por el Santo Oficio, tratará de velar cuidadosamente para que dicha doctrina, bajo ningún pretexto, sea enseñada, propagada, defendida o recomendada de viva voz o por cualquier clase de escritos.
Para realizarlo S.E. podrá emplear los medios oportunos no sólo con amonestaciones, sino también empleando la autoridad; dadas, si fuera el caso, las instrucciones que sean necesarias a los que enseñan en el Seminario o en otros institutos. Y si algo más grave ocurriere, no deje de comunicarlo al Santo Oficio.
Aprovechando la ocasión, le aseguro los sentimientos de mi grande estimación, quedando de su Excia. Revma. Adictísimo,
F. Card. Marchetti Selvaggiani"

2) El decreto del 44 dice:
“Últimamente, más de una vez se preguntó a esta Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio lo que se debe pensar del Milenarismo mitigado, que enseña que Nuestro Señor Jesucristo, antes del Juicio Final, se produzca o no previamente la resurrección de muchos justos, vendrá visiblemente a esta tierra para reinar.
Habiendo examinado el tema en la reunión plenaria del miércoles 19 de julio de 1944, los Eminentísimos y Reverendísimos Señores Cardenales encargados de velar por la pureza de la fe y de las costumbres, después de oír la opinión de sus consultores, decretaron responder: el sistema del Milenarismo mitigado no puede enseñarse sin peligro.
Y, al día siguiente, jueves, 20 del mismo mes y año, Nuestro Santísimo Señor Pío XII, Papa por la Divina Providencia, en la habitual audiencia concedida al Excelentísimo y Reverendísimo Señor Asesor del Santo Oficio, aprobó, confirmó y mandó publicar esta respuesta de los Eminentísimos Padres.

Dado en Roma, en el Palacio del Santo Oficio, el día 21 de julio de 1944.

3) Como se ve, se trata de una condena, de baja intensidad pero condena, en que se establece que se "tratará de velar cuidadosamente para que dicha doctrina, bajo ningún pretexto, sea enseñada, propagada, defendida o recomendada de viva voz o por cualquier clase de escritos" (ya vemos cómo obedecen algunos).
Repito la explicación de G. Gilleman sobre el Decreto de 1944 en su artículo sobre el error milenarista (en 1945):
"El Decreto afirma que el milenarismo (o quiliasmo) aún mitigado o espiritual (...) no puede ser enseñado sin imprudencia (...) La fe de la Iglesia NO CONOCE MÁS QUE DOS VENIDAS DE CRISTO Y NO TRES".

4) De todos modos, vuelvo con el punto 676 del mismísimo catecismo: "INCLUSO EN SU FORMA MITIGADA, la Iglesia ha rechazado esta FALSIFICACIÓN DEL REINO FUTURO CON EL NOMBRE DE MILENARISMO".

Me remito a mi primer comentario sobre las reflexiones de Benedicto XVI y las palabras del Concilio Vaticano II, que dan como supuesto que el Reino de Mil años es el tiempo de la Iglesia.
¿No será más fácil descansar en la Iglesia y dejar de meterse en berenjenales milenaristas que llevan a lugares tremendamente confusos, y obedecer a la Madre y Maestra?

10/07/15 4:58 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
A mayor abundamiento, las palabras completas del padre jesuíta Gilleman sobre el decreto de 1944:
ERROR MILENARISTA
(in: Nouvelle Revue Théologique, n.º 67, de 1945, pp. 239-241.)
Como dan a entender las primeras palabras del documento, a este decreto lo precedió una respuesta del Santo Oficio, datada en 11 de julio de 1941, al Arzobispo de Santiago de Chile, país donde el error milenarista parecía propagarse con mucha fuerza, a causa –entre otros motivos– de una renovación del interés por el libro Venida del Mesías en gloria y majestad, obra póstuma de J. J. Ben-Ezra (seudónimo de Manuel Lacunza) que ya se había incluido en el Índex en 1824. Esta respuesta se encuentra reproducida y comentada en el número del 15 de abril de 1942 de los Periodica (t. 31, p. 166-175). El decreto actual la retoma, omitiendo sin embargo esta restricción: “secundum revelationem catholicam”, que se leía después de las palabras: “docentis scilicet”, y substituyendo “corporaliter” por “visibiliter”.

El decreto afirma, por tanto, que el milenarismo (o quiliasmo), incluso mitigado o espiritual, según el cual Cristo retornaría de forma visible a la tierra, para reinar en ella, antes del juicio final, precedido o no por la resurrección de cierto número de justos, [el decreto afirma] que una doctrina tal no puede enseñarse sin imprudencia respecto a la fe. Como la respuesta de 1941 añadía: “Excellentia tua enixe vigilare curabit ne praedicta doctrina sub quocumque praetextu doceatur, propagetur, defendatur vel commendetur sive viva voce sive scriptis quibuscumque” [N. del T. – “Vuestra Excelencia se ocupará de vigilar con cuidado por que, bajo pretexto alguno, no se enseñe, propague, defienda o recomiende la mencionada doctrina, ni de viva voz ni por ningún tipo de escrito, sea cual fuere.”], no debe entenderse el “doceri” solamente como enseñanza o predicación públicas, sino como todo y cualquier medio de propagar o recomendar la teoría. El decreto posee, además, alcance doctrinal, e implica que la propia teoría no es segura desde el punto de vista de la fe.
Bien sabido es que el milenarismo, heredado del judaísmo, encontró durante los primeros siglos de la Iglesia ecos entre los cristianos e incluso entre ciertos Padres: Papías, San Justino, San Ireneo, Tertuliano, San Hipólito fueron, en diversos grados, milenaristas. No obstante, entre otros, Orígenes, San Dionisio de Alejandría y sobre todo San Jerónimo y San Agustín se opusieron a esta doctrina y, ya “en el Concilio de Éfeso, se menciona el milenarismo de la siguiente manera: las divagaciones y los dogmas fabulosos del infeliz Apolinario”… “Aunque el quiliasmo no ha sido calificado como herejía, la sentencia común de los teólogos de todas las escuelas ve en él una doctrina ‘errónea’ a la cual ciertas circunstancias de las edades primitivas pudieron arrastrar a algunos antiguos Padres” (Cf. E.-B. Allo, O. P., Saint Jean, L’Apocalipse, 3ª. edición, pp. 307-329). La fe de la Iglesia no conoce sino dos venidas de Cristo, y no tres. El principal texto sobre el cual se apoyan los milenaristas es el difícil capítulo 20 del Apocalipsis de San Juan; sin embargo, sea cual fuere su sentido, debatido entre exégetas, ningún comentador católico sostiene la interpretación milenarista.
G. GILLEMAN, S.I.

