(Fides/InfoCatólica) Camboya es uno de los países en los que tienen sede los principales organismos internacionales que trabajan en la planificación familiar y el control demográfico: “Engender Health”, USAID (United States Acency for International Development) y su programa RACHA Reproductiva (Reproductive and Child Health Alliance).
En los últimos 20 años, gracias a los fondos proporcionados por estas organizaciones, el Estado ha gastado más de 600 millones de dólares en programas de control demográfico y anticoncepción. El balance de estas acciones ha sido la disminución de la fecundidad de las mujeres de Camboya , de seis a tres hijos, como media,
Difusión de anticonceptivos y preservativos, agravamiento de la epidemia de SIDA
Se ha producido también la rápida propagación del SIDA. Desde que se descubrió el primer caso de infección en 1991, en los 15 años sucesivos han muerto de sida 94 mil personas y los infectados se han incrementado dramáticamente, hasta llegar a los 160 mil casos en una población de 13 millones, lo que hace de Camboya uno de los países del sudeste de Asia más afectados por esta epidemia.
“Estos programas, según sus promotores, deberían haber detenido el SIDA”, señala Human Life International a la Agencia Fides. La paradoja es, que la campaña de grande difusión de anticonceptivos y de preservativos, entendido como una “panacea” contra el SIDA, en cambio, “ha promovido la expansión, alimentando una cultura de la mercantilización de la sexualidad”.
La tarea de católicos y otros cristianos
La Iglesia y muchas Ong de inspiración cristiana han participado activamente para contrarrestar esta tendencia: los movimientos cristianos como Parejas para Cristo promueven seminarios de formación para jóvenes, novios y matrimonios, mientras que órdenes religiosas como las Hermanas de María Auxiliadora trabajan en la educación de las nuevas generaciones para difundir la cultura de respeto a la vida, el respeto de la persona, de la corporalidad y de la sexualidad.