Clarificaciones doctrinales en Estados Unidos
La Conferencia Episcopal de los Estados Unidos ha publicado una Nota que clarifica algunas ambigüedades en torno al documento “Reflexiones sobre la alianza y la misión”. El blog Rorate Coeli señala los párrafos más significativos, de los cuales presentamos esta traducción.
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Comité de Doctrina y Comité sobre Asuntos Religiosos y Ecuménicos, Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB)
Nota sobre las ambigüedades contenidas en “Reflexiones sobre la alianza y la misión”
Junio 18, 2009
2. Dado que “Reflexiones sobre la alianza y la misión” no es una declaración oficial de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, no fue sujeto del mismo proceso de revisión que se lleva a cabo con los documentos oficiales. En los años que siguieron a su publicación, sin embargo, algunos teólogos, incluso católicos, han tratado el documento como un documento de autoridad. Esto trajo problemas, porque la sección que representa al pensamiento católico contiene algunas afirmaciones que no son lo suficientemente precisas, y son potencialmente desorientadoras. “Reflexiones sobre la alianza y la misión” no debe ser tomado como una presentación autorizada de la enseñanza de la Iglesia. En orden a evitar cualquier confusión, el Comité de Doctrina y el Comité sobre asuntos religiosos y ecuménicos de la USCCB han decidido señalar algunas de estas ambigüedades y ofrecer las correspondientes clarificaciones.
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8. “Reflexiones sobre la alianza y la misión” declara correctamente que la Iglesia “siempre debe evangelizar y siempre debe dar testimonio de su fe en la presencia del Reino de Dios en Jesucristo, a los judíos y a todos los demás pueblos”. También afirma correctamente que la Iglesia respeta la libertad religiosa tanto como la libertad de conciencia, y que aunque la Iglesia no tiene una política que señala en particular a los judíos como pueblo para la conversión, siempre dará la bienvenida a “cada individuo que se convierta, de cualquier tradición o pueblo, incluyendo al pueblo judío”. Este centrarse en el individuo, sin embargo, no alcanza a dar cuentas de la enseñanza completa de San Pablo acerca de la inclusión del pueblo judío, en su totalidad, en la salvación de Cristo. En Romanos 11, 25-26, explica que cuando “haya entrado la totalidad de los paganos… todo Israel será salvado”. Él no especifica cuando tendrá lugar esto, ni como ocurrirá. Esto es un misterio que espera su cumplimiento. Sin embargo, San Pablo nos dijo que aguardemos con deseo la inclusión de todo el pueblo de Israel, que traerá una gran bendición para al mundo (Rom 11, 12).
9. “Reflexiones sobre la alianza y la misión”, sin embargo, hace dudosa incluso la posibilidad de la conversión individual, con una nueva afirmación que implica que en general no es bueno que los judíos se conviertan, ni que los católicos hagan nada que pueda llevar a los judíos a la conversión porque esto amenaza con eliminar “el distintivo testimonio judío”: “Su testimonio [el del pueblo judío] del Reino, que no se originó en la experiencia de la Iglesia de Cristo Crucificado y Resucitado, no debe ser reducido buscando la conversión del pueblo judío a la cristiandad”. En esto debe introducirse una advertencia, dado que esta línea de razonamiento puedo llevar a algunos a concluir, erróneamente, que los judíos tienen la obligación de no hacerse cristianos, y que la Iglesia tiene la correspondiente obligación de no bautizar a los judíos.
Conclusión:
10. Con San Pablo, reconocemos que Dios no lamenta, ni se arrepiente, ni cambia de parecer acerca de “los dones y el llamado” que Él ha dado al pueblo judío (Rom 11, 29). Al mismo tiempo, también creemos que el cumplimiento de las alianzas y, de hecho, de todas las promesas de Dios a Israel, se encuentra sólo en Jesucristo. Por gracia de Dios, el derecho a escuchar esta Buena Noticia pertenece a todas las generaciones. Cumpliendo el mandato dado por el Señor, la Iglesia, respetando la libertad humana, proclama en la caridad las verdades del Evangelio.
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Fuente: Rorate Caeli
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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3 comentarios
El judío que hoy rechaza a Cristo está en la misma situación espiritual que aquellos que le rechazaron hace 20 siglos.
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