Esta es doctrina más clara, sencilla y segura que la que se defiende por aquí, y es la de la Iglesia.
10/07/15 5:04 PM
  
Elisa
Humildemente, desde toda mi ignorancia, y habiendo leído lo mejor que pude toda la cuestion, opino lo que creo que esta faltando en este debate.
El Señor habló y mucho en sus años de vida publica. No habló de mensajes de temor, y cuidadao que se les va a acabar el mundo y se van a ir todos al infierno. Vamos....
Ya lo hacia sí, de algun modo, San Juan Bautista: "la vara esta en su mano y dejara limpia toda la era". Pero el Señor, en su infinita dulzura y amor, predicó el mensaje del amor. Y todo el Santo Evangelio es un poema de amor, y de cómo amar, y de la necesidad de amor y de amar, y de los mandamientos del amor, y permanezcan en mi amor, y amaos con yo os he amado...
Y yo me pregunto: sí, es necesario explicar a nuestros hijos las verdades eternas, explicarles el riesgo que corren si no las conocen. Pero, más allá de lo que es obligación que conozcan, para alcanzar la salvación hay una pedagogía mucho mas alta porque es en definitiva la esencia de la Trinidad misma que es el Evangelio del amor.
Entonces ¿a qué santo tanto meter miedo teniendo el Evangelio que es la purisima receta para alcanzar el Reino? El Evangelio y la doctrina de nuestra Iglesia, aprendido con la sencillez de un niño, ¿no son suficientes?
Lo pobrecitos del mundo no alcazarán una verdadera conversión desde el temor, la alcanzaran "cuando vean como nos amamos", cuando con amor sanemos sus heridas.
Yo llevé esta semana santa a mis sobrinas a ver un Vía Crucis viviente maravilloso. Adolescentes ellas, chicas de mucha oración. Han cobrado con esta experiencia, un amor por Jesus que yo se que no se apagará nunca más. ¿No es eso mejor pedagogía que la de los últimos tiempos y lo que nos espera?
Si nadie sabe la hora ¿nos quedamos en el temor, en lugar del elegir el amor?
----------------------------
V.G.: Elisa, no se habla aquí de temor sino simplemente, de tomar TODO el Evangelio, de tratar de conocer lo mejor posible nuestra fe, y no de "meter miedo", sino de tomarse las cosas más importantes de nuestra vida con la seriedad que merecen. Yo la felicito por ser profeta, y tener la clarividencia de saber que jamás sus sobrinas se apartarán del Bien, pero como no todos tenemos ese don, tratamos de valorar la virtud de la prudencia, advirtiendo lo que el propio Jesús (dulce y amoroso como nadie, porque precisamente no quiere que nos perdamos), advierte:
"Velad y orad para no caer en tentación; pues el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil."(Mt. 26,41).
¿Le parece a ud. mal que tratemos de tener en cuenta TODO el Evangelio?...
Porque así como tratamos de que no caiga ni una sola partícula de Jesús Eucaristía, hay que cuidar que no se pierda ni una de sus palabras (a través de toda la Sda. Escritura), que nos han sido dadas para nuestro bien eterno.
10/07/15 10:47 PM
  
AL HILO DEL APOCALIPSIS ?...de Antonio Yagüé 2015, de obligado conocimiento
Me enteré de la importancia de leer y ver a Antonio YagÜé en sus videos Al hilo del Apocalipsis-2015 y en Astronomía Sagrada, dice en sus palabras, lo que explica Rexjhs. Bien interesante! no da mensajes, ni profecías, sino del punto de vista científico, produce unas HIPÓTESIS bien importantes y me dejé llevar, como dice él, como los reyes magos - astrónomos también- no astrólogos o brujos... y como los indígenas mexicanos que entendieron las "señales" del manto de la Virgen de Guadalupe, por medio de las estrellas; Dios nos da en la Escritura, y la Virgen en los Mensajes que aunque sean privados, pero aceptados por la Iglesia, no hacen más que explicitar la Sagrada Escritura. Los invito a mirarlos y a leerlo y encontrarán lo mismo y con una precisión, respetando el "No sabemos ni el día ni la hora" pero sí las señales de los llamados plazos máximos en el cumplimiento de las profecías apocalípticas.
11/07/15 1:44 AM
  
Clara María
Hola a todos. Acabo de leer el artículo y los comentarios.

Creo como dice Elisa, que hay que contar TODO, como apunta la autora del artículo, pero desde el amor y no, desde el miedo.

Y también me parece que con lo que pone Sebastián Isael sobre lo que dice la Iglesia del milenarismo sobra todo lo demás, está rechazado por la Iglesia, el que lo acepte ya sabe que va contra la Iglesia.
11/07/15 9:37 AM
  
Daniel
Muy interesante el tema. Gracias por las aportaciones.
Respecto al debate generado, sí tengo que decir que apena ver la bronca académica y la discusión que genera. Creo que debemos evitar tales discusiones.
Creo que este tema es especialmente complejo por lo que una actitud humilde de conciencia de nuestra ignorancia sobre estas y otras materias resulta muy provechosa.
Quiero resaltar las palabras del Señor, cuando le preguntan sus discípulos, esto es, los Apóstoles, cuándo sucederá todo esto:
"Cuando veis que la higuera da fruto, sabéis que se acerca el verano" y también. "No os es dado a vosotros saber el día ni la hora. La hora no la sabe ni el Hijo, sino el Padre que está en los Cielos" (o algo así). Quiero decir, que ni el Señor se para a dar más explicaciones ni cree que sea importante andar pensando cuándo será, y creo que incluso recomienda no andar queriendo adivinar el futuro. Y viene a decir algo así como vosotros permaneced fieles a Mí, manteneos fieles, orad, etc, y el resto vendrá solo.
Por tanto, aunque interesante hablar del milenarismo, tampoco sea motivo de discusión y disputa. La Parusía será como sea y lo importante aquí es estar unidos, orar, hacer buenas obras etc.
El artículo, muy interesante, coincido en la importancia de predicar la Parusía y el Juicio Final.
También veo importante la aplicación personal a cada uno del apocalipsis pues, aunque no veamos nosotros estos últimos tiempos (que no sabemos, pero tantos otros pensaron que los estaban viviendo y luego resultó que no) ¿no nos enfrentamos todos a la muerte?¿No nos espera a cada uno un juicio al finalizar nuestros días? ¿No sufrimos en mucho o en poco algo de persecución del mundo? ¿no debemos esforzarnos por estar del lado de los corderos, y no del de los cabritos, de ser trigo y no cizaña?
Un cordial saludo
11/07/15 12:10 PM
  
