Recuperar la herencia

El sitio web oficial de la Traditional Anglican Communion (TAC) ha publicado un artículo de Monseñor Peter J. Elliot, obispo auxiliar de Melbourne y delegado de la Conferencia Episcopal Australiana para la implementación de la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus en Australia. Presentamos aquí nuestra traducción.

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Unidos en comunión, pero no absorbidos. Comprendiendo la acogida del Papa


Por Monseñor Peter J. Elliot, Obispo Auxiliar de Melbourne


En su reunión de noviembre de 2009 los miembros de la Conferencia Episcopal Australiana me designaron como su delegado para el proyecto en Australia de establecer - usando las palabras de la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus del Papa Benedicto XVI - “un Ordinariato Personal para los anglicanos que deseen entrar en la comunión plena con la Iglesia Católica”.


Antes de explicar de qué se trata, quisiera presentarme. He nacido en el anglicanismo, en la tradición anglo-católica. Mi padre, el Rev. Leslie Llewelyn Elliot fue durante un tiempo el presidente de la “Australian Church Union”. Mientras estudiaba teología en Oxford, en St Stephen’s House, seguí mi conciencia y fui reconciliado con “Roma” en 1968. Luego cursé mis estudios en preparación para el sacerdocio en Melbourne, y fui ordenado en 1973. Después de algunas designaciones en parroquias, de trabajar como secretario del obispo y de terminar un doctorado en Roma, colaboré durante diez años en la Curia Romana, en el Pontificio Consejo para la Familia. Regresé a Melbourne en 1997 para trabajar con el Arzobispo Pell en la preparación de los textos de educación religiosa “Conocer, Adorar y Amar”. Luego serví como párroco y como director del Instituto Juan Pablo II previo a la ordenación al episcopado en junio de 2007.


¿Estoy agradecido con mi herencia anglicana? Sí, lo estoy. ¿Dónde aprendí por primera vez la fe católica? En casa, en la casa del párroco.


Por esto me regocijé cuando llegaron de Roma las noticias de los Ordinariatos. Había estado esperando algo como esto por años, habiendo hablado en el 2006 en Forward in Faith Australia sobre la “opción romana”. Como lo indica lo que en ese momento dije, nunca imaginé que se haría una provisión tan generosa en respuesta a los pedidos de anglicanos tradicionales a Roma.


¿Pero qué implica la acogida y oferta del Papa Benedicto? Han de tener esto claro antes de decir “sí”, “no” o incluso “quizás”.


El Pastor de las naciones sale al encuentro de ustedes para darles un lugar especial en la Iglesia Católica. Unidos en comunión, pero no absorbidos – esta frase resume el status único y privilegiado que los ex-anglicanos tendrán en sus Ordinariatos.


Católicos en plena comunión con el Sucesor de Pedro, se reunirán en comunidades características que preserven elementos del culto, la espiritualidad y la cultura anglicana que sean compatibles con la fe y la moral católicas. Cada Ordinariato será una estructura autónoma, como una diócesis, algo entre una Prelatura Personal (como en el Opus Dei, aunque éste tiene un jurisdicción puramente espiritual) o un Ordinariato Militar (para las Fuerzas Armadas). En alguna forma, el Ordinariato será incluso similar a un Rito (Iglesias Católicas Orientales). Disfrutarán de su propio “uso” litúrgico como católicos del Rito Romano. Al mismo tiempo, sus Ordinarios, obispos o sacerdotes, trabajarán junto a los obispos diocesanos del Rito Romano y tendrán su lugar en la Conferencia Episcopal nacional o regional.


¡No hay una “agenda oculta” aquí, ni una trampa papista! Por eso, estén alertas ante ciertos bloggers y panfleteros anglicanos tradicionales. Ellos distorsionan la oferta del Papa porque están aferrados a pequeños feudos y enclaves puristas – donde hacen lo que desean. Sí, los Ordinariatos quedan bajo la disciplina de la Iglesia y de sus leyes, pero el Código de Derecho Canónico es también un estatuto detallado de nuestros derechos como clérigos y laicos.


La decisión de ser reconciliado a través de un Ordinariato sólo puede hacerse siguiendo la propia conciencia, es decir, después de oración, estudio y reflexión. Éste es un paso de fe en Jesucristo y en Su Iglesia. Implica aceptar todas las enseñanzas de la Iglesia acerca de la fe y de la moral.


Un asentimiento personal de fe con estas características necesita ser formado e informado. Por usar una expresión anglicana, por favor “leer, anotar, aprender y asimilar interiormente” el Catecismo de la Iglesia Católica. Éste compendia la Fe “que nos fue dada”, comprendida en la única Palabra de Dios que viene a nosotros – como enseña el Concilio Vaticano II – por medio de la Escritura y de la Tradición.


No faltarán sacrificios, pero la humildad y el sufrimiento son partes del viaje en la fe – y muchos de ustedes ya han sufrido mucho por seguir su conciencia.


Pero no llegan a los Ordinariatos con las manos vacías. Como aprendía cuarenta años atrás, no perderán nada, sino que recuperarán una herencia que nos fue robada cuatro siglos atrás. Esa herencia que fue recuperada en gran parte por los gigantes del Movimiento de Oxford. Creo que ellos nos sonríen en este momento. Continuemos rezando con ellos en nuestros días, para que juntos podamos descubrir pacientemente cómo puede ser desarrollado el proyecto del Papa Benedicto.


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Fuente: The Messenger

Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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3 comentarios

  
Norberto
Apenas puedo hacer otra cosa que orar y orar y orar y darle las gracias y un fuerte aplauso a Mn. Elliot; se me ha puesto la carne de gallina.
06/02/10 10:45 AM
  
Tito Livio
Si todos nuestros sacerdotes, obispos y demás consagrados fuesen sólo que la mitad de lo que monseñor J. Elliot refleja en este escrito suyo.. ufff, otra sería la situación de la Iglesia y el mundo sería menos el mundo del príncipe de la mentira y más reflejo del cielo.
06/02/10 8:15 PM
  
Luis Pedro Escacena
Me gustaría que que nuestros curas tuvieran a bien hablarnos en alguna homilía, sobre la decisiva relevancia que tiene el ser "católicos en plena comunión con el Sucesor de Pedro", como encarece Monseñor Elliot. ¿Podrá ser ello posible?
09/02/10 11:37 PM

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