(Libertad Digital/InfoCatólica) Tyler tenía 27 años en 1975 cuando junto con su novia Julia Holcomb, de sólo 14, vivía el enorme éxito comercial de sus primeros álbumes. Fue entonces cuando ella anunció su embarazo, y mal aconsejados por su entorno, decidieron abortar debido a la juventud de la pareja y el creciente éxito de él. “Yo estaba ciertamente en crisis. Para mí era un momento importante, estaba construyendo un proyecto de vida con una mujer, pero me convencieron de que no habría funcionado jamás y que habría arruinado nuestras vidas”, son las declaraciones de Tyler, profundamente arrepentido de consentir el aborto.
“Es sencillo. Vas al médico, se mete una aguja en el vientre de la madre y se inyecta el veneno. Tú permaneces allí, esperando. Después sacan fuera el niño, muerto. Pocos minutos. Yo estaba destruido y continuaba repitiendo en mi cabeza “Jesús, ¿qué es lo que he hecho?”.
Otros miembros del grupo certifican el penoso estado de ánimo de Tyler después de que la pareja decidiese abortar. Ray Tabano dice que el cantante “salió destrozado de aquella experiencia. Era solo un joven y el hecho de haber visto todo lo destruyó”.
Tyler y Holcomb se distanciaron. La joven cayó en una crisis depresiva que le llevó a intentar suicidarse en varias ocasiones. Y Tyler se sumió aún más en el abismo de drogas y marihana en el que llevaba inmerso desde su juventud. Su posterior pareja, Bebe Buell. una modelo que acabaría posando para Playboy, asegura que “estaba loco, siempre completamente borracho, varias veces destruyó la habitación que teníamos asignada. Ya de regreso en Boston, las cosas no fueron mejor. Un día, al volver a casa, lo encontré tendido en el baño, recubierto de droga. Estaba destruido por el dolor”. Con Buell, Steven Tyler acabaría engendrando a la conocida actriz Liv Tyler.