Catholicus
"Los presbíteros, que vieron a Juan el discípulo del Señor, recuerdan haberle oído cómo, acerca de aquellos tiempos, enseñaba el Señor y decía: "vendrán días en los cuales nacerán viñas: cada una tendrá diez mil cepas, y cada cepa tendrá diez mil sarmientos,.....
Pero si algunos intentan alegorizar (temptaverint allegorizare) tales cosas (los pasajes recién mencionados), no podrán llegar a un acuerdo entre sí sobre todas las cosas, y la letra misma les convencerá del error (suyo). En efecto, todas estas cosas fueron dichas sin ninguna duda con respecto a la resurrección de los justos, que será después del advenimiento del Anticristo y de la perdición de todas las naciones sujetas a él."

etc etc

San Ireneo de Lyon, Obispo, Mártir y doctor de la Iglesia exponiendo sobre el milenio que esas enseñanzas las recibió de primera mano. Pura Tradición Apóstolica.
11/07/15 4:12 PM
  
Catholicus
Elisa,
Todas esas promesas del Señor son su amor. Nos producen la Esperanza de que todo eso por fín llegue.
Si las promesas de la Venida del Señor, su Parusía, te producen temor, ten por seguro que no le amas a El,, porque no le deseas que venga y venga pronto.
Probablemente lo que ames es la sensualidad de este mundo, la paz tuya propia.
Pero está claro que tu alma no ansía al Señor. Porque su venida resulta que te produce temor.
El amor no es la sensualidad ni el sentirse bien, es otra cosa.
11/07/15 4:17 PM
  
Catholicus
Ahora resulta que un tal Guilleman es el Espíritu Santo encarnado. Hay que seguir a ese jesuita y no a toda la Iglesia Apostólica para interpretar las Sagradas Escrituras.
Y no Isael, deja de manipular todo el rato con esto que escribes:
"Catholicus, no voy a repetir todas las fuentes que condenan, rechazan o desaconsejan el Milenarismo en todas su formas."
Es que no hay ninguna que condene un Milenio SIN Cristo visiblemente reinando. Algo que nadie ha defendido ni aquí ni fuera.
Y la condena con Cristo reinante no dice "peligro", dice "no puede enseñarse con seguridad".
Eso no es condena, es advertencia de no enseñar como Magisterio - como si fuese seguro- algo que tan sólo cabría como posibilidad.
ESO es lo único que hay. Ni una letra más acerca del tema. Es de libre opinión todo, incluido CON Cristo reinante.
Si hasta confundes el milenio con la eternidad, ¿cómo no te da algo de verguenza ajena presentarte en este foro a dar lecciones a otros con tanta soberbia?. Un poco de humildad hombre, no uses tanto la brocha gorda y tómate las cosas con la debida calma.
Paz y bien.
11/07/15 4:29 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
El artículo del padre Gilleman no es un artículo cualquiera, es un "artículo autorizado concomitante", es decir, que acompaña oficialmente el Decreto de 1944 y explica tanto éste como el de 1941.
"Tienen a Moisés y los profetas, que los oigan". Ya he dejado aquí todos los documentos de la Iglesia que rechazan el milenarismo mitigado o espiritual defendido por Lacunza y Castellani, y las explicaciones de autoridad.
Quien quiera leerlas y someterse a todo ello, obedecerá a la Iglesia. Quien no, como bien dice Clara María, ya sabe que no está con la Iglesia y al menos en este aspecto no puede llamarse "católico" (o "catholicus").
No tengo más brocha que el Catecismo. Paz y bien.

11/07/15 7:22 PM
  
Elisa
Catholicus: no entendiste para nada mi comentario hermano, ¿en qué conocimiento de mi persona te basas para acusarme de todo lo que me acusas? (temor, que no deseo que venga Cristo, que no tengo esperanza, que no amo al Señor, que amo la sensualidad de este mundo) En pocos renglones has sido de lo mas grosero conmigo. Me parece infantil tu respuesta. Serías capaz de decirme todo eso teniéndome enfrente sin conocerme. Nunca te olvides que los que estamos detras de las letras somos personas... Fijate como Virginia, la autora, sí entendió lo que decía. Quiere decir que he sido clara... Así que no te responderé. Y hablaré con alguien más maduro.

Virginia querida: si, estoy de acuerdo en que tengamos en cuenta TODO el Evangelio como decís, de hecho lo había dicho "sí, es necesario explicar a nuestros hijos las verdades eternas, explicarles el riesgo que corren si no las conocen",
Y me parece absolutamente necesaria la catequesis sobre Cielo, Purgatorio, Infierno, demonio, segunda venida del Señor. Pero no creo que sea necesario ir tan lejos. Es que todo está, como ya mencionaste, en el Catecismo y con sencillez y bien explicado creo que alcanza y sobra. Tengamos en cuenta que el pueblo de Dios en su mayoría esta compuesto por gente sencilla. Que sí puede sentirse atemorizada escuchando cosas tan gruesas como la gran ramera, el anticristo y términos tan fuertes, y corremos el riesgo de generar temor en lugar de enseñar la verdadera esencia de lo que queremos transmitir. Es mi humilde opinión. O tal vez vaya en la actitud con que se enseñe.
Yo vivo en un lugar muy humilde, y todas estas cosas explicadas desde un enfoque tan fuerte, le quitaría el sueño a mas de uno. No se. También el Señor se vale de todo para atraernos ¿no? No se. Que de un modo u otros seamos siempre instrumentos suyos.
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V.G.: Estimada Elisa: ¿no cree que el verdadero amor buscará siempre el mayor bien de quien amamos, aunque eso le haga "perder el sueño"? Por mi parte, prefiero el desvelo de mi prójimo, y no que pierdan su alma por imprevisión o falta de prédica de la verdad de nuestra parte. Es tan maravilloso, tan grande el Tesoro que Dios ha preparado para nosotros, que sería una omisión muy grave de nuestra parte el dejar que lo pierdan porque minimizamos el hecho de que sigan una brújula estropeada. Y el conocer lo más profundamente posible nuestra fe es siempre el mayor y más hermoso FARO. Recordemos las palabras de Nuestro Señor, tan mentadas por S.Juan Pablo II, "¡No tengan miedo!". Un saludo muy cordial en María Reina.
11/07/15 10:13 PM
  
Catholicus
"Quiero decir, que ni el Señor se para a dar más explicaciones ni cree que sea importante andar pensando cuándo será, y creo que incluso recomienda no andar queriendo adivinar el futuro"
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Daniel,
eso es lo que enseñan algunos, es cierto. Pero lo que dice el Evangelio suena a lo contrario. Meditar en los textos proféticos es una necesidad espiritual, porque de ellos se nutre la Esperanza.

1 Tes 5
No apaguéis el Espíritu. 20No menospreciéis las profecías. 21Examinadlo todo; retened lo bueno. 22Apartaos de toda especie de mal.

23Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Marcos 13:
32Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. 33 ESTAD ALERTA, VELAD; porque no sabéis cuándo es el tiempo señalado.

Lucas 12:40
Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis.

Lucas 21:34-36
Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo;…

Marcos 13
22Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán señales y prodigios a fin de extraviar, de ser posible, a los escogidos. 23Mas vosotros, estad alerta; VED que os lo he dicho todo de antemano.

Lucas 21:8,34
Y El dijo: MIRAD que no seáis engañados; porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: ``Yo soy el Cristo , y: ``El tiempo está cerca. No los sigáis.…

12/07/15 2:01 PM
  
luis
No tiene ni idea de lo que está hablando. Tal vez debería estudiar un poco de exégesis para no decir tantas macanas.
Gracias.
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V.G.: ¿A quién se dirige, Luis, con tanta amabilidad?
13/07/15 4:57 AM
  
Catholicus
Elisa, estamos hablando de la escatología que anuncia el Señor en los evangelios y pareciera que por hablar de ello el amor se ha esfumado de nuestros corazones, tan solo por eso.
Me refiero a eso, a una mala concepción del "amor" que se contrapondría a creer en todos los aspectos de la Fe, incluida la escatología.

Pues bien, cada vez que rezamos el Padre y el Credo nuestro no hacemos sino pedir al Señor que se aceleren esos tiempos. Todas las cosas que estás leyendo. Y es que no deben atemorizar, pues el Señor siempre está al mando.

Está en el Catecismo:
vatican.va/archive/catechism_sp/p4s2a3_sp.html
vatican.va/archive/catechism_sp/p1s2c2a7_sp.html
13/07/15 12:06 PM
  
Catholicus
Que sí Isael, que todos los Padres Apostólicos están condenados por la Iglesia por herejes. Lo hemos entendido. Lacunza y Castellani y toda la miriada de sacerdotes actuales que se están convirtiendo en milenaristas, incluidos.
No hemos visto ni un solo documento que lo diga pero debe ser así porque sí.
En fín, me quedo contento que al menos hayas leído un poco de las Sagradas Escrituras. Para la próxima algo se te habrá quedado.
Y esto que escribes sigue siendo un argumento, que con todo respeto puede servir para las personas que sencillamente no entienden de qué estamos discutiendo. Su único ánimo no es aclarar, sino engañar a otros lectores:
Dices "Esta es doctrina más clara, sencilla y segura que la que se defiende por aquí, y es la de la Iglesia.:
Pero "esa doctrina" solo está hablando exclusivamente de un milenio con Cristo reinante visiblemente en la tierra. Algo que nadie ha defendido aquí. De hecho ni siquiera Lacunza defiende en su obra y menos Castellani.
Los milenaristas actuales básicamente defienden que entre el Anticristo y el Juicio Final hay un largo período de esplendor espiritual y no que todo ocurre en una conjunción concentrada de sucesos.
Sin honestidad intelectual no tiene sentido dialogar con nadie, porque que no se ama la veracidad.

13/07/15 12:22 PM
  
Rexjhs
Isael, todos los documentos que Ud. aporta confirman que la Iglesia no condena el milenarismo espiritual sino, como todos ya sabíamos, el carnal o craso y el mitigado. El espiritual nunca podrá serlo porque la Iglesia estaría condenando la literalidad de la Biblia y la tradición de la primera Iglesia, la que mamó la predicación directa de Cristo y los apóstoles.
13/07/15 12:40 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Qué tedio...
Ahí está lo que dice el Santo Oficio sobre el milenarismo de Lacunza que defiende Castellani y el artículo explicativo de Gilleman que lo acompaña. Recomiendo a todos el artículo de Monseñor Barriola que la bloguera aporta en su primer comentario.
Si con eso aún nadie se da por enterado, exceptuando a Elisa y Clara María, de que el milenarismo mitigado o espiritual no es una herejía sino un ERROR teológico, que la explicación que sigue la Iglesia sobre Apoc. 20 es la de San Agustín (y todos los santos posteriores hasta hoy día la dan por buena y doctrina segura porque ya ningún comentarista defiende otra vía), que el Concilio Vaticano II da por hecho en la Lumen Gentium que el Reino es el tiempo de la Iglesia, si no se hace caso a la autorizada explicación de BXVI sobre el "no" al quiliasmo... ¿qué le vamos a hacer?
“Aunque el quiliasmo no ha sido calificado como herejía, la sentencia común de los teólogos de todas las escuelas ve en él una doctrina ‘errónea’ a la cual ciertas circunstancias de las edades primitivas pudieron arrastrar a algunos antiguos Padres” (Del "artículo autorizado concomitante" de Gilleman al Decreto del Santo Oficio de 1944). En fin...
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V.G.: Ay, Sebastián...qué cosas.
Resulta que la Iglesia se ha expedido cierta y firmemente sobre un milenarismo concreto, que es el comunismo marxista, señalándolo con todas las letras como INTRÍNSECAMENTE PERVERSO en la Divini Redemptoris, pero vemos hoy que coquetean con él desde laicos hasta cardenales y algún otro, buscándole la vuelta buenista, pero eso sí: ud. y otros insisten en condenar la fe sencilla y literal de la Escritura como algo poco menos que diabólico. Ciertamente, estamos con el sentido común un tanto trastocado.
13/07/15 5:08 PM
  
Catholicus
que el Concilio Vaticano II da por hecho en la Lumen Gentium que el Reino es el tiempo de la Iglesia, ...
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Para que veas tu propia ignorancia Isael. Catecismo:
Germen:
764 ...El GERMEN y el comienzo del Reino son el "pequeño rebaño" (Lc 12, 32) de los que Jesús ha venido a convocar...
768...... "La Iglesia, ...., recibe la misión de anunciar y establecer en todos los pueblos el Reino de Cristo y de Dios. Ella constituye el GERMEN y el comienzo de este Reino en la tierra" (LG 5).

PLENITUD:
765... El Señor Jesús dotó a su comunidad de una estructura que permanecerá hasta la PLENA consumación del Reino...
1042 Al fin de los tiempos el Reino de Dios llegará a su PLENITUD.
769 La Iglesia "sólo llegará a su perfección en la gloria del cielo"... Aquí abajo, ella se sabe EN EXILIO, LEJOS del Señor (cf. 2Co 5, 6; LG 6), y aspira al advenimiento PLENO del Reino, "y espera y desea con todas sus fuerzas reunirse con su Rey en la gloria"

Germen y plenitud. ¿Lo has entendido ya Isael?

La cuestión básica del "Milenarismo" es si el Día del Juicio Final coincide con el "Día del Señor", el "Juicio de la naciones", los grandes días bíblicos de los profetas, todo precedido por una apostasía y la presencia del Anticristo etc.
O, si por contra, esos "días" no son coincidentes y entre el Anticristo y la "consumación plena del Reino" tras el juicio final hay un largo periodo - NO ETERNO- con una Iglesia resplandeciente de santidad aunque todavía viadora. Que tampoco sería la plenitud, sino otro salto adelante, así como la Nueva Alianza perfecciona a la antigua.

Es decir, si lo que dice la Sagrada Escritura es lo que parece y es lo que entendieron todos los Padres Apostólicos que aprendieron a los pies de los Santos Apóstoles, particularmente de San Juan, autor del Apocalipsis:

Apocalipsis 20 :
20 Vi además a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. 2 Sujetó al dragón, a aquella serpiente antigua que es el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. 3 Lo arrojó al abismo, lo encerró y tapó la salida para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después habrá de ser soltado por algún tiempo.
4 Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar. Vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años......

Juicio final de Satanás
7 Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión, 8 y saldrá para engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra —a Gog y a Magog—, a fin de reunirlas para la batalla. Su número será como el de las arenas del mar. .......

Juicio de los muertos
11 LUEGO vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno. 12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.....etc

Apoc. 21:
La nueva Jerusalén
21 DESPUÉS vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. 2 Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. 3 Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. 4 Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.»
5 El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.»
6 También me dijo: «Ya TODO ESTÄ HECHO....

Como se puede ver sin demasiada complicación, la literalidad de la Escritura apunta a DOS grandes momentos escatológicos:

- El primero el Anticristo, con intervención divina posterior. Tras el cual hay mil años de "paz y santidad". El texto dice siete veces que son Mil años.
- Tras esos mil años, el demonio es soltado - el hombre vuelve asombrosamente a ser seducido por el pecado podemos entender- y ya sí, tras otro "apocalipsis" es el Juicio Final y la PLENITUD del Reino. La Nueva Jerusalem, cielos nuevos y TIERRA nueva , las Bodas del Cordero.

A grandes rasgos son dos teorías escatológicas legítimas. Todos los padres de la Iglesia leían en su literiladad ese capítulo 20 y se explayaban en él. Es la opinión teológica del Milenio.
Desde san Agustín eso cambió, pero no por grandes refutaciones, sino por olvido del asunto que además creaba montones de herejías -esto es muy comprensible- . La Iglesia crecía y triunfaba y no era momento de pensar en anticristos o apostasías. La opinión teológica -por inercia- era un NO milenio.
Hasta nuestros días donde es evidente que eso está cambiando y con la persecución y la Apostasía interna de la Iglesia el pueblo está "viendo" que la Biblia tiene anunciado lo que cientos de místicos y apariciones están anunciando desde hace uno o dos siglos ya:
Catástrofe gigantesca y Triunfo de del Inmaculado Corazón.
Si ese Triunfo de la Virgen será para una legislatura nada más o un "Milenio" completo ya veremos.
Con la Iglesia contaminada de herejía hasta los tuétanos cardenalicios -como podemos ver en el blog del Padre Iraburu-, no es esperable que se vaya a abandonar el oficialismo actual de reprimir el milenarismo legítimo.
14/07/15 2:38 PM
  
Catholicus
“Aunque el quiliasmo no ha sido calificado como herejía, la sentencia común de los teólogos de todas las escuelas ve en él una doctrina ‘errónea’
_____

Nótese que el padre Gilleman refiere a las escuelas, nunca al Magisterio, que es a lo que habría que referir desde la CDF. Pero como no hay nada...

Y hay algún buen y fundado artículo en la red por parte de un teólogo donde se lllama "la condena fantasma" a esa suspuesta condena del quialismo en Efeso. Sencillamente porque nadie es capaz de aportarla.
Todo esto guarda mucho parecido con la opinión teológica del LIMBO. Todas las escuelas y la misma Iglesia la enseñaban como la doctrina segura durante siglos y siglos - Catecismo san Pio X-. Tanto que se tomaba como Magisterio de la Iglesia.( A pesar que San Agustín opinaba que iban al infierno esos infantes, Isael)

Hasta que llegó Ratzinger y dijo para asombro de todos, que el limbo era tan sólo opinión teológica común pero nunca Magisterio de la Iglesia.
Y se acabó la opinión del Limbo... Ya nadie la defiende en público.

Pues lo del milenio es parecido, con la infinita salvedad que responde a la literalidad de las sagradas escrituras, -fuente segura para no errar demasiado-, y el limbo ni aparece.

14/07/15 2:54 PM
  
Catholicus
Escribes Isael:
"Lacunza revivió el milenarismo y su obra "La Venida de Cristo en Gloria y Majestad" fue todo un hito de esta corriente teológica errónea...."
Y repites sin cesar y sin conocimiento alguno de la materia:

"Esa obsesión y esas doctrinas erróneas sobre las que ya se pronuncia claramente el Catecismo..."
¿Doctrinas erróneas?. Te copio aquí de Billot como debe entenderse la proposición de "no puede enseñarse con seguridad" y qué significa:

"Así como cuando el magisterio infalible de la Iglesia define que una proposición es errónea estamos obligados a creer que es veramente errónea en sí, tal como es definido, de la misma forma cuando las Sagradas Congregaciones declaran que una doctrina no puede enseñarse con seguridad, estamos obligados a juzgar que esta doctrina es, no digo errónea o falsa o algo semejante, sino simplemente no-segura y no adherir más a ella, ya que es no-segura.
....Pero hablando en rigor, lo que ahora no es seguro, principalmente in sensu composito de la decisión, puede luego pasar a serlo si la autoridad competente, habiendo discutido nuevamente la cuestión y teniendo en cuenta nuevas razones, pronuncia otra decisión. Es evidente que, absolutamente hablando, puede suceder que una decisión modifique otra decisión anterior. Es de la natura de las decisiones que ahora estamos considerando el que no sean sentencias definitivas e irreformables. O más bien, lo que es más importante, tal es su materia u objeto, que propia y formalmente no puede decirse que la decisión posterior reforma la precedente, ya que no hay reformación sino sobre lo que se decidió antes. Pero aquello que ahora no es seguro, teniendo en cuenta el estado presente de los argumentos, luego puede devenir seguro, al presentarse nuevas razones;..."

¿Lo has leído con atención y lo has entendido?.
Pues ahora si eres una persona honesta con la Fe de la Iglesia, debes reformular todas tus entradas en este blog y en el tuyo propio. Y pedir las disculpas pertinentes por los errores a los que hayas podido llevar a algunos. Y a algunas.

Te esperamos. Paz y bien.

15/07/15 12:42 PM
  
luis
Me dirigía en primer lugar a Usted y también al Padre Castellani, que sería un genio en otras cuestiones, pero no en Biblia.
Cordialmente
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V.G.: Claro, Luis, lástima que no le pudo dar unas clases ud.
16/07/15 5:19 AM
  
Catholicus
Y a Straubinger de camino, para aprovechar los bancos libres
16/07/15 11:51 AM
  
Catholicus
"El máximo exponente de la culminación del proceso de desarrollo de la esperanza intrahistórica en la Edad Media es san Buenaventura, descrito en el capítulo séptimo. En los diversos esquemas en los que el Doctor Seráfico divide la historia en sus Collationes in Hexaemeron, afirma que ésta última etapa de la misma, posterior a la derrota del Anticristo, será un período de restauración de la Iglesia producida por una profundización de la Iglesia en la vida mística similar a la época apostólica, que le permitirá asemejarse, cuanto es posible en este mundo, a la Iglesia celestial, de modo que, al fin, alcance la paz; será también el tiempo de la conversión de los judíos y del pleno cumplimiento de las profecías mesiánicas que no se realizaron en la primera venida del Señor y que el propio Buenaventura relaciona con la Segunda Venida en el capítulo xv de las Collationes . El interés por la explicación de san Buenaventura, que justifica la extensa atención que se le ha prestado en el trabajo, reside no sólo en que afirma la esperanza intrahistórica y la escribe extensamente, sino que responde de manera muy oportuna a las desviaciones que históricamente se han dado de la misma."

Oro puro esta tesis doctoral presentada en la Universidad de Navarra. Por lo conciso y la claridad de exposición, derribando tanto mito y tanto mantra sobre una continuidad de la condena del milenarismo sin acepciones durante toda la edad media.
Que por cierto coincide con la nueva Doctora de la Iglesia, Santa Hildegarda- que expone en sus varias obras que tras la derrota del Anticristo llega un nuevo florecer esplendoroso ANTES del juicio final. Con la advertencia de que no corresponde al hombre conocer ni sus detalles ni su duración.

Bien, eso es "milenarismo", el milenarismo del tipo que tanto crece hoy y que podemos sintetizar en :
- Tras la llegada y derrota del Anticristo, que no coincide con el Juicio final, hay un periodo INTRAHISTÓRICO de renovado esplendor antes de ese Juicio Final.

El autor defiende con claridad delante del Tribunal, que el milenarismo de los Padres Apostólicos no puede ser sino Tradición Apostólica.

Y eso se llama Fuente de Revelación Pública junto con la Biblia.

El lector versado sabrá entender que un doctorando -guiado- no se dedica a defender herejías delante de un tribunal de Teología en una Universidad del Opus Dei. ¿Verdad que no?

El documento -resumen- puede obtenerse aquí:
unav.edu/publicaciones/revistas/index.php/anuario-de-historia-iglesia/article/viewFile/1942/1809

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V.G.: Yo le agradezco sinceramente por todos los datos que aporta, Catholicus. De este modo vale la pena mantener abiertos los comentarios.
16/07/15 12:14 PM
  
Catholicus
El agradecimiento es a ti Virginia por los buenos extractos que nos aportas de Castellani. En verdad todo estaba resumido allí desde el principio, pero nos hace bien poco a poco sustentarlo todo con pruebas para los más escépticos ante un tema complejp donde los haya.

Y ojalá sirva para crear el clima propicio -como en otros temas- para que se reforme adecuadamente el 676 del Catecismo que crea una confusión enorme en su actual redacción.
16/07/15 8:22 PM
  
Néstor
"Cuando la estructura temporal de la Iglesia pierda la efusión del Espíritu y la religión adulterada se convierta en la Gran Ramera,"
¿Es compatible esto con la fe en la indefectibilidad de la Iglesia y con el "Non praevalebunt"?
La Iglesia es la Esposa de Cristo ¿puede el Señor quedarse viudo?
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, y Él es su Cabeza ¿puede la Cabeza quedarse sin Cuerpo?

Una "religión adulterada" es todavía la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica?
¿Qué es eso de la "estructura temporal de la Iglesia"? ¿En qué consiste? La Iglesia tiene una "estructura temporal" o una dimensión visible que le es esencial mientras está en la historia?
¿Puede la Iglesia, en su dimensión visible esencial, quedar privada de la efusión del Espíritu Santo?
Saludos cordiales.
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V.G.: Néstor, creo que el mismo Castellani responde a renglón seguido esta inquietud:
"Léase bien este parágrafo: no dice que la Iglesia perderá la fe, como tampoco la Sinagoga había perdido la fe del todo cuando la Primera Venida. “En la cátedra de Moisés… Haced, pues, todo lo que os dijeren…” La Gran Apostasía predicha por Cristo y San Pablo puede entenderse, sin exageración, de una manera ortodoxa."

Sin duda no se trata de textos fáciles, por lo que no viene mal recurrir a autores fidedignos en esta materia, y por supuesto, Castellani no es el único, pero no me parece digno de ser descartado completamente.
Cito a continuación unos párrafos que pueden arrojar un poco más de luz, del p. Gabriel Delgado (rector del Seminario Arquidiocesano de La Plata, cuyo pastor es Mons. H. Aguer):

"..En efecto, la Iglesia no es una institución de este mundo, aunque viva en él. El reino del Anticristo, sin embargo, adquiere, como realidad mundana, una configuración política con la cual la Iglesia, que vive en este mundo pero no es de él, no puede no confrontar..."
"...en ese fin habrá una figura soberana, dotada de un poder inaudito, que vendrá a imponer un verdadero desorden, con apariencia de orden, sostenido por un abuso de poder. Pero el Anticristo no reinará solamente por un poder de sometimiento, sino también por seducción y engaño, haciendo creer a los hombres que el desorden que él actúa es un verdadero orden; que la guerra que entabla es un reinado de paz. El reino del Anticristo se presentará como un estado de orden y paz en el que hayan desaparecido las guerras porque tiene el dominio universal; un reino donde los avances tecnológicos hagan cada vez más confortable y prolongada la vida; un mundo en el que la muerte pueda ser casi suprimida por la curación de todas las enfermedades; un mundo que se parezca lo más posible al Edén que el Diablo arrebató al hombre al comienzo de la historia. El Anticristo se presentará como un benefactor de la humanidad como nunca antes lo hubo; un verdadero Cristo humano que reúne a los hombres en el cielo inmanente en que pretende convertir la tierra (...)"

"..Ante un poder hegemónico como el del Anticristo, podemos preguntarnos qué lugar queda para la Iglesia. Es posible que su figura institucional-política vaya a ser disuelta o, al menos, fuertemente impedida a fin de ser sustituida por una nueva organización religiosa. Es muy llamativo que el Anticristo, al igual que sus prefiguras antiguas, busquen adoración y culto. Su reinado no es meramente político y social, sino fundamentalmente religioso. Sabemos, sin embargo, que las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia. Pero, ¿dónde estará, en ese momento, su capacidad de supervivencia? La Iglesia no podrá adoptar otra forma que la del martirio. Lo mismo sucedió al comienzo; lo mismo se dará al final. La forma genuina de la Iglesia en esos términos y, por ende, en toda la historia, es la ecclesia martyrum..."
(cf. Delgado,G.: Perspectiva teológica de los últimos tiempos, Ed. Del Alcázar,Bs. As., 2013)

Creo entender que el p. Delgado habla aquí de la "figura institucional-política" en el sentido en que Castellani habla de "estructura temporal" de la Iglesia.
17/07/15 5:43 PM
  
Néstor
"13) “676 Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839)"
¿Es el Catecismo lo que hay que reformar?
Saludos cordiales
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V.G.: Creo que Catholicus se refiere más a una revisión de la redacción, más que a una reforma propiamente dicha que altere un contenido de fe.
17/07/15 5:46 PM
  
Néstor
"769 La Iglesia "sólo llegará a su perfección en la gloria del cielo"... Aquí abajo, ella se sabe EN EXILIO, LEJOS del Señor (cf. 2Co 5, 6; LG 6), y aspira al advenimiento PLENO del Reino, "y espera y desea con todas sus fuerzas reunirse con su Rey en la gloria"

Es claro que en este pasaje, el advenimiento pleno del Reino es lo que mencionó dos renglones antes: la gloria del cielo. Y por eso lo dice al final: "y espera y desea con todas sus fuerzas reunirse con su Rey en la gloria".
Saludos cordiales.
17/07/15 5:52 PM
  
Néstor
¿La Revelación privada aclarando la pública? En todo caso, esa "aclaración" no obliga a ningún católico hasta que no sea asumida por el Magisterio de la Iglesia misma.
Saludos cordiales.
-------------------
V.G.: Por supuesto que ninguna revelación privada obliga, como tampoco se prohibe tenerla en cuenta ni difundirla, salvo expresa indicación en su contra. Creo que a veces, por temor a poner en tela de juicio un dato de fe, muchos ni siquiera se detienen a pensar en estos asuntos considerándolos casi inútiles, y esto no siempre redunda en una mayor integridad de fe o esperanza.
17/07/15 6:01 PM
  
Catholicus
Néstor:

67- A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas "privadas", algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Estas, sin embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Su función no es la de "mejorar" o "completar" la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia. Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo que en estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.

A veces, yo mismo, metemos en el mismo paquete la revelación privada y el don de profecía, que obviamente tienen mucho en común.
A veces el Señor concede a unos el don de profetizar y a otros el de interpretar las profecías. Léeme en ese sentido.
A mucha gente le cuesta entender que es la misma Revelación Pública la que anuncia que vendrán profecías, y que negando por sistema lo segundo se está negando a la primera, lo que atenta contra la Fe.

«Teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe; si es el ministerio, en el ministerio, la enseñanza, enseñando; la exhortación, exhortando. El que da, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que ejerce la misericordia, con jovialidad» (Rm 12, 6-8).
18/07/15 7:00 PM
  
Luis González
Me he dirigido varias veces a Mª Virginia a la dirección: [email protected] indicada en su blog y me lo devuelven con esta nota:
"No se puede localizar a los destinatarios siguientes:

'[email protected].' en 21/07/2015 21:13
Error del servidor: 'Destinatario no válido' "
¿Hay algún error en la dirección? Gracias LG
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V.G.: Estimado Luis: le escribiré desde la casilla, ya que seguimos recibiendo correos allí normalmente...Le agradezco mucho su comunicación de este problema.
21/07/15 9:28 PM
  
Néstor
¿Qué quiere decir "sustituir" o "suplantar" a la Iglesia? Hace siglos que existen otras organizaciones religiosas. ¿La sustituyen o suplantan? ¿En qué sentido? ¿Cuál es la figura "político institucional" de la Iglesia que será "disuelta"? ¿El episcopado? ¿El Papado? ¿El sacramento del orden y la jerarquía eclesial? ¿Qué quiere decir que la Iglesia va a subsistir "en la forma del martirio"? ¿Sin Obispos, sin Papa, sin estructura jerárquica? ¿No había jerarquía eclesial, Papas y Obispos en el tiempo de los mártires?
Saludos cordiales.
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V.G.: Admito que estos interrogantes son muy válidos, Néstor. Cito algún párrafo más del p. G.Delgado:

"El reino del Anticristo se impone como una realidad religiosa. No se trata, para él, de instaurar un dominio político; de ejercer un poder. La pretensión es mucho más soberbia: dejar a Dios de lado y proclamarse dios de este mundo. Para ello esta segunda Bestia usará de todo su poder de convicción. Razonará con argumentos falsos, pero que sólo los elegidos podrán desenmascarar. A esta Bestia se deberá el armazón religioso que intentará sustituir a la Iglesia Católica. Pondrá todos los artilugios de la propaganda y del engaño al servicio de la seducción. Se manifestará como cordero; su discurso sonará al de un gran benefactor de la humanidad,
pero lo que tenga de apariencia dócil, lo tendrá también de crueldad e intolerancia. No permitirá que nadie deje de adorar a la imagen de la primera Bestia (Ap 13, 14). Nadie podrá escaparse de su reino: si no lleva su marca en el cuerpo no podrá comprar ni vender, es decir, pasará a la clandestinidad y será eliminado por el poder de policía del Anticristo (Ap 13, 15. 17). En otras palabras, los que no se sometan serán llevados al martirio. Pero en ese martirio el testimonio de la verdad revelada se manifestará con toda su fuerza hasta que el tiempo se cumpla y venga el Hijo del Hombre a destronar al Hijo de la Perdición..."

No sé qué figura eclesial será disuelta en ese tiempo, pero por ej.no creo muy difícil imaginar por ej. sólo unos pocos Obispos fieles en la Pequeña Grey. Creo que conforme se acerquen los signos anunciados por San Juan en el Apocalipsis, nos será más fácil identificarlos.

Pienso que otra obrita interesante para meditar este tipo de cuestiones, es la del p. H.Bojorge: "Pequeña Grey -Misterio de la Iglesia
Peregrina - Dispersa - Perseguida" (Del Alcázar, Bs.As.,2013), del que cito también algunos párrafos:

"Vuelvo ahora a ocuparme de la tentación que he llamado “de estatización de la nación católica”. Este peligro, que les he mostrado con estos ejemplos, no es imaginario. Ya Jesús mismo advierte a Sus apóstoles contra el peligro de concebir su autoridad apostólica a imagen y semejanza de los señores de este mundo. Cuando caminan desde Jerusalén, donde va a ser rechazado por los gobernantes de Israel y por el representante del Imperio en Palestina, Poncio Pilatos, los discípulos iban disputándose acerca de cuál era el primero o el más grande de entre ellos e invocando la intercesión de la madre de Santiago y Juan para que les concediera los puestos de mayor influencia en Su Reino, que ellos concebían como un super imperio divino sobre todos los Estados y señoríos de este mundo, a imagen y semejanza de los Estados de este mundo. Eso es concebir la Iglesia en forma estatal cuando la Iglesia es una nación sin Estado.
(…) No nos tenemos que escandalizar ni desanimar. Por lo tanto, la tentación de los apóstoles y de los discípulos será la de asimilar la Iglesia a las sociedades de este mundo, la de no comprender el carácter de sociedad dispersa y oprimida, la de concebir la Jerusalén a la imagen y semejanza de la Babilonia. Esto no es otra cosa que comportarse siguiendo los apetitos de la carne y no los del Espíritu, que les son contrarios.(…)
Parece importante, pues, tener en cuenta que la idea de sí misma que se hace la institución jerárquica eclesial, [pero también cada creyente y el pueblo creyente en sus partes y en su totalidad, en esa incapacidad que tiene muchas veces de enfrentar la arbitrariedad de los pastores indignos o que abusan de su poder], repito: la idea que se haga de sí misma la institución jerárquica eclesial dependerá no solamente de las formas del gobierno eclesiástico sino también de sus modos de relacionamiento con el Estado.(…)"


01/08/15 6:26 AM
  
Néstor
Bien, pero ¿cómo vamos a distinguir a esos pocos Obispos fieles de un grupo cismático que no está en comunión con el Sucesor de Pedro? ¿Por una evaluación que hacemos nosotros o algún teólogo muy informado? O peor aún ¿por lo que dice algún "vidente"? Aquí el punto clave, como siempre, es el Papado. "Ubi Petrus, ibi Ecclesia".
Saludos cordiales.
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V.G.: Coincido, Néstor. Obviamente, siendo el cisma un pecado contra la Fe, no es lógico pedir allí sostén para la fe, porque es absurdo.
Pero sí urge el distinguir los que están en comunión con Pedro, entre los lobos y los pastores verdaderos, que cada vez son menos. Y en este punto, el Magisterio precedente, la Tradición y la Sda, Escritura son siempre el criterio.
02/08/15 3:11 PM
  
Néstor
Si, y para ser coherentes con nuestra fe, el criterio es también el mismo Pedro, es decir, su sucesor.

Saludos cordiales.
10/08/15 1:01 PM